A más del contexto de la pandemia que siguió influyendo de cierto modo en las actividades logísticas y las cuestiones climáticas de este 2021, que derivaron en una menor producción de los granos y oleaginosas, repercuten a la vez en los precios.
Dicho panorama puede seguir sosteniéndose, por un lado, con el repunte de los precios de los commodities a nivel internacional, lo que generaría más ingresos para el país, pero por otro lado incluye también al combustible que incide en mayores costos de producción y flete.
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Es lo que señaló el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, en contacto con la 1020 AM, con relación a las previsiones y sobre la inminente suba del combustible que se viene cotejando.
“La suba del combustible genera un aumento de costos y también para el sistema de transporte del país. Si hay una suba, entonces va a tener que subir el precio del flete, hasta ahora no sabemos cuánto va a subir el combustible”, expresó.
Mejores precios
Mencionó que si bien este año hubo un repunte en el precio de los productos que exportan, a esos aumentos hay que sumarles las contingencias del clima, que provocaron una disminución en la producción y están incidiendo en los precios.
Respecto a los costos de producción a los que también se enfrentan por todo lo mencionado, Cristaldo alegó que se complica aún para los productores paraguayos, debido a que se opera desde un país mediterráneo que depende del río para poder salir al mercado exterior.
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Es así que para poder revertir el escenario, necesariamente se debe aumentar la producción, que es lo que se podría con mayor esfuerzo y afrontando riesgos, pero a la vez que se den las condiciones, factores que ya escapan de las posibilidades de los productores, acotó el titular de la UGP.
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Asociación de Productores de Soja se separa de la UGP argumentando nula representación
La Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS) comunicó su decisión de separarse de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) argumentando no sentirse representada en la toma de decisiones, así como en las políticas y los lineamientos de la UGP.
A través de un comunicado, la APS manifestó que dejará de formar parte de la UGP, prohibiendo el uso de sus logos para las comunicaciones de dicho gremio y que su decisión fue presentada formalmente ya el pasado viernes 1 de agosto de 2025.
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En el comunicado, la APS argumenta que no se siente representada adecuadamente por las políticas, decisiones y lineamientos de la UGP. Además, señalaron que tiene una visión de ser un gremio dinámico, participativo y representativo como referente del sector productivo a nivel nacional e internacional, reconocido por su compromiso con el desarrollo del país.
“Defendemos los derechos de los productores de soja, cereales y afines; influimos en la construcción de políticas económicas y sociales para garantizar la estabilidad y seguridad en el desarrollo de los trabajos en el campo. Somos una asociación donde la toma de decisiones se hace en forma democrática, dando participación real a todos los asociados que serán afectados por las acciones que se llevarán adelante”, se lee en el documento.
La APS recuerda que cuentan con más de 6.000 productores, grandes, medianos y pequeños unidos por su trabajo y por la meta de alcanzar el desarrollo social y económico del país, pese a las dificultades y desafíos.
“Por todas estas razones, y por que la APS actualmente no se siente representada adecuadamente por las políticas, decisiones y lineamientos de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), el Consejo Directivo de la APS ha tomado la decisión de no seguir siendo miembro de la UGP”, manifestaron.
Igualmente, refirieron que realizarán las gestiones necesarias para solicitar al Gobierno el espacio de diálogo necesario para que el productor esté debidamente representado.
“Somos el eslabón de la cadena fundamental que provee de materias primas necesarias para que las demás cadenas, como los exportadores de materias primas y las industrias aceiteras puedan trabajar”, remarcaron.
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UGP destaca tres aspectos clave a tener en cuenta para el fortalecimiento agrícola
La agricultura sigue siendo uno de los pilares del desarrollo económico y social de nuestro país, pero su fortalecimiento requiere mucho más que trabajo diario en el campo, explican desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP), agregando que este trabajo demanda preparación, información precisa, sostenibilidad en las prácticas y políticas públicas efectivas que respondan a la realidad rural.
Cada uno de estos elementos actúa como un engranaje para que la producción agrícola pueda sostenerse, crecer y generar oportunidades para miles de familias campesinas, expresó el Ing. Héctor Cristaldo, presidente de la UGP.
Manejo de información
Para quienes buscan trabajar en el campo, Cristaldo explicó que es fundamental cultivar la vocación, adquirir conocimientos y mantener la perseverancia. Sostuvo que trabajar en el sector agrícola requiere de una buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad.
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“Teniendo en cuenta el comportamiento cíclico, con años buenos, regulares y malos, es clave gestionar información sobre el clima y el mercado para realizar un análisis adecuado y manejar los riesgos”, precisó. Además, dijo que para evaluar la rentabilidad se recomienda analizar los resultados en períodos de cinco años y no centrarse únicamente en el resultado de un solo ciclo.
Políticas públicas
La agricultura reúne a un sector que necesita mejorar su calidad de vida, y las políticas públicas deberían enfocarse en incluir plenamente en la economía real y en las cadenas de valor, señaló Cristaldo. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryguatã (pobre, pero sin hambre)”, enfatizó.
Estas políticas deben abordar el déficit de infraestructura rural, como caminos, sistemas de riego, acceso a electricidad, agua y conectividad digital, facilitar el acceso al crédito y financiamiento diferenciado, además de promover la educación, capacitación y asistencia técnica gratuita para los pequeños productores.
Sostenibilidad
La modernización de la agricultura es lo que permite mantener la competitividad sin comprometer los recursos naturales. Cristaldo mencionó que este proceso comenzó en los años 80 con la mecanización y tecnificación, continuó en los 90 con la siembra directa y se consolidó en los 2000 con la introducción de variedades mejoradas genéticamente.
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Finalmente, expuso que el productor agrícola tiene un compromiso inquebrantable con las buenas prácticas en sus fincas, porque de ello depende la conservación de sus principales recursos para garantizar el consumo propio y la generación de ingresos.
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Proponen declarar el azúcar como producto de excepción dentro del Mercosur
El Centro Azucarero y Alcoholero (CAAP) manifestó su posición en declarar el azúcar como producto de excepción dentro del Mercado Común del Sur (Mercosur) a fin de proteger a una de las cadenas productivas más sensibles para la economía y el empleo de nuestro país.
Así lo indicaron a través de un comunicado, ante la propuesta de incorporar el producto al régimen de libre comercio del bloque regional. “El ingreso del azúcar al libre comercio regional es inaceptable para el Paraguay”, según señalaron.
En la misiva refirieron que el presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la Cumbre del Mercosur señaló la necesidad de superar obstáculos con la inclusión de los sectores automotriz y azucarero en la unión aduanera.
En ese sentido, mencionaron que se considera inaceptable la inclusión del sector azucarero en el régimen de libre comercio bajo las condiciones actuales, ya que ello implicaría un golpe severo a la estructura social, económica y productiva del Paraguay.
“La apertura del mercado sin medidas compensatorias, salvaguardas, ni un cronograma justo de transición, afectaría directamente a más de 25.000 pequeños productores cañeros, pilares del sector agrícola nacional y de la economía rural”, afirmaron.
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El cultivo de caña de azúcar y su industrialización sostienen a más de 300.000 paraguayos de forma directa e indirecta, en zonas con alta vulnerabilidad económica y social. Es por eso que una competencia desigual con países como Brasil, que gozan de economías de escala, subsidios estatales y ventajas estructurales, perjudicaría a miles de familias paraguayas que viven del trabajo rural.
De acuerdo al gremio, incluir el azúcar en la unión aduanera sin atender las profundas asimetrías dentro del bloque equivaldría a sacrificar el desarrollo rural. Por ello, solicitaron al Gobierno mantener una postura firme y coherente en defensa del rubro, expresando con claridad en las instancias del Mercosur que la propuesta no es viable ni aceptable en las condiciones actuales.
Beneficiaría a la industria brasileña
Advirtieron además que una apertura sin restricciones beneficiaría principalmente a la industria brasileña, mientras que empobrecería aún más a comunidades que dependen casi exclusivamente del cultivo y procesamiento de la caña de azúcar.
La Unión de Gremios de la Producción (UGP) explicó que el reclamo central es mantener invariable la postura nacional, debiéndose sostener un arancel del 30 % y aplicar medidas administrativas como la licencia previa para la importación de azúcar. Las disposiciones se enmarcan en los acuerdos internacionales vigentes y buscan amortiguar el impacto de las distorsiones persistentes en el mercado.
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¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
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3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
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5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
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