El aeropuerto tiene 40 años de antigüedad y su capacidad máxima es de 1.700.000 pasajeros. Con la segunda terminal eso aumentará en un lapso de 5 años.
Desde la Dinac anunciaron mejoras y una nueva terminal en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. En ese sentido, el titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) Félix Masao Kanazawa, y el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Arnoldo Wiens, se reunieron ayer para conversar sobre los principales proyectos que se llevarán adelante este año de manera conjunta, entre los cuales se destaca el mejoramiento de la pista principal del aeropuerto y la construcción de una segunda terminal.
Con respecto a la segunda terminal, dijo que a fines de febrero se llevará a cabo un concurso para el diseño arquitectónico con la participación de la academia, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción y el MOPC, que formará parte del proceso de evaluación atendiendo a que deberá ser un ícono, ya que se trata de la puerta de entrada al país.
Recordó que el aeropuerto tiene 40 años de antigüedad y que a lo largo de este tiempo se hicieron algunas mejoras; sin embargo, su capacidad máxima es de 1.700.000 pasajeros.
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“Con la segunda terminal llegaremos a aproximadamente 3 millones de pasajeros en un lapso de 5 años, más ahora que tenemos conexiones directas con Europa a través de Air Europa a Madrid”, adelantó. Así también dijo que con estas obras se espera que la estación aérea ascienda a la categoría 2 y se convierta en un centro de interconexión regional aprovechando su posicionamiento estratégico en Sudamérica.
Según explicó Kanazawa, en estos momentos está en curso la parte de consultoría de la ampliación y rehabilitación de la pista de rodaje de las aeronaves a cargo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) con sede en Canadá, y que a fin de mes se conocerán los resultados, así como la inversión requerida.
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Sostuvo que la reconstrucción de la pista principal contempla algunas mejoras, como la pista de acceso rápido que beneficiará a las compañías aéreas porque ahorrarán combustible en el momento del aterrizaje.
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Dinac: aeropuerto recibió unos 233 vuelos y más de 10.000 pasajeros
La fiesta del fútbol ayudó al ingreso masivo de turistas al Paraguay. Ayer salió el último de los vuelos que llegó a Paraguay para participar de la final de la Copa Sudamericana del sábado. El operativo concluyó con 233 vuelos y más de 10.000 personas recibidas para el evento deportivo.
“Esto no tiene precedente para el Silvio Pettirossi. Estuvieron involucrados controladores de tráfico, seguridad, despachantes, operaciones y toda la familia de la Dinac en estos tres días”, expresó este lunes el director de Aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Rubén Aguilar, según publicaciones del portal IP.
El directivo aclaró que los aproximadamente 10.000 pasajeros vinieron exclusivamente para el partido entre Racing y Cruzeiro, y que en ese número no se cuentan los pasajeros de vuelos ordinarios que pasan por el aeropuerto.
En materia de aeronaves, precisó que fueron 178 aviones privados, con vuelos ejecutivos, y 55 vuelos chárter, que transportaron una mayor cantidad de pasajeros que los privados, los que llegaron a la terminal aeroportuaria.
CAPACIDAD DEL AEROPUERTO
Con este operativo quedó constancia de la capacidad del aeropuerto de albergar esta cantidad de aeronaves y pasajeros, afirmó Aguilar señalando que “podemos mejorar más para albergar una mayor cantidad”. “Este evento nos sirve para lo que puede venir más adelante como el Mundial de Rally y mirando ya el Mundial de Fútbol del 2030″, añadió.
TURISTAS GASTARON USD 200 POR DÍA
El director de Turismo de la Senatur, Víctor Chamorro, habló acerca de los principales números que dejó el evento deportivo que tuvo como escenario a la capital paraguaya, la final de la Copa Conmebol Sudamericana 2024. Resaltó que los turistas hinchas llegaron desde el día jueves antes del partido, convirtiéndose en una fiesta total que atrajo a más de 40.000 personas, que en promedio habrían realizado un gasto diario unitario de USD 200.
“Estamos realmente muy contentos por esta fiesta Sudamericana que se vivió en Asunción. Fue realmente inusitado por el movimiento que generó, eso se vio en la Costanera, la calle Palma y ni hablar del estadio”, expresó. Según la Dirección de Migraciones, ingresaron al país 40.873 personas que llegaron exclusivamente para esta actividad deportiva, lo cual pudo evidenciarse en las propias calles del microcentro de Asunción, en la ocupación hotelera, de los jets privados en el aeropuerto uno al lado de otro, remarcó el representante de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur).
Respecto a la ocupación hotelera, Chamorro reafirmó que fue en un 100 % para la capital, ya que ni bien se supo que sería la sede de la final de la Sudamericana, los hoteles comenzaron a recibir inmediatamente reservas. Esto generó a la vez un efecto derrame en los residenciales, hostales, hospedajes, los Airbnb, así como la ocupación en ciudades aledañas.
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Tramo Concepción-Belén simboliza el “renacer del norte paraguayo”, destacan
Las recientes obras viales inauguradas en el departamento de Concepción representan un hito en el desarrollo del norte del país, más aún con la finalización del tramo Concepción-Belén, que beneficia directamente a los miles de habitantes de la zona.
La gobernadora departamental, Liz Meza, fue quien destacó que estas obras simbolizan el “renacer del norte paraguayo”. La ruta del Corredor Norte, que conecta Belén con Concepción, incluye 18,28 kilómetros, con un subtramo rural y 2 kilómetros de travesía urbana, financiada mediante el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) y recursos locales.
A su vez, el intendente de Concepción, Bernardo Villalba, subrayó la transformación de la zona y el impacto positivo de las obras en la conectividad regional. “Hoy llegamos a Belén en tan solo 15 minutos, algo impensable antes y largamente esperado por la ciudadanía”, dijo.
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Desarrollo económico y social
Además del mencionado tramo, fueron inauguradas igualmente obras del pospuente Nanawa hasta la rotonda 2 de Mayo, que abarca aproximadamente 6 km completamente reconstruidos, según informó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Meza celebró a la vez el inicio de la reconstrucción de la ruta Concepción-San Lázaro, y reafirmó el compromiso del gobierno departamental de colaborar estrechamente con los municipios en futuros proyectos.
Las autoridades coincidieron en que estas mejoras no solo optimizan la movilidad, sino también impulsan el desarrollo económico y social del departamento, marcando un nuevo capítulo en la historia del norte paraguayo.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
Se cumplen 110 años de uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional: el 17 de noviembre de 1914, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en el cielo guaraní, abriendo el espacio aéreo para una figura que se haría conocida a nivel mundial como el “Rey del aire”, el “Hombre pájaro”, el “insuperable” y el “As de ases”.
Este primer vuelo fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo similar, siendo además increíble que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo, quien acababa de finalizar una gira por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto en el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a Asunción, se pudo percibir la gran admiración y respeto que los compatriotas sentían hacia el piloto que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
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“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Maurice Becquet y el (avión) Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: “Mi hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos”, indicó el profesor Antonio Luis Sapienza Fracchia, académico de la Academia Paraguaya de Historia, en conversación con La Nación/Nación Media.
El historiador destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embargó de vuelta rumbo hacia Montevideo (Uruguay), donde contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
De Paraguay a Francia
El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887, siendo hijo del italiano Antimo Pettirossi y la paraguaya Rufina Pereira Roldán. Era el cuarto hijo de la pareja, detrás de sus hermanos Alfredo, Elvira y Delia; y el mayor a sus hermanas Honorina y Luisa.
A la edad de siete años, sus padres decidieron enviarlo a Spoleto (Italia) para estudiar en un liceo premilitar. Vivió siete años en Europa, donde empezó su amor por la aviación y a la edad de catorce años regresó a Asunción, donde prosiguió sus estudios. En 1904 estalló una cruenta revolución contra el gobierno del general Juan Antonio Escurra, y Silvio, que contaba con 17 años, se enroló al ejército, donde luchó valientemente y fue ascendido al grado de alférez.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wilbur y Orville Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Invitado por Villanueva, Pettirossi viajó a Buenos Aires (Argentina), donde se radicó un tiempo, trabajando en la Oficina de la Dirección de Inmigración del puerto y en los círculos bonaerenses. Se vinculó rápidamente con el ingeniero Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina, quien quedó profundamente emocionado al sentir la pasión del paraguayo por la aviación.
“El precursor argentino estimuló a Pettirossi para que viajara a Europa, concretamente a Francia, la meca de los aviadores, para realizar sus estudios aeronáuticos y recibir su brevet (licencia) oficial de piloto. Así, Pettirossi, con toda la experiencia de vuelo encima, decidió volver a Paraguay con muchas ideas. Su objetivo fundamental era convencer a las autoridades paraguayas sobre la necesidad de contar con una escuela de aviación”, explicó Sapienza a La Nación/Nación Media.
El historiador comentó que, a su regreso del país vecino, Pettirossi empezó a hablar sobre su idea de viajar a Francia a estudiar aviación con importantes autoridades como senadores, altos jefes militares y hasta el propio ministro de Guerra y Marina, quienes terminaron intercediendo ante el presidente de la República, Eduardo Schaerer (1912-1916), para que el Gobierno le otorgue una beca de estudio.
Al ver el esfuerzo de su hijo por seguir su carrera como aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias respecto a la aviación, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños. Pettirossi partió a Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la escuela de aviación creada por el fabricante de aviones Armand Deperdussin, en Reims.
Deslumbraba al mundo
El 27 de enero de 1913, ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, tanto Silvio Pettirossi como toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentó a rendir el examen final. El piloto paraguayo cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por la audiencia.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de Teniente Primero en comisión, del Ejército paraguayo”, refirió Sapienza.
A partir de entonces, Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en un vuelo nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió otorgándole el título de “Rey del aire”.
El historiador puntualizó que el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon-le-Grand, cerca de Reims (Francia), además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras. “Fue después de uno de sus tantos vuelos que un periodista francés le preguntó cómo se sentía él en el aire, a lo que contestó: ‘Me siento dueño del espacio, después de Dios’”, precisó el historiador Sapienza.
Trágico final
El fallecimiento del “Rey del aire” se dio también en los cielos, el 17 de octubre de 1916, cuando volaba a bordo de su fiel Deperdussin “T”, y la tragedia ocurrió mientras realizaba su famoso “looping al revés”, en los cielos de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarla, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
Los restos de Silvio Pettirossi fueron velados en la sede del Aeroclub Argentino, donde delegaciones de varios países sudamericanos le rindieron un último homenaje. Luego, el féretro fue trasladado al puerto para ser embarcado con destino a Asunción en un vapor. En la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, el ataúd fue transferido al cañonero “Adolfo Riquelme” de la Armada Paraguaya, que lo trajo a Asunción.
En la capital paraguaya fue recibido por altas autoridades civiles y militares, y más de 30.000 personas siguieron el cortejo fúnebre hasta el Ministerio de Guerra y Marina y posteriormente a la Escuela Militar. Al día siguiente, se realizó un oficio religioso en la Catedral de Asunción, finalmente fue enterrado en el Mausoleo Militar del cementerio de Recoleta de Asunción.
“Sin lugar a dudas, fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces y arriesgadas que nacieron del espíritu itálico, inquieto y creativo. Pettirossi sembró la semilla de la Aviación en Paraguay y a partir de él otros siguieron sus pasos como Carlos de Paoli y Francisco Montanaro, ambos pilotos paraguayos que pelearon en la Primera Guerra Mundial como voluntarios en la Aviación Militar Italiana, finalizó el historiador Antonio Sapienza.
Datos clave
- El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887.
- El 4 de octubre de 1912, en Francia, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
- El 17 de noviembre de 1914 realizó el primer vuelo oficial en cielo guaraní.
- El fallecimiento del “Rey del aire” sucedió el 17 de octubre de 1916.
- Fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
- Por Sara Valenzuela
- sara.valenzuela@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza de Antonio Luis Sapienza
Un 17 de noviembre de 1914, quien fuera conocido a nivel mundial como el Rey de los Cielos, el Hombre Pájaro, el Insuperable y hasta como el As de Ases, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en nuestro cielo abriendo el espacio aéreo y marcando uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional.
Este primer vuelo no solo tuvo la distinción de ser el primero en su clase y el primero que fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo aéreo similar, sino que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo que acababa de finalizar un tour por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a la capital, se pudo percibir la gran admiración y respeto que todos los ciudadanos paraguayos sentían hacia el piloto, que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Becquet y el Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos’”, indicó el historiador aeronáutico Antonio Luis Sapienza.
NUPCIAS
El mismo destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embarcó de vuelta rumbo hacia Montevideo, donde al llegar contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Al ver el empeño de su hijo por seguir la carrera de aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias en la materia, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños y así fue como Pettirossi partió para Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
DESLUMBRANDO AL MUNDO
El 27 de enero de 1913, y ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, Silvio Pettirossi y toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentaron a rendir el examen final. Pettirossi cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por todas las autoridades presentes.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de teniente 1.° en comisión del Ejército paraguayo”, remarcó Sapienza.
A partir de entonces Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año de 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por toda Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en el aire nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió llamándole Rey del Aire.
Así también, el historiador puntualizó que en otra oportunidad, el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon, además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras.
TRÁGICO FINAL
El fallecimiento del Rey del Aire lamentablemente se dio también en los cielos, donde pasó gran parte de su vida adulta. Un trágico 17 de octubre de 1916 sufrió un accidente a bordo de su fiel Deperdussin T, cuando realizaba su famoso looping al revés, en los cielos de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarlo, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas y deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.