El peso argentino se depreció frente al dólar ayer lunes, en una jornada marcada por la expectativa tras la liberación parcial de los controles de cambio que regían desde hace seis años y ante la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent.
La moneda argentina se depreció 12 % y cotizó a 1.230 por dólar, según el estatal Banco Nación, en reacción al levantamiento de las restricciones a la compra de divisas anunciadas el viernes.
El presidente Javier Milei fue recompensado el viernes con la promesa de 42.000 millones de dólares de ayuda, en un contundente voto de confianza de las instituciones mundiales, principalmente del Fondo Monetario Internacional.
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A ello se suma el apoyo del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien hizo una visita relámpago este lunes a Buenos Aires para respaldar al presidente ultraliberal “en sus esfuerzos incansables por volver a hacer grande a Argentina”, dijo en conferencia de prensa conjunta con Milei.
“Me entusiasmaba hacer este viaje para dar inicio a las primeras conversaciones formales sobre comercio recíproco entre nuestros dos países”, agregó. Milei ha expresado su deseo de un tratado de libre comercio, para lo cual se ha dicho dispuesto a sacar a Argentina del bloque regional Mercosur.
Pero Estados Unidos ha avanzado en el sentido contrario al imponer un arancel universal del 10 %, aunque pausó otros más altos para decenas de socios comerciales durante 90 días mientras mantiene la presión sobre China. “Entendemos la propuesta de aranceles recíprocos” de Trump, dijo Milei, “y estamos listos para firmar un acuerdo comercial en dicha línea que sin dudas beneficiará, tanto los Estados Unidos como la Argentina”.
Bessent había descartado poco antes, en una entrevista a Bloomberg TV, un tratamiento preferencial inmediato respecto a la política arancelaria estadounidense. “Creo que vamos a iniciar las negociaciones y, como a todos los demás (países), les digo: ‘Den lo mejor de sí mismos, veremos qué tal les va y partiremos de ahí’”, dijo.
“Tenemos un montón de obstáculos que superar: aranceles, barreras comerciales no arancelarias, manipulación cambiaria y subsidios a la mano de obra y a las instalaciones”, prosiguió.
El esquema cambiario anterior multiplicó por cinco los tipos de cambio y fogoneó un mercado negro. El nuevo mecanismo implica que la moneda fluctuará por oferta y demanda con un piso de 1.000 pesos por dólar estadounidense y un techo de 1.400 pesos. El Banco Central podrá intervenir para mantener la cotización entre las bandas.
A partir de ayer lunes, los particulares pueden adquirir una cantidad ilimitada de dólares vía operaciones bancarias y un máximo de 100 si es en efectivo. Las empresas en cambio deben esperar a 2026 para sacar dividendos.
Pero la incertidumbre se palpaba en la calle. El transportista Leonardo Reta, de 59 años, dijo a la AFP que no pudo comprar un repuesto que estaba disponible la semana pasada. “Hay que ver el valor que me pone dentro de dos días. Se está especulando todo”, comentó.
El control de la inflación es el principal capital político de Milei, quien tendrá este año su primer test electoral en las legislativas de octubre. El riguroso plan de austeridad, con drásticos ajustes en jubilaciones, educación y salud, implicó una reducción de la inflación de 211 % en 2023 (cuando devaluó 52 % el peso) a 118 % en 2024.
Sin embargo, la tendencia se quebró en febrero cuando anotó 2,4 % para acelerarse al 3,7% en marzo. En este contexto, un grupo de ciudadanos protestó en apoyo a las personas con discapacidad en la puerta de la casa de gobierno donde estaba Bessent, en reclamo por la falta de financiamiento al sector.
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Un puñado de manifestantes quemó una bandera estadounidense. “Se vive con mucha angustia, al borde de la desesperación”, dijo a la AFP Viviana Fernández, madre de una persona con discapacidad, pero el presidente prometió en una entrevista radial que “para mitad del año que viene se terminó el problema de la inflación en Argentina”.
También Santiago Furiase, miembro del directorio del Banco Central, minimizó el impacto inflacionario del nuevo régimen cambiario. “A la gente le llevará un tiempo (habituarse), viene con el chip por años de que cada vez que el dólar sube, se asocia a la inflación”, dijo al canal La Nación+. “Seguramente la cotización va a tener una reacción inicial, pero luego tendrá una trayectoria hacia el piso de la banda”, sostuvo.
Fuente: AFP