En Paraguay, cada 9 de noviembre se celebra el Día Nacional de la Mandioca, que fue declarado de interés nacional y cultural, al ser un rubro fundamental de la agricultura familiar, así como de la cadena alimenticia de las familias paraguayas.
El país es uno de los principales productores de América Latina, que como todos los sectores de la producción estuvo muy golpeado por la sequía de los años anteriores, que desde 2022, y este 2023, empezó a repuntar de vuelta, logrando mandiocas de excelente calidad.
Así lo indicó el referente técnico en el rubro de la mandioca del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Moisés Vega, quien señaló que desde la institución están enfocados en acompañar e impulsar el rubro a través de la tecnificación para lograr mayor rendimiento en superficies y por sobre todo en la calidad del producto.
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Tecnificar la producción
“Lo que estamos tratando es incentivar a los productores para invertir en tecnología, que sería la tecnificación de la actividad de modo de mejorar las condiciones para que la producción sea más rentable y sostenible. Esto es, que se pueda cosechar más y mejor, para lograr una mandioca de buena calidad que es lo que los consumidores exigen”, expresó.
El especialista mencionó que, según los datos oficiales del último Censo Nacional, en el Paraguay existen unas 155.000 hectáreas de cultivo de mandioca, que generan un rendimiento promedio de 16 toneladas por hectárea (t/ha), con un volumen estimativo de producción de 2.500.000 t.
Esto significa que la producción no alcanza ni las 20 t/ha, siendo que esta especie puede rendir entre 60 y 80 t/ha incluso, explicó el técnico, por lo que la premisa es generar ese aliento a los productores a incursionar en la tecnificación, que es el camino para que la producción sea más rentable y eficiente.
Ante la consulta de cómo se introduce el uso de la tecnología en el cultivo de la mandioca, Vega explicó que es a través de la tecnificación que tiene a la vez varios componentes, como la mecanización para la plantación, control de maleza, cultivo, la buena preparación de suelo que es esencial, cosecha, prever problemas de erosión, cobertura del suelo, todo esto, con técnicas para que la producción sea más sostenible.
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Buena calidad
La producción local se destina por un lado para el consumo interno en fresco en la propia finca para el sustento familiar, así como la alimentación de animales, procesamiento en pequeña escala, como materia prima industrial (extracción de almidón) y para la exportación.
El especialista del MAG sumó que este 2023 está siendo un buen año para la mandioca, con las condiciones climáticas que trajeron buena lluvia y por ende humedad necesaria, dando como resultado una recuperación en el rendimiento de kilos por hectárea y en la calidad por sobre todo, y muchos productores aumentaron sus superficies de cultivo.
Este aspecto fue validado por doña Marcelina Aranda, productora y vicepresidenta de la Asociación de Feriantes de O’Leary (Juan E. O’Leary), departamento de Alto Paraná, quien aseveró que están con una muy buena producción de mandioca de buena calidad, aunque los precios no acompañan.
“La mandioca es uno de los mejores rubros para la producción porque es bien natural, no se usan tantos componentes químicos, es muy orgánico, además de que los costos de producción no son tan elevados. Pero en el precio lo que falta mejorar”, comentó a LN.
Sobre el factor precio, la productora indicó que actualmente en esa zona del país en las ferias están comercializando en G. 2.500 el kilogramo la mandioca, mientras que en finca están pagando apenas G. 1.000 el kilogramo.
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