- Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
Si bien se vienen haciendo esfuerzos que permitan que nuestro desarrollo económico a nivel país pueda fortalecerse, expandirse y diversificarse, que nos den la capacidad de crear nuevas fuentes de trabajo en diversos segmentos de negocios, queda aún mucho por hacer.
En la medida en que logremos que más empresas vayan incorporándose al circuito económico, las posibilidades potenciales de que la producción de bienes y servicios vaya incrementándose será posible, coadyuvando a un mayor fortalecimiento del PIB, con lo cual no solo el mercado doméstico se verá beneficiado sino que también tendremos mayores posibilidades de un mayor crecimiento (expansión diversificación) hacía afuera, que estaría contribuyendo a generar mayores flujos de ingresos en divisas para nuestro país.
Para que podamos seguir avanzando no hay “recetas mágicas”, pues la clave es aunar esfuerzos orientado a la consecución de resultados, no olvidando que la tenencia de capital humano de calidad es primaria.
El Poder Ejecutivo debe enfocarse en que los diversos programas y proyectos a nivel gubernamental vayan evolucionando en función a cronogramas bien diagramados, para que los resultados que la gente espera sean tangibles en el corto plazo.
Seguimos en deuda con muchísima gente que precisa de una fuente de trabajo que les permita llevar una vida digna, lo cual sin capacidad adquisitiva resulta imposible.
Un reciente análisis realizado por la Fundación Getulio Vargas señala que Paraguay sería el mejor país dentro de la región para la realización de negocios. Sería una motivación para los inversionistas extranjeros que traiga aparejada la posibilidad de contratación de una mayor fuerza laboral, pero con escasos resultados hasta ahora.
Los objetivos y metas trazados deberán tener continuidad y consistencia en el tiempo, haciéndose necesario que las autoridades mantengan un seguimiento/monitoreo constante para poder plasmarlo en forma positiva dentro de varios segmentos de negocios.
Al cierre de 2024 Paraguay tenía aproximadamente 3 millones de personas ocupadas (formales e informales), equivalente al 50% de nuestra población, incorporándose a la fuerza laboral aproximadamente 97.000 personas.
El 53% corresponde a mujeres, una muestra del protagonismo que siguen teniendo dentro de nuestra economía. Ejemplo de ello son las empresas maquiladoras, ocupando a mujeres en su mayor porcentaje, además del sector de Mipymes, que de lejos sigue teniendo supremacía dentro de la fuerza laboral.
Seguimos muy concentrados en 2 segmentos de negocios, pudiendo diversificar mucho más el abanico de tipos de empresas que no estén en su mayoría como las maquiladoras concentradas en la frontera con el Brasil, sino diversificadas geográficamente.
Los eventos que se vienen realizando en diversos ámbitos tienen su cuota de importancia, por generar fuentes adicionales de trabajo para nuestra gente, pero muchos de ellos son solo transitorios o puntuales.
Paraguay cuenta con la infraestructura hotelera necesaria para albergar a visitantes extranjeros que acuden, siendo otra de las ventajas comparativas y competitivas los niveles de precios a nivel regional y de extrarregión más accesibles que la de otros países.
Las perspectivas para lo que resta de este año podrían ser buenas, aun considerando los riesgos implícitos del agro debido a factores incontrolables (sequía) y precios deprimidos de los commodities en el mercado internacional.
Démosle énfasis al desarrollo y crecimiento de nuestras industrias, sector que aporta valor agregado, posibilidades de crecimiento hacia afuera y mayor cantidad de mano de obra ocupada históricamente.