El proyecto iniciado a finales del año pasado por el Viceministerio de Ganadería en el marco de Pro-Cadenas, y tiene la participación de la Asociación Paraguaya de Criadores de Caprinos, la gobernación de Boquerón, la Asociación Rural del Paraguay (ARP) a través de la Regional Boquerón y la Cosanzo 17 denominado “Cabrito chaqueño”, logró muy buenos resultados en tan poco tiempo.
Al principio fueron 10 animales de alta genética beneficiando a productores de las zonas de Pirizal, Ávalos Sánchez, Campo Vía y Margariño, que fueron programados en tres etapas: la primera abarca a 80 productores, la segunda a 150 y finalmente la tercera llegará a 300 productores que van a ser beneficiados con animales de alta genética de la raza boer carnicera con base en Nueva Zelanda.
El objetivo es producir un cabrito de calidad y para el efecto ya hay una industria comprometida con el proyecto para la compra y la faena que es Frigochorti, informó el Ing. Arnaldo Decoud, presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Caprinos.
“Se está empezando a ver el impacto de la incursión de buena genética en los rebaños caprinos. Con la genética criolla con 6 meses conseguían 4 a 5 kilogramos de carne y actualmente con buena genética están llegando de10 a 11 kilogramos de carne de cabrito chaqueño de primera calidad, que es lo que queremos ofrecer el mercado. Se desarrolla todo el potencial porque tienen capacitación en la parte de manejo del animal y hoy entendieron que es un rubro de renta interesante”, explicó Decoud.
El representante informó también que este mismo modelo será implementado en la zona norte del país con un trabajo en conjunto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Abarcará a San Pedro, Concepción y otras regiones, y ya se tienen identificados los productores y solo falta la aprobación final. “Se llama programa de fortalecimiento de la producción lechera y carnicera del sector caprino y abarcará a 90 productores. Queremos apelar a la rusticidad de la especie para generar rentabilidad e inversiones”, manifestó.
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MAG: sector agropecuario generó un retorno de G. 1,2 billones en dos años
En los últimos dos años, las inversiones del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) superaron los G. 480.000 millones, con un retorno económico estimado de G. 1,2 billones para la agricultura familiar y la producción nacional. El informe presentado esta mañana en el Hotel Crowne Plaza, por el titular de la cartera, Carlos Giménez, destaca que más de 100.000 familias productoras fueron beneficiadas con acciones que impulsaron la productividad, el acceso a mercados y la generación de ingresos.
Entre los principales resultados económicos se registran: G. 135.000 millones en ventas en ferias agropecuarias, de los cuales G. 100.000 millones corresponden al Programa Hambre Cero. Aumento promedio del 25 % en la productividad de cultivos clave como tomate, papa, cebolla y ajo.
Exportaciones por G. 14.000 millones en productos hortícolas a Argentina y G. 274.000 millones en banana a Chile y Brasil. Fortalecimiento de 1.200 organizaciones rurales, mejorando su capacidad de comercialización y acceso a crédito.
“En nuestro país, nosotros encontramos una agricultura fortalecida, exportadora, sólida, que alimenta a más de 80 millones de personas en el mundo. La agricultura familiar también es fundamental, pero es ahí donde encontramos mucha iniquidad, por lo que nos vamos a enfocar en mejorar dentro del plan 2030″, agregó el ministro durante la conferencia de prensa.
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Inversiones
El documento también detalla inversiones en infraestructura y tecnología, como la instalación de 21 estaciones meteorológicas automáticas, modernización de laboratorios, digitalización de registros de la agricultura familiar y mejora de la conectividad en agencias regionales.
De cara al periodo 2025–2026, el MAG proyecta la expansión de cultivos estratégicos, apertura de nuevos mercados internacionales y mayor acceso a financiamiento para productores rurales, con el objetivo de seguir aumentando el impacto económico del sector.
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Paraguay produce 20.000 toneladas de cebolla: un rubro rentable y con alto potencial
La producción de cebolla es un rubro socioeconómicamente muy importante en el país, teniendo en cuenta la cantidad de mano de obra que emplea en el campo. Actualmente Paraguay cuenta con un consumo diario de 150 toneladas de cebolla, mientras que a nivel nacional la demanda es de 54.000 toneladas al año.
El ingeniero agrónomo Diego Garcete, coordinador de Gestiones de Producción del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), mencionó a La Nación/Nación Media que en el 2024 el área de cultivo estuvo orillando cerca de 950 hectáreas, con una producción aproximada de 20.000 toneladas, lo que dio para satisfacer el mercado por cerca de 60 a 65 días, pero generalmente la producción nacional solo alcanza a cubrir unos 50 días del consumo interno.
Este rubro es bastante resistente al frío y las heladas, adaptándose a cualquier tipo de suelo. En tanto, los rendimientos sí se pueden ver afectados por la falta de agua y el suelo degradado, pero en el país se están haciendo las capacitaciones pertinentes para ir mejorando la producción.
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Producción cíclica
Garcete explicó que se tienen tres ciclos de producción: la variedad tempranera que se inicia en la época de marzo a partir de los primeros días hasta el 15 de abril, la medianera desde el 15 de abril al 20 de mayo aproximadamente y la tardía desde el 20 de mayo hasta el 31 de junio, las cuales son las épocas óptimas para hacer el plantío.
En los meses de setiembre, inclusive octubre, ya se comienza a cosechar la primera variedad, posteriormente la siguiente de octubre y noviembre, y las tardías entre noviembre y diciembre.
Como institución, el MAG repartió este año 1.130 kilogramos de semillas de cebolla de dichas variedades, lo cual abarcaría 665 hectáreas, representando un 70 % de la producción nacional para este 2025. El otro 30 % restante corresponde al sector privado y en conjunto se espera llegar a las 1.000 y 1.100 hectáreas de tope de producción.
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Catorce departamentos
Actualmente, el MAG está trabajando con 3.800 productores de 14 departamentos. Las zonas más productivas son Paraguarí, Itapúa y Caaguazú, que cuentan con más productores. Le siguen agricultores de Guairá, Caazapá, Misiones, Bajo Chaco, Alto Paraná, Central, San Pedro, Canindeyú, Amambay y Ñeembucú.
“En promedio un productor de cebolla que tiene un cuarto o hasta media hectárea de producción brinda mano de obra a cuatro familias por día. Por eso genera una microeconomía bastante importante dentro de cada distrito y departamento”, alegó Garcete. La comercialización se realiza principalmente en las fincas familiares de producción, a través de compradores directos o intermediarios.
En cuanto a rindes, el promedio nacional está entre las 12 y 15 toneladas por hectárea, pero se proyecta llegar a las 18 a 20 toneladas por hectárea a través de las capacitaciones y también de las visitas técnicas diarias de la cartera agraria en las zonas productivas.
Rentabilidad y potencial
La rentabilidad de la cebolla está ubicada en un 53 %. “El costo por hectárea estaría rondando los 40 millones y sacando 18 toneladas por hectárea se tendría un ingreso promedio de 64 millones”, destacó el coordinador de Gestiones de Producción. Es decir, que el retorno llega a los G. 24 millones por hectárea.
Agregó que este rubro tiene el potencial de seguir creciendo y se apunta a trabajar de manera asociativa con los comités de base o las asociaciones de productores, viendo la manera de insertar dentro de sus organizaciones el uso de clasificadoras de cebolla e instalar los galpones secaderos para que se pueda almacenarla y poder ofrecerla en cuando el productor desee.
Por último, dijo que el MAG busca poder extender el ciclo de producción y ofertar por más tiempo lo producido a nivel local, y para que esta no salga en una misma época ya se encuentran realizando la zonificación de la producción.
Esto se basa en que en departamentos como Paraguarí, Itapúa y una parte de Caaguazú reciben semillas de cebolla de la línea tempranera. En tanto, demás departamentos, reciben la semilla medianera y la tardía, a fin de tener una producción escalonada y por sobre todo extender la época de oferta nacional a 80 o hasta 90 días.
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Paraguay produce 20.000 t de cebolla, un rubro rentable y con alto potencial
La producción de cebolla es un rubro socio económicamente muy importante en el país, teniendo en cuenta la cantidad de mano de obra que emplea en el campo. Actualmente Paraguay cuenta con un consumo diario de 150 toneladas de cebolla, mientras que a nivel nacional la demanda es de 54.000 toneladas al año.
El ingeniero agrónomo Diego Garcete, coordinador de Gestiones de Producción del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), mencionó a La Nación/Nación Media que en 2024 el área de cultivo estuvo orillando cerca de 950 hectáreas, con una producción aproximada de 20.000 toneladas, lo que dio para satisfacer el mercado por cerca de 60 a 65 días, pero generalmente la producción nacional solo alcanza a cubrir unos 50 días del consumo interno.
Este rubro es bastante resistente al frío y las heladas, adaptándose a cualquier tipo de suelo. En tanto, los rendimientos sí se pueden ver afectados por la falta de agua y el suelo degradado, pero en el país se están haciendo las capacitaciones pertinentes para ir mejorando la producción.
PRODUCCIÓN CÍCLICA
Garcete explicó que se tienen tres ciclos de producción: la variedad tempranera que se inicia en la época de marzo a partir de los primeros días hasta el 15 de abril, la medianera desde el 15 de abril al 20 de mayo, aproximadamente, y la tardía desde el 20 de mayo hasta el 31 de junio, las cuales son las épocas óptimas para hacer el plantío. En los meses de setiembre, inclusive octubre, ya se comienza a cosechar la primera variedad, posteriormente la siguiente de octubre y noviembre, y las tardías entre noviembre y diciembre.
Como institución, el MAG repartió este año 1.130 kilogramos de semillas de cebolla de dichas variedades, lo cual abarcaría 665 hectáreas, representando un 70 % de la producción nacional para este 2025. El otro 30 % restante corresponde al sector privado y en conjunto se espera llegar a las 1.000 y 1.100 hectáreas de tope de producción.
RENTABILIDAD
La rentabilidad de la cebolla está ubicada en un 53 %. “El costo por hectárea estaría rondando los 40 millones y sacando 18 toneladas por hectárea se tendría un ingreso promedio de 64 millones”, destacó el coordinador de Gestiones de Producción. Es decir, que el retorno llega a los G. 24 millones por hectárea.
Agregó que este rubro tiene el potencial de seguir creciendo y se apunta a trabajar de manera asociativa con los comités de base o las asociaciones de productores, viendo la manera de insertar dentro de sus organizaciones el uso de clasificadoras de cebolla e instalar los galpones secaderos para que se pueda almacenarla y poder ofrecerla cuando el productor desee.
Por último, dijo que el MAG busca poder extender el ciclo de producción y ofertar por más tiempo lo producido a nivel local, y para que esta no salga en una misma época ya se encuentran realizando la zonificación de la producción. Esto se basa en que en departamentos como Paraguarí, Itapúa y una parte de Caaguazú reciben semillas de cebolla de la línea tempranera.
En tanto, los demás departamentos, reciben la semilla medianera y la tardía, a fin de tener una producción escalonada y por sobre todo extender la época de oferta nacional a 80 o hasta 90 días.
CATORCE DEPARTAMENTOS
Actualmente, el MAG está trabajando con 3.800 productores de 14 departamentos. Las zonas más productivas son Paraguarí, Itapúa y Caaguazú, que cuentan con más productores. Le siguen agricultores de Guairá, Caazapá, Misiones, Bajo Chaco, Alto Paraná, Central, San Pedro, Canindeyú, Amambay y Ñeembucú.
“En promedio un productor de cebolla que tiene un cuarto o hasta media hectárea de producción brinda mano de obra a cuatro familias por día. Por eso genera una microeconomía bastante importante dentro de cada distrito y departamento”, alegó Garcete.
La comercialización se realiza principalmente en las fincas familiares de producción, a través de compradores directos o intermediarios. En cuanto a rindes, el promedio nacional está entre las 12 y 15 toneladas por hectárea, pero se proyecta llegar a las 18 a 20 toneladas por hectárea a través de las capacitaciones y también de las visitas técnicas diarias de la cartera agraria en las zonas productivas.
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Paraguay puede seguir el modelo de Emiratos y evitar el error de Venezuela, opina economista
Paraguay viene registrando un crecimiento sostenido desde hace un par de décadas, pero es un crecimiento moderado, constante, pero lento, manifestó a La Nación/Nación Media, Marcos Prado Troyjo, economista y exviceministro de Economía de Brasil.
El también diplomático, dijo en ese marco que la clave para acelerar el crecimiento es combinar las ventajas comparativas con la creación de ventajas competitivas. Sobre la última, explicó: “Paraguay, en proporción al tamaño de su economía, es un actor relevante en la exportación de alimentos. La idea sería aprovechar esos recursos para transformar al país en una sociedad altamente desarrollada en tecnología”.
Sostuvo que eso daría a nuestro país una nueva fuente de crecimiento que va más allá de la demanda externa de soja o carne. Señaló que hoy Paraguay tiene más cartas a su favor, como su abundante energía y la llegada de la criptominería. Pero remarcó: “¿Cómo usar esas cartas a favor?.
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Comparó a nuestro país con los Emiratos Árabes y Venezuela. Expuso que ambos tienen ventajas comparativas en combustibles fósiles. Sin embargo, en los últimos 25 años, Emiratos utilizó su riqueza energética para construir uno de los sistemas financieros más sofisticados del mundo, desarrollar una infraestructura turística de primer nivel y atraer inversión en ciencias de la computación.
Venezuela, en cambio, reinvirtió solo en su propia industria energética o destinó los recursos a expandir el papel del Estado en la economía, sin diversificar. Entonces, la diferencia está en cómo se aprovechan las ventajas comparativas para crear nuevas capacidades competitivas. “Emiratos Árabes y, cada vez más, Arabia Saudita, lo hicieron. Venezuela, no”, apuntó.
“Por eso, es importante diversificar ahora que Paraguay está ordenado macroeconómica y fiscalmente, tiene estabilidad monetaria y ventajas claras en carne, soja y energía”, aseveró.
Para el economista brasileño, este es el momento para dar el salto a otros sectores. Y como ejemplo, aconsejó aprovechar el excedente energético para desarrollar la criptominería e Inteligencia Artificial, o incluso, convertir a Asunción en un hub de startups de la nueva economía.
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