La falta de dinero en la ciudadanía aparentemente generó un aumento en el uso de las tarjetas de crédito para mantener el nivel de consumo, convirtiéndola en una aliada en esta situación crítica. Sin embargo, podría derivar al sobreendeudamiento de las personas, por lo que el analista económico, Hugo Roig, sugiere actuar con prudencia en cuanto a su uso.
Según el informe realizado por la consultora Mentu, el contexto inflacionario de los últimos meses sigue incidiendo en la disposición de los agentes a utilizar las tarjetas de crédito, principalmente con el objetivo de mantener los niveles de consumo, afectado por la pérdida del poder adquisitivo. Aseguran que se registró un total de 856.404 plásticos activos en el mercado, el número más alto en dos años, un 6,4% superior al mismo mes del año anterior.
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Sobre ese punto, el analista económico, Hugo Roig, conversó con Unicanal y señaló que las familias tienen que ser muy prudentes en cuanto al uso de las tarjetas debido a que cuando se adquiere un préstamo de este tipo lo que se hace es traer el ingreso a futuro para consumirlo hoy, lo que sugiere que las personas tienen que tener la certeza de que el día de mañana van a tener más ingresos o menos consumo a fin de poder responder por los compromisos asumidos.
Indicó que esa situación representa un gran desafío para las familias debido a que con el contexto económico que se enfrenta no se puede asegurar sobre condiciones futuras atendiendo a la alta inflación, que según el BCP, seguirá manteniéndose en niveles bastante altos durante el 2022 y el 2023. Por ello, Roig, aclaró que las personas deben ajustarse los cinturones y no caer en las ofertas o ventajas que ofrecen las entidades.
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Sector público debe ajustar gastos
El analista aseguró que hay que hacer frente a la estanflación, estancamiento económico y alta inflación, siendo austeros y, agregó que no solo se debe pedir a las familias, sino también al Gobierno que presiona a la inflación cuando no es eficiente en el gasto público. Explicó que si sigue siendo amplio el margen entre los ingresos y egresos del país, existe un riesgo de afectar a los demás sectores económicos.
“La producción de deuda interna es la que está generando esta presión inflacionaria, así como en el 2020 nadie discutía que el sector público tenía que gastar más porque estamos en recesión, hoy 2022, yo tengo clarísimo que el que tiene que ajustarse el mayor de los cinturones es el sector público porque nada garantiza que el exceso de gasto del sector público sea de calidad. Hoy el sector tiene que ajustarse porque de esa manera le ayuda a las empresas y a la familia”, recalcó.
En cuanto al informe Mentu, el saldo promedio de las tarjetas supera levemente los G. 3.550.000, por lo que en este contexto, en caso de inestabilidad de ingresos, se debería trabajar en buscar alternativas de reestructuración de las deudas.