Marcelo Estigarribia, ministro de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), explicó que realizarán la vigilancia del mercado durante los Juegos Odesur 2022. Mediante controles a diversos tipos de locales comerciales buscarán que los extranjeros que lleguen hasta el país no registren inconvenientes.
Es lo que indicó el titular de la dependencia en comunicación con la 650 AM. Además, mencionó que recorrerán hoteles, hostales y aquellos lugares en los que se hospedarán las delegaciones para dar a conocer las vías de contacto y prevenir conflictos.
Recordó que el primer medio de reclamo debe ser con los proveedores y que ellos están obligados a tener un Centro de Atención al Consumidor. “Nos estaremos constituyendo en el lugar en caso de un reporte, si hay algún tipo de inconveniente”, refirió.
“Vamos a estar por la capital con los funcionarios de fiscalización de la Sedeco y también distribuiremos flyers para que sepan a qué número llamar o dirigirse a la página digital para reportar inconvenientes”, expresó Estigarribia. Asimismo, solicitarán direcciones de correo electrónico o medios para recibir transferencias en caso de que corresponda alguna devolución.
Así también, verificarán las casas de cambio, bancos, financieras o locales en centros comerciales para monitorear que no existan rechazos de dólares. “Vamos a labrar acta e iniciar sumarios cuando ocurran este tipo de faltas”, sostuvo. En ese sentido, acotó que como extranjeros son consumidores vulnerables y, por ende, buscarán brindar la protección correspondiente al igual que a los compradores paraguayos.
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Indagan a firma por riesgo salubre y defensa a clientes
La empresa fraccionadora de la cadena Biggie se encuentra bajo investigaciones tanto por la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) y por la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), quienes abordan el caso desde las perspectivas sanitaria y de defensa al consumidor, respectivamente. Aclaran que Dinavisa tiene la facultad exclusiva de reabrir los locales.
Dinavisa abrió un sumario por cuestiones sanitarias y Sedeco se aboca a un procedimiento ante posibles infracciones de la Ley de Defensa del Consumidor, explicó Gustavo Benítez, asesor jurídico de la Sedeco, ayer viernes, en comunicación con el programa “Arriba hoy” del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Benítez recordó que la resolución del 12 de agosto dispuso la suspensión temporal de actividades y la prohibición de comercialización de productos regulados es exclusiva competencia de Dinavisa.
“Cuando hablamos de defensa del consumidor siempre nos referimos a la relación con el consumidor final. En este caso, se trata de un eslabón anterior de la cadena, por lo que no entra en nuestra competencia directa”, aclaró.
No obstante, la institución realizó fiscalizaciones previas en el marco de una denuncia ciudadana y, posteriormente, inspecciones aleatorias que detectaron irregularidades en el 100 % de los locales visitados. Señaló que estos hallazgos fueron remitidos a Dinavisa y derivaron en una fiscalización conjunta.
DOS SUMARIOS
“Son dos sumarios paralelos porque estamos hablando de una cuestión que tiene que ver con la vigilancia sanitaria y otra cosa que tiene que ver con la ley de defensa del consumidor. Cuando hablamos de derecho al consumidor está garantizado y se reconoce el derecho a la protección a la salud y la seguridad frente al riesgo provocado. Entonces son dos normativas distintas que pudieran haber sido infringidas”, dijo.
En cuanto a versiones que hablaban de un “cierre” definitivo, Benítez remarcó que la medida es una suspensión temporal respaldada por un acto administrativo, cuyo alcance está claramente establecido en la resolución.
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Investigan a fraccionadora por riesgo sanitario y defensa al consumidor, aclara Sedeco
La empresa fraccionadora de la cadena Biggie se encuentra bajo investigaciones tanto por la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) y por la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), quienes abordan el caso desde las perspectivas sanitaria y de defensa al consumidor, respectivamente. Aclaran que Dinavisa tiene la facultad exclusiva de reabrir los locales.
Dinavisa abrió un sumario por cuestiones sanitarias y Sedeco se aboca a un procedimiento ante posibles infracciones de la Ley de Defensa del Consumidor, explicó Gustavo Benítez, asesor jurídico de la Sedeco, este viernes, en comunicación con el programa “Arriba hoy” del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Benítez recordó que la resolución del 12 de agosto dispuso la suspensión temporal de actividades y la prohibición de comercialización de productos regulados, es exclusiva competencia de Dinavisa.
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“Cuando hablamos de defensa del consumidor siempre nos referimos a la relación con el consumidor final. En este caso, se trata de un eslabón anterior de la cadena, por lo que no entra en nuestra competencia directa”, aclaró.
No obstante, la institución realizó fiscalizaciones previas en el marco de una denuncia ciudadana y, posteriormente, inspecciones aleatorias que detectaron irregularidades en el 100 % de los locales visitados. Señaló que estos hallazgos fueron remitidos a Dinavisa y derivaron en una fiscalización conjunta.
“Son dos sumarios paralelos porque estamos hablando de una cuestión que tiene que ver con la vigilancia sanitaria y otra cosa que tiene que ver con la ley de defensa del consumidor. Cuando hablamos de derecho al consumidor está garantizado y se reconoce el derecho a la protección a la salud y la seguridad frente al riesgo provocado. Entonces son dos normativas distintas que pudieran haber sido infringidas”, dijo.
En cuanto a versiones que hablaban de un “cierre” definitivo, Benítez remarcó que la medida es una suspensión temporal respaldada por un acto administrativo, cuyo alcance está claramente establecido en la resolución.
Igualmente, señaló que las reinspecciones para la reapertura de locales estarán a cargo exclusivamente de Dinavisa, aunque Sedeco reiteró su disposición a colaborar en caso de ser requerido.
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Vuelven a encontrar productos vencidos en sucursales del minimercado suspendido
El director de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), Dr. Jorge Illou, confirmó que luego de hacer varias reinspecciones en locales del minimercado suspendido, volvieron a encontrar productos vencidos en las góndolas, además de promociones en 2x1 (de productos vencidos).
“En la reinspección volvimos a encontrar irregularidades en varios locales. Aunque no tenemos un informe definitivo, porque los controles siguen realizándose, todos los documentos que tenemos está evidenciado y rubricado por el responsable técnico del sector”, explicó el director de Dinavisa a la 1020 AM.
Sobre lo último, volvió a reiterar que la suspensión de algunas sucursales de la cadena de minimercados fue porque se constató en una intervención, que contaban con un único proveedor que abastece todos esos productos reetiquetados a todos los locales. Además, el Dr. Illou confirmó que la empresa se expone a un cierre y multa pecuniaria por 1.000 jornales.
Ayer en horas de la tarde, Giuliano Caligaris, directivo de la firma, habló con medios locales y asumió el error que se cometió luego de la sanción que recibió por parte de Dinavisa y la Secretaría de Defensa al Consumidor (Sedeco).
“Asumimos los errores involuntarios que se detectaron, pero el cierre de toda la cadena es una medida totalmente desproporcional. Lo que puede pasar es que un colaborador, al recibir el nuevo precio, pese de nuevo el producto, imprima la nueva etiqueta y la coloque encima de la anterior. Eso es un error humano, un error indeseado, que evitamos a toda costa, pero sí se dieron casos detectados”, manifestó.
Indicó además que la compañía no impulsa ni aprueba esa forma de trabajo, y que se trata de fallas operativas aisladas. El directivo insistió en que la empresa está reforzando sus protocolos internos para prevenir que estos hechos se repitan, al tiempo que colabora con las autoridades para subsanar cualquier irregularidad.
Otras empresas también fueron intervenidas por la Dinavisa, tales como plantas envasadoras de agua para consumo humano, donde se detectaron incumplimientos de buenas prácticas de higiene y desvíos en las especificaciones físico-químicas, y se confirmó tras los análisis microbiológicos realizados, que el producto no era apto para el consumo.
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Antes de lamentar lo peor, siempre es mejor prevenir la salud del consumidor
El consumidor se queja con razón cuando se percata de que el etiquetado de vencimiento sobrepasó con creces el plazo de vigencia del producto y más cuando no son escuchados ni atendidos sus legítimos reclamos.
Resulta todavía más grave si se refiere a un bien a ser consumido en los hogares. Los riesgos de intoxicación están latentes pudiendo provocar severos daños a las personas de todas las edades y más si se trata de niños y ancianos.
Aquí no hacemos apología del sentimentalismo. Creemos que antes de lamentar lo peor, es mejor prevenir antes que curar, como sabiamente dice aquel antiguo y vigente refrán. Y si los problemas son sistemáticos y graves afectando a toda una cadena de locales de cualquier comercio, se hace necesaria la prevención a favor del consumidor dado que se está ante un escenario riesgoso que amerita una acción rápida y, insistimos, antes de lamentar lo peor.
En el caso suscitado horas atrás y que guarda relación con la suspensión de las actividades de la cadena Biggie Express por parte de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco) y la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), la medida toma en cuenta y valora al consumidor. Los motivos expuestos en las resoluciones administrativas que hacen al citado caso expresan haberse detectado la comercialización irregular de productos vencidos y reetiquetados.
Para tal efecto fueron creados los organismos arriba citados. De igual modo se procedió en otras ocasiones con establecimientos que fueron notificados con similar medida de suspensión de sus actividades. La aplicación de la legislación en materia de bienes de consumo es una manera de precautelar la salud de la población.
La venta de productos vencidos y reetiquetados suele ocurrir en los comercios, de manera que lo acaecido en la cadena Biggie no es una excepción. Si hay evidencias de riesgo para la salud de los consumidores en los productos que guardan relación con la alimentación, llámense cárnicos y embutidos en general, por citar algunos, entonces se procede de acuerdo a la normativa correspondiente. Se está ante un riesgo inminente. Se podría desencadenar no solo a la hospitalización por grave intoxicación de una o de varias personas que de buena fe compran el producto colocado a la venta, sino que también podrían darse casos de fallecimiento, lo que es todavía más grave.
La responsabilidad es suprema. Ya sea que una persona quede intoxicada y hospitalizada con altos gastos de atención médica costeados a su cuenta y hasta puede fallecer; o que el negocio haya incumplido con el deber de cuidado o que las autoridades en su tarea de velar por la seguridad de los productos no cumplan con sus funciones.
Tampoco se trata de una persecución hacia un específico establecimiento. Si se aceptara esta variable para aplicar la ley, se estaría desoyendo el deber del funcionario público e igualmente se dejaría de hacer lo que tanto se predica.
Si se deja a la ley como cuestión secundaria sin el debido rigor, se hace lugar al favoritismo. Esto solo es de provecho para los que cuentan con mayores recursos, los fuertes económicamente hablando. De ese modo unos cuantos se salen con las suyas en perjuicio de los consumidores quienes muchas veces no son escuchados como tampoco encuentran un modo de hacer valer sus legítimos reclamos.
Y cuando hablamos del consumidor, insistimos, nos referimos a las personas que diariamente disponen de su dinero en sus compras y que en muchas ocasiones se quejan de la salubridad de los productos y del local de expendio. La apertura de un sumario es lo mínimo que se podría dar en este caso. Esto no significa que la suspensión de las actividades del mencionado comercio no pueda ser revisado mediante el recurso de reconsideración y luego corregido con la reinspección correspondiente.
Por lo demás, y para que no haya dudas al respecto, en el caso sobre el que nos estamos refiriendo, los derechos de los trabajadores están protegidos debido a que se está ante un tema de índole sanitario.
Este es el motivo por el cual no pueden darse despidos laborales ante una situación sanitaria en un local determinado puesto que serían injustificados, más aún si por las resultas investigativas se probara –siempre garantizando el debido proceso– que las irregularidades provienen de la negligencia e irresponsabilidad de los gerentes de los locales en cuestión.
Cuando se trata de la venta de productos de consumo, un modo de proteger al consumidor es previniendo la salud de la población, sancionando a aquellos comercios que infringen medidas de salubridad.