La Unión Industrial Paraguaya (UIP) reiteró su pedido de una justicia eficaz, teniendo en cuenta que hoy la informalidad es el mayor problema para los que trabajan en la formalidad. En torno a esto, el titular del gremio, Enrique Duarte, mencionó que la impunidad es la gran causante de este hecho que aqueja y pone en incertidumbre a la economía del sector. Asimismo, pidió al Poder Judicial que utilice métodos más eficaces para combatirla.
“Hoy para la gente lo ilegal es normal. Culturalmente ya la gente le perdió el miedo o el respeto a lo que son las fuerzas de la ley”, advirtió. Asimismo, indicó que el pedido es para todos aquellos administradores que no se manejan bajo las leyes y consideró que el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Fretes, debe dimitir, atendiendo a que incluso todos los sectores de la industria y el empresariado reclaman su postura.
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Acotó que el rubro necesita que la Justicia funcione y que para ello debe ser alejada de la política. “Necesitamos gente proba, una justicia administrada de forma transparente basada en la ley y no basada en las transacciones comerciales, o sea en el dinero”, aseveró en contacto con la 1020 AM.
Hay que mencionar que ayer martes durante su discurso de fin de año, Duarte había manifestado que el “maridaje” de estos altera el sentido del derecho y que bien se puede aprovechar el bono demográfico para dignificar la juventud, invirtiendo en el capital humano y fomentando el capital social.
“Necesitamos reglas claras y que todos estemos obligados a respetarlas”, comentó. La tolerancia de lo ilegal resta recursos al fisco, despierta el apetito fiscal y cierne sobre los formales la amenaza de más impuestos, debilitando la economía formal con la consecuente destrucción del empleo. Pese a los esfuerzos de varios gremios y los estamentos que se dedican a la lucha anticontrabando solo se logra llegar al 5% de los productos que ingresan de manera ilegal en nuestro país.
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Apuestan a la IA como una necesidad estratégica para aumentar la competitividad
En un mundo donde la innovación tecnológica y el avance acelerado de la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo modelos productivos, educativos y laborales a nivel global, la articulación entre el sector empresarial y el ecosistema académico se vuelve estratégica, para aprovechar estas nuevas herramientas con miras a aumentar la productividad y competitividad.
Por eso, la capacidad de adaptación frente a estos cambios incidirá directamente en la competitividad de los países, la calidad de su formación profesional y la sostenibilidad de sus industrias. Estar ajeno a estas herramientas es estar fuera de lo que se llama la revolución industrial.
En este sentido, la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) organizaron este martes el Foro Internacional “Innovación e Inteligencia Artificial: Oportunidades para la productividad en Iberoamérica”. El presidente de la UIP, Enrique Duarte, señaló que el evento representa una apuesta fuerte al futuro del país. “En un mundo en constante evolución la innovación y la inteligencia artificial ya no son una opción sino una necesidad estratégica para las empresas”, afirmó.
Este foro apostó principalmente a dos pilares, por un lado, la productividad para mejorar la competitividad y en segundo lugar aumentar la formación con miras a las nuevas tecnologías. “Hoy estamos frente a una situación que cambia de paradigma y para nosotros implica un desafío enorme”, refirió Andrés Elich, secretario general adjunto de la OEI.
Explicó que la IA no solo implica la automatización de rutinas, sino utilizarlo de forma correcta. “Estamos ante una herramienta extraordinaria en términos de potenciales que nos obliga a nosotros en el mundo educativo a repensar la forma en que nos relacionamos con el conocimiento y cómo formamos a los jóvenes”, señaló.
El viceministro de Industria, Marco Riquelme, por su parte, resaltó la importancia del conocimiento para la revolución industrial, teniendo en cuenta que si no se apuesta a la formación y capacitación de mano de obra nuestro país estará fuera de esta nueva tendencia. “Con la inteligencia artificial la oportunidad que tenemos es generar productividad y reducir los costos, y a través de las mismas maquinarias que hoy tenemos lograr conquistar otros mercados con la exportación de bienes y servicios”, resaltó.
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La industria alimentaria nacional apunta a desarrollar productos de nicho para aumentar exportación
El miembro de la Mesa Sectorial de Alimentos de la UIP, Francisco Martino, explicó que Paraguay tiene actualmente una desventaja en la producción alimentaria debido a su bajo volumen de producción y población reducida. En este sentido, explicó que el desafío de la industria local es desarrollar productos de nicho para aumentar la exportación.
Para que Paraguay pueda competir con los países vecinos, debe aumentar su producción alimentaria. Sin embargo, su producción se ve limitada porque no tiene escala ni la suficiente materia prima. “Nos falta poder producir más cantidad para poder llegar a los valores y poder competir con el mercado extranjero como el brasilero, por ejemplo”, señaló Martino.
En este sentido, la industria alimentaria apunta a la producción de productos de nicho para aumentar su competitividad y por ende la exportación. “La opción que nos queda a nosotros, teniendo en cuenta que como industria podemos hacer producciones más pequeñas, estamos acostumbrados a trabajar con volúmenes más chicos, hacer productos que sean de alto valor, que sean con un valor agregado importante y especializarnos en eso. Esa es la idea que tenemos como mesa sectorial y consideramos que es la forma en la que Paraguay puede competir en los mercados internacionales”, manifestó a la radio 1.000 AM.
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Martino explicó que industria alimentaria local tiene el equipamiento y el conocimiento técnico necesario para avanzar hacia la producción de bienes con mayor valor agregado. Sectores como el de lácteos, la heladería y los snacks son ejemplos de que se puede innovar y adaptarse a las exigencias de los mercados internacionales.
También se podría ampliar horizontes en otros sectores como las de verduras y frutas. “Todos los productos derivados de verduras, todos los productos derivados de frutas, todos los productos derivados que sean con etiqueta limpia, que es Clean Level, que es la nueva tendencia, productos altos en proteínas. Es cuestión de ir armando productos que estén hechos para lo que consume el consumidor en cada uno de los mercados”, señaló.
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Enrique Duarte: “Estamos entrando en una nueva temporada de oportunidades”
- Por Rodolfo Sosa
Paraguay busca que la industria se posicione cada vez más como un soporte de las grandes exportaciones tradicionales y brinde una previsión al comercio exterior, ya que no depende, en demasía, de factores climáticos.
El presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, concedió a La Nación/Nación Media una entrevista para formar parte de los Hacedores LN y exponer su visión personal y la del gremio acerca de la senda que transita el país para alcanzar el deseado desarrollo para todos los habitantes.
Duarte, ingeniero eléctrico de profesión, reflexionó sobre el estado actual del sector, sus principales desafíos y vaticinó que Paraguay ingresará a una “temporada de oportunidades” vinculadas principalmente a su potencial de país generador de energía limpia y renovable, y que los jóvenes que deseen ingresar a la industria recibirán un país con grandes chances y desafíos.
- ¿Cómo se describe a sí mismo como profesional y líder gremial?
Soy ingeniero y empresario, con una trayectoria forjada en el trabajo concreto, tanto en la gestión de empresas como en el impulso de proyectos que contribuyan al desarrollo del país. Me considero una persona con visión estratégica, pero también con un fuerte sentido práctico, profesando principios como la ética y responsabilidad profesional, sensibilidad social y medioambiental.
Como líder gremial, he asumido el compromiso de representar al sector industrial no solo en sus demandas internas, sino también en su proyección internacional. Mi objetivo es construir puentes entre sectores, entre regiones, entre Paraguay y el mundo. Liderar desde la UIP significa articular esfuerzos, generar consensos y movilizar voluntades para que la industria paraguaya siga siendo motor de progreso.
- ¿Cómo nació su interés por la industria nacional y qué lo motivó a involucrarse en la UIP?
Mi interés por la industria nacional nace desde la experiencia. Como empresario, viví de cerca los desafíos y las oportunidades del sector. Pero también entendí que ningún empresario crece solo: necesita un entorno que promueva la inversión, valore la producción local y facilite la innovación.
La persona que me motivó a involucrarme en la UIP, fue quien en ese momento fuera presidente, el ingeniero Eduardo Felippo, así como también fue quien me confiara muchas tareas de responsabilidad en el ámbito de la dirigencia gremial de la industria nacional.
- ¿Qué significa para usted presidir una institución con tanto peso en la economía del país como la UIP?
Es un gran honor y una enorme responsabilidad. La UIP representa a un sector que transforma materia prima en valor agregado, genera miles de empleos y sostiene buena parte del crecimiento económico del país.
Presidir la UIP implica no solo defender a nuestros industriales, sino también vender la imagen del Paraguay industrial al mundo, atraer inversiones y fortalecer nuestra inserción en los mercados globales. Estoy convencido de que cuando a la industria le va bien, al país entero le va bien.
- ¿Qué sectores dentro de la industria nacional considera que tienen mayor potencial de crecimiento en los próximos años?
Paraguay tiene sectores industriales con un enorme potencial. Por un lado, se encuentran los sectores vinculados a la agroindustria, más allá de los aceites, las harinas y la carne, muchos alimentos procesados se encuentran en expansión, ganando espacio en mercados externos. En la misma línea, la industria forestal y maderera se encuentra recibiendo muchas inversiones y conquistando mercados competitivos y exigentes.
Hay que destacar también el gran crecimiento del sector metalúrgico. Un rubro que está escalando a pasos agigantados, recibiendo grandes inversiones extranjeras. La fabricación de productos de metal es un gran potencial que debemos explotar. El sector se encadena con muchas industrias conexas, trabajo intensivo como la construcción, y con gran potencial de valor agregado como la industria naval, sector prioritario.
Las industrias química y farmacéutica son un gran ejemplo, habiéndose consolidado en el mercado interno con la producción de medicamentos genéricos, y exportando a diversos mercados regionales.
Pero sin duda, un sector que está mostrando una trayectoria explosiva es la industria de productos para el sector automotriz, impulsados por el régimen de maquila, constituyendo hoy un sector de peso en las exportaciones de origen industrial.
Auguramos un futuro promisorio en la industria ligada a la generación de energía eléctrica. Si invertimos de forma anticipada y estratégica en nuevas y diversificadas fuentes de generación, podríamos convertirnos en un hub energético regional y atraer industrias electrointensivas como la reducción de minerales, producción de fertilizantes y petroquímica, generando empleo, valor agregado y sustitución de importaciones.
La intensificación de la exploración de hidrocarburos, especialmente de gas natural, es una necesidad estratégica para consolidar la diversificación de nuestras fuentes de generación de energía.
Estamos entrando en una nueva temporada de oportunidades: el mundo demanda la industria de la bioenergía, energía más limpia, cercana y confiable, constituyendo para el Paraguay y la región un gran potencial para ese nicho de inversión.
- ¿Cuál es su visión sobre el estado actual de la industria paraguaya? ¿Estamos en un momento de expansión, de desafíos o de transición?
La industria paraguaya se encuentra en plena expansión. En la década de los noventa, las exportaciones manufactureras eran apenas el 7 % del total, sin embargo, hoy la industria ya ocupa el 40 % del total de las exportaciones.
Aunque esto ha sido impulsado principalmente por manufacturas tradicionales, la canasta exportadora se diversifica cada vez más; las manufacturas de origen industrial ya ocupan aproximadamente el 30 % de las exportaciones industriales. Entonces, es notable que la industria paraguaya se encuentra en un proceso progresivo de crecimiento y diversificación, lo que no quita el hecho de que los desafíos estén a la orden del día.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan hoy los industriales paraguayos en términos de competitividad?
La industria paraguaya enfrenta una serie de desafíos estructurales que deben ser abordados de manera integral para mejorar su competitividad. En primer lugar, persiste una alta informalidad que distorsiona la competencia y desalienta la inversión formal. Esto va de la mano con un entorno normativo que muchas veces resulta complejo y costoso, y también de una matriz productiva con niveles de productividad heterogéneos y, por lo general bajos.
Otro desafío central es el acceso al financiamiento. Hoy, los industriales operan en condiciones desiguales respecto a otros sectores económicos. La industria necesita crédito de largo plazo y en condiciones de desarrollo, adaptado a sus ciclos productivos, con tasas competitivas y garantías accesibles. Aunque parezca una obviedad, para diversificar la matriz productiva es importante que sectores no tradicionales puedan invertir y expandirse.
En términos de infraestructura, aún enfrentamos deficiencias logísticas. Al ser Paraguay un país mediterráneo, esto reduce nuestra capacidad de competir en mercados foráneos.
En términos de formación profesional y educación, debemos fortalecer y ampliar el capital humano, aspecto indispensable para mejorar nuestros niveles de productividad. Se necesita una mayor vinculación entre el sistema educativo y la industria; adaptando la oferta educativa a la demanda laboral de la economía.
Por supuesto, el contrabando siempre es un desafío latente. A pesar de que las importaciones no registradas hoy son menores en relación a unos años atrás, requerimos seguir fortaleciendo nuestra estructura normativa dotando a la autoridad de control de capacidades para mejorar la lucha contra este flagelo.
- ¿Qué rol juega la innovación y la tecnología dentro del sector industrial y cómo se está adaptando Paraguay a estas tendencias?
La innovación y la tecnología son condiciones indispensables para una industria competitiva y sostenible. En el largo plazo esta es la raíz del crecimiento y desarrollo económico, debido a su estrecho vínculo con la productividad.
Sin embargo, en Paraguay la inversión en investigación y desarrollo (I+D) sigue siendo alarmantemente baja, representando solo el 0,14 % del PIB. Según un estudio del BID, la industria paraguaya presenta cierto rezago en la aplicación de tecnología en relación a sus vecinos, pero también hay puntos para destacar, por ejemplo, la industria paraguaya presenta una mayor adopción de tecnología de tercera y cuarta generación que la industria uruguaya, representando un dato no menor.
- ¿Cuál es su mensaje a los jóvenes emprendedores e industriales que están empezando en Paraguay?
A los jóvenes industriales les depara un país lleno de desafíos y oportunidades en materia de producción industrial. Si bien tenemos un mercado interno pequeño, el regional amerita un enfoque especial, con mucha dedicación, innovación e incorporación tecnológica en los procesos productivos.
Si tuviera que dejar un mensaje diría, fórmense profesionalmente, innoven e introduzcan tecnología en los procesos productivos con valentía y ambición, sean formales, que la conducta ética y responsable siempre estén presente en sus vidas, y que no olviden que vivimos en una sociedad donde entre todos debemos construir un país más equitativo y desarrollado.
Perfil
- Ingeniero en Electricidad por la Universidad Federal de Río Grande del Sur, Brasil
- Se desempeñó como profesor de la cátedra de Electrotecnia II de la Facultad de Ingeniería de la UNA
- Presidente de la Cámara Paraguaya del Petróleo (1994-2007)
- Presidente de la Cámara de Empresas Eléctricas (2015-2019)
- Presidente de Tecmont S.A. y Novaterra S.A.
- Director de Trafopar S.A. y Sky Cop S.A.
- Presidente de turno de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco)
- Actualmente presidente de la Unión Industrial Paraguaya
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Paraguay registra una de las tasas de desempleo más bajas de la última década, destaca viceministro
El viceministro de Trabajo, Cesar Segovia, destacó que el índice del nivel de desempleo que tiene Paraguay es uno de los más bajos en los últimos diez años. Sin embargo, preocupa la informalidad que existe en el país.
En el marco de la celebración del Día del Trabajador, el subsecretario de Estado abordó los principales desafíos que se tienen con respecto al empleo en Paraguay. En este sentido, destacó que nuestro país tiene una de las tasas más bajas de la región, con cifras que rondan los 4,5 %, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta cifra está sustentada en los sectores que han tenido un crecimiento notable en los últimos años. “Cada vez son más importantes en el mercado laboral ese sector de microempresarios, ese sector de independientes. Lo que era 100 años atrás en el cual las fábricas eran el pulmotor de la entidad laboral ha cambiado. Es cierto también que dentro del empleo decente, las grandes empresas generan un círculo virtuoso que tiene esos efectos que favorecen al empleo decente”, explicó.
Segovia mencionó que existen áreas en las cuales la economía y el empleo van creciendo. Pero también recordó que áreas que demandan cada vez más mano de obra calificada, un aspecto importante para mejorar los niveles salariales y las condiciones que debe tener un trabajador para un empleo decente.
Educación
El viceministro explicó que en los últimos años el sector juvenil experimentó un cambio. A diferencia de generaciones anteriores, donde los trabajadores aspiraban a permanecer en una misma empresa por años, los jóvenes de hoy muestran una alta rotación.
Sin embargo, este dinamismo choca con obstáculos estructurales. “Nuestra educación a veces no colabora lo suficiente para preparar a los jóvenes para algunos empleos”, dijo. Un ejemplo se encuentra en el dominio de idiomas, que “sigue siendo un inconveniente”, reconoció.
Informalidad
En la última década, el Paraguay logró una reducción de la informalidad, pasando del 64 % al 62 %. Sin embargo, es un aspecto que sigue preocupando.
“Creo que el vaso medio lleno es el índice de desempleo que está bastante bajo, uno de los más bajos los últimos 10 años, pero los niveles de informalidad siguen siendo muy altos y eso pasa mucho por la calidad de vida que tiene el trabajador, porque cuando hablamos de informalidad estamos hablando que en gran medida ellos no tienen acceso a la seguridad social”, señaló a la radio 780 AM.