La importación de baterías tiene un nuevo ajuste arancelario establecido por el Gobierno Nacional que dispuso, a través del Decreto N° 5200/2021, el ajuste del arancel aduanero, identificadas bajo el código de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) 8507.10.10.
Esta medida surge a partir de la identificación del producto como de “uso exclusivo de motocicletas”, teniendo en cuenta las características técnicas del mismo.
Con este cambio de estatus, el producto que anteriormente formaba parte del universo automotor (no armonizado en el Mercosur) pasa a formar parte del universo armonizado del bloque, obteniendo las ventajas arancelarias correspondientes en el comercio intrazona.
En este sentido, se realiza el ajuste pertinente del nivel del arancel de importación aplicado a este tipo de baterías, pasando de 5% a 0% cuando la importación es originaria del Mercosur y de 10% a 18% cuando la importación es originaria del resto del mundo.
“La industria eléctrica es algo que llegará al Paraguay, por el momento la economía del consumidor paraguayo es un problema, las baterías no son igual al de los autos. La batería de un auto puede durar hasta 10 años y el de una moto es entre 1 a 2 años, el costo es alto,” había señalado Jorge Samaniego, titular de la Cámara Industrial Paraguaya de Motocicletas y Automotores (Cipama), sobre el tema cuando aún estaba en estudio la inclusión.
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A marzo, importaciones bajo régimen de materia prima suman USD 143 millones
Desde el Viceministerio de Industria informaron que las importaciones realizadas bajo el régimen de materia prima sumaron un total de USD 143 millones, al cierre del primer trimestre del año. El 77 % de las compras se concentraron en los rubros de productos metalúrgicos, equipos y aparatos eléctricos, y productos químicos farmacéuticos.
El buen dinamismo también se reflejó en los números mensuales. Solo en marzo, las adquisiciones alcanzaron los USD 36 millones, lo que representa un aumento del 56 % en comparación con el mismo mes del 2024. Según el informe, unas 126 industrias adquirieron productos del exterior mediante este régimen. Solo en marzo se autorizaron 516 solicitudes de importación.
Durante los primeros tres meses de lo que va el 2025, se destacan tres rubros como los mayores importadores. Los productos metalúrgicos encabezaron la lista con un total de USD 61,8 millones, seguidos por maquinaria, equipos y aparatos tecnológicos, con USD 24,3 millones. En tercer lugar, se ubicó el sector de productos químicos y farmacéuticos, con USD 23,9 millones.
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Respecto a los orígenes de las materias primas importadas, el 79 % provino de China, seguido por India y Estados Unidos, con 6,5 % y 4,8 %, espectivamente. Las adquisiciones también se hicieron de España, Bahréin y Turquía.
Al cierre de marzo, unas 203 empresas fueron beneficiadas con el régimen de materia prima. El 78 % de ellas se concentran en los sectores metalúrgico, químico-farmacéutico, caucho y plástico, alimentos y bebidas, y textiles. Además, el 95 % corresponde a industrias ubicadas en los departamentos de Central, Capital y Alto Paraná.
Por último, el informe señala que, en el primer trimestre del año, se autorizaron 1.544 solicitudes de importación, lo que representa un aumento del 34 % en comparación con el mismo periodo del 2024.
Cabe recordar que el régimen de materia prima tiene como objetivo fomentar la inversión mediante liberaciones arancelarias, mejorando las condiciones de competitividad de las industrias como fuente generadora de empleos y de valor agregado. Este régimen está focalizado para estimular la creación y el crecimiento de las pequeñas y medianas industrias.
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Aranceles y el Mercosur
- Carlos A. Primo Braga
- Profesor de la Fundación Dom Cabral, Brasil
El 2 de abril (denominado Liberation Day por el presidente Trump), el Gobierno de los Estados Unidos anunció la imposición de aranceles recíprocos que afectan a cerca de 185 países. A partir del 5 de abril, se sumaron aranceles del 10 % a los ya existentes, y desde el 9 de abril deberían imponerse aranceles adicionales a los países considerados como los peores infractores, con base en una “evaluación” sobre cómo sus políticas afectan las exportaciones estadounidenses.
Los mercados financieros en todo el mundo, y particularmente en EE. UU., reaccionaron de forma dramática en los días posteriores al anuncio. El índice NASDAQ, por ejemplo, que refleja el desempeño del sector tecnológico, cayó alrededor de un 9,8 % en los dos días siguientes, una corrección significativa en relación con su nivel máximo anterior.
Estos aranceles se suman a otros anunciados previamente por la administración Trump, dirigidos principalmente a China (incluyendo un arancel del 20 % como sanción por el comercio ilícito de fentanilo y aranceles del 25 % sobre automóviles, acero y aluminio). En síntesis, los productos chinos pasarán a enfrentar aranceles totales del 54 % (20 % vinculados al tema del fentanilo y 34 % por el cálculo de reciprocidad) y, en algunos casos, específicos (como los automóviles, considerados una amenaza a la seguridad nacional), los aranceles podrían alcanzar hasta un 79 %. China respondió con una tarifa adicional del 34 % sobre exportaciones estadounidenses. Posteriormente, el gobierno de Trump reaccionó a esta decisión imponiendo un arancel adicional del 50 % sobre productos chinos el 8 de abril.
El cálculo de los aranceles recíprocos por parte de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) fue recibido con escepticismo y críticas sobre la arbitrariedad del método utilizado. La fórmula adoptada se basa, esencialmente, en dividir el déficit comercial de EE. UU. en bienes con cada país entre el valor de las importaciones provenientes de dicho socio comercial, como una proxy de un arancel que equilibraría los flujos comerciales. La fórmula también incluye en el denominador una estimación de la elasticidad de las importaciones respecto a los precios y de los precios respecto a los aranceles; sin embargo, al haber asignado arbitrariamente los valores 4 y 0,25, el producto de dichas elasticidades es igual a 1. El valor resultante de esta división fue reducido a la mitad, según el presidente Trump, para reflejar la magnanimidad estadounidense. En el caso de países con superávit comercial con EE. UU. (como Brasil), así como en situaciones especiales (como Afganistán), se estableció un arancel recíproco del 10 %.
El 9 de abril, el presidente Trump anunció una pausa de 90 días en la implementación de estos aranceles para la mayoría de los países, con excepción de China. Para los países que no respondieron con represalias, solo se aplicará el arancel adicional del 10 % hasta junio. En el caso de China, sigue vigente un arancel acumulado del 145 %, mientras que para Canadá y México se aplicarán aranceles del 25 % sobre productos que no cumplan con las normas del acuerdo USMCA (que sustituyó al NAFTA). China respondió de inmediato, elevando sus tarifas a un 125 % sobre productos estadounidenses.
El arancel medio en EE. UU. se incrementará a aproximadamente un 22,5 %, con picos importantes para ciertos países (como China) y productos. Este nivel remite a lo ocurrido en la década de 1930 y sus consecuencias negativas para la economía global. Asimismo, la lógica de la fórmula (centrada únicamente en el comercio de bienes, ignorando los servicios donde EE. UU. suele registrar superávit), la elección arbitraria del año 2024 como base para los cálculos —a pesar de que los déficits comerciales varían con el tiempo—, el desconocimiento de las estructuras proteccionistas de los socios comerciales, y las causas macroeconómicas de los desequilibrios en la balanza de pagos (como el desajuste entre ahorro e inversión) han sido señalados como puntos críticos de esta metodología.
Para los países del Mercosur, hay tanto buenas como malas noticias. Es cierto que los miembros del bloque fueron “beneficiados” con un arancel recíproco mínimo del 10 %, muy por debajo del promedio general y de los valores máximos aplicados a otros países. Sin embargo, el impacto puede ser perjudicial, no solo por los efectos sobre los flujos globales de comercio (la Organización Mundial del Comercio —OMC— estima que estos aranceles podrían generar una contracción del 1 % en el volumen del comercio mundial en 2025), sino también por los desvíos comerciales que pueden surgir (como la redirección de exportaciones chinas hacia la región). No obstante, el “superarancel” y sus externalidades (como la adopción de medidas de represalia por varios países, especialmente China) pueden generar oportunidades para el agronegocio del Mercosur, como ocurrió durante el primer mandato de Trump.
Desde una perspectiva estratégica, la política comercial de EE. UU. crea incentivos para una postura más favorable en relación con la implementación del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Cabe destacar, sin embargo, que Argentina y Brasil mantienen visiones divergentes sobre el impacto de estas medidas. El presidente Milei, por ejemplo, ha expresado interés en ajustar la política comercial argentina y eventualmente negociar un acuerdo bilateral con EE. UU.
En resumen, las medidas adoptadas por EE. UU. pueden interpretarse como una decisión de facto de abandonar las normas de la OMC. Esto incrementará los niveles de incertidumbre en la economía global. El Programa “Parceiros para Excelência” PAEX de la Fundación Dom Cabral puede asistir a sus clientes en la navegación de este escenario incierto.
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Participación de las industrias aceiteras en el complejo soja en febrero subió al 20 %
En el segundo mes del año el ingreso de divisas generado por las exportaciones de productos del complejo soja comprendidas por aceite, harina, cascarilla y granos alcanzó USD 687 millones, que implicó una reducción del 17 % comparando con los ingresos del mismo periodo del año anterior, según la última actualización de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
“Del valor total de las exportaciones de la soja y sus derivados, son apenas USD 135,6 millones los generados por las ventas al extranjero realizadas desde las industrias aceiteras nacionales”, mencionó el gremio. No obstante, se enviaron 72.381 toneladas de aceites, por lo que la participación fue del 20 % en todo el complejo sojero, un incremento de 2 puntos porcentuales con relación al año pasado. En total se enviaron 1.765.070 toneladas entre granos, cascarilla, aceites, y harinas.
Este incremento con relación al 2024 se debió a que los precios internacionales de los productos industriales mejoraron ligeramente en el periodo analizado, mientras que el del grano se deterioró.
“El volumen exportado de soja en estado natural se redujo en un 14 %, mientras que el valor cayó 19 %, al mismo tiempo, el volumen de derivados industriales retrocedió un 11 %, pero su valor se redujo en un 9 % en el mismo periodo”, puntualizaron y añadieron que de esta forma la primarización de nuestras exportaciones sigue limitando el potencial de toda la cadena de valor de las oleaginosas.
Con respecto al ingreso de divisas para el país, señalaron que representó el 38 % del total de las exportaciones totales registradas en el país y esto se vio explicado también en la caída en el volumen exportado a esta altura del año relacionada a una menor industrialización que implica la exportación de productos de menor valor.
Así también, influyeron los problemas logísticos registrados en la hidrovía que limitaron la posibilidad de mantener una fluidez en nuestro comercio internacional. “Considerando la relevancia de nuestras vías navegables para el comercio exterior y para la economía paraguaya, instamos a las autoridades a seguir trabajando en la atención prioritaria de estos problemas”, afirmaron.
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Mercosur flexibiliza aranceles ante actual escenario internacional
Los cancilleres de los países miembros del Mercosur anunciaron que se ampliará temporalmente la lista de productos con excepciones al Arancel Externo Común del bloque. Se incluirán hasta 50 códigos arancelarios en las excepciones, de tal modo que se pueda “hacer frente a los desafíos del actual contexto internacional”.
De acuerdo con el comunicado conjunto de los cancilleres, se dieron instrucciones a los respectivos coordinadores nacionales para implementar esta medida. Igualmente, se tratarán otras medidas durante la reunión del Grupo Mercado Común (GMC), prevista para el 23 y 24 de abril, y en una próxima reunión de cancilleres el 2 de mayo.
Los cancilleres se reunieron en Argentina, país que ostenta la presidencia pro tempore hasta julio. Participaron los ministros del país anfitrión, Gerardo Werthein; de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano; de Brasil, Mauro Vieira; de Uruguay, Mario Lubetkin; y de Bolivia, Celinda Sosa, país recientemente incorporado como socio pleno.
Cabe recordar que días atrás el Gobierno de los Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció el aumento de aranceles comerciales para todos los países del mundo, con tasas que van del 10 % al 49 % en algunos casos, lo que ha creado una fuerte reacción en el mercado internacional. No obstante, el presidente Trump dio un golpe de timón el pasado miércoles en su guerra comercial con una “pausa” de 90 días en los aranceles aplicados a decenas de países, excepto a China, a la que se los sube al 25 %.