El presidente de la Unión de Gremios de la Producción, Héctor Cristaldo, habló sobre la situación actual de la producción de soja que fue afectada por la sequía en Paraguay. Los resultados se tendrían recién a finales de marzo porque la cosecha continúa, pero de acuerdo a las estimaciones preliminares, dejarían de ingresar al país unos USD 600 millones en concepto de divisa, dijo a La Nación/Nación Media.

La cosecha de soja de la zafra 2024 - 2025 está en plena campaña a nivel nacional. En el este, sur y centro del país está prácticamente terminada, pero quedan aún parcelas en la zona norte. “Por eso a nivel nacional todavía no podemos dar números”, dijo refiriéndose a la posible merma de la producción como consecuencia de la sequía.

En este contexto, Cristaldo explicó que el régimen de lluvia tipo aguacero que se registró durante el mes de enero, hizo que el rendimiento sea muy disparejo en cada región, incluso en cada distrito. “Hizo que una parcela rinda muy bien y que a un metro ya no rinda lo que se esperaba. Entonces, va a ser un poco más laborioso terminar de cerrar números”, manifestó a LN/NM.

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De lo que no se puede dudar es que sí habrá merma, pero se desconoce aún la magnitud. El Departamento de Agricultura había estimado una producción de 11.200.000 toneladas de soja para el Paraguay. “No vamos a llegar a esos números. Nosotros estábamos también pensando en 10.700.000 más o menos, era nuestra estimación al arrancar y tampoco va a llegar a eso”, señaló.

Teniendo en cuenta este panorama para la producción, más USD 600 millones dejarían de ingresar al Paraguay en concepto de divisa, según el cálculo. “Vamos a ver en qué termina, pero también hay que sumarle para los números la caída del precio que también va a incidir en la cantidad de divisas que ingrese. Y eso fácilmente USD 600 millones para arriba, es lo que va dejar ingresar en esta coyuntura, pero todavía hay que ajustar los números”, explicó.

En cuanto a las regiones más afectadas en la producción de soja por la sequía lidera el departamento de San Pedro, donde la producción por hectárea es menor a los 2.000 kilos, lo que significa pérdida de capital operativo para los productores. También fueron afectadas las zonas de Canindeyú (Oeste), Concepción y Caaguazú (Norte).

No obstante, gracias a algunos aguaceros que cayeron en los departamentos de Itapúa, Caazapá, Guairá y Alto Paraná, los resultados están por encima del punto de equilibrio que son 2.000 kilos por hectárea, superando las estimaciones negativas durante el momento más crítico de la sequía.

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La siembra de soja zafriña está terminando prácticamente en los diferentes departamentos del país. Los productores esperan que la zafriña contribuya a esta campaña y reduzca las pérdidas. Esto se conocerá recién en mayo.

Las lluvias que se registraron desde mediados de febrero aportaron positivamente en el desarrollo de la zafriña. “Toda lluvia es bienvenida en el campo. Ayuda cuando estamos en temporada siembra, en la temporada de crecimiento los cultivos que se desarrollen bien y tener humedad en el suelo siempre es bueno para poder tener un buen desarrollo de todos los rubros agrícolas”, señaló.

La producción de otros granos están apoyando al sector agropecuario. En el caso del arroz está con una dinámica importante de crecimiento en cuanto a superficie y rendimiento de producción. Agregó que el maní también está con un crecimiento interesante.

Por su parte, el sorgo está entrando fuerte también, haciendo una competencia al maíz, debido a que su costo de producción es menor y es más resistente al estrés hídrico. Además, este cultivo se puede utilizar en los mismos destinos finales que el maíz, es decir en balanceado para el consumo de los animales y en la producción de alcohol combustible.

Para este jueves se pronostica un ambiente caluroso y húmedo en todo el país, con temperaturas máximas que rondarían los 33 grados. Durante el día, el cielo se mantendría mayormente nublado y los vientos predominarían del sector norte, refiere la meteoróloga Aracely Fernández a través del portal de la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH).

Las condiciones de inestabilidad aumentarían a lo largo del día, favoreciendo el desarrollo de núcleos de tormentas en gran parte del territorio nacional, que podrían intensificarse de manera puntual, especialmente en horas de la tarde. Por ello, se recomienda realizar un monitoreo continuo de las condiciones a través de las actualizaciones de los avisos meteorológicos.

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Para el fin de semana, se prevé el aumento gradual de las temperaturas, con mínimas en torno a los 26 grados y máximas que superarían los 36 grados. Además, el contenido de humedad se mantendría elevado y favorecería que la sensación térmica sea superior a la temperatura. Las precipitaciones se presentarían en forma de chaparrones aislados, acompañados puntualmente de actividad eléctrica.

Asunción registra 25.6 grados al abrir la jornada, con cielo nublado, 87 % de humedad y vientos de 7 kilómetros por hora del sector este. Durante esta mañana subirá hasta 31 grados, con un ambiente caluroso y húmedo, cielo mayormente nublado, vientos del norte y posibles lluvias dispersas en las primeras horas. Condiciones que se mantendrán por la tarde, con 31 a 33 grados. Para la noche se prevén de 30 a 27 grados, cálido y húmedo, cielo nublado a parcialmente nublado, vientos del noreste.

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En el pronóstico extendido, mañana viernes habrá entre 25 a 35 grados, caluroso y húmedo, cielo parcialmente nublado a nublado, vientos del norte, luego variables, chaparrones con ocasionales tormentas eléctricas. El sábado, entre 25 a 37 grados, caluroso y húmedo, cielo parcialmente nublado a nublado, vientos del norte, luego variables, chaparrones.

Para el domingo se pronostican entre 26 a 38 grados, con ambiente muy caluroso y húmedo, cielo parcialmente nublado a nublado, vientos del norte. Mientras que, el próximo lunes, el termómetro se ubicará entre 26 a 39 grados, con ambiente muy caluroso y húmedo, cielo parcialmente nublado a nublado, vientos del norte.

Con el fin de coordinar acciones que impulsen la producción de ajo en el país, las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) mantuvieron una reunión este miércoles. La idea es potenciar la competitividad de esta planta herbácea y consolidarla como una alternativa rentable para los agricultores.

El ministro Carlos Giménez y la directora Jadiyi Torales hablaron sobre la preparación de un plan tecnológico para el cultivo de ajo y la futura introducción de materiales vegetales mejorados. Esto último se hará en colaboración con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) y el acompañamiento del Senave para garantizar la sanidad vegetal y la calidad genética.

La directora de Senave indicó que este trabajo en conjunto busca fortalecer la producción de este bulbo en la zona de General Artigas, departamento de Itapúa, tradicionalmente conocida por este cultivo, y además motivar a nuevos productores a incursionar en la siembra de ajo. “Estamos iniciando este proceso a partir de este año con el Sistema MAG, priorizando la sanidad, la mejora de los suelos y la incorporación de materiales vegetales más eficientes”, manifestó.

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Cabe recordar que el MAG viene impulsando un plan para incentivar la producción del ajo, que es muy requerido en las mesas paraguayas, pero que no se cultiva a gran escala. Dentro de este proyecto, 62 productores con experiencia en el rubro están trabajando en una superficie de 27,25 hectáreas.

Según expertos, las condiciones climáticas y de suelo en Paraguay no son favorables para su cultivo a gran escala. En ese contexto, la cartera agropecuaria viene trabajando en estas acciones para fortalecer la producción y mejorar las oportunidades para los agricultores.

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Ecuador aumentó de seis a ocho las provincias declaradas en emergencia por la fuerte temporada de lluvias que golpea a su todo territorio, dejando desde enero nueve muertos y 1.600 personas damnificadas, informó el martes el secretario de Gestión de Riesgos, Jorge Carrillo.

Las prolongadas y potentes precipitaciones también han afectado a otras casi 20.000 personas y 6.000 viviendas, así como a puentes, carreteras, bienes públicos como escuelas y cultivos. Más de 45.000 animales de granja ha muerto a causa de las inundaciones.

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Ante daños en la infraestructura vial e inmuebles por derrumbes y anegaciones, las vecinas provincias de Azuay y Loja, en el sur andino y esta última fronteriza con Perú, también fueron declaradas en emergencia, señaló Carrillo al canal Teleamazonas. El Comité de Operaciones de Emergencia dictó el lunes la medida para las provincias costeras de Esmeraldas (noroeste y limítrofe con Colombia), Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos y El Oro (suroeste y fronteriza con Perú).

Yaguachi, en jurisdicción de Guayas, es una de tantas localidades azotadas por los torrenciales aguaceros y donde un río se desbordó inundando calles y viviendas. A una cuñada “se le llenó la casa de agua. Se le dañó un motor de una panadería, el refrigerador”, dijo a la AFP Ignacio Bravo, quien vive en ese poblado.

“Los que tienen las casas (río) abajo se van a pique (...) Uno no puede con la naturaleza”, manifestó a su vez Abel Linda mientras carga en brazos a una pequeña niña. El invierno golpea a las 23 provincias continentales de Ecuador, siendo la excepción la insular de Galápagos (a 1.000 km frente a la costa).

El lunes, cuatro miembros de una familia murieron debido a un deslave que afectó una vivienda en Manabí a causa de las lluvias, que contrastan con la peor sequía en 60 años que enfrentó el país en 2024 y que derivó en incendios forestales y apagones de hasta 14 horas al día debido a las afectaciones en la producción de las centrales hidroeléctricas.

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Del total de nueve fallecidos, siete se debió a deslizamientos de tierra, una por la caída de un rayo y otra por efectos de una inundación. Las lluvias en 2024 en Ecuador dejaron dos muertos, 11 heridos y más de 1.000 personas afectadas, según cifras oficiales.

Fuente: AFP