Se espera que los precios internacionales vayan mejorando, lo que podrá significar una movilidad de recursos importantes que debe ir acompañada de mejoras presupuestarias. Foto: Archivo.
Políticas de subsidio afectaron enormemente a la productividad, señala economista
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El contexto económico actual por el que atraviesa el país no es el mejor y tampoco se acerca a las estimaciones para cuando acabe la pandemia, pues este 2022 suponía, hasta antes de finales del 2021, una proyección con mejoras en los indicadores, que fue ajustado por los efectos de la sequía extrema más el contexto internacional de mayor demanda y el conflicto bélico que ocasionan las subas de precio.
Al respecto, el economista y excanciller nacional, Rubén Ramírez Lezcano, señaló algunas apreciaciones en cuanto al accionar del Gobierno y quizás puedan servir ya al próximo periodo presidencial, ya que se debe redireccionar la gestión hacia una mejora transversal.
“Las políticas que se vienen adoptando en subsidios afectaron enormemente en la productividad. Hay que mejorar la política presupuestaria; es decir, la calidad del gasto del Estado, además de eliminar los gastos superfluos”, expresó en entrevista con NPY.
Es así que el país atraviesa por un horizonte complejo, no obstante, quiso ser optimista con una quizás buena noticia de que el factor climático vaya mejorando y consigo los precios internacionales, lo que podrá significar una movilidad de recursos importantes, dijo.
En similar contexto, abordó el tema del ajuste salarial, con el cual se debe tener mucho cuidado, porque podría impactar contra un segmento más pequeño, teniendo en cuenta que un aumento tendrá que trasladarse también directamente a los precios, o caso contrario de no hacerlo, afectará también al empleo, explicó el especialista.
Inflación acentuada
Esto, debido a los estragos que está causando la inflación que tiende a seguir presionando al alza incluso de llegar a un 10% anual, cuyo impacto a la vez es totalmente desigual, pues los sectores más vulnerables son los que más lo sufren con la suba generalizada de precios que afecta a la canasta básica, remarcó el economista Rubén Ramírez.
Hay que mencionar que en su reciente informe de Índice de Precios del Consumidor (IPC), el Banco Central del Paraguay (BCP) señaló que la inflación mensual correspondiente a marzo se situó en 0,8%, explicada por el aumento de los precios de los alimentos, combustible y ciertos servicios. En ese sentido, agregaron que la inflación interanual (10,1%) seguiría por encima del techo de rango meta durante todo el primer semestre.
Hace tiempo que el clima viene registrando variaciones y no se comporta de manera “habitual”, como dirían los expertos. Algunos sostienen que es un proceso natural del planeta que ya habría pasado por una situación similar, mientras que otros aseguran que esto es producto de la actividad humana.
Lo cierto es que estos cambios van dejando huellas, sean los fenómenos climáticos severos como sus efectos. Mientras las tormentas y raudales causan estragos en el campo y en la ciudad, la sequía pone en jaque a la naturaleza debido a los grandes incendios que arrasan con la flora y fauna de los espacios consumidos.
Sabiendo esto nos preguntamos, ¿cómo nos afecta realmente el cambio climático? El cambio climático afecta de diversas maneras a la población y uno de los sectores más vulnerables es la niñez y adolescencia, así como los adultos mayores.
Por un lado, cuando hace calor se siente mucho más, al igual que cuando hace frío. Es lo que se ve ahora, por ejemplo, en la Argentina, donde las bajas temperaturas causan estragos, mientras que en el Hemisferio Norte, las olas de calor están arrasando. La inversa vivimos en enero y febrero, con las olas de calor que llegaron a temperaturas récords, mientras el norte se llenaba de nieve.
Por otro lado, los fenómenos climáticos como La Niña, (sequía), así como El Niño (inundaciones y lluvias) son cada vez más frecuentes. En cuanto a las precipitaciones, estas ocurren más, pero en menos tiempo, en otras palabras, en un día puede llover lo que debería en un mes.
Sergio Gonzalo, de 17 años, sugiere mitigar los efectos “creando conciencia voluntaria, no como una obligación ni con miedo”. Dice que el cambio climático está asociado con “las nuevas enfermedades que están llegando”.
Los malos hábitos de consumo (la cultura del descarte que genera toneladas de basuras) y la mala utilización de los recursos naturales (el uso indiscriminado de combustible fósil, la deforestación, el cambio del uso del suelo, etc.) nos llevaron al punto que estamos, asegura Sergio Gonzalo.
Para Victoria, de 13 años, si la situación sigue así, llegaremos a no tener aire puro para respirar. Le preocupa la tala indiscriminada de los bosques nativos. Laura Luján y Dara, ambas de 15 años, dicen que los fenómenos de El Niño y La Niña es parte del cambio climático.
“El cambio climático se está acelerando con impactos muy significativos en todos los aspectos y se siente más en los países menos desarrollados”, asegura Julián Báez, director de la Oficina Regional de la Organización Meteorológica Mundial para las Américas, con sede en Asunción.
La sequía tiene efectos sumamente negativos, no solo para la generación de alimentos, sino además, en la navegabilidad y la provisión de agua potable. Foto: Nación Media
La crisis climática tiene un efecto directo sobre la salud, la educación, la seguridad alimentaria, la provisión de agua potable y saneamiento. Aunque el aporte de Paraguay en la crisis climática sea ínfima, al ser un país en vías de desarrollo y sin infraestructura adecuada apenas llueve con intensidad las calles quedan inundadas y se genera caos.
“El cambio climático implica una responsabilidad intergeneracional con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Esta responsabilidad está consagrada en el preámbulo del Acuerdo de Parísde la Convención Marco de las Naciones Unidas, ratificado por Paraguay. Teniendo en cuenta esto, los jóvenes deben mantenerse activos y los tomadores de decisión deben instalar espacios reales de participación”, sostuvo Óscar Rodas, director de Cambio Climático y Políticas de WWF-Paraguay.
Incidencia en la salud y la educación
La proliferación de enfermedades causadas por vectores es una muestra de cómo el cambio climático incide en la salud. Cuando tenemos olas de calor, las larvas de los mosquitos aceleran su metabolismo, que, con una lluvia genera el ambiente ideal la infestación, causando epidemias como dengue y Chikunguña.
Las altas temperaturas afectan con los golpes de calor, insolación, deshidratación, diarrea y vómito, indica la doctora Adelaida Portillo. Las alergias por el aire contaminado debido a las quemazones o incendios forestales son efectos adversos, explica el doctor Ricardo Meza, especialista en Alergia e Inmunología Pediátrica del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción.
La falta de agua potable afecta directamente a la calidad de vida, sobre todo a las niñas y adolescentes en lo que respecta a la higiene menstrual. No tener acceso al agua potable, ya sea para beber o para una adecuada higiene, es un derecho lesionado.
El otro extremo, el exceso de lluvia trae consecuencias como la búsqueda de lugares secos. En los refugios las condiciones de vida son precarias, proliferando las enfermedades por el hacinamiento.
El peligro latente con cada tormenta es que los árboles caigan sobre casas, escuelas incluso vehículos que están en movimiento, causando así accidentes e incluso la muerte de personas. Foto: Archivo.
Seguridad alimentaria amenazada
Paraguay es un país altamente vulnerable al cambio climático y eso pone en riesgo la seguridad alimentaria. “El cambio climático es cuando pasa de ser un clima estable, predecible, donde uno puede cultivar, producir verduras, frutas, soja, ganadería”, explica Julián Báez.
Tanto las sequías con olas de calor, las lluvias con inundaciones y las tormentas significan peligros para la seguridad alimentaria, debido a que la agricultura y la ganadería dependen de las precipitaciones. “Para la producción de alimentos, sean de origen animal o vegetal, se necesita de un clima estable”, indicó Báez
La sequía tiene efecto adverso en la producción de frutas y cultivos en el campos, así como en la provisión de agua potable. En el interior, las comunidades sin servicio se debe recorrer distancias considerables para obtener el líquido vital.
La falta de infraestructura hace que con una lluvia considerable las calles colapsen debido a las precipitaciones. Foto: Nación Media
¿Cómo mitigamos?
Forestar, reforestar, la disposición correcta de los residuos, la conciencia en el uso de la energía eléctrica, evitar la impermeabilización del suelo son pequeñas acciones que pueden ayudar a mitigar los efectos del cambio climático, explicó Julián Báez.
No quemar basuras ni botarlas en las calles, cuidar los recursos hídricos, los bosques, y asegurar la sobrevivencia de la fauna, la flora ayudan a crear equilibrio, además de cuidar los humedales, son acciones que deben emprenderse para mitigar los efectos adversos del cambio climático.
Sergio Gonzalo (17) plantea el uso de “fuentes de energía renovable, como la eólica o solar” y la práctica del “reciclado y la reutilización de los objetos biodegradables”. Sofía Aramí, de 13 años, dice que “todo debe partir de uno mismo” para cuidar el medio ambiente y asegura que eso puede generar motivación en otros, como, por ejemplo, el uso racional del agua.
Aunque la mayor responsabilidad para mitigar el calentamiento global está en manos de las autoridades, cada uno puede aportar su grano de arena. Si cada uno aporta, podríamos ser millones quienes estemos contribuyendo a buscar el equilibrio para mantener el mundo habitable.
En general, con los departamentos del norte afectados, habrá una merma de ingresos para el país, que se registra en consonancia con la caída de los precios internacionales. Foto: Archivo
El norte arrastra pérdidas por sequía y altas temperaturas
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Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), resaltó que la zafra de soja 2023/24 evidenció nuevamente las pérdidas que viene arrastrando desde hace tiempo el norte del país como consecuencia de la falta de lluvias y las altas temperaturas.
En dicha zona, se llegó apenas a los 2.000 kilos de granos por hectárea, que cubre apenas el costo de producción. Para seguir incentivando la producción, desde el gremio se solicitó que se siga trabajando en la búsqueda y apertura de nuevos mercados internacionales.
“A nivel país, en general, se puede decir que esta campaña sojera fue razonablemente buena. El centro y el sur tuvieron rendimientos muy buenos. No obstante, en el norte se están teniendo dificultades y pérdidas por tercer año consecutivo. Con los 2.000 kilos por hectárea que se consiguió, apenas cubre el costo de producción. Por eso, en esa zona se está con más dificultades financieras y no se esperan mayores inversiones”, detalló Cristaldo en la 780 AM.
En general, con los departamentos del norte afectados, habrá una merma de ingresos para el país que se registra en consonancia con la caída de los precios internacionales, explicó el presidente de la UGP.
DEJAN DE PERCIBIR USD 1.500 MILLONES
Paraguay estaría dejando de percibir unos USD 1.500 millones en concepto de exportación de granos: los precios por tonelada cayeron en aproximadamente USD 150 en comparación con el año pasado. “Estamos lejos de lo que fue el año pasado, con precios por arriba de los USD 500 dólares”, enfatizó Cristaldo, mientras hizo hincapié en la necesidad de seguir buscando y habilitando nuevos mercados para la comercialización de la producción nacional, que es de alta calidad y competitividad. “Nosotros trabajamos con el 33 % de los mercados del mundo, mientras China concentra la mayor parte, que es un 67 %. Tenemos que ver otros mercados. Sería muy positivo para la producción local la diversificación. De ahí que valoramos el esfuerzo que hace el Gobierno de ir abriendo y buscando nuevos mercados”, expresó el titular de la UGP.
Ministra advierte ahora sobre sequía “severa” en Brasil tras fuertes lluvias
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Brasil. AFP.
Después de las lluvias que provocaron inundaciones devastadoras el mes pasado en el sur de Brasil, esa región y refugios ambientales como la Amazonía o el Pantanal deberán enfrentar una “severa” sequía, advirtió ayer miércoles la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.
“Lo que estamos viendo con las lluvias lo vamos a ver con la sequía, probablemente en la Amazonía y el Pantanal”, dijo Silva durante una rueda de prensa en el palacio presidencial de Planalto en Brasilia.
La ministra explicó que una “mezcla” de fenómenos naturales como El Niño y La Niña y la “potencialización del cambio climático” están provocando esos eventos extremos también en la Caatinga (región semiárida del noreste), y en el sureño estado de Rio Grande do Sul, que vive el peor desastre climático en su historia.
“La Caatinga ya vive momentos de sequía severa y en Rio Grande do Sul vamos a tener sequía severa”, añadió Silva, responsable también por las políticas del Gobierno brasileño contra el cambio climático.
La ministra participó de un evento con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en el que se firmaron una batería de acuerdos, incluyendo un pacto con los gobiernos de los estados que abarcan la Amazonía y Pantanal para prevenir y combatir incendios.
Como consecuencia de la sequía, la selva amazónica y el mayor humedal tropical del mundo van a sufrir nuevos incendios, advirtió Silva. Brasil registró un récord de incendios forestales de enero a abril, con más de 17.000 identificados, según cifras oficiales.
Tras el regreso de Lula al poder en enero de 2023, Silva, una reconocida activista ambiental, retomó las riendas del ministerio que ocupó durante gran parte de los dos primeros gobiernos del líder izquierdista (2003-2010).
Desde entonces se ha enfocado en revertir las políticas del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), especialmente con la meta de alcanzar la deforestación cero en 2030.
Distribución de lluvias es insuficiente y complica la navegabilidad
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El gerente general del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), Mario Romero, puso en contexto el actual escenario de la navegabilidad, el cual está complicado debido a los niveles bajos del río Paraguay, que si bien se tuvo algunas precipitaciones, fueron muy dispersas y no llegaron a los parámetros ideales.
“Se está trabajando con todas las instituciones a nivel público y privado para analizar las proyecciones que se están dando del nivel de los ríos, y lo preocupante que estuvimos recopilando es que la distribución de las lluvias al Norte es lo que afectó. Si bien algunas zonas de Brasil están inundadas, la lluvia no llegó en otros puntos donde era necesaria”, expresó en contacto con la 920 AM.
Es así que la falencia de las precipitaciones está impactando, porque en las zonas donde se precisaba de mayor precipitación, especialmente sobre el río Paraguay para cargar el cauce, no se propició la lluvia y evidentemente genera una preocupación la reducción del nivel de los ríos, también el Paraná porque ambos se alimentan del Pantanal que está aguas arriba.
Romero señaló que la bajante es una constante que ya se había adelantado, por los pronósticos para la región que apuntan a la despedida del fenómeno climático El Niño, de lluvias, a una inminente llegada de La Niña, que es de sequía.
Es así que el panorama actual conlleva a las empresas y armadores del sector fluvial a ajustarse a la bajante, teniendo en cuenta que la navegabilidad de los ríos es crucial, pues por esta vía fluvial pasa más del 75 % del comercio exterior del país, dijo. “Afecta bastante la reducción de los niveles de los ríos, nos habían informado de que esto se iba a mantener incluso por un buen tiempo más”, agregó el gerente general del Cafym.