Desde la Asociación de Panaderías del Paraguay dicen estar pasando por una crisis que está envuelta en muchos despidos y grandes deudas que saldar. El presidente del gremio, Gabino Dagogliano, explicó que cuentan con una gran pérdida monetaria a nivel país, por lo que califican como “quiebra técnica” a su situación.
Dagogliano manifestó a NPY que desde el sector tenían la idea de caminar hacia una recuperación tras los daños causados por la pandemia del coronavirus en diciembre del 2022. Sin embargo, el panadero indicó que fue todo lo contrario.
“Nuestros asociados de todo el país están con una pérdida mensual y quitando gente que ha trabajado para nosotros por muchos años, estamos rescindiéndoles, y eso para nosotros es una quiebra técnica, estamos muy mal. Pensamos que diciembre iba a ser un mes en el que íbamos a recuperarnos con la venta de pan dulce, pero fue al revés, porque terminamos regalando muchos panes”, lamentó.
Argumentó además que una de las principales causas por las que se encuentran atravesando esta crisis es porque hay un nulo control contra el contrabando. Aseguró que desde las instituciones públicas existe una “hipocresía” y que solo se interesan en los gremios productores para “la foto”, pero que no ejecutan políticas a su favor.
“El contrabando fue un drama en este diciembre (por el pan dulce), ingresaron por todos lados, en Encarnación, Ciudad del Este, en todo el país. Por eso no pudimos pagar el aguinaldo, tuvimos que prestar más dinero. Es muy difícil todo lo que venimos haciendo”, expresó.
En ese marco, aseveró que debe haber un “diálogo franco” con todas las autoridades competentes a fin de buscar cómo solucionar el problema del flagelo que daña a la producción local. “Tiene que haber un diálogo franco con el Estado, nosotros, los proveedores y supermercadistas, porque acá hay mucha hipocresía. Si galleta no podemos vender, entonces ¿qué come la gente que gana un sueldo mínimo? Es difícil esta situación y la de nuestros clientes”, señaló.
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Las ideologías en tiempos de crisis
- Aníbal Saucedo Rodas
El relativismo ético y epistemológico es el espectro que desde hace décadas viene acechando al mundo. La verdad depende de la particular visión de cada uno. Ni el bien ni el mal son términos absolutos, sino productos de las circunstancias. Los valores son exaltados o descartados de acuerdo con las necesidades de quienes se ufanan de ellos o los descalifican.
El conocimiento que se construye desde la razón padece de fragilidad. Todo es opinable. La ética es sustituida por la estética y el hedonismo.
El parecer se impone al ser. La nueva religión no se funda en la fe, ni en el amor, ni en la misericordia, sino en el placer. Se rinde culto a la eterna juventud. Los viejos alquimistas de pociones exóticas hoy son llamados cirujanos plásticos. El miedo a envejecer se convirtió, para muchos y muchas, en un problema existencial más radical que el temor a la propia muerte. Estamos viviendo los tiempos extremos de la posmodernidad. Lo único absoluto es que todo es relativo.
La ausencia de ideas lúcidas y la proliferación de liderazgos mediáticos propician la expansión mundial del neoliberalismo. Algunos lo asumen a conciencia, otros por conveniencia. Los gobiernos caen bajo el bisturí de las corporaciones. Las clases excluidas mueren desangradas en los fríos quirófanos de las multinacionales. La globalización del mercado amenaza a los Estados. La soberanía suena a una proclamación patriótica en desuso.
Lo que se persigue es un Estado mundial, un poder sin sociedad, describe contundente el catedrático francés y exdirector de Le Monde Diplomatique, Bernard Cassen. El poder se encamina organizadamente hacia centros de decisión extraterritoriales, sin examen que rendir. Es la más grave amenaza que hoy pesa sobre la democracia.
“Este éxodo explica la pérdida de legitimidad del poder político –agrega Cassen–, impotente ante los mercados, pero que rinde cuenta ante el electorado de los desgastes sociales que provocan”.
¿Asistimos al fin de las ideologías y el triunfo definitivo del capitalismo? ¿Ha descarrillado el tren de la historia y la dialéctica transformadora se ha reducido a un monólogo neoliberal? ¿La nueva y única “doctrina oficial” es la determinada por la política exterior del Gobierno norteamericano? El fatalismo y/o el conformismo, características resaltantes del hombre y la mujer del tiempo que nos toca vivir, nos conduciría a una respuesta pesimista.
Es que el homo sapiens, el único ser capaz de la abstracción conceptual, fue degradándose desde el homo videns hasta el homo zapping. Los valores trascendentes fueron reducidos por el facilismo, la hipocresía y la comodidad.
El axioma cartesiano del “pienso, luego existo” fue sustituido por el “consumo, luego existo”, nos dice Erich Fromm. “El personaje del siglo XXI –nos advierte el sociólogo alemán Heinz Dieterich– ha de ser en el aspecto real cotidiano de su vida un trabajador productor de ganancias y un ente consumista, con un horizonte mental fijado en la inmediatez (…). En la dimensión existencial, su largo andar por la historia amenaza con terminar en el homo abstractus, sin más identidad que una dirección electrónica”. Es el habitante de la globalización, donde el ciudadano se ha convertido en un simple consumidor.
Para quienes seguimos confiando en la utopía como conciencia anticipadora de la realidad, frente a la cultura del instante –tal como nos propone Enrique Rojas en su libro “El hombre light”–, ponemos la solidez de un pensamiento humanista, frente a la ausencia de vínculos, el compromiso con los ideales. Solo así –añade– atravesaremos el itinerario que va de la inutilidad de la existencia a la búsqueda de un sentido a través de la coherencia y el compromiso con los demás, escapando así de la trágica sentencia de Hobbes de que “el hombre es el lobo del hombre”.
En este contexto, en que la globalización –o mundialización liberal, como la llaman los franceses– se presenta como la fase superior del imperialismo y se consagra el “libre mercado” como dogma cardinal de la economía, debemos analizar el origen y la vigencia doctrinaria de los partidos políticos.
Es ahí donde debe hurgarse para clarificar la matriz ideológica del Partido Nacional Republicano (de mi particular interés) y su proyección en el tiempo. No puede resumirse el pensamiento y la acción de esta asociación política fundada por el general Bernardino Caballero en consignas panfletarias y deslucidos discursos que contradicen sus principios y valores originales. Porque estamos ante un partido que, al decir de Roberto L. Petit, inauguró la lucha por la justicia social en nuestro país. Seguiremos con esto más adelante. Buen provecho.
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Incautan diez toneladas de cebolla sin documentación de importación
Un procedimiento liderado por funcionarios de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) permitió el decomiso de diez toneladas de cebolla que no contaba con la documentación respaldatoria de importación. La intervención se concretó en la vía pública, y la carga fue interceptada entre las ciudades de Luque y Areguá.
Los intervinientes informaron que el operativo fue posible mediante un intenso trabajo de inteligencia coordinado por la Dirección Anticontrabando de la DNIT. Se identificaron los vehículos que circulaban presuntamente con mercadería ingresada de contrabando al país.
Se sospecha que los productos eran de origen argentino y tenían como destino el Mercado de Abasto de Asunción.
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silenciosa que avanza sin avisar y puede ser mortal
Tras ser indagados los conductores de los camiones y comprobarse que el cargamento carecía de documentos, se procedió a la incautación de ambos rodados y a su traslado a la base de GICAL ubicada en la ciudad de Mariano Roque Alonso.
Con la ayuda de técnicos del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) se hará una inspección para verificar si la cebolla es apta para el consumo humano. “De ser así y siguiendo con el protocolo habitual en estos casos, los productos serán donados a centros asistenciales, hogares de adultos mayores y bancos de alimentos”, señala un informe de la DNIT.
“La DNIT recuerda que el contrabando de productos frutihortícolas atenta contra la producción nacional, distorsiona los precios del mercado y representa un riesgo sanitario para la población. Los controles seguirán reforzándose en todo el país, en coordinación con otras instituciones del Estado”, añade.
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El MAG apunta a una producción sostenible y constante
El ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez, afirmó que el país debe dejar atrás la producción estacional y avanzar hacia un modelo de agricultura familiar sostenible durante todo el año para frenar el contrabando y estabilizar los precios de los productos agrícolas.
Para el ministro Giménez, el contrabando se combate a través de una producción nacional constante, sostenible y planificada como salida estructural al problema.
“La producción sostenible de la agricultura familiar es lo que nos va a ayudar a controlar este tipo de cosas”, expresó a la 780 AM, en referencia al ingreso irregular de productos que afecta a los pequeños productores.
Según indicó, uno de los principales desafíos del sector es la marcada estacionalidad de la oferta local, que provoca escasez en ciertos meses y una consecuente dependencia de las importaciones.
“Este año promovimos una producción fuerte de hortalizas durante todo el año. No queremos hablar más de verano ni de época normal de producción. Queremos hablar de producción constante”, sostuvo el ministro.
Oferta sostenida
Agregó que con varios rubros ya están trabajando para que exista una oferta sostenida durante el año, pero reconoció que con la papa y la cebolla aún se deben trazar estrategias para producirlas durante todo el año.
Giménez explicó que existe una sobreoferta concentrada en algunos meses, especialmente entre junio y agosto, pero luego se registra una caída significativa entre diciembre y marzo, lo que abre la puerta al ingreso de productos desde el exterior.
En ese sentido, insistió en que se están monitoreando los niveles de producción para equilibrar la oferta nacional con la demanda interna, sin dejar de lado la necesidad de precios accesibles para el consumidor.
Además, Giménez afirmó que se mantienen los controles en los puntos de venta y en las fronteras, con el acompañamiento de instituciones como la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), la Armada e incluso el Ejército.
“La fluidez en la comercialización es fundamental. Hay que cuidar el ingreso de productos, pero también asegurar que el productor pueda vender”, apuntó el ministro. Insistió en que el objetivo del Gobierno es garantizar el abastecimiento interno sin necesidad de recurrir a importaciones, apostando a una agricultura familiar tecnificada y sostenida en el tiempo.
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Peña en la ONU: si el multilateralismo no asegura la justicia y equidad no puede justificarse ante el mundo
En una sesión especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en los Estados Unidos, el presidente de la República, Santiago Peña habló de la visión del Paraguay sobre la importancia del multilateralismo y la defensa de la justicia e igualdad en el libre comercio. Esto basado desde la historia y experiencia de un país mediterráneo que ha sobrevivido a grandes conflictos en una época donde no existía el multilateralismo.
Peña señaló que son necesarias la justicia e igualdad en el comercio internacional, pero que lastimosamente las reglas actuales del sistema son –en muchos casos– sesgadas o beneficiosas para las economías más desarrolladas, que pueden negociar mejores condiciones y luego disfrazar sus medidas proteccionistas bajo barreras ambientales o sanitarias.
En este caso, puso como ejemplo no aislado, la Resolución 1.115 de la Unión Europea, que es tan injusta para países como Paraguay. “Permítanme ser claro y contundente: si los sistemas multilaterales no pueden asegurar un mínimo de justicia y equidad entre las naciones, ya sean fuertes o débiles, entonces simplemente no pueden justificarse ante el mundo", enfatizó.
Agregó que Paraguay también es una de las economías más abiertas del mundo, anclada en la creencia de que el libre comercio es la base del desarrollo de los pueblos civilizados. Más aún, siendo un país sin litoral y principalmente exportador agrícola, produciendo alimentos para diez veces de nuestra población.
“Nuestra experiencia nos ha mostrado que el camino hacia el desarrollo no puede transitarse en aislamiento, sino con una integración más profunda en los mercados globales, guiada por reglas claras, justas y ejecutables. Es por eso que creo firmemente que cualquier crisis del multilateralismo, solo puede resolverse con una cosa: más multilateralismo“, remarcó.
Desarrollo
Por otro lado, el mandatario recordó que el Paraguay llegó a ser el país más prospero y desarrollado en Sudamérica a mediados del siglo XIX, con importantes avances en lo comercial y social, aunque esos primeros éxitos fueron a la vez motivos de la condena, debido a las controversias generadas por la posición de liderazgo y que luego generaron un importante conflicto bélico, según remarcó ante los representantes de las naciones.
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Señaló que el Paraguay aprendió de la forma más dolorosa, que las controversias, en un mundo sin instituciones multilaterales, solo pueden resolverse mediante la guerra.
Recordó además que superado los conflictos armados contra la Triple Alianza, y luego contra Bolivia en defensa del Chaco paraguayo, sobrevino un largo periodo en que el Paraguay vivió prácticamente aislado del mundo a causa de la dictadura.
Señaló que no fue hasta que inició el experimento democrático en 1989, que tuvo como principal logro la reinserción del Paraguay en el mundo y el abrazo al multilateralismo como la piedra angular de la política exterior.
Por tanto, resaltó que la historia ha demostrado que el multilateralismo, la comprensión, el respeto, y la paz van de la mano. “Tengan por seguro que un mundo que le da la espalda al multilateralismo, no solo será más pobre, más inestable, y menos prospero, sino peor: llevará al conflicto bélico, a la tragedia, a la muerte“, remarcó.
Asimismo, señaló que Paraguay comprende la importancia de la estabilidad y la resiliencia frente a la incertidumbre. Por ello, ha trabajado en la construcción de tres pilares: la estabilidad macroeconómica, la fortaleza institucional y la sostenibilidad ambiental.
“Hemos sido la economía de mayor crecimiento en los últimos años en el continente y estamos destinados a ser el país con el mejor desempeño en América Latina en 2025. Nuestro compromiso con una gestión económica sólida fue reconocido el año pasado, cuando conseguimos el grado de inversión de Moody’s, un testimonio de décadas de políticas consistentes y responsables que trascienden los ciclos políticos", afirmó.