Desde la Asociación Industrial Hotelera del Paraguay (AIHPY) explicaron que los recitales registrados el fin de semana atrajeron a una gran cantidad de turistas de los países limítrofes con Paraguay, con lo cual se generó el 100% de ocupación hotelera de la capital. Sin embargo, la infraestructura vial deficiente ofrecida a los visitantes es un punto que preocupa al sector y que se debe trabajar, resaltaron.
“Los hoteles de Asunción estaban todos completos, se generó también ocupación en los alrededores porque no había más lugar en la zona central. Vino gente de todo el país y también de países limítrofes”, dijo Josefina Otero, titular del gremio, a la 650 AM, y refirió que estos eventos suman mucho derrame económico al rubro que ayudan a la recuperación del rubro.
La presidenta de la AIHPY comentó que muchos de los turistas llegan sin automóviles, por lo cual también necesitan tener cruces peatonales y conectividad del transporte público, ya que los visitantes esperan encontrarse con esta comodidad que otros destinos sí les ofrece.
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“Siempre algo importante es la infraestructura vial en Asunción. Me parece que es algo que hay que seguir trabajando porque por el tema de las lluvias, el viernes el clima estaba bien, pero estábamos preocupados por los raudales y el estado de las calles, es algo que a mí siempre me preocupa”, expresó Otero.
Instó a que se sigan realizando este tipo de acontecimientos masivos en el país ya que la industria está respondiendo bien y sabe desempeñarse ante actividades de gran magnitud, pero que es muy importante que se siga mejorando la infraestructura vial para recibir a los extranjeros que no solo se quedan hospedados en los alojamientos, sino que también realizan tours para conocer locales gastronómicos o recorrer la ciudad.
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Infraestructura de nuestras escuelas y colegios
- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
Lamentablemente seguimos teniendo a nivel país cientos de centros educativos en malas condiciones. No es nada nuevo, pues desde hace décadas la desidia y el abandono se apoderaron de las mismas, habiéndose incluso lamentado en varias ocasiones accidentes.
La eterna excusa ha sido que los recursos presupuestarios son insuficientes para poder atender las ingentes necesidades que siempre son ilimitadas.
Si bien el MEC cuenta dentro de su estructura organizacional con un departamento que se ocupa del seguimiento/monitoreo de la infraestructura de los mismos, los resultados obtenidos hasta ahora han sido limitadísimos, por lo que esperemos que a través de una alianza estratégica con el MOPC sea este el que se ocupe y se preocupe a través de su equipo de ingenieros y arquitectos, permitiendo tener una “radiografía” en tiempo oportuno de todas las escuelas y colegios que precisen mejoras sustanciales en su estructura edilicia, incluido los mobiliarios básicos, que permitan a los alumnos sentirse cómodos para que dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje recibido de los maestros nuestros chicos puedan entender y comprender las materias desarrolladas.
El programa Hambre Cero que está llevando adelante el Gobierno a través del Ministerio de Desarrollo Social, gobernaciones y municipios del interior del país es destacable, pero por más que satisfagan las porciones nutricionales no se puede dejar de lado la necesidad que nuestros chicos cuenten en sus escuelas y colegios con una infraestructura que les permitan la confortabilidad necesaria para un aprendizaje efectivo, eficiente y eficaz.
La reciente presentación al Parlamento del anteproyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025 incluye entre las prioridades del Gobierno, al sector educativo, que esperemos no solo se circunscriba al mejoramiento de la infraestructura, sino que también se les exijan a los maestros a que se capaciten permanentemente para que lo que se los puedan transmitir en las aulas a niños y jóvenes, les puedan ser útiles a futuro en sus vidas personales y profesionales.
Nuestro PGN históricamente ha observado un desequilibrio en su estructuración, ya que uno de los sectores más carenciados a nivel país ha sido la calidad educativa, cuando que en contrapartida otras instituciones estatales suelen recibir cada año millonarios recursos para el pago de sueldos y otros beneficios a una superpoblación de funcionarios, muchísimos de ellos percibiendo ingresos mucho más allá de lo que se merecen por capacidad e idoneidad con un perfil académico limitadísimo, muchos de ellos apenitas con el ciclo medio concluido.
El MEC hasta ahora no ha podido cumplir a cabalidad con sus fines misionales. Nuestra realidad es que históricamente no hemos llegado a invertir tan siquiera el 3,5 por ciento del PIB en educación, cuando que lo mínimo para que puedan verse resultados no debería ser menor al 7 por ciento.
Esperemos que la Ley del Servicio Civil permita una verdadera depuración y racionalización en instituciones de los 3 poderes del Estado, de la multitud poblacional de capital humano, más allá de nuestras reales necesidades, en plena era de la tecnología, donde el trabajo del hombre no será eliminado, sino racionalmente sustituido por los procesos digitales.
Con una buena coordinación directriz, todos los proyectos pueden llevarse adelante en tiempo y forma, siempre y cuando se dé la voluntad política necesaria.
Nuestra calidad educativa es clave para que podamos tener un país que progrese, crezca y se diversifique en diversas áreas de nuestra sociedad, más aún ahora en que por fin hemos alcanzado el anhelado grado de inversión que hará que los inversionistas extranjeros se aboquen a la búsqueda de capital humano de calidad.
Una buena calidad educativa, junto a una salud pública que satisfaga las necesidades de nuestra gente, se constituye en 2 pilares primarios para la consecución de objetivos y metas cuali/cuantitativas, puesto que de poco o nada serviría tener buena infraestructura vial si en contrapartida no podemos hacer uso efectivo de las mismas al carecer de salud y educación a los niveles deseados.
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Las inversiones en infraestructura no solo dependen del MOPC, sino también del sector privado
El Presupuesto General de la Nación (PGN) 2025 prevé una inversión de G. 7,2 billones para el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). El ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, aclaró en GEN/Nación Media que las obras de infraestructura no solo dependen del Estado (MOPC) sino de las inversiones que realice el sector privado.
Precisó que el anterior gobierno gastaba el 3 % del PIB en obras, mientras que el sector privado cerca del 18 %, una diferencia importante que evidencia que el rol estatal es tener reglas claras del juego y que en el campo sea el privado el mayor protagonista.
“¿Dónde está la importancia del Estado verdaderamente? El efecto dinamizador de obras en el país, el que mueve la aguja, el es sector privado por la cantidad de inversiones que realiza. El Estado va a poner en condiciones el campo de juego, pero ellos juegan el partido”, expresó respecto a críticas por la partida presupuestaria que asignó el gobierno a Obras Públicas.
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Diversificación
Fernández Valdovinos aseguró que se debe “salir de la visión miope” de que solo el MOPC invierte en obras, ya que el PGN 2025 contempla mayor rubro para la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH). El primero, para continuar con el plan maestro, y Urbanismo para seguir invirtiendo en programas habitacionales.
Otro punto que destacó fue el negocio que se llevó a cabo con Brasil por la tarifa de Itaipú, que dará a Paraguay ingresos por USD 650 millones anualmente, de los cuales, cerca de USD 350 millones se destinarán a obras y sectores sociales, como la construcción de varios hospitales, la duplicación de la ruta que va al Aeropuerto Silvio Pettirossi, al igual que la ruta Tape Tuja en Luque.
“Tenemos rigideces en el PGN, pero no podemos gastar por encima de lo que se debe. Hoy existen nuevas formas de construir, por ejemplo, vía asociación público-privada (APP). Ellos van a estar mejor así (sector privado), porque lo que hagan se les va a pagar, no como en el anterior gobierno, que hacían todo, no se les pagaba y terminaban ganando los bancos”, aseveró.
Deuda
Respecto a la deuda, explicó que es reflejo del déficit fiscal. La única forma de cortar el endeudamiento es bajando el déficit, algo que está pensado por el gobierno con el plan de convergencia fiscal, que estiman, llegarían al tope de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) en 2026 con el 1,5 %. Este año cerraría con 2,6 % y el 2025 con 1,9 %. “Naturalmente, a medida que vaya cayendo el déficit, también va a disminuir la deuda”, reiteró.
Partidas
De los USD 17.557 millones que contempla el plan de gastos, USD 870 millones es el monto adicional que el gobierno destinará a sectores prioritarios. En general, el Ministerio de Educación recibirá un total de USD 1.598 millones, (aumento de USD 309 millones), el Ministerio de Salud recibirá USD 1.280 millones, (aumento de USD 103 millones), el Ministerio del Interior recibirá USD 537 millones, el Ministerio de Defensa Nacional, USD 328 millones y el Ministerio de Justicia, USD 69 millones (entre los tres, el aumento es de USD 11 millones. (Para más detalles ver info).
Proyecciones tributarias
El proyecto de ley del PGN estima que la recaudación impositiva en el ejercicio fiscal 2025 registraría un aumento del 7,3 % con respecto a la estimación de cierre para el 2024, de esta manera la presión tributaria se mantendría en torno al 11,1% del PIB en el próximo año.
También aclararon que no se prevén ajustes al sistema tributario ni nuevas iniciativas legislativas que puedan tener un impacto en los ingresos y gastos. De acuerdo con las proyecciones que sustentan la estimación de ingresos del presupuesto, se espera que la economía mantenga un crecimiento del 3,8 % para el próximo año.
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Municipalidad de Asunción: así se destinaron y ejecutaron los 9 bonos emitidos por la comuna
La emisión de bonos ha sido una herramienta clave para financiar proyectos de infraestructura y modernización en Asunción. A lo largo de varias administraciones, desde Arnaldo Samaniego hasta Óscar “Nenecho” Rodríguez, estos bonos han permitido realizar inversiones significativas en obras públicas y equipamientos, y también el rescate de bonos anteriores.
A continuación se detallan los bonos emitidos por cada intendente, los proyectos financiados y los porcentajes de ejecución.
Administración de Arnaldo Samaniego (2010-2015)
Samaniego emitió dos bonos, G1 por G. 10.000 millones y G2 por G. 33.500 millones. Los fondos fueron utilizados principalmente para la adquisición de vehículos y maquinarias para el municipio. Además, se invirtió en proyectos de infraestructura básica, como la construcción de muros de piedra y gaviones en arroyos, esenciales para la prevención de inundaciones y el control de la erosión.
Todos los proyectos financiados con estos bonos alcanzaron un 100% de ejecución, lo que permitió un aumento significativo de la capacidad operativa de la municipalidad y una mejora relativa en la calidad de los servicios públicos.
Administración de Mario Ferreiro (2015-2019)
Ferreiro emitió cuatro bonos, G3, G4, G5 y G6, totalizando G. 315.000 millones. El Bono G3 (2016) de G. 40.000 millones se destinaron a obras de construcción de muros, reparación de puentes, bicisenda, paseo de luces y adquisición de maquinarias. Todos los proyectos fueron completados con un 100% de ejecución.
El Bono G4 (2017) de G. 100.000 millones se utilizaron para la revitalización urbana, incluyendo el Paseo de las Luces y la avenida Acuña de Figueroa, así como proyectos de desagüe pluvial en el acceso al Bañado Sur. La mayoría de los proyectos lograron entre un 92% y 100% de ejecución, con ajustes financieros realizados después de la finalización física de las obras.
Los Bonos G5 (2018) y G6 (2019), de G. 75.000 millones y G. 100.000 millones, respectivamente, se destinaron al mejoramiento vial, bacheo, pavimentación en diversos sectores de la ciudad y la reconstrucción de la Terminal de Ómnibus. La mayoría de los proyectos alcanzaron un 100% de ejecución, aunque algunas obras de señalización y pavimentación tuvieron una ejecución ligeramente inferior.
La ejecución y pagos de algunas obras se siguieron realizando durante la administración actual del intendente “Nenecho” Rodríguez, además del rescate de los bonos emitidos durante la administración de Ferreiro.
Administración de Óscar Rodríguez (2019-presente)
Durante la administración de Rodríguez se emitieron tres bonos, G7, G8 y G9 por un valor total de G. 755.000 millones.
El Bono G7 (2020) de G. 200.000 millones se destinó principalmente a proyectos de desagüe pluvial y mejoramiento vial en Asunción. Las obras incluyen las realizadas en la avenida Doctor Felipe Molas López, que alcanzó un 100% de ejecución en su primer lote y un 42% en el segundo, y mejoras viales en las avenidas Fernando de la Mora, Carlos Antonio López y Eusebio Ayala, con ejecuciones que varían entre el 63.30% y el 100%. Otros proyectos como la remoción y reposición de pavimento y empedrados se encuentran en procesos de evaluación, homologación y adjudicación.
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La ejecución detallada es la siguiente:
• Avenida Molas López: 100% de ejecución en el primer lote, otros complementos en proceso.
• Calles Isabel La Católica y Kanonnikoff: 100% de ejecución.
• Calles María Felicidad González y El Dorado: en proceso de licencia ambiental.
• Avenida Fernando de la Mora y Carlos Antonio López: 82% de ejecución.
• Avenida Eusebio Ayala y Bruno Guggiari: 100% de ejecución.
• Calles Tacuary y 38º Proyectada: 70% de ejecución.
• Obras en el Mirador Ita Pyta Punta: en proceso de modificación del plan de inversión en la Junta Municipal, además de una reasignación importante de recursos originalmente destinados a la revitalización de la terminal de ómnibus.
• Desagüe pluvial y mejoramiento vial de las calles Rocío Cabriza, Capitán Lombardo, Tte. Narvaez y Tte Félix Cañete.
Además, el bono G7 prevé inversiones en proyectos emblemáticos, como la construcción del mirador en Ita Pyta Punta, la modernización de la terminal de ómnibus y la red de protección contra incendios en el Mercado 4.
El Bono G8 (2021) de G. 360.000 millones fueron asignados a proyectos de desagüe pluvial en las cuencas de Santo Domingo, General Santos y Abasto. Algunos proyectos están en fases de planificación y verificación, mientras que las obras en San Pablo y Abasto ya alcanzaron un 30% de ejecución.
La ejecución detallada es la siguiente:
• Proyectos en Cuencas de Desagüe: Ayala Velázquez, avenida España II, Universidad Católica y Terminal tienen planes en proceso de modificación remitidos a la Junta Municipal, a fin de asignar al proyecto de desagüe pluvial de la Cuenca Aviadores del Chaco.
• San Antonio y General Santos, Santo Domingo: ya cuentan con ID de llamados y están en proceso.
• Barrio San Pablo y Abasto: 30% de avance.
El Bono G9 (2022) de G. 195.000 millones se utilizó para rescatar bonos anteriores, específicamente los emitidos durante la administración de Mario Ferreiro (G3, G4, G5 y G6) con el objetivo de aliviar la carga financiera de la municipalidad. La ejecución de este bono se realizó al 100%, lo que mejoró la liquidez de la municipalidad y permitió reestructurar su deuda, asegurando la continuidad de los proyectos.
Gobierno Central y otros municipios también emiten bonos
La emisión de bonos ha permitido a la Municipalidad de Asunción financiar proyectos que serían imposibles de costear únicamente con el presupuesto anual. Esta práctica, común tanto a nivel municipal como en el gobierno central, ha demostrado ser una herramienta eficaz para el desarrollo urbano y la mejora de la infraestructura, permitiendo que los proyectos se realicen sin interrumpir la provisión de servicios esenciales ni comprometer la estabilidad financiera a corto plazo.
Tanto el gobierno central como los municipios en Paraguay recurren regularmente a la emisión de bonos para financiar sus proyectos. Esta estrategia, aunque común, requiere una gestión cuidadosa para asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente y que los proyectos financiados realmente beneficien a la comunidad.
Beneficios
Los bonos han facilitado la realización de obras de gran envergadura como desagües pluviales, mejoramiento vial y la revitalización de espacios públicos, mejorando la calidad de vida de los habitantes de la capital y sus visitantes.
Además, la correcta gestión y ejecución de los fondos obtenidos a través de estos bonos han demostrado ser efectivos para mejorar la infraestructura urbana, proporcionando beneficios tangibles tanto a corto como a largo plazo.
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“Ojalá que, si hay una próxima vida, yo pueda nacer en el Paraguay”
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
El músico ofrecerá a mediados de agosto tres conciertos en el país junto al arpista paraguayo Sixto Corbalán, además de dos conversatorios en Areguá y San Juan Bautista, Misiones.
La identidad y la búsqueda de ella y del arte son dos ideas que obligatoriamente se tejen al conversar con el arcordeonista argentino Chango Spasiuk. La certeza sobre el quién se es es un manto que perturba el ejercicio largo de descubrir con años cómo se manifiesta en uno el lugar de origen y sus modos.
El Chango se presentará en Paraguay el 14, 15 y 16 de agosto, con tres conciertos y dos conversatorios, junto al arpista local Sixto Corbalán.
La obra de Spasiuk, originario del norte argentino, está impregnada no solo del matiz y el género sonoro de esa región, el chamamé, sino también de su sensibilidad personal, que conecta con su público a lo largo de más de 30 años de carrera.
Esta búsqueda de la belleza y de la identidad a través del arte lo llevó a principales escenarios del mundo y a compartir proyectos con grandes artistas. Es así que en 2023 presentó su último disco “Eiké”, en donde colaboró con figuras como Gustavo Santaolalla, Carlos Núñez, Jaques Morelembaum, Erik Truffaz, Per Einar Watle, Steinar Raknes, Boubacar Cissoko, Marcelo Dellamea, Majid Bekkas, Franco Luciani y el paraguayo Corbalán.
El Chango y Sixto se presentarán el miércoles 14 de agosto en el Club Centenario, el jueves en la Bioescuela El Cántaro, de Areguá, y el viernes16 en el conservatorio “Ha che valle”, en San Juan Bautista, Misiones.
La Nación conversó el con artista del vecino país sobre su búsqueda, la identidad y su relación con la música paraguaya.
-¿Qué propuestas traés para los shows en Paraguay y cómo eligieron los lugares?
-Tenemos una relación de hace un montón de años con Sixto Corbalán, y cuando no encontramos con Sixto no solamente es para tocar un repertorio según la ocasión, sino que todo el tiempo estamos hablando y pensando en voz alta cuestiones sobre la música, de cómo ver la música desde nuestras raíces, de cómo pararnos de una manera contemporánea con lo que el mundo está pidiendo, con lo que circula en el mundo, de cómo puedo yo compartir mi color y mi mirada al mundo desde nuestra tradición. Entonces hablábamos con Sixto, ¿por qué no salir a tocar? Pero que lo más importante sea compartir esas conversaciones, compartir esas miradas que tenemos en común, compartir esas preguntas que nos hacemos, de dónde estamos parados ahora y en qué dirección ir, desde nuestros instrumentos y desde nuestros lenguajes. Esa es un poco la intención de este encuentro, de estos conciertos y de estas charlas también. Los lugares los sugirió la producción de Paraguay, los sugirió Sixto y yo encantado de la vida de poder viajar por el interior del país que tanto amo.
-¿Cómo surgen las colaboraciones para “Eiké” y cuál fue tu experiencia que recogiste con Sixto?
-La colaboración en “Eiké” surgió de cuando yo empecé a grabar el disco, y que debo reconocer que la palabra “eiké” me la pasó, me la enseñó y me la desarrolló Alejandra Peña Gill, mi amiga de hace un montón de años y que siempre me ayuda a encontrar una palabra que diga lo que quiero decir, lo que quiere decir el proyecto. Cuando yo empecé a grabar ese disco en mi casa, había escrito a muchos artistas de diferentes lugares del mundo: Jaques Morelenbaun, Gustavo Santaolalla, Carlos Núñez en Galicia, Erik Truffaz en Francia, y por supuesto a Sixto Corbalán, que es parte de estos artistas que yo conozco y que son de otros países, porque veía en este proyecto una oportunidad de que grabáramos algo juntos, aunque sea a la distancia. Y la experiencia siempre es superadora, porque una cosa es lo que me imaginaba que podía sonar, lo que podría llegar a tocar. cómo podría llegar a sonar, y otra cosa es cuando llega esa devolución y el artista toma el convite, agarra esa canción que yo compartí y me la devuelve desde su mundo sonoro, y eso para mí ha sido maravilloso. Pero yo a Sixto Corbalán lo conozco desde hace muchos años atrás, cuando había visitado el Paraguay para hacer “Pequeños universos”, un capítulo alrededor del arpa y ahí es donde nos conocimos, y a partir de ahí es que tenemos una relación de años, nunca hemos perdido el contacto.
-¿Cómo relacionás tu música y sonido con el territorio que habitaste y habitás?
-Bueno, no es tan fácil explicarlo literalmente, pero tampoco es tan difícil. Cuando uno nace en un lugar, es el lugar. Y cuando uno trata de contar cosas desde la tradición en la cual nació, ese territorio se expresa de alguna manera tan poderosa que no hace falta que uno haga un esfuerzo intelectual para que ese territorio se exprese. Se expresa porque uno es el territorio. El hombre es el territorio. Como dice Atahualpa Yupanqui: “El hombre es tierra que anda”. Entonces no es que uno tiene que hacer un esfuerzo para que el sonido y la música expresen el territorio, porque uno es el territorio y la cultura donde nació. A lo sumo uno tiene que ir hasta el hueso de la cultura a la cual pertenece o la raíz o el lenguaje para poder lograr una combinación y una construcción estética que esté a la altura de eso que está dentro del corazón del hombre.
-¿Cuál es el sonido que buscabas en tu música de más joven y cuál te convoca en este momento?
-Cuando era más joven, estaba más deslumbrado por el virtuosismo, me sentía estimulado por el virtuosismo de otros acordeonistas como Raúl Barbosa o Richard Galeano, que en ese momento uno los tenía ahí y te daban ganas de estudiar tu propio instrumento. Pero con el tiempo, cuando uno empieza a buscar su propio rostro en una tradición que tiene infinitos rostros, pero uno tiene que encontrar el suyo, aparecen otros elementos, otras texturas, aparecen otras leyes, otras cosas y cuando uno les presta atención a esas otras cosas de alguna manera aparece el rostro de uno y aparece el sonido de uno. Desde hace un tiempo estoy parado ahí, pero siempre todos los días me levanto y busco, o trato de mantenerme en contacto con eso que siento que soy yo y que se expresa en mi manera de componer y en mi manera de desarrollar mi música.
-¿Sentís que con tu arte exponés o mostrás tu identidad, o es más bien un camino que en la búsqueda la vas descubriendo?
-No es tan literal o es muy difícil esto, pero como decía Sócrates o en algún momento lo había leído estas palabras del gran filósofo que decían: nada más urgente que lo que lleva mucho tiempo para su realización, y a veces mostrar algo es algo de toda la vida. Se necesita mucho tiempo como para que empiece a aparecer algo de verdad y algo que tenga peso objetivamente, y que uno pueda decir creo que hay algo de la identidad, de la identidad en términos de territorio, porque cuando uno habla de identidad no está hablando de la identidad del individuo. El individuo también es una herramienta para expresar algo que es mucho más grande y más amplio y más inabarcable.
-En tu programa televisivo se veía ese interés por las formas de los pueblos de tu país, ¿sigue viva en vos esa inquietud antropológica?
-Cuando hacía “Pequeños universos” exponía parte de un interés, obvio que ese interés por aprender sigue. Aprendíamos juntos haciendo el programa, aprendía junto con la audiencia, y sigo aprendiendo, nunca se termina de aprender, jamás. El día que no tenga interés por aprender algo, no tiene ningún sentido seguir. Siempre hay algo por aprender, siempre hay algo más por descubrir, siempre hay algo nuevo para ver, hasta inclusive, sobre lo que uno cree que conoce en su totalidad. Siempre aparece algo nuevo que uno puede aprender, y a partir de ahí, resignificar, profundizar, enriquecer y enriquecerse de eso que uno está buscando y tratando de aprender. Ya no soy tan joven, pero mi entusiasmo por aprender siempre está sobre el instrumento, sobre la música, sobre mi tradición, sobre otras tradiciones, sobre de qué manera tan bella muestran su tradición otros y de qué manera puedo yo tratar de demostrar la mía, con el estímulo de ver a otros grandes artistas. Es algo que nunca se agota.
-En resumen, ¿se puede decir que tu música muestra tu forma de ser o tu búsqueda?
-En el fondo todo se reduce a una búsqueda desesperada de la belleza. Pero no la belleza en términos estéticos nada más, sino como dice Atahualpa Yupanqui, “a veces no entiendo mi rodar por el mundo, sino de hallar la sombra que el corazón ansía, tal vez lo encuentre en un acorde profundo como un llanto”. Ese acorde profundo como un llanto que nos lleva a un estado del corazón que no es entretenimiento, es una belleza que nos lleva a un otro lugar, a un no lugar.
-¿Cómo te llega la música paraguaya y cómo la vas descubriendo hermana de la música que hacés?
-Ojalá que, si hay una próxima vida, yo pueda nacer en el Paraguay y aprender a hablar primero en guaraní, que es un idioma que me toca profundamente. Cuando yo era muy chiquito, mi papá, antes de ir a la escuela, mi papá tenía la radio prendida en la carpintería y cuando terminaban los programas de chamamé, él giraba hacia la radio de Encarnación, Paraguay, y escuchábamos Quemil Yambay y los Alfonsinos y escuchábamos purahéi jahe’o y toda esa fonética que tiene el guaraní y más cuando es cantado, a mí me toca muy, muy, muy adentro. Entonces yo me siento muy cerca del Paraguay, no solamente porque nací en una región en la que estamos y compartimos un territorio, sino que emocionalmente y anímicamente me siento muy cerca de esa cultura y todo lo que suena en la raíz de la música del Paraguay, resuena en mí de una manera muy fuerte.
-Poner al guaraní siempre presente, ¿qué implica como intensión?
-Con respecto a poner al guaraní siempre presente, uno puede interpretar de tantas maneras esa pregunta, pero ustedes están parados sobre un tesoro. A veces hay que sacudirlos y sacudirnos entre todos para darnos cuenta de que estamos parados sobre un tesoro maravilloso. El territorio en donde hemos nacido, la cultura en la cual hemos nacido, la diversidad tímbrica de colores, de sonidos que nos rodean es un tesoro. Y a veces, no sé, o la pantalla o los medios de comunicación o las redes sociales te llevan de las narices a prestar atención a otras cosas y uno pierde la perspectiva del paraíso y del tesoro que está debajo de los pies de uno. Muchas veces este tipo de proyectos, de encuentros, como el que estamos haciendo con Sixto Corbalán es simplemente sacudirnos colectivamente para no perder de perspectiva lo maravilloso que está en frente de nuestras propias narices.
-¿Podrías contarnos cuál fue tu experiencia al ir desde Misiones, Argentina, a la gran Buenos Aires para hacer tu carrera?
-Cuando estaba en Misiones quería viajar por otras provincias, cuando empezaba a viajar por otras provincias querías ir a Cosquín, que en ese momento, en el año 88, 89, era como “el festival” que conectaba con el resto del país, pero cuando estás en Cosquín ya quieres ir a Buenos Aires y quieres grabar tu música y el horizonte a medida que uno empieza a caminar se va corriendo y uno se va planteando nuevos desafíos, pero no en términos de mercado, no en términos de resultados de mercado, sino que el desafío está relacionado con todas las preguntas anteriores que contesté, con encontrar un sonido que resuene con uno interiormente y que uno sienta que hay algo de verdad en eso y que también es una pregunta, y obvio que hay temores, transformaciones, hay aprendizajes, hay prejuicios y hay prueba y error, y de hecho una de las más grandes devoluciones que yo puedo hacer a los artistas que recién comienzan es a tener paciencia, a tener paciencia y a descartar de sus cabezas la palabra fracaso, porque en realidad todo es experiencia. Arrancar con un proyecto y pensar que ese proyecto siempre es aprendizaje, que el mayor resultado de cualquier proyecto que uno comience siempre es aprender y que no existe la palabra fracaso. Si algo no funciona, funciona, siempre funciona, porque funciona como para darse cuenta que por ahí no es, funciona porque para darse cuenta también de que no es esa la combinación o el grupo o el repertorio o cómo uno desarrolló ese proyecto, entonces uno aprende y después de tanta prueba y error, prueba y error, hasta Picasso decía “romper para volver a construir”, entonces uno tiene que enamorarse de intentar, no enamorarse del resultado de las acciones. Así que un poco de eso ha sido mi experiencia y Buenos Aires ha sido una ciudad que me ha acogido y que me ha recibido y que ha sido muy considerada y el público en general ha sido tan amable de poder esperarme tantos años hasta ver qué es lo que quiere hacer este hombre, en qué dirección quiere ir y yo en ese sentido soy una persona muy agradecida y que ahora trato de estar a la altura de mi relación con la gente de cada lugar de donde voy, a la cual le tengo un profundo respeto.
-¿Entre Schumann y el chamamé, dos cosas que incluís en tu trabajo, hay una distancia como obra de arte, o en el fondo tiene coincidencias?
-Y eso puede ser Schumann, como puede ser Cocomarola, como puede ser purahéi jahe’o, como puede ser una guarania, como puede ser Astor Piazzola, es indistinto, porque en realidad esos nombres y esos compositores son simplemente una forma externa de la música y en el fondo todos me parece que de alguna manera están buscando ir hacia el mismo lugar.