Daniel Burt, gerente general de la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC), conversó con el programa “Tempranísimo”, transmitido por el canal GEN y radio Universo 970 AM, para ahondar acerca de la situación de los exportadores de la proteína roja local, con relación al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, este último, el segundo principal cliente de la carne paraguaya.
Burt mencionó que la CPC cuenta con ocho socios, de los cuales dos son los que están habilitados para exportar a Rusia, y aseguró que estas empresas están en comunicación diaria con los clientes rusos. En ese sentido, decidieron el fin de semana seguir con los embarques que ya estaban tomando curso por mar, mientras que se dará una pausa a los nuevos envíos al mercado ruso; es decir, se suspenderán las nuevas exportaciones de carne bovina a ese mercado.
No obstante, el gerente general de la CPC aclaró que los propios compradores fueron quienes recomendaron a los exportadores locales esperar para seguir enviando hasta que se dé un escenario más claro, debido a la incertidumbre latente en el aspecto financiero de estos clientes, por los rumores desatados en cuanto a la capacidad de los bancos rusos de realizar transferencias internacionales, así como la desvalorización de la moneda de este país y la capacidad de los puertos.
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“La decisión de frenar las exportaciones a Rusia no fue una sanción ni una decisión política, sino más bien un acuerdo entre clientes, por la incertidumbre mencionada que es la mayor enemiga del comercio internacional”, expresó Burt durante la entrevista.
En ese sentido, mencionó que Rusia representa el 20% de las exportaciones de la proteína roja paraguaya, pues en el 2021 fueron embarcadas cerca de 100.000 toneladas por un valor de US$ 350 millones que ingresaron al país desde este mercado.
Nuevas alternativas
No obstante, Burt remarcó que Paraguay está habilitado para vender carne y derivados a 75 mercados, por lo que tiene capacidad para diversificar sus destinos si así lo fuese necesario; es decir, no hay una dependencia total de Rusia aunque sí se trata de un cliente muy importante y seguramente no será fácil reemplazarlo con un solo nuevo mercado, empujando a buscar otras alternativas que puedan absorber las exportaciones.
Sobre este punto, especificó que lo que se exporta a Rusia es carne congelada para uso industrial, que luego son procesadas para producir alimentos terminados, por lo que no se trata de una variedad de carne que a nivel local lo vemos a diario en los supermercados, y que no tienen demanda en el mercado interno que tampoco tendría capacidad para absorber dicho volumen, siendo la ecuación más lógica recurrir a mercados alternativos.
Con relación a la exclusión de los bancos rusos por parte de la Unión Europea, el gobierno de los Estados Unidos, el Reino Unido y sus aliados a la plataforma SWIFT; un sistema de pagos internacionales utilizado por miles de instituciones financieras, Burt indicó que es probable que los rusos estén buscando otros mecanismos previendo ya esta situación.
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Entre ellos se baraja realizar transacciones a través de China, pero que al no conocer con exactitud cuáles son los bancos afectados por la suspensión del SWIFT, y si estos serían los que están operando con los clientes puntuales de los exportadores locales, es difícil saber ahora con exactitud más allá de ir viendo cómo se actualizan los negocios.
En cuanto a la deuda de los clientes rusos con las dos empresas locales que les provee de carne congelada, desde el Senacsa señalaron que se trata de unos US$ 30 millones pendientes por cobrar, a razón de 145 contenedores que están en tránsito hacia Rusia que sí van a llegar, mientras los nuevos envíos quedaron en suspenso.