El sector productivo está con muchas expectativas por el inicio de la próxima campaña de soja 2022/23, que estaría comenzando desde el 1 de setiembre para las zonas donde se presenten la humedad necesaria y no estén tan golpeadas por la sequía que azota al país desde hace unos tres años.
En caso contrario, se tendrá que esperar un mejor momento, pero lo auspicioso es que habría mejores proyecciones para este nuevo periodo, siempre y cuando las condiciones climatológicas así lo permitan y el fenómeno de La Niña (seca) deje de impactar significativamente.
Al respecto, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, fue quien auguró unas mejores condiciones para los cultivos debido a que al menos este año se registraron algunas precipitaciones más durante estos últimos dos meses.
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Si hay humedad
“La siembra de la soja estará habilitada desde el 1 de setiembre, comenzará con todo si hay humedad en el suelo y si no hay, deberán esperar el mejor momento, pero esperemos que sea una buena nueva campaña”, expresó Cristaldo en comunicación con Radio Nacional.
Es así que el fenómeno climático una vez más será decisivo para la economía local, que si bien la sequía en esta última parte del año arrojó diferencias con relación a los últimos dos años anteriores, pues en julio y agosto se produjeron lluvias que fueron esenciales para el suelo; es decir, fue un agosto no seco sin incendios ni quemazones, resaltó el titular del gremio.
Asimismo, destacó que la cosecha de maíz tuvo en general buen rendimiento, mientras que la cosecha de trigo se iniciará esta semana y la siguiente, al tiempo de remarcar la importancia de estos escenarios agrícolas, pues todo un país depende de que a este sector le vaya bien, acotó Cristaldo.
Producción mundial
En este contexto hay que señalar que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) aumentó sus proyecciones de producción mundial para la zafra 2022/23 de soja, comparando con lo estimado en julio. De acuerdo con la proyección del ente, la producción mundial de soja alcanzaría 392 millones de toneladas, impulsada por pronósticos favorables para Estados Unidos y para China.
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Para UGP, apoyo de Peña a modelo de desarrollo sostenible reafirma trayectoria país
El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, mencionó que al gremio tomó con muy buenos ojos la postura transmitida por el presidente de la República, Santiago Peña, tras una reunión que mantuvo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, para conversar acerca de la cooperación con la Unión Europea (UE) y el TLC con el Mercosur.
El referente de la producción remarcó a La Nación/Nación Media que Peña ya había dado en dos o más ocasiones, señales firmes respecto a la defensa del modelo de desarrollo sostenible que el país ya viene ejerciendo, y que como economía en desarrollo, no se puede renunciar al desarrollo propiamente por medidas que pretende implementar la UE.
“El mensaje del presidente de ayer, después de conversar con los responsables de la UE, reafirma la trayectoria de lo que viene sosteniendo desde su campaña incluso, de consolidar el proceso de desarrollo sostenible bajo los tres pilares, tanto en lo económico, social y ambiental, o cual es una buena señal”, expresó Cristaldo.
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Paraguay, referente en producción de alimentos
El mandatario posteó en su cuenta de X: “Hoy mantuvimos un importante encuentro con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, donde discutimos el presente y futuro de Paraguay como un líder en la región. Dejamos en claro nuestro compromiso de defender nuestro modelo de desarrollo y productivo, convencidos de que Paraguay es un referente global en la producción de alimentos”.
El titular de la UGP recordó la problemática que se inició respecto a la nueva normativa de la UE que ya puso en vigencia, sobre la reglamentación 1115, que prohíbe la comercialización de productos asociados a la deforestación y la degradación forestal e involucra a productos paraguayos como la carne, la soja, madera y otros.
Para Cristaldo, la cooperación europea es “un caballo de Troya”, especialmente en uno de los artículos de la 1115, que habla de cambiar el marco jurídico de los países productores que exportan a los mercados de la UE, y adaptarlo a sus leyes así como el ordenamiento territorial de los afectados.
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Procesos evidenciales
Asimismo, el presidente del gremio aseguró a La Nación/Nación Media que Paraguay puede demostrar que su proceso de desarrollo es sostenible, pues su economía basada en gran medida en la agricultura y ganadería, pasó de un PIB de USD 7.196 millones en el 2002 a USD 45.000 millones en el 2022. Esto refleja la correlación directa del aumento de la producción y las exportaciones, dijo.
Otros factores evidenciales son que la pobreza bajó de 54,7 % en 2002 a 24 % para el 2022, en el campo cayó de 70 a 33 % incluso la pobreza, con lo que se puede hablar de una muestra de la integración de los procesos productivos más modernos. Paraguay también tiene una baja emisión de gases de efecto invernadero, de 0,1 % del total de las emisiones GEI.
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Campaña agrícola 2024/2025 muestra altas expectativas
La siembra y germinación de cultivos en la región Oriental de Paraguay avanza con optimismo, a pesar de los desafíos que enfrentan los agricultores en la actual campaña agrícola 2024/2025. Los productores rurales, particularmente las familias campesinas, se esfuerzan por obtener rendimientos que no solo cubran los costos de inversión, sino que también generen ganancias en un contexto de fluctuaciones climáticas e incertidumbre en los precios internacionales.
El objetivo principal es mantener un equilibrio entre los costos de producción y los ingresos, mientras se gestionan las presiones del mercado global. La situación no es sencilla, pero la resiliencia del sector sigue siendo un pilar para la economía nacional.
La calidad de las semillas y el desarrollo de los cultivos son aspectos claves que mantienen el optimismo entre los productores. En zonas como Caaguazú, Alto Paraná y otras regiones productivas, los agricultores trabajan arduamente para cumplir con los plazos establecidos en el ciclo de siembra y cosecha. Aunque las condiciones climáticas pueden variar, lo que trae cierta incertidumbre, las expectativas son positivas en cuanto a la productividad.
David Bakes, productor en Mbaracayú, Alto Paraná Norte, subrayó que los rendimientos esperados deben alcanzar entre 2.500 y 3.000 kilogramos por hectárea para cubrir los costos de producción y generar al menos un “empate técnico”, es decir, evitar pérdidas financieras. Este rendimiento es crucial, especialmente para aquellos agricultores que alquilan sus tierras y dependen de una mayor producción para poder solventar sus gastos.
“Todos tenemos gastos asociados a insumos y la gestión de comercialización. Pero hay una diferencia entre los productores que son propietarios de sus campos y los que alquilan. Estos últimos necesitan un mayor volumen de producción para alcanzar el mismo nivel de rentabilidad”, explicó Bakes.
Realidades distintas según la región
La presión de los precios internacionales a la baja ha afectado las expectativas de ganancia en varias zonas productivas del país. Según Aurio Frighetto, productor en el departamento de Caaguazú, la situación actual no permite esperar ganancias significativas. “Esperar grandes márgenes de ganancia es complicado en este contexto. Sin embargo, los agricultores siempre mantienen una visión optimista, esperando que las condiciones sean favorables”, expresó.
Frighetto también señaló que la mayor preocupación para los productores sigue siendo el clima. Las variaciones climáticas, como lluvias irregulares o sequías prolongadas, podrían impactar directamente en el desarrollo de los cultivos, especialmente en variedades de ciclo corto. “El problema radica en que si las condiciones climáticas no son las adecuadas, la cosecha podría prolongarse, afectando no solo el tiempo, sino también la calidad del producto”, añadió.
La incertidumbre en torno a las condiciones climáticas es un factor constante para los productores, quienes deben evaluar diariamente el estado de sus cultivos y aplicar medidas de protección. A pesar de estos desafíos, los agricultores mantienen su compromiso con el trabajo en el campo, con la esperanza de que la cosecha rinda los frutos necesarios para mantener la estabilidad económica de sus familias.
Impacto de los precios internacionales y la exportación de soja
Otro aspecto que incide en las expectativas de los agricultores es la caída en los precios internacionales. A pesar del aumento en los volúmenes de exportación, los precios bajos en el mercado global limitan los ingresos que genera el sector agrícola para el país.
En la campaña de soja 2023/2024, hasta agosto de 2023, Paraguay exportó un total de 6,8 millones de toneladas de granos de soja, un aumento del 46% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En términos de valor, las exportaciones alcanzaron los 2.731 millones de dólares, un 6,7% más que en 2023. Esta cifra representa un récord histórico en volumen para el país, superando los 6,5 millones de toneladas exportadas en campañas anteriores, según datos de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Sin embargo, la caída en los precios internacionales ha limitado los ingresos que el país obtiene por estas exportaciones, lo que genera preocupación entre los productores. Aunque los volúmenes exportados han crecido significativamente, los agricultores no ven reflejado este aumento en sus ingresos debido a los bajos precios que rigen el mercado.
Optimismo cauteloso en el campo
A pesar de la incertidumbre económica y climática, el optimismo sigue siendo una característica central entre los agricultores paraguayos. Desde su perspectiva, la siembra y la cosecha son ciclos que, aunque inciertos, siempre traen consigo la esperanza de buenos resultados.
Dionisio Hildebrand, productor de Caaguazú, expresó que, aunque existe temor por los precios a la baja, los agricultores siguen adelante con su trabajo en el campo. “Cubriremos toda el área y trabajaremos para obtener buenos resultados. Esperamos que todo salga bien, como siempre lo hemos hecho”, comentó Hildebrand.
El enfoque sigue siendo alcanzar un rendimiento que permita a los agricultores cumplir con sus compromisos financieros, pagar deudas y generar algún tipo de beneficio económico para sus familias. Las expectativas para la campaña 2024/2025 son altas, pero también están marcadas por la necesidad de adaptarse a las circunstancias que el clima y el mercado imponen.
La agricultura sigue siendo uno de los sectores más dinámicos y fundamentales para la economía paraguaya. Sin embargo, la sostenibilidad de este sector dependerá en gran medida de la capacidad de los productores para adaptarse a las fluctuaciones del mercado y las condiciones climáticas. En este sentido, la incorporación de tecnologías agrícolas que ayuden a mitigar el impacto del clima, como la irrigación eficiente o el uso de semillas más resistentes, será clave para el éxito a largo plazo.
Las expectativas de éxito están, como siempre, ligadas a la resiliencia de los agricultores, quienes continúan trabajando con esfuerzo y dedicación, incluso en tiempos inciertos.
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Avanza nueva campaña sojera, pero preocupa la falta de lluvias
Las altas temperaturas no afectan a la nueva campaña sojera 2024/25 que ya inició en todos los departamentos, según indicaron desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP). El sector agrícola permanecerá atento ante la falta de lluvias, que podría complicar el avance de los cultivos.
Así lo indicó Héctor Cristaldo, presidente del gremio, en comunicación con La Nación/Nación Media, señalando que por ahora la zafra actual no está siendo afectada. También se está sembrando maíz, arroz y cultivos de primavera-verano.
“Siempre que haga calor no le daña tanto a la planta, sí la evapotranspiración, es decir, cuando empieza a perder humedad y no se repone con lluvias”, remarcó. Las proyecciones para la campaña 2024/25 indican una producción de 10,5 millones de toneladas de soja, entre la zafra y la zafriña.
“Tuvimos buenas lluvias la semana pasada, pero distribuidas muy localmente, no fue general. Hay lugares donde llovió muy bien y otros donde llovió menos, pero se está sembrando a full ya ahora”, explicó. El Chaco paraguayo sigue siendo el punto más afectado por la sequía prolongada en la zona.
Panorama desafiante
Cristaldo afirmó que en los lugares donde las precipitaciones alcanzaron 5 mm o 10 mm los agricultores todavía se mantienen cautelosos. “El panorama actual es muy desafiante, se habla de una Niña (con déficit de lluvias), pero si es débil nos permite producir razonablemente bien, todo depende de la distribución más que nada”, aseguró. Escalonar las siembras y manejar las coberturas de las parcelas serán dos factores importantes.
Al mismo tiempo, el sector sigue con preocupación sobre la cotización de la soja, pues el mercado se encuentra deprimido y los números están muy ajustados, a esto se le suma la bajante del río que encarece los costos de las movilizaciones. Ayer viernes, la Bolsa de Chicago cerró con USD 372 por tonelada, una caída del 0,28 % respecto al día anterior.
Datos claves
- La nueva campaña sojera 2024/25 ya inició en todos los departamentos del país.
- El Chaco paraguayo sigue siendo el punto más afectado por la sequía.
- Las proyecciones para la campaña 2024/25 indican una producción de 10,5 millones de toneladas.
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IPTA, con exclusiva titularidad de 6 variedades de la soja
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) culminó la cooperación para el Programa de Fortalecimiento de la Investigación de Soja y cedió a favor del Instituto Paraguayo de Tecnología Agrícola (IPTA) la titularidad de las seis variedades de Sojapar y el germoplasma para la generación de futuras variedades nacionales.
Así lo indicaron en un comunicado en el cual señalaron que el IPTA ejercerá la exclusiva titularidad de la marca de soja y del conjunto de genes en proceso de mejoramiento y selección. Por otra parte, el Inbio dejará de realizar cualquier gestión relativa a la producción y comercialización de semillas de las variedades desde la zafra 2024-2025 en adelante.
Producto del trabajo se generaron las seis variedades del cereal que circula bajo la denominación de Sojapar, más todo el germoplasma en proceso de mejoramiento y selección, que representan en torno de 1.800 líneas para generar futuras variedades, las cuales se encuentran en posesión y custodia del IPTA.
“Se ha comunicado a las autoridades nacionales competentes que el Inbio ha resuelto ceder sin contraprestación monetaria la parte proporcional de la propiedad que le corresponde sobre el germoplasma en proceso de mejoramiento y selección generado durante los 11 años de cooperación interinstitucional”, explicaron en la misiva.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el vicepresidente del Inbio, Héctor Cristaldo, manifestó que este es un aporte importante en la investigación pública con el aporte genético por parte de los técnicos paraguayos. “Ya queda a cargo del IPTA seguir trabajando en las líneas, queda mucho material para trabajar y seguir produciendo variedades, además de la gestión comercial”, destacó.