La Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC) informó que el mercado internacional mostró señales alentadoras en los primeros cinco meses del año con precios en torno a los USD 5.670 por tonelada y que solo en mayo se situó en USD 5.757 por tonelada. En ese marco, insisten en iniciar diálogos con la industria para encontrar un equilibrio en los precios para beneficio de ambas partes y a la vez incentivar a un aumento del hato ganadero.
El presidente de la APPEC, Ramiro Maluff, destacó que el mercado global de la carne muestra signos alentadores cuyos beneficios buscan que también llegue al sector primario.
En ese sentido, detalló que el comercio exterior de la carne paraguaya tuvo en mayo hitos significativos como el aumento de exportación de carne a Estados Unidos, que situó al país del norte como el segundo comprador más importante de la carne en términos de volumen, superando a Taiwán.
En términos de valor, Taiwán continúa siendo el segundo mercado más importante y que tal país se está perfilando actualmente a convertirse en un mercado de valor, con el 80 % de sus compras por encima de los USD 6.000 toneladas, mientras que Estados Unidos se consolidó como mercado de volumen, con el 80 % de sus compras por debajo de ese precio. Ante este escenario, Maluff manifestó que en el segundo semestre solo ven señales positivas para el sector y vaticinó que incluso sería mejor que el 2024, señalando factores como las lluvias importantes que se traducirán en pastos de buena calidad, alimento considerado económico para el engorde del ganado.
Consideró importante una conversación con la industria, de la que afirmó que recibieron señales positivas para el efecto. Explicaron que los precios que propuso el sector industrial no fueron aceptadas por los productores y que las escalas de faena ya se están acortando, lo que presumieron que haría que las industrias retomen la compra a valores que consideran más justos. Sin embargo, señaló que llamó la atención del sector que las grandes industrias se retiren del mercado de compra de animales e incluso que algunas dejaron de faenar dos días al mismo tiempo en la semana anterior.
El presidente de la APPEC insistió en que una mejoría en el hato ganadero vendría de la mano de precios más justos para el productor, debido a que necesitan previsibilidad en atención a los costos de cría del ganado, que toma meses. Recordó que la reducción del rebaño ocurre desde hace 5 años, con el aditivo de las condiciones climáticas adversas. “El ganadero debe vender más ganado de lo que debería para cubrir gastos. Estamos faenando más ganado del que deberíamos, tenemos que trabajar para que esto genere un punto de inflexión para revertir la disminución del hato y comenzar a crecer de nuevo”, sostuvo.
El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) realizó una mesa de diálogo denominada “Un nuevo estatus sanitario: hacia un país libre de fiebre aftosa sin vacunación”, a fin de abordar los desafíos, implicancias y oportunidades que conlleva la transición hacia un nuevo estatus sanitario.
La institución informó que, como servicio veterinario oficial, encargado de la política sanitaria del país, dada la nueva situación en relación al programa de fiebre aftosa, se expusieron los motivos institucionales, técnicos, económicos y operativos que avalan una hoja de ruta ordenada para el que Paraguay siga avanzando hacia dicho status.
Estuvieron presentes el titular del Senacsa, José Carlos Martin, expresidentes, directores generales, y la participación de representantes de la Asociación Rural del Paraguay, la Cámara Paraguaya de la Carne, Fundassa, la Unión de Gremios de la Producción (UGP), el Centro de Estudios Agropecuarios (CEA), la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), entre otros.
A nivel regional, recientemente dos países fueron declarados libres de aftosa sin vacunación tras la 92.ª Sesión General de Delegados de la Organización Mundial de Sanidad Animal.
Senacsa extendió sus felicitaciones al Gobierno de Brasil y al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa), así como a Bolivia y al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag).