Desde la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), del Ministerio de Hacienda, recuerdan que ya están corriendo las fechas de vencimiento para el pago del Impuesto a la Renta Personal (IRP), correspondiente al ejercicio fiscal 2021. Los plazos están fijados en función al calendario perpetuo para la presentación de las declaraciones juradas establecido por la SET.
Se explica que los vencimientos alcanzarán a cerca de 190.000 contribuyentes y que la SET estima recaudar cerca de 350.000 millones de guaraníes, con base a las declaraciones presentadas hasta ahora. Al respecto, el titular de Tributación, Óscar Orué reiteró que los pagos pueden ser financiados hasta en 12 cuotas, con un interés de 1,5%.
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“Creemos que es un momento en el que el Estado está necesitando de recursos para hacer frente a todas las necesidades, entonces de igual forma estamos buscando alguna alternativa con este fraccionamiento”, dijo Orué a medios estatales.
A partir del presente ejercicio fiscal, las declaraciones serán de dos formas: por separación de tipos de renta y por limitación de deducciones. La primera, relacionada a rentas de servicios personales, a las que también se las conoce como rentas de trabajo y la segunda, a rentas de capital.
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El IVA lidera con más del 50 % del total recaudado por el fisco
Los impuestos son la principal fuente de financiamiento del Presupuesto General de la Nación (PGN) en el país. El impuesto al valor agregado (IVA) representa el 53 % del total recaudado por el Estado. Le siguen el impuesto a la renta empresarial (IRE), con una participación del 13 % y el impuesto a la renta personal (IRP), que aporta el 11 % de los ingresos.
En cuarto lugar se ubican los gravámenes aduaneros, que contribuyen con el 10 % del total recaudado. El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que se aplica a productos específicos como bebidas alcohólicas, tabacos y combustibles, representa el 8 %. Finalmente, el Impuesto a los Dividendos y Utilidades (IDU) aporta el 2 %. Pero estos tres tributos (IVA, IRE e IRP) conforman la columna vertebral del sistema tributario paraguayo, según explicó Diego Domínguez, director general de Estudios Económicos de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), en un video realizado por la entidad.
Domínguez recordó que una parte importante de estos tributos surgió a partir de la Ley n.° 6380/2019, que reformó y modernizó el sistema tributario paraguayo. “El IRE, el IRP, la Renta Salarial, la Renta de Ganancia de Capital y el IDU fueron diseñados bajo esta normativa con el fin de generar un sistema más equitativo y eficiente”, señaló. Recordó que esta reforma apuntaba a ampliar la base tributaria y mejorar la progresividad del sistema. Así también, sostuvo que todos estos recursos son esenciales para el funcionamiento del Estado. No solo sostienen los gastos en salud, educación, infraestructura y seguridad, sino que también permiten generar condiciones de mayor bienestar para la población y, especialmente, para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). “La recaudación no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el desarrollo económico del país”, finalizó el director de Estudios Económicos de la DNIT.
RECAUDACIÓN
En junio, la DNIT recaudó G. 3.175.380 millones (407,9 millones de USD ), lo que representa un crecimiento de 16 % en comparación al mismo mes de 2024, cuando se obtuvo G. 436.885 millones más (USD 56,1 millones) que en junio de 2024.
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Composición de los impuestos: el IVA lidera con más del 50 % del total recaudado por el Estado
Los impuestos son la principal fuente de financiamiento del Presupuesto General de la Nación (PGN) en el país. El Impuesto al Valor Agregado (IVA) representa el 53 % del total recaudado por el Estado. Le siguen el Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), con una participación del 13 % y el Impuesto a la Renta Personal (IRP), que aporta el 11 % de los ingresos.
En cuarto lugar se ubican los gravámenes aduaneros, que contribuyen con el 10 % del total recaudado. El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que se aplica a productos específicos como bebidas alcohólicas, tabacos y combustibles, representa el 8 %. Finalmente, el Impuesto a los Dividendos y Utilidades (IDU) aporta el 2 %.
Pero estos tres tributos (IVA, IRE e IRP) conforman la columna vertebral del sistema tributario paraguayo, según explicó Diego Domínguez, director general de Estudios Económicos de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), en un video realizado por la entidad.
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Domínguez recordó que una parte importante de estos tributos surgió a partir de la Ley n.° 6.380/2019, que reformó y modernizó el sistema tributario paraguayo. “El IRE, el IRP, la Renta Salarial, la Renta de Ganancia de Capital y el IDU fueron diseñados bajo esta normativa con el fin de generar un sistema más equitativo y eficiente”, señaló.
Recordó que esta reforma apuntaba a ampliar la base tributaria y mejorar la progresividad del sistema. Así también, sostuvo que todos estos recursos son esenciales para el funcionamiento del Estado. No solo sostienen los gastos en salud, educación, infraestructura y seguridad, sino que también permiten generar condiciones de mayor bienestar para la población y, especialmente, para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
“La recaudación no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el desarrollo económico del país”, finalizó el director de Estudios Económicos de la DNIT.
Recaudación
En junio, la DNIT recaudó G. 3.175.380 millones (407,9 millones de USD ), lo que representa un crecimiento de 16 % en comparación al mismo mes del 2024, cuando se obtuvo G. 436.885 millones más (USD 56,1 millones) que en junio de 2024.
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Derogar el IRP y reducir el IVA al 5 por ciento
- Víctor Pavón (*)
Adam Smith Center por Economic Freedom volvió a posicionar a nuestro país como el el mejor sistema tributario de América Latina. Dos elementos fueron tomados en cuenta para ello: Competitividad y neutralidad.
Sobre la competitividad se hizo notar en el mencionado estudio lo favorable del sistema tributario para atraer inversiones e incentivar la actividad económica. Y acerca de la neutralidad que las distorsiones impositivas son mínimas fomentando las decisiones de los individuos y las empresas.
Dicho de otro modo. Nuestro país tiene en su sistema tributario un activo de carácter estratégico a ser valorado y mejorado. Es de destacarse que estamos ante un logro importante que merece reconocimiento, aun cuando personalmente podríamos mejorar todavía más con la derogación del impuesto a la renta personal (IRP) y bajando el impuesto al valor agregado (IVA) del 10 al 5 por ciento y cuanto antes mejor.
Esto haría del Paraguay un faro en libertad económica, en el sentido tributario.
El argumento que vengo sosteniendo desde hace años consiste en convertir la competencia fiscal en un principio de la política fiscal (cuestión que los estatistas keynesianos y colectivistas desechan).
O dejamos que el libre mercado actúe en la economía, esto es, el sector privado sea el que decida qué y cómo hacer o se deja al arbitrio del intervencionismo estatal para que burócratas y políticos apliquen las ideas del desarrollismo, una vieja teoría para los cambios en la sociedad desde el poder gubernamental.
Lo primero es correcto, lo segundo un error. Si contamos con más libre mercado serán las personas y las empresas las que cooperarán entre sí y en competencia acrecentando la innovación y la creatividad, motivo por el cual el ahorro y la inversión serán absolutamente necesarios.
Sin embargo, dada la existencia del Estado también debemos alentar la competencia institucional desde el Gobierno. Esto se debe a que no podemos negar la existencia de este órgano coercitivo en nuestras sociedades.
Cuando se trata de impuestos, por ende, debemos incentivar a que los propios burócratas y políticos se persuadan que con bajos y pocos tributos también ellos se beneficiarán puesto que es una de las únicas maneras (junto con la seguridad jurídica) de lograr mejores condiciones de vida para la población que es lo mismo que decir para los electores.
Así, por ejemplo, si un país A cuenta con una tasa impositiva de 50 y el país B de 5, la tendencia será que los flujos de ahorro e inversión y hasta de migración se dirijan de A hacia B. La diferencia es sustancial para el mejoramiento de la población. De ahí que vengo proponiendo para nuestro país: derogar el IRP y reducir el IVA al 5 por ciento y cuanto antes mejor.
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”, “Cartas sobre el liberalismo”, “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes”, y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la República”.
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“Formalización, el único camino que nos va a sacar adelante como país”
- por Rodolfo Sosa
Paraguay hizo los deberes en cuanto a ajustar el sistema tributario para que sea más equitativo y más fácil, dijo.
Desde los tiempos bíblicos el recaudador de impuestos es visto con desdén, es un cargo que no goza de popularidad dada la naturaleza de sus funciones. Pero pese a esto, Óscar Orué, titular de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), lidera con firmeza la institución y tiene el propósito de que el Estado cuente con las suficientes herramientas para garantizar un futuro mejor a la población. Su trabajo se destaca con la elevación de la recaudación y el combate al contrabando.
Orué recibió en su despacho a La Nación/Nación Media para ser parte de los Hacedores LN y responder a todas las preguntas desde su escritorio con vista a la bahía de Asunción. Fue categórico al señalar que el contrabando y la evasión son “pan para hoy y hambre para mañana”.
Recordó sus inicios en la función pública, sus mayores desafíos, sus logros como cabeza de la ex-Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la hoy unificada DNIT. Apasionado por el fútbol, encuentra en este deporte una forma de relajarse tras las jornadas de trabajo y también disfruta del tiempo en familia con su pareja y su hija.
Es un funcionario de carrera. Comenzó a muy temprana edad en la función pública, ocupó cargos importantes en el anterior Ministerio de Hacienda hasta dar un salto en su carrera en la SET.
Se dedica también a la docencia, impartiendo clases en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en la cátedra de Derecho Tributario.
-¿Qué le motivó a dedicarse al servicio público, en especial en un ámbito no tan popular como el tributario?
–Bueno (entre risas), yo empecé muy joven como funcionario público, pero sí me gustó desde muy temprano. Y abracé dos cosas, el ejercicio público, por un lado, y por otro la docencia. Entonces, son dos cosas que me gustan y que de alguna manera me permitieron llegar donde estoy.
También el Ministerio de Hacienda invirtió en mi capacitación, en mi educación. Entonces, quería llevar a la práctica todo lo que aprendí en el ámbito académico. Me dieron la oportunidad de ocupar cargos importantes y creo que he cumplido con la inversión que hicieron en mí, también en la parte del desarrollo y del trabajo que me toca realizar.
–¿Cómo encuentra equilibrio entre su vida personal y profesional?
–Yo lo encuentro compartiendo con la familia, compartiendo con mi pareja, con mi hija, también con mis padres, gracias a ellos también. Con mis hermanos, yo tengo un hermano que falleció en pandemia y otro con el que siempre comparto. Yo creo que el equilibrio es muy importante en cuanto a distribuir el tiempo de manera equitativa para no estresarse, porque el cargo es muy, muy pesado.
También realizo actividades físicas, fútbol. Eso me distrae un poco y también me da el equilibrio necesario para poder continuar el día a día. Creo que eso es muy importante: tener otras actividades y no estar concentrado solamente en la actividad laboral, que si bien es demandante, con el tiempo aprendí a delegar, aprendí a lidiar con los problemas y también con las presiones.
–¿Cuál es tu filosofía de liderazgo y de toma de decisiones?
–Soy una persona con valores morales y éticos muy altos y eso trato de transmitir a todo el equipo. Trato de llevar un liderazgo participativo, pero también con mucha decisión. Tengo un carácter fuerte para el cargo en sí, trato de imponer no solo respeto, sino principalmente la línea de trabajo con responsabilidad.
Creo que hay tres elementos para poder llevar adelante el trabajo: el talento, la actitud y la responsabilidad.
Un líder debe tomar decisiones que a veces no gustan a la mayoría, hacerlo en pos del desarrollo de toda la institución, que está por encima de las personas.
–A largo de su carrera como titular de la SET y ahora de la DNIT, ¿qué desafíos superó y qué aprendió en ese proceso?
-El desafío que superé es que vine del sector técnico y fui funcionario toda la vida. Tuve la oportunidad de ocupar cargos políticos no siendo político. Este fue el principal desafío, porque una cosa es llegar y otra es mantenerse. Mucha gente no creía en mí o simplemente decía que no tenía el perfil, que no iba a tener éxito en ese trabajo por mi carácter fuerte. Entonces, las críticas siempre estaban, de que no iba a durar mucho tiempo en el cargo, eso fue lo que más trabajé.
–En cinco años, ¿qué avances en materia tributaria se ha experimentado?
–En materia tributaria creo que Paraguay hizo los deberes en cuanto a ajustar el sistema tributario para que sea más equitativo y más fácil, pero manteniendo su esencia, eso creo que es lo más importante. ¿Por qué mantener su esencia? Porque nosotros no aumentamos impuestos.
Se hizo una reforma, pero no se tocaron las tasas, sigue siendo 10 % de IVA y 10 % impuesto a la renta. Pero sí se comenzó a equilibrar un poco mejor y establecer una equidad. Por ejemplo, el sector agrícola y pecuario se equiparó al sector comercial, industrial y de servicios, porque había una diferencia, uno pagaba menos que otro. Eso se equilibró y hoy están en igualdad de condiciones.
En segundo lugar, creo que el sector de socios, dueños y accionistas de empresas hoy pagan más en base a su capacidad contributiva, cosa que antes no pasaba con el impuesto a los dividendos de utilidad. Creo que estos fueron los dos cambios más importantes que tuvo el sistema tributario y que logró equidad y eficiencia.
Hoy los que tienen más pagan más, sin que eso signifique un aumento de tasas, que al final solo perjudicaría a la clase media y a los asalariados y principalmente al sector más carenciado. ¿Por qué? Porque si se aumentaba el impuesto al valor agregado, al final iban a terminar pagando los consumidores finales, entonces, nosotros apostamos a seguir manteniendo eso.
–¿Qué estrategias aplicaron para fortalecer los controles y garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias?
–Tres aspectos fundamentales. Uno, elegir a las mejores personas en base a sus perfiles técnicos, a sus comportamientos, a su integridad y sobre todo al nivel de conocimiento y responsabilidad. Segundo, los controles gracias a los avances tecnológicos que tenemos, el cruzamiento de bases de datos de los sistemas, tanto de aduanas como de impuestos internos.Y un tercer aspecto que es el aspecto político, el blindar la institución del sector político y empresarial permitió que podamos tener estos resultados. El presidente Santiago Peña se comprometió a que la institución tenga autonomía, tenga autarquía y sobre todo también no se deje influenciar por los sectores políticos, que muchas veces utilizaban la institución, especialmente la aduana, como una institución prebendaria.
–Si hablamos de cultura tributaria, ¿cómo ve al paraguayo actualmente?
–Yo creo que la gente está empezando a darse cuenta de que para ser un ciudadano modelo no solamente tiene que exigir sus derechos, sino también cumplir sus obligaciones y ahí el pago de impuesto es fundamental. Hoy la gente ya entiende que pagando su impuesto puede no solamente exigir esos derechos, sino también poder de alguna manera influir en la sociedad.
Es importante esa idea de que el ciudadano modelo es aquel que cumple sus obligaciones y que trata de ser ejemplo en la sociedad. Hoy la gente comprende más que tenemos un sistema tributario sencillo, fácil, barato y que tenemos que aprovechar eso y continuar, porque al final la formalización es el único camino que nos va a sacar adelante como país y entender que, más que una carga, es una posibilidad de poder crecer.
–¿Qué mensaje le da usted como director de Ingresos Tributarios al contribuyente?
–Que cuide nuestro sistema tributario. En la medida que todos cumplamos y todos tratemos de apoyar a que se formalice la gente, se va a redundar en beneficios, porque si solamente se apuesta a aumentar impuestos, los que siempre pagan van a terminar pagando todo. La idea es que se equilibre eso, que se amplíe la base, de tal manera a concienciar y no pensar que uno es más pobre que otro y por eso no va a cumplir. La formalización es el único camino para salir adelante.
El contrabando, por ejemplo, es pan para hoy y hambre para mañana. Yo sé que a veces pensamos que es más barato, pero en realidad le perjudica a aquellos que están cumpliendo, perjudica a aquel pequeño productor que tiene alguna tierra que está cultivando. Es fundamental entender que todos juntos construimos el Paraguay que queremos y que todos tenemos no solamente derechos, sino también obligaciones.