La capacidad no se llega en su real dimensión para atraer más inversiones que puedan seguir agregando mayor valor a las materias primas agrícolas. Foto: Archivo.
Falta de políticas industriales no permite a sector de oleaginosas aprovechar todo el potencial
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La gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Sandra Noguera, señaló que industrias asociadas al gremio realizaron inversiones muy significativas hace aproximadamente 10 años, con lo que se pudo aumentar la capacidad para procesar oleaginosas en el país de 1,5 millones a 4,5 millones de toneladas por año.
Pero pese a ello, dicha capacidad no se pudo aprovechar nunca en su real dimensión para atraer más inversiones que puedan seguir agregando mayor valor a las materias primas agrícolas que ya se producen en el país debido a la falta de seguridad jurídica, reglas claras y de una política industrial que permita la consolidación de este sector.
“Paraguay tiene que subirse a la ola de oportunidades que se abren con la creciente demanda mundial de alimentos y desarrollar políticas industriales en ese sentido, cuidando de las inversiones ya radicadas en el país, ya que estas son la mejor marca país para atraer otras inversiones”, expresó Noguera en entrevista con el diario La Nación/ Nación Media en el marco del Día de la Industria Nacional, que se celebró el pasado 8 de setiembre.
Sandra Noguera, gerente general de Cappro. Foto: Gentileza.
Sin la debida importancia
La referente del sector industrial explicó que, en lugar de crecer desde aquel momento, se redujo la capacidad anual en 300 mil toneladas y cerró incluso el 2021, un año con buen nivel de producción, con menos de 3 millones de toneladas de industrialización.
Es así que consideran que al sector, que realizó las inversiones más importantes de los últimos años como lo indicó, no se le dio la importancia debida hasta el momento, siendo que a mayor inversión habrá más generación de empleos formales y de calidad.
Asimismo, si la industria puede crecer más, generará más ingresos de divisas al exportar productos de mayor valor, posibilitando de esta manera el crecimiento económico y social sostenible del Paraguay que todos merecen, acotó.
Hay que mencionar que el sector y el gremio en sí vienen enfrentando los estragos de la sequía, de cuyas consecuencias habían advertido al Gobierno, que no actuó a tiempo con las medidas solicitadas como el régimen de admisión temporaria, que era clave para definir los costos en que las industrias deberían incurrir para realizar las operaciones de importación.
Cappro pide avanzar en mayor industrialización aprovechando potencial del sector
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Desde la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Caprro) reiteraron la necesidad de avanzar hacia una mayor industrialización dentro del país, aprovechando el potencial existente en el sector.
“La agroindustria es uno de los pilares principales de nuestra economía y aún está lejos de poder desarrollar todo su potencial, pero si se implementan las políticas industriales que permitan su fortalecimiento, el sector podrá ampliar fuertemente su impacto positivo en el desarrollo del país”, indicaron en un comunicado.
Señalaron además que la visión a largo plazo de la Cappro apunta precisamente al objetivo, a transformar al Paraguay en un referente mundial en la producción de alimentos y energía, promoviendo la competitividad y la innovación.
Mencionaron que la producción de soja en la zafra 2024 fue de 10,7 millones de toneladas, pero la molienda durante ese periodo fue solo 2.576.202 toneladas en total, volumen que representó cerca del 25 % de la cosecha nacional, “lo que demuestra el gran potencial de crecimiento que aún tiene el sector industrial aceitero”.
Capacidad instalada
En cuanto a la capacidad instalada para la molienda de la oleaginosa, explicaron que actualmente asciende a 4,23 millones de toneladas y aunque se podría aumentar en más del 100 % las industrias no proyectan nuevas inversiones para ampliar sus respectivas capacidades de procesamiento.
“En los últimos años, el promedio de la ociosidad industrial fue de cerca del 33 %, debido al cambio de las normativas impositivas y la falta de una política industrial, que convirtieron a la industria aceitera en la única que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados”, remarcaron.
Por último, explicaron que los productos industrializados a partir de la soja generaron al cierre del 2024 divisas por un valor de USD 1.007 millones. Además, las aceiteras contribuyen significativamente a la estabilidad económica del Paraguay, impulsando logros importantes como la mejora en la calificación crediticia del país y cooperación en el crecimiento de otros renglones como los biocombustibles, la industria avícola, porcina, o láctea.
Según los trabajos de prospección que se están realizando, hay buenos indicios de que los yacimientos de litio estén ubicados en aguas subterráneas del Chaco. Foto: Ilustrativa
Paraguay apunta a ser el nuevo jugador del “triángulo del litio” en Sudamérica
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Sofía Céspedes (sofia.cespedes@nacionmedia.com)
Actualmente, el único mineral que está siendo explotado en Paraguay es el oro. Se encuentran en etapa de prospección y certificación de reserva el uranio y el litio. Respecto al último mineral, existen prometedores indicios de reserva en el Chaco.
El potencial de Paraguay se basa en la permeabilidad de sus aguas subterráneas, por lo que tiene posibilidad de unirse al “triángulo del litio” junto a Argentina, Chile y Bolivia.
El viceministro de Minas y Energías del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Mauricio Bejarano, explicó a La Nación/Nación Media que según los trabajos de prospección que se están realizando hay buenos indicios y aunque el trabajo en minería dura años, estamos ante una gran oportunidad para nuestro país por los beneficios económicos gigantes que implicaría la explotación de este mineral.
“Estamos tratando de ingresar al ‘Triángulo del litio’, la mayor reserva de litio del mundo. Tuvimos la suerte de que el Salar de Uyuni permeara en nuestras aguas subterráneas, podemos desdibujar ese triángulo y ampliarlo hacia el Chaco paraguayo”, aseguró.
El consorcio que está liderando el proceso de certificación del litio en la Región Occidental es Chaco Minerals, conformada por 5 empresas. Cada una tiene asignada un área de 400.000 hectáreas, cubriendo un total de 2 millones de hectáreas.
Rodrigo Díaz Mallorquín, gerente general de Chaco Minerals, explicó a La Nación que la inversión requerida para esta fase es de USD 30 millones y el proceso dura entre 4 a 5 años. El primer año de la etapa ya finalizó en 2024.
“Nosotros estamos haciendo un proceso de prospección y luego viene la exploración, para primero ubicar las principales reservas de litio en el Chaco y, una vez que las ubiquemos, se va a iniciar un proceso de perforación que nos va a permitir saber cuál es la cantidad de litio que hay y que puede ser explotable”, indicó Díaz Mallorquín.
Aseguró que la minería sustentable trae mucho progreso al país, más aún el litio, que se utiliza en tecnologías que no contaminan el ambiente. Tras la etapa prospectiva se deberán probar las reservas. Ese trámite costará entre USD 60 millones a USD 70 millones.
Posterior a ello se deberá construir una planta piloto para la explotación, cuyo costo rondaría mínimamente USD 700 millones. “Nosotros tenemos que tener reservas por mucho más que USD 700 millones para poder explotar dentro de 6 o 7 años. Este proceso ya lo iniciaron Chile, Perú, Argentina, Bolivia hace 40 años”, remarcó.
El gerente de Chaco Minerals expuso que si se logra, nuestro país marcará la diferencia en la región, no solo produciendo litio paraguayo, sino también neutralizando el litio en la zona. El precio internacional del litio hoy ronda los USD 12.000 por tonelada; mientras que en Paraguay, actualmente la minería se centra en la extracción de materiales de construcción, lo que genera ingresos por USD 80 millones al año.
Industria de baterías
El viceministro Bejarano resaltó que el objetivo del gobierno es poder atraer la industria de las baterías al Chaco a partir de este hallazgo. Sobre todo, para evitar la venta de commodities a empresas chinas como lo hacen Argentina y Chile; a fin de explotar y producir con nuestra propia materia prima.
“Queremos que sea aquí donde se pueda manufacturar esta materia prima y que no tengamos la suerte que están corriendo estos países, donde al final del día compran el auto eléctrico, batería eléctrica o celulares con la materia prima que ellos mismos exportaron”, señaló.
Transición energética
Mauricio Bejarano expresó que el mundo está viviendo una transición energética y que eso implica una mayor inserción de la energía eléctrica en toda la actividad energética. Esto tiene una implicancia sobre los minerales, que pasan de llamarse de transición a crítico. “Crítico porque tiene una altísima demanda y nos pueden traer beneficios extremados a nuestro país”, aclaró.
Con respecto al litio, la intención primordial es atraer a la industria de baterías y que pueda explotarse en el Chaco Central, ya que las condiciones de evacuación están mejorando y hacen factible que esa industria pueda estar ahí mediante una provisión de energía correcta.
“Con el Corredor Bioceánico e Hidrovía ampliándose, esto puede tener una evacuación y una inserción en el mercado regional. Entonces las posibilidades que tenemos como país son enormes. Estamos ante una situación muy buena y que realmente nos puede traer beneficios económicos gigantes”, reiteró.
Bejarano aseguró que Paraguay está atravesando por un momento histórico en la minería, ya que en el 2024 se exportaron 600 kilogramos de oro, generando regalías por un valor de G. 2.000 millones para el departamento de Guairá; monto que fue destinado en un 50 % a la Gobernación, 50 % al Gobierno Central y 25 % al municipio de Paso Yobái.
Otros minerales
Existen otros minerales que están a la vista del gobierno tales como el cobre, tierras raras y yeso. Respecto al cobre, Bejarano precisó que es uno de los que más demanda tiene en el mundo porque se emplea en el uso de muchos electrodomésticos, celulares, relojes, entre otros.
También recordó que la exportación de cobre es lo que le dio una gran fortaleza económica a Chile. “Hay una demanda altísima de minerales en el cobre. Eso es lo que le dio la fortaleza a un país como Chile, que tiene un impacto importantísimo en el producto interno bruto (PIB), y creo que lleva 27% de su PIB solo en la exportación de cobre”, finalizó.
El viceministro de Comercio, Rodrigo Maluff, presentó ante más de 100 empresarios de distintos países las ventajas de invertir en Paraguay durante la Exposición Agroexportadora y Agroindustrial Internacional “Agro en Punta”, que se desarrolló hasta ayer en el Centro de Convenciones de Punta del Este (Uruguay). El alto funcionario del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) destacó el grado de inversión y la posición estratégica del país en la región.
Maluff dio a conocer a los inversionistas el buen clima de negocios de Paraguay, destacando las ventajas que ofrece el país para el aterrizaje de capitales, y de las cifras que convierten al país en el faro de la estabilidad macroeconómica en la región, su liderazgo regional en el ránking de clima de negocios por cuarto año consecutivo en Latinoamérica, su posición como centro de integración regional, el esquema tributario sencillo y competitivo, además de la producción sostenible de energía renovable a costos atractivos, entre otros indicadores.
El evento brinda espacios para las rondas de negocios, foros con expertos, investigadores y profesionales del sector productivo global. Se discuten temas relacionados con innovación, desafíos, producción sostenible, impacto de la inteligencia artificial y las tendencias mundiales.
El titular de Cappro, Antonio Lati, afirmó que para aprovechar al máximo el grado de inversión y que más empresas extranjeras vengan al país, es clave que el Gobierno defina una política industrial. Foto: Gentileza
Grado de inversión: Gobierno debe definir una política industrial para atraer capital extranjero
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Uno de los indicadores que Standard & Poor’s (S&P) tuvo en cuenta para mejorar la calificación crediticia a Paraguay a inicios del año, fue su sólido desempeño económico durante una década, ya que el producto interno bruto (PIB) creció en términos reales una tasa anual promedio de 4,1 % entre el 2010 y el 2019.
Al respecto, el presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Antonio Iati, expresó a La Nación/Nación Media que ese logro, al igual que el grado de inversión conseguido en julio del 2024 por Moody’s, elevan el posicionamiento de Paraguay ante el mundo y propicia un mejor entorno para el desarrollo de nuestra economía. En ese sentido, destacó el papel importante que desempeñaron las inversiones radicadas en la agroindustria nacional para ello.
Por eso, el titular de Cappro afirmó que para aprovechar al máximo el grado de inversión y que más empresas extranjeras vengan al país, es clave que el Gobierno defina una política industrial, para transmitir a estas firmas la seguridad de que las condiciones se mantendrán a largo plazo, de modo a que las agroindustrias y todas las que puedan vincularse a estas, puedan tener la garantía de que su inversión está protegida.
“Para que se puedan dar más inversiones y puedan aprovechar el potencial existente en cuanto a disponibilidad de materias primas, será clave que el Gobierno defina una política industrial. Sostenemos que la agroindustria es una de las áreas que el Gobierno debe fortalecer, instalando políticas públicas y en particular políticas industriales que permitan derribar obstáculos, alentar el crecimiento industrial y aumentar la inversión en el país”, resaltó Iati a LN.
Institucionalidad y reglas claras
Otros de los puntos mencionados por Iati, que la administración actual debe tomar en cuenta para potenciar la coyuntura microelectrónica actual es establecer los mecanismos que permitan demostrar ante los mercados más exigentes que toda la producción nacional cumple con las exigencias de los más altos estándares a nivel mundial, así también, desarrollar un plan maestro que permita mantener y mejorar las condiciones de navegabilidad de nuestra principal vía de conexión comercial al mundo, la Hidrovía Paraguay – Paraná.
“En resumen, las condiciones necesarias para consolidar inversiones en el país son: institucionalidad y estabilidad de las reglas de juego. En lo referente a la industria en general, establecer políticas industriales para acelerar el agregado de valor en el país, para el desarrollo de Paraguay y en beneficio de su gente”, finalizó el titular de la cámara.
La Cappro, que aglutina a las industrias aceiteras, es el rubro industrial más importante del país en materia de saldo de inversión extranjera directa, con US$ 861 millones, según datos del Banco Central del Paraguay. Por eso sostienen que la consolidación de la molienda de la soja dentro del territorio paraguayo es el eslabón fundamental para el desarrollo del resto de la cadena: la producción avícola, porcina, la piscicultura, los productos lácteos, el biodiésel, las margarinas, entre otros.