El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), con la premisa de dotar una mayor investigación y mejorar más cultivos, habilitó su “Parque Tecnológico del Inbio” en la ciudad de Encarnación, Itapúa, de modo a seguir replicando su programa de mejoramiento tanto en el cultivo de soja y próximamente maíz y otros.
Así lo indicaron tras el acto de habilitación realizado en la mañana de este lunes 7 de agosto, ocasión en la que adelantaron que desde la próxima zafra ya se estará trabajando en el lugar con los materiales propios del Inbio, y así iniciar con el acondicionamiento del lugar para el trabajo de los técnicos investigadores del instituto.
Al respecto, el presidente del Inbio, Alfred Fast, destacó que el Inbiotec, como es denominado, está abierto a las alianzas estratégicas nacionales e internacionales, con el fin de potenciar la investigación y desarrollo. El parque tecnológico también podrá recibir a profesionales del sector agrícola de modo a ampliar conocimientos, y alentó a toda la cadena a ser parte.
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Fortalecer la investigación
“Le invitamos a todo el sector agrícola, en especial a los productores y referentes de las cooperativas de la producción, a conocer más del desarrollo de nuestro trabajo y puedan ser parte del fortalecimiento de la investigación paraguaya. Este centro será un ícono de la unión del sector agrícola y la consolidación de los materiales paraguayos como herramienta productiva”, expresó Fast.
Por su parte, el vicepresidente del Inbio, Héctor Cristaldo, habló acerca del proceso de consolidación del instituto con el desarrollo de tecnología agrícola, que son herramientas para el productor y aseguró que están a disposición.
“Todo este desarrollo es para que la tecnología paraguaya sea competitiva y pueda ofrecerle soluciones de productividad. Como el caso de la soja HB4 que está encaminado a lanzar el Inbio, la cual será una muestra de lo que se viene desarrollando y hacia dónde apunta el crecimiento”, remarcó.
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No hay documentos de dónde salieron los G. 500 millones para sede que inauguró Rolón
Rossana Escobar M.
rossana.escobar@nacionmedia.com
El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Rachid, confirmó que no existen siquiera “restos de papel higiénico” que de alguna manera rindan cuentas del origen de los G. 500 millones que demandó la obra para la sede de la institución en la ciudad de Salto del Guairá, departamento de Canindeyú. Es decir, nadie sabe de dónde salieron los millones para la construcción que inauguró la exministra Zully Rolón, incondicional elemento dentro del organismo de seguridad del exministro destituido por conexiones narco Arnaldo Giuzzio.
La oficina regional fue inaugurada el 15 de julio de 2022 y durante el acto, la administración de Rolón señaló que la construcción tuvo un costo aproximado de G. 500 millones, pero no aclararon de dónde proviene el presupuesto o el origen del dinero. No hubo llamado a licitación ni financiamiento oficial, etc., que avalen la inversión.
Lo único certero de la obra es que el terreno donde se erigió fue donado por la Municipalidad de Salto del Guairá.
Rachid dijo que pidió informes a todas las dependencias de la institución, otras como la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), a la gobernación departamental, pero nadie sabe nada del origen de los fondos y los financistas de la sede de Senad en Salto del Guairá siguen siendo verdaderos fantasmas. Esta es la razón por la que Rachid adelantó que cerrará la sede “mau” de la mencionada ciudad y erigirá otro en Curuguaty
El jefe felicitado por Zully Rolón durante la inauguración había sido el agente de la Senad Martín Vera. Según la exministra leal a Giuzzio, el funcionario “llevó sobre sus espaldas toda la supervisión, peleando con los recursos que teníamos, haciendo de la mejor manera el trabajo que hoy es una realidad y más aún que a la par contribuimos en dar trabajo a varios locales”.
Vera, no solo “peleó” con los recursos disponibles, también guarda muy bien el secreto de dónde salió la plata con la que tuvo que remar para el complejo que inauguraron.
Desde la administración Rolón habían intentado atribuir en su momento la inauguración de la oficina regional la Ande y a la Senabico. Sin embargo, desde ambas instituciones se habían desmarcado de cualquier donación o colaboración en infraestructura.
El máximo aporte de la Senabico fue el préstamo de algunos electrodomésticos, según consta en acta de entrega del 11 de julio de 2022, consistente en cinco televisores, un sofá, un juego de mesas con butacas, dos sillones, una parrilla “mbopi”, una heladera, un secarropa, un freezer y otros artículos de cocina por un valor total de G. 49 millones.
Rachid manifestó que continúa evaluando las alternativas jurídicas para el caso, puesto que es un edificio que se incorpora al patrimonio del Estado, pero sin las documentaciones sobre el origen de los fondos.
El actual titular de la Senad indicó que ya cuenta con un terreno de 3.800 m2 donado por la Municipalidad de Curuguaty y que ahora se encuentra en trámite para el llamado a licitación de la nueva construcción con un presupuesto estimado de G. 1.500 millones.
La donación fue aprobada por la Junta Municipal de Curuguaty en abril último, según Resolución Número 59/2024.
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Complejo sojero, protagonista de la economía paraguaya a la espera de potenciar la industrialización
Sofía Céspedes (sofia.cespedes@nacionmedia.com)
La producción de soja tuvo un incremento de 28 % entre 2014 y 2024 de acuerdo con estadísticas de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). En 2023, el complejo sojero generó ingresos al país por USD 3.424 millones en comparación a los USD 1.226 millones registrados en 2022.
El portal Green Commodities afirma que la soja se convirtió en el primer producto de exportación del país, es el producto agrícola que genera más ingresos y aporta al producto interno bruto (PIB) cerca del 17 %. Actualmente, Paraguay se sitúa entre los seis mayores productores de soja a nivel mundial y el cuarto mayor exportador.
Sin embargo, la industrialización sigue siendo una materia pendiente y que impulsará más a este segmento de la agricultura. La molienda del grano no tuvo el mismo comportamiento de crecimiento como fue con la producción agrícola; por el contrario, el año pasado la industrialización fue un 8 % menor que la que se había conseguido en 2014.
En contacto con La Nación/Nación Media, Sandra Noguera, gerente general de la Cappro, explicó que el repunte de la producción de soja, luego de la “catástrofe” de 2022 a raíz de la sequía, es sumamente positivo para el sector, pero aclaró que la materia pendiente sigue siendo la industrialización de la oleaginosa.
Noguera precisó que para dar el siguiente paso en la industrialización se deben introducir medidas públicas que puedan impulsar al sector y atraer nuevas inversiones, principalmente contar con un esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera, con relación al resto de las industrias que exportan.
Actualmente, es la única industria que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados, y tener un esquema de incentivos donde se promueva transformar la materia prima en el país.
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Noguera enfatizó que mientras Paraguay no cuente con las condiciones para seguir avanzando en la industrialización no podrá responder a la alta demanda existente en el exterior por la soja, principalmente de Argentina, que es uno de los mayores compradores del grano.
En el vecino país hay un régimen de admisión temporaria que facilita la importación de materia prima, tanto de Paraguay como de otros países alrededor del mundo. En los últimos 5 años (2019-2023), Argentina fue el destino de alrededor del 78 % de toda la soja en estado natural que se exportó desde Paraguay.
Capacidad
Sobre la capacidad de procesamiento en las industrias aceiteras asociadas a Cappro, Noguera indicó que ronda las 4,2 millones de toneladas anuales, es decir, menos de la mitad de lo que se produce anualmente.
La directiva de la Cappro incluso resaltó que en los últimos tres años “normales” (sin considerar el año de la gran sequía del 2022) se procesaron solo 3,01 millones de toneladas en promedio, por año de soja, lo que implica que cada año las aceiteras nacionales se ven forzadas a no aprovechar cerca del 30 % de su capacidad, pese a que existe materia prima agrícola disponible en el país.
“Entre 2014 y 2024 la capacidad instalada se ha reducido en torno a unas 300.000 toneladas por año, ya que en 2018 una de las industrias asociadas a Cappro decidió suspender sus operaciones de molienda de oleaginosas”, agregó Noguera.
Producción
Acerca de la cosecha que esperan para la campaña agrícola 2023/2024, tanto Sandra Noguera como Hugo Pastore, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), precisaron a La Nación/Nación Media que la producción estimada es de un volumen de 10,47 millones de toneladas con una superficie de siembra de 3,56 millones de hectáreas y un rendimiento promedio de 2.767 kilos por hectárea.
Aseguraron que es un buen volumen, con un rendimiento dispar por zonas con bajo rendimiento a raíz de factores climáticos, que fue compensado por otras zonas. Recordaron que en años de buena producción agrícola se cosecha en un volumen de entre 10 millones y 11 millones de toneladas anuales.
“Tuvimos una zafriña que no tuvo buenas precipitaciones, lo que hace que los rendimientos sean variables, algunas rinden mejor que otras, se sufrió mucho por la falta de lluvia”, expresó Pastore recordando que están atentos a los pronósticos meteorológicos respecto a lo que se espera para la próxima campaña agrícola.
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Empleo
En 2013, las industrias asociadas a Cappro hicieron grandes inversiones para instalar nuevas fábricas y la capacidad instalada de procesamiento creció de 1,5 millones de toneladas por año a 4,5 millones de toneladas por año.
De esta manera, el sector agroindustrial pasó a considerarse la actividad industrial más importante del país en los 10 años en términos de saldo de inversión extranjera directa.
Esto produjo que solo los asociados a la Cappro generen empleo para más de 8.800 trabajadores calificados, 2.200 de manera directa en las plantas y aproximadamente 6.600 de manera indirecta. La cámara está conformada por 10 industrias aceiteras que procesan oleaginosas para la obtención de la harina, cascarilla de soja, aceite crudo y refinado.
Datos claves
- La producción de soja tuvo un incremento de 28 % entre 2014 y 2024.
- La producción estimada para la campaña 2023-2024 es de 10,47 millones de toneladas.
- En los últimos 5 años Argentina fue el destino de alrededor del 78 % de toda la soja en estado natural.
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Complejo sojero, protagonista de la economía, pretende elevar la industria
- Por Sofía Céspedes
- sofia.cespedes@nacionmedia.com
La producción de soja tuvo un incremento de 28 % entre el 2014 y el 2024 de acuerdo con estadísticas de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). En 2023, el complejo sojero generó ingresos al país por USD 3.424 millones en comparación a los USD 1.226 millones registrados en 2022.
El portal Green Commodities afirma que la soja se convirtió en el primer producto de exportación del país. Es el producto agrícola que genera más ingresos y aporta al producto interno bruto (PIB) cerca del 17 %. Actualmente, Paraguay se sitúa entre los seis mayores productores de soja a nivel mundial y el cuarto mayor exportador.
Sin embargo, la industrialización sigue siendo una materia pendiente y que impulsará más a este segmento de la agricultura. La molienda del grano no tuvo el mismo comportamiento de crecimiento como fue con la producción agrícola; por el contrario, el año pasado la industrialización fue un 8 % menor que la que se había conseguido en 2014.
En contacto con La Nación/ Nación Media, Sandra Noguera, gerente general de la Cappro, explicó que el repunte de la producción de soja, luego de la “catástrofe” de 2022 a raíz de la sequía, es sumamente positivo para el sector, pero aclaró que la materia pendiente sigue siendo la industrialización de la oleaginosa.
Noguera precisó que para dar el siguiente paso en la industrialización se deben introducir medidas públicas que puedan impulsar al sector y atraer nuevas inversiones, principalmente contar con un esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera con relación al resto de las industrias que exportan. Actualmente, es la única industria que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados, y tener un esquema de incentivos donde se promueva transformar la materia prima en el país.
Noguera enfatizó que mientras Paraguay no cuente con las condiciones para seguir avanzando en la industrialización no podrá responder a la alta demanda existente en el exterior por la soja, principalmente de Argentina, que es uno de los mayores compradores del grano. En el vecino país hay un régimen de admisión temporaria que facilita la importación de materia prima, tanto de Paraguay como de otros países alrededor del mundo. En los últimos 5 años (2019- 2023), Argentina fue el destino de alrededor del 78 % de toda la soja en estado natural que se exportó desde Paraguay.
CAPACIDAD
Sobre la capacidad de procesamiento en las industrias aceiteras asociadas a Cappro, Noguera indicó que ronda las 4,2 millones de toneladas anuales, es decir, menos de la mitad de lo que se produce anualmente.
La directiva de la Cappro incluso resaltó que en los últimos tres años “normales” (sin considerar el año de la gran sequía de 2022) se procesaron solo 3,01 millones de toneladas en promedio por año de soja, lo que implica que cada año las aceiteras nacionales se ven forzadas a no aprovechar cerca del 30 % de su capacidad, pese a que existe materia prima agrícola disponible en el país. “Entre el 2014 y 2024 la capacidad instalada se ha reducido en torno a unas 300.000 toneladas por año, ya que en 2018 una de las industrias asociadas a Cappro decidió suspender sus operaciones de molienda de oleaginosas”, agregó Noguera.
PRODUCCIÓN
Acerca de la cosecha que esperan para la campaña agrícola 2023/2024, tanto Sandra Noguera como Hugo Pastore, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), precisaron a La Nación/Nación Media que la producción estimada es de un volumen de 10,47 millones de toneladas con una superficie de siembra de 3,56 millones de hectáreas y un rendimiento promedio de 2.767 kilos por hectárea.
Aseguraron que es un buen volumen, con un rendimiento dispar por zonas con bajo rendimiento a raíz de factores climáticos, que fue compensado por otras zonas. Recordaron que en años de buena producción agrícola se cosecha en un volumen de entre 10 millones y 11 millones de toneladas anuales.
“Tuvimos una zafriña que no tuvo buenas precipitaciones, lo que hace que los rendimientos sean variables, algunas rinden mejor que otras, se sufrió mucho por la falta de lluvia”, expresó Pastore recordando que están atentos a los pronósticos meteorológicos respecto a lo que se espera para la próxima campaña agrícola.
EMPLEO
En el 2013, las industrias asociadas a Cappro hicieron grandes inversiones para instalar nuevas fábricas y la capacidad instalada de procesamiento creció de 1,5 millones de toneladas por año a 4,5 millones de toneladas por año. De esta manera, el sector agroindustrial pasó a considerarse la actividad industrial más importante del país en los 10 años en términos de saldo de inversión extranjera directa.
Esto produjo que solo los asociados a la Cappro generen empleo para más de 8.800 trabajadores calificados, 2.200 de manera directa en las plantas y aproximadamente 6.600 de manera indirecta. La cámara está conformada por 10 industrias aceiteras que procesan oleaginosas para la obtención de la harina, cascarilla de soja, aceite crudo y refinado.
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Paraguay y Bolivia acuerdan invertir en infraestructura para facilitar el comercio
Los presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Bolivia, Luis Arce, reafirmaron este jueves la voluntad de fortalecer la inversión para la cooperación en materia de infraestructura física y logística, con el objetivo de incrementar el tránsito y facilitar el comercio entre ambas naciones.
En la Casa Grande del Pueblo, sede gubernamental en La Paz, los jefes de Estado firmaron un acuerdo marco y un memorándum de entendimiento relacionados con la agenda bilateral y el incremento del comercio.
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El documento firmado plantea el incremento el comercio, mediante el impulso de los sistemas multimodales de transporte y las obras de infraestructura como corredores carreteros, ferroviarios y fluviales, que son algunos de los proyectos impulsados entre Paraguay y Bolivia.
Además, existe el compromiso de realizar los mayores esfuerzos para concretar el proyecto del Corredor Bioceánico de Integración y consolidar la Hidrovía Paraguay-Paraná para la integración de ambos países y de la región.
Antes de la firma de los documentos, ambos mandatarios encabezaron la reunión ampliada con los ministros de la delegación paraguaya y sus pares del Estado Plurinacional de Bolivia.
La visita de Peña a Bolivia coincide con la conmemoración del aniversario 89 de la firma del protocolo de “Paz del Chaco”, que puso fin al conflicto bélico de 1932-1935 entre ambos países. Es de recordar que Arce asistió el año pasado a la toma de posesión de Peña.
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