El titular de la cartera de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, será parte de la primera reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), ocasión en la que se abordarán aspectos relacionados al desarrollo del país.
El encuentro de ministros se desarrollará en España, en las ciudades de Madrid y Santiago de Compostela, durante los próximos días. Posterior a ello, Fernández Valdovinos mantendrá encuentros con entes financieros internacionales, lo que será crucial para vislumbrar alguna solución o alternativa a la situación del cobro del peaje por la Argentina en la hidrovía Paraná-Paraguay.
Participará de la CLXXIX Reunión del Directorio de CAF, Banco de Desarrollo de América Latina, y del 78.° Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde también asistirá el presidente de la República, Santiago Peña.
Lea también: Liberaron barcaza retenida en la Hidrovía Paraguay - Paraná
Informará sobre peaje
Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, las autoridades paraguayas informarán sobre el conflicto latente entre Paraguay y Argentina por la decisión unilateral de este último de cobrar un peaje en el tramo Confluencia-Santa Fe de la hidrovía.
Fernández Valdovinos participará además de otras reuniones con organismos financieros internacionales y agencias calificadoras de riesgo en Nueva York, Estados Unidos. En las mismas, profundizará acerca de los últimos hechos, de retención y embargo de una barcaza de bandera nacional, ante entes que brindan oxígeno a Argentina.
Paraguay ya no facilitará su “no objeción” al Fondo Monetario Internacional (FMI) para seguir desembolsándole recursos, pues para ello no deberá mantener deudas bilaterales, como lo tiene con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Puede interesarle: Ande retiró 100 % de energía de Yacyretá correspondiente a Paraguay
Dejanos tu comentario
Argentina, Ruta 40: entre la tierra y el cielo…
Fuimos invitados por @visitargentina, @visitsalta y @visitjujuy a conocer la Ruta 40, una aventura que emula a la legendaria Ruta 66 de Estados Unidos. Pensé que iba a ser un viaje normal, como tantos otros, pero de pronto la aventura se convirtió en una experiencia extraordinaria. El viaje comenzó a mostrarnos su cara nada más salir. En la Ruta 68 nos esperaba imponente El Anfiteatro. Dicen los lugareños que hace millones de años, cuando los dinosaurios caminaban por la tierra, esta majestuosa caverna era una gigantesca cascada por la que corría agua cristalina que iba esculpiendo su paso a la eternidad, incluso antes de quedar sumergida en el mar…
Hoy, con una acústica única, queda el vestigio de la historia atrapada en la inmortalidad.La ruta 68 guardaba otra sorpresa. Las Tres Cruces… Es quizá el mirador más bonito de la Quebrada de las Conchas. El camino a Cafayate es de una belleza impresionante… Tres grandes cruces de madera en la tierra mirando al cielo marcan el camino. Cuenta la leyenda que son tres tumbas que pertenecen a tres frailes que murieron en manos de los indios, después de haber ocultado un tesoro formado por objetos de oro que pertenecían a la congregación de los jesuitas y que nunca se encontró. Cuando alguien está cerca, el cielo se oscurece vigilando su lugar en la eternidad.
El camino no se detiene, es solo el pasaje a un viaje inolvidable. Pueblos que crecieron coherentes a sus tradiciones y que nosotros los mal llamaríamos “detenidos en el tiempo”: amables, coloridos, pulcros. Con sus callecitas pequeñas y conectadas como una sola matriz para darle vida a la historia. Entre ellos, grandes hoteles que solo hacen justicia a la belleza natural que los rodea. Una combinación perfecta entre el lujo y el campo que durante todo el trayecto no deja de sorprenderte.
Durante el viaje van sucediendo cosas maravillosas y los sentidos van descubriendo nuevas sensaciones. Al llegar a Cafayate la aventura se enriquece. Gastronomía y vino le dan el toque que va completando el manjar. Viñedos, bodegas y restaurantes te dan una bienvenida de película y la amabilidad única de su gente, hacen que esta experiencia sea inolvidable. La quebrada de Las Flechas, un accidente geográfico ubicado en el km 4.380 de la Ruta 40 en el departamento de San Carlos, se extiende 20 km dentro de los Valles Calchaquíes, desde Angastaco hasta el río Calchaquí mostrándote que en Salta siembre habrá algo más sorprendente.
Pasar por Molinos y Cachi, pueblos rurales de notable belleza, va completando la aventura. Así se llega hasta la Cuesta del Obispo. Puede que el corazón se te detenga solo para respirar profundo y disfrutar del paisaje. Increíbles vistas hacen que se pierda el sentido de la realidad para sumergirte y ser parte de la unión perfecta entre el hombre, la tierra y el cielo…
Son 25 kilómetros de una maravilla escénica a otra en un inolvidable camino serpenteante que desafía tus sentidos. Miedo, incertidumbre, una impredecible belleza y al final una calma indescifrable. Llegar a Salta capital es entrar a una ciudad pujante, donde el progreso y la historia van de la mano llevándote al comienzo de todo.
Podría contarte de mil lugares maravillosos. Pero te voy a contar solo de uno que me llevó a un viaje fascinante de 500 años en el tiempo. Así llegamos al Museo de Arqueología de Alta Montaña. Allí descansan, en cápsulas ambientales únicas en Latinoamérica, Los Niños de Llullaillaco. Son tres niños hallados “hace más de 20 años, en la cima del volcán Llullaillaco (en el departamento de Los Andes, al oeste de la provincia de Salta), a 6.739 metros de altura en la cima de un volcán. “La doncella”, una niña que tenía alrededor de 15 años, “La niña del rayo” (una niña de 6) y “El niño” (de 7 años, aproximadamente).
Todos ellos fueron ofrendados en el tributo a la Capacocha, una de las ceremonias más importantes de la cultura incaica. Hacer esto no solo es turismo. Es encontrarse con la historia, la cultura y el arte. Pero también hay lugar para la diversión. Y eso se dio en San Antonio de los cobres. El Tren a las Nubes te lleva a un viaje de fantasía. El tercer tren más alto del mundo te obliga a reflexionar sobre la vida y el regalo incalculable de la “Madre Tierra”…
Increíbles vistas hacen que se pierda el sentido de la realidad para sumergirte y ser parte de la unión perfecta entre el hombre, la tierra y el cielo… Si existiese una palabra que pudiese describir lo que vi, sentí y escuché, simplemente no la encontraría. Así que armate de sueños y andá a recorrer la Ruta 40. Después contame cuál sería esa palabra. Pero el viaje no terminó allí. Jujuy nos esperaba y te lo voy a contar. Pero esa... esa es otra historia.
Dejanos tu comentario
El extraordinario raid del Fordmidable: de Asunción a Nueva York en un Ford T
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
A mediados del siglo pasado, un grupo de paraguayos condujo más de 27.000 kilómetros para cruzar el continente en un vehículo muy especial. La mujer del equipo iba embarazada y tuvo a su hijo en el camino. Hoy ese niño, que tiene 72 años, cuenta en entrevista con La Nación/Nación Media las peripecias y aventuras de aquel legendario viaje que se narra en un libro y espera por su anhelada película.
La pasión por la mecánica y la industria para Ramón “Yoyo” Echauri se aunaban en el automóvil. Así que pensó en homenajearlas uniendo Asunción con Detroit, la sede de Ford Motor Company, la emblemática automotriz estadounidense cuyo popular modelo T puso a rodar al mundo.
Su hijo, Henry Echauri Furiasse, nació en Cali, Colombia, un 4 de marzo de 1952 en el marco del increíble viaje que protagonizaron con su esposa Gertrudis “Tuddy” Furiasse. El niño fue bautizado con ese nombre en homenaje al creador de Ford.
Cuenta Henry de esos días: “Personalmente fui muy bebé durante la travesía. Cumplí un año en México, estuvimos tres años en los Estados Unidos, regresé a los cinco años a Paraguay, todo mi conocimiento del viaje viene por transmisión de ellos”, comenta al iniciar la charla porque, como se anticipó, la tripulación se enteró de su venida, literalmente, “en camino”.
Según la narrativa familiar, Yoyo invitó al viaje a Albino Pino, que era un mecánico profesional y este aceptó de buen gusto el desafío de llegar a Estados Unidos, que era entonces la meca del desarrollo industrial.
“Papá era una persona muy creativa, de espíritu inquieto y muy investigador. No tenía una formación universitaria, había hecho sus estudios hasta más o menos el cuarto curso de la secundaria y después ya no continuó, le gustaba leer y conocer cosas y de muy joven ya aprendió varios oficios. Aprende la electromecánica de forma autodidacta e instala un aserradero en Villarrica para sus patrones cuando tenía 18 años y había salido apenas del cuartel”, pone en contexto su hijo.
ADAPTACIÓN DEL VEHÍCULO
Para ello, Yoyo y Albino modificaron un Ford T de 1927. “Le alargaron la carrocería, tenía un tanque de combustible adicional, al menos tres juegos de cubierta de auxilio, herramientas, estuvieron bien equipados”, cuenta Henry. “En el vehículo se podía dormir acostado, tenían cocina a kerosene, alimentos, ropa, frazadas, era un viaje a lo desconocido”, recuerda Henry.
Lo bautizaron Fordmidable y en la fría mañana del 5 de julio de 1951 fueron despedidos por el presidente Federico Chaves, que los nombró “embajadores de la amistad y la confraternidad” frente al Palacio de los López, punto de partida del raid. También Chaves le dijo a Yoyo que piense bien, que era un viaje difícil para una mujer.
Se cuenta que lo escuchó con amabilidad, pero que las cosas ya estaban decididas. Ese día cruzaron la frontera con Argentina y fueron parando en distintas localidades, entre ellas Roque Sáenz Peña, en el Chaco argentino, donde fueron agasajados y realizaron una cena para juntarles fondos para seguir adelante con el viaje, eventos que por fortuna lograron repetir durante el camino en diversas ciudades de Latinoamérica.
El frío de hasta 15 grados bajo cero al cruzar los Andes lo tuvieron que enfrentar calentándose las manos, los pies y el rostro con la cocinita a kerosene. Allí también debieron cambiar una biela del motor a 5.000 metros de altitud. Ayudados por el mate siempre caliente que cebaba Tuddy y por un balde de aluminio que estaba todo el tiempo en la hornalla de la cocinita, Ramón y Albino mantenían las herramientas a temperatura para evitar que les helaran las manos.
Este hecho heroico y otros tantos del anecdotario fueron compilados en el libro “Un viaje extraordinario: la increíble odisea del raid Asunción-Detroit”, publicado en 2004 con los textos y fotos originales de Tuddy y una serie de entrevistas que les hicieron a sus padres, Henry y Rebeca Echauri, ayudando a enriquecer la historia. Por ejemplo, el relato del momento en que, atrapados en el barro en un camino de Ecuador, una tribu indígena los ayudó a salir, pero también les dio indicaciones confusas sobre cómo seguir adelante.
Por suerte, Tuddy anotó todo hasta la llegada triunfal. “En la noche del 31 de marzo de 1953, luego de cruzar el río Hudson por el imponente Lincoln Tunnel y tomar una highway, ¡ingresamos a la gran metrópoli New York!”, escribió al concretar el sueño en la bitácora de la expedición.
A los días estarían en las páginas del The New York Times bajo el título de “Paraguayos llegan a la ciudad en un modelo T”.
A 71 años de aquella travesía, Henry habla sobre las peripecias y aventuras de aquel legendario viaje sobre el que sueña llegue a las pantallas.
–A medida que pasan los años es como si la hazaña creciera en dimensión. ¿Cómo lo ven ustedes?
–Ese viaje transcontinental que ellos hicieron fue una empresa extraordinaria que marcó la vida de todos los participantes, mi vida y la de mi hermana Rebeca también. Además de conocer varias culturas de nuestro continente, les ayudó a templar el carácter, porque fueron puestos a prueba todo el tiempo. También mi padre Yoyo cumplió un sueño de juventud de conocer el gran país del norte, que después de la Segunda Guerra Mundial fue el centro de las innovaciones técnicas que tanto le fascinaban. Como era una persona de escasos recursos, ideó este viaje que se autosustentó, porque fueron consiguiendo recaudación por el camino. Tuvo el total apoyo de mi madre y por eso lo consiguieron hacer. Todo el bagaje de lo aprendido durante el viaje lo incorporaron a sus vidas y lo trasmitieron a sus hijos.
–¿Qué les dice la gente cuando llega a conocer la historia o leer el libro?
–Cuando las personas de los diversos países que ellos iban atravesando comprendían a fondo el emprendimiento, las vicisitudes, los sacrificios que ellos iban haciendo (porque fue un emprendimiento con penas y alegría), la primera reacción es de sorpresa y admiración patriótica, pues este viaje sirvió para transmitir la cultura porque ellos llevaron en sus uniformes la bandera paraguaya. Inclusive iban vendiendo los recordatorios de ñandutí y en cada sitio que paraban ayudaban a difundir nuestra cultura.
–Todavía sorprende la valentía de Gertrudis de encarar el viaje embarazada. ¿Qué le contó su mamá de cómo vivió el viaje?
–Mi querida madre cumplió un papel fundamental: el de contener y respaldar a mi padre porque hubo momentos muy difíciles en los que incluso se pensó en abandonar el viaje o tuvo que enfrentar alguna diferencia entre los varones. Entonces ella contenía, mediaba, lograba la solución. Era una católica muy creyente, con una fe inquebrantable y en esos momentos se refugiaba en las oraciones transmitiéndole a los demás que Dios solucionará, proveerá, generando una calma, una paz esencial. Además, fue la cronista del viaje, hizo la bitácora, que era un cuaderno en el que día a día se fue registrando todo. También sacó el 99 % de las fotografías que existen con una cámara Kodak, esas cuadraditas que venían, muy simpáticas. Era una cámara muy sencilla, pero muchos expertos dicen que para la época era de muy buena resolución. Mamá se encargó además de la parte logística, de los alimentos, hacer las comidas, fue fundamental en el cruce de los Andes y en todo momento mamá aportaba lo suyo con coraje, con valentía con fe. Por demás está decir que después de mi nacimiento tuvo que cuidarme a mí con toda la responsabilidad que eso conlleva.
EL LIBRO Y LA AÑORADA PELÍCULA
–¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro?
–Lo redactamos con mi hermana Rebeca, pero los verdaderos autores fueron papá y mamá. Fue el producto de un año de entrevistas que les hacíamos siguiendo la bitácora, les grabábamos en cassette de cinta y escuchábamos hasta sacar una idea para el libro. Lo hicimos en 2003.
–¿Pensaron en hacer una película?, ¿los contactaron al efecto?
Hubo algunas iniciativas con el tema de la película, pero no llegamos a los acuerdos económicos. Tengo la esperanza que mi hijo Bruno, que estudió cine y producción, pueda algún día encarar el documental que viene planeando sobre el raid. De hecho, hay un corto que él ya hizo, pero una película contando toda la historia sería espectacular. Es una esperanza que todavía queda. Si mi hijo se anima, probablemente lo haremos.
–La travesía debe ser una de las mayores hechas con un Ford T. ¿Está reconocida como tal?
–No tenemos noticia de que se haya hecho un viaje de estas características. Pudo alguien haber hecho un viaje ya en esta época utilizando rutas que hoy en día están todas pavimentadas, pero que en aquella época eran picadas. Hay fotografías por ejemplo en el lado argentino donde el camino a Pozo Colorado era un talcal y así tenían que ir, se quedaban las ruedas hundidas y había que sacarlas afuera otra vez con maña, etcétera. A nosotros no nos consta que haya sucedido algo similar, por lo tanto hasta ahora lo consideramos inédito.
DOS MOMENTOS DIFÍCILES
El raid tuvo momentos críticos, como la obligada detención en Cali, Colombia, para el nacimiento de Henry. Así lo cuenta él: “Mamá ya estaba llegando a sus días de alumbramiento. Así que se hizo un contacto con el hospital, pero para que nos atendieran se necesitaban unas visas que solo las daban en Bogotá. Así que papá se fue hasta allí en avión. Se llevó todo lo que había de dinero y una valija que para él era muy valiosa que contenía los elementos típicos paraguayos que iba a pedir al consulado para que le ayude a vender para recaudar fondos, porque hicieron el viaje a pulmón, etc., como hacían en cada localidad que visitaban”.
Entonces allí se da una situación crítica, porque en el hotel en el que se alojó le robaron su equipaje, con los documentos y también la bitácora de viaje con las fotos, con el registro completo de lo hecho hasta allí.
Ramón “Yoyo” Echauri decidió dar entrevistas en diarios y radios de Bogotá pidiendo a los ladrones que por favor le devolvieran sus cosas, contando lo importante que eran para concluir el raid Asunción-Detroit. “En esos días vino un almacenero que estaba frente al consulado paraguayo y avisó que le tiraron un paquete para el señor Echauri. Lo llevaron al consulado y allí lo abrieron ante la vista de todos con una gran sorpresa: ¡Allí estaban los pasaportes, los documentos, la bitácora y el álbum de fotos!”.
Los viajeros comentaron en ocasión de las entrevistas para el libro “Un viaje extraordinario” que desde Asunción hasta el Perú “todo fue pacífico, amable y solidario, la gente colaboraba. Sin embargo, en Colombia ya había agitación social y delincuencia”.
Ante el nacimiento de Henry, debieron quedarse seis meses en Colombia para generar recursos para seguir el viaje. Una vez conseguidos, fueron hasta el puerto de Buenaventura y embarcaron con el Fordmidable en un buque trasatlántico con el que cruzaron “el canal de Panamá y siguieron viaje hasta el puerto de Colón sobre el Atlántico, donde había ruta para poder seguir hacia México”, cuenta Henry.
Otro evento difícil los esperaría en Atlanta, Georgia. “En los países latinos siempre hubo mucha solidaridad en cuanto a la recaudación de fondos, se hacían fiestas, la gente colaboraba, pero ya en territorio estadounidense, a ellos no les llamaban la atención ni los viajeros, ni el raid; eran bastante hostiles e indiferentes”, comenta Echauri.
EL PEOR ACCIDENTE
Igual, avanzaron por las rutas americanas con su entusiasmo renovado cuando en una autopista protagonizaron el peor accidente del viaje al impactar a un vehículo que hizo una mala maniobra frente al Fordmidable: “Papá le chocó y a su vez otro vehículo le chocó por detrás. No hubo lesionados, pero el tren delantero salió y se fue rodando hacia adelante y el tren trasero quedó averiado”.
Las llantas, que eran de madera, se destrozaron, el vehículo no podía seguir.
Sin embargo, el buen destino los acompañaría una vez más. La señora Vedia Millirons vio la triste escena de los viajeros lamentando el choque, sobre todo a la mujer que sostenía el niño en brazos.
Por esas casualidades, era la hija de los propietarios del Millirons Garage, la empresa que hacía el remolque de los vehículos accidentados en la autopista.
“¡Esa es la gente que te comenté!”, le dijo Vedia a su madre Rebecca al verlos ingresar en el remolque al taller de la empresa con el Ford T destruido. “Los vamos alojar en casa hasta que solucionen el problema”, dijo la madre y así fue que Tuddy y Henry quedaron “en la casa familiar de esa gente y le consiguieron un alojamiento en la parte industrial para papá y el señor Albino Pino”, contó.
Como no había repuestos ya para un Ford T de 1927 en los Estados Unidos de 1953, el señor Millirons les compró, de un cementerio de vehículos, un auto de modelo parecido para que pudieran utilizar los repuestos que necesitaban. De esa forma pudieron concluir el periplo.
“Mi hermana se llama Rebeca en honor a esa señora tan solidaria y hasta el día de hoy tenemos relación con esa familia estadounidense”, comenta Henry.
Estas anécdotas, ampliamente comentadas, se pueden leer en el libro “Un viaje extraordinario”, que se puede conseguir llamando al 222-634 o a través del formulario online https://bit.ly/3jKgVHm.
EL REGRESO
Henry Echauri cuenta los días posteriores a la conclusión del viaje de sus padres: “Cuando terminó lo del viaje, se terminó la plata, entonces tuvieron que buscar trabajo. Papá Ramón, con sus conocimientos, se dedicó al revestimiento de madera para las casas de fin de semana en las afueras de Nueva York, a las que llamaban ranchs. Sobresalió enseguida y le aumentaron el sueldo dos o tres veces porque él se merecía y no lo querían perder. A muy poco tiempo logró comprar un automóvil 0 km que pagó a cuotas”.
Mamá Gertrudis “trabajó en una fábrica de confecciones y a mí me dejaban en una guardería, donde comencé a hablar inglés con los chicos y, según cuentan, después le corregía a mis padres, cosa que ahora no me acuerdo más (risas)”.
Un hecho fortuito hizo que decidieran regresar. Un paraguayo que estaba ilegal en los Estados Unidos estaba siendo perseguido por la oficina de migraciones. Sin contarles esto a sus padres, les pidió alojamiento.
Los policías lo hallaron en la casa de sus progenitores, a los que también conminaron a regularizar su estadía. En ese entonces había que viajar a Canadá y volver a ingresar a los Estados Unidos para tener permiso de estadía.
Desilusionados con esa situación, vendieron sus cosas, cargaron su auto nuevo con lo que tenían y “regresaron otra vez por la ruta interna de los Estados Unidos, pasaron por México hasta Panamá. Allí vendieron el automóvil y se embarcaron en un trasatlántico llamado Marco Polo, con el cual vinieron hasta Antofagasta, en Chile. De ahí tomaron el famoso Tren a las Nubes chileno-argentino que terminó en Formosa y de allí a Asunción”.
Tuvieron una grata recepción: “Todos los parientes, los vecinos, la gente que los conocía los trataron como unos héroes”, comenta Echauri.
“Papá, con los conocimientos que adquirió allá, vino con la idea de instalar una fábrica de tiza marfil (La Industrializadora de Tiza), que es la que hasta hoy existe, que hoy está siendo manejada por mi hermana, aunque ahora está muy decaída porque ya no se usa la tiza escolar, se usan las pizarras acrílicas. Entonces es una industria que tiende a desaparecer, pero tuvo una validez de 60 años y con los ingresos de la tiza nos criaron a los tres hijos, a Rebeca, Teresa y a mí”, contó.
ALGUNOS HITOS DEL VIAJE
* Recorrieron más de 27.000 km a lo largo de 13 países en 21 meses;
* Consumieron casi 4.300 litros de combustible; 265 litros de aceite lubricante y 16 bujías;
* Rompieron 8 veces las llantas y pincharon 31 veces las cubiertas;
* Cruzaron llanos, selvas, desiertos, las alturas de más de 5.000 metros sobre el nivel del mar de la cordillera de los Andes, agresivas picadas, lodazales, ríos sin puentes;
* Soportaron innumerables desperfectos mecánicos;
* En el viaje pasaron por temperaturas que variaban entre los 40 grados de calor y sufrieron hasta 15 grados bajo cero al atravesar la cordillera de los Andes;
* Cruzaron Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá.
Dejanos tu comentario
Actual clima de negocios mantiene perspectiva positiva para el grado de inversión
Paraguay tiene uno de los contextos económicos más “envidiables” en la región, afirmó el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, y sostuvo que el clima de negocios local resalta por la gran atracción de inversiones que se registraron en los últimos meses.
“Creo que se está materializando todo lo que siempre dijimos, que en términos de clima de negocios somos los mejores en la región”, manifestó Fernández Valdovinos a Unicanal al referir que varias empresas están apostando por Paraguay con capitales austeros de entre USD 20 y USD 30 millones, que dinamizan a la economía local con la inversión global.
El titular del MEF destacó el logro de una empresa local perteneciente a un grupo multinacional que obtuvo un fondo europeo por más de USD 320 millones para seguir invirtiendo en el rubro de bebidas y distribución, lo cual genera empleo y exige mano de obra calificada.
Leé también: Exponen avances económicos a Moody’s, a la espera de alcanzar el grado de inversión
Acerca del grado de inversión, que será crucial para consolidar las bases sentadas en el país, comentó que los representantes de la calificadora Moody’s se quedaron satisfechos por los avances que se registraron en los últimos 12 meses en materia macroeconómica. “No soy obsesionado con el tema de cuándo nos van a otorgar el grado de inversión, pero nos mantienen perspectiva positiva y, si hacemos bien las cosas, eso va a llegar tarde o temprano”, enfatizó.
Acerca de la dinámica del crecimiento económico, recordó que en abril los indicadores ubicaron al ritmo de crecimiento en casi 5 %, y que si bien las proyecciones locales y extrajeras prevén un 3,8 % para 2024, existe una revisión y una tendencia al alza. “Eso nos hace sentir bien, se está haciendo un trabajo espléndido”, sostuvo el ministro de Economía.
Dejanos tu comentario
Exponen avances económicos a Moody’s, a la espera de alcanzar el grado de inversión
En el marco de la revisión anual de la calificación país de Paraguay 2024, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, acompañado del viceministro de Economía, Carlos Javier Charotti, se reunió con representantes de la calificadora de riesgos Moody’s, integrado por la vicepresidente Samar Mazaid y el analista Dylan Walsh, para exponer los avances del país en materia económica y fiscal durante el último año.
Fernández Valdovinos y Charotti resaltaron los logros en cuanto a reformas estructurales, mejoras en la estrategia de financiamiento y acciones para la consolidación del plan de convergencia fiscal, ante la consulta de los representantes de la calificadora, quienes pidieron detalles sobre la evolución y las perspectivas macroeconómicas, así como también otros aspectos relacionados a la gestión del gobierno desde agosto de 2023. Moodys por su parte, destacó los resultados que se obtuvieron en la negociación con Brasil para la fijación de la tarifa de Itaipú, para el periodo 2024-2026.
Leé también: Paraguay y gremio internacional firman acuerdo para fomentar la industria minera
El ministro precisó toda la bondad de la economía paraguaya en términos de diversificación de la estructura productiva y recordó la potencia de la matriz energética de Paraguay, la cual viene generando interés de inversionistas internacionales para el desarrollo de proyectos de inversión, que servirán para promover el desarrollo económico-sostenible del país.
Calificación
Luego de cuatro años consecutivos desafiantes, Paraguay es uno de los pocos países de la región que logró mantener su calificación con tres agencias calificadoras de riesgo (Moody`s, Fitch y Standard & Poor’s, S&P), a pesar de los sucesivos choques externos, tales como la pandemia del covid-19, el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, y dos sequías.
Incluso, Paraguay tuvo una revisión al alza en febrero 2024 por parte de la calificadora S&P ubicándose a un peldaño del grado de inversión. La calificación actual que otorga Moody´s a Paraguay es Ba1, con perspectiva positiva, lo cual coloca al país a un escalón del grado de inversión.