Un 25% se redujo el rendimiento del trigo con respecto al 2019 debido a que la producción fue afectada por las heladas registradas en varios puntos del país. Los productores de los departamentos del Alto Paraná y Caaguazú señalan que la calidad del cereal es óptima; sin embargo, los de Itapúa sostienen que las heladas quemaron muchos cultivos y la actual sequía tampoco favorece a la producción, de acuerdo con datos de la Coordinadora Agrícola del Paraguay.
En ese sentido, Lauro Fischer, técnico agrícola de Itapúa, dijo que la sequía actual también afecta los cultivos de trigo que sobrevivieron al fenómeno climático. “Los granos golpeados por la sequía no pueden recuperarse sin lluvias y hasta ahora hay demasiado estrés hídrico”, expresó.
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Así también, señaló que el trigo es engañoso, puede verse lindo en apariencia, pero al momento de cosechar se ve la poca calidad del grano, por lo que no puede estimarse un rendimiento promedio en este departamento.
Por su parte, Dante Servián, productor de la zona, mencionó que debido a la situación muchos agricultores no podrán cubrir los costos de producción. “Un 90% de los cultivos de trigo fue afectado por las heladas y lo poco que queda está siendo cosechado, pero muchos no podrán cubrir sus costos de producción”, afirmó.
En Caaguazú y Alto Paraná los rendimientos orillan entre 1.000 a 2.200 kilos por hectárea, según el reporte semanal de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
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Exportaciones
Por otra parte, las exportaciones del cereal cayeron 42% al cierre de julio con respecto al mismo período del 2019. Los envíos alcanzaron 267.949 toneladas a julio frente a 464.005 toneladas del año pasado. La reducción obedece a los problemas que se registran en la frontera con Brasil debido a los estrictos controles y que retrasan el proceso de salida del trigo y otros granos, según la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
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Complejo sojero, protagonista de la economía paraguaya a la espera de potenciar la industrialización
Sofía Céspedes (sofia.cespedes@nacionmedia.com)
La producción de soja tuvo un incremento de 28 % entre 2014 y 2024 de acuerdo con estadísticas de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro). En 2023, el complejo sojero generó ingresos al país por USD 3.424 millones en comparación a los USD 1.226 millones registrados en 2022.
El portal Green Commodities afirma que la soja se convirtió en el primer producto de exportación del país, es el producto agrícola que genera más ingresos y aporta al producto interno bruto (PIB) cerca del 17 %. Actualmente, Paraguay se sitúa entre los seis mayores productores de soja a nivel mundial y el cuarto mayor exportador.
Sin embargo, la industrialización sigue siendo una materia pendiente y que impulsará más a este segmento de la agricultura. La molienda del grano no tuvo el mismo comportamiento de crecimiento como fue con la producción agrícola; por el contrario, el año pasado la industrialización fue un 8 % menor que la que se había conseguido en 2014.
En contacto con La Nación/Nación Media, Sandra Noguera, gerente general de la Cappro, explicó que el repunte de la producción de soja, luego de la “catástrofe” de 2022 a raíz de la sequía, es sumamente positivo para el sector, pero aclaró que la materia pendiente sigue siendo la industrialización de la oleaginosa.
Noguera precisó que para dar el siguiente paso en la industrialización se deben introducir medidas públicas que puedan impulsar al sector y atraer nuevas inversiones, principalmente contar con un esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera, con relación al resto de las industrias que exportan.
Actualmente, es la única industria que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados, y tener un esquema de incentivos donde se promueva transformar la materia prima en el país.
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Noguera enfatizó que mientras Paraguay no cuente con las condiciones para seguir avanzando en la industrialización no podrá responder a la alta demanda existente en el exterior por la soja, principalmente de Argentina, que es uno de los mayores compradores del grano.
En el vecino país hay un régimen de admisión temporaria que facilita la importación de materia prima, tanto de Paraguay como de otros países alrededor del mundo. En los últimos 5 años (2019-2023), Argentina fue el destino de alrededor del 78 % de toda la soja en estado natural que se exportó desde Paraguay.
Capacidad
Sobre la capacidad de procesamiento en las industrias aceiteras asociadas a Cappro, Noguera indicó que ronda las 4,2 millones de toneladas anuales, es decir, menos de la mitad de lo que se produce anualmente.
La directiva de la Cappro incluso resaltó que en los últimos tres años “normales” (sin considerar el año de la gran sequía del 2022) se procesaron solo 3,01 millones de toneladas en promedio, por año de soja, lo que implica que cada año las aceiteras nacionales se ven forzadas a no aprovechar cerca del 30 % de su capacidad, pese a que existe materia prima agrícola disponible en el país.
“Entre 2014 y 2024 la capacidad instalada se ha reducido en torno a unas 300.000 toneladas por año, ya que en 2018 una de las industrias asociadas a Cappro decidió suspender sus operaciones de molienda de oleaginosas”, agregó Noguera.
Producción
Acerca de la cosecha que esperan para la campaña agrícola 2023/2024, tanto Sandra Noguera como Hugo Pastore, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), precisaron a La Nación/Nación Media que la producción estimada es de un volumen de 10,47 millones de toneladas con una superficie de siembra de 3,56 millones de hectáreas y un rendimiento promedio de 2.767 kilos por hectárea.
Aseguraron que es un buen volumen, con un rendimiento dispar por zonas con bajo rendimiento a raíz de factores climáticos, que fue compensado por otras zonas. Recordaron que en años de buena producción agrícola se cosecha en un volumen de entre 10 millones y 11 millones de toneladas anuales.
“Tuvimos una zafriña que no tuvo buenas precipitaciones, lo que hace que los rendimientos sean variables, algunas rinden mejor que otras, se sufrió mucho por la falta de lluvia”, expresó Pastore recordando que están atentos a los pronósticos meteorológicos respecto a lo que se espera para la próxima campaña agrícola.
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Empleo
En 2013, las industrias asociadas a Cappro hicieron grandes inversiones para instalar nuevas fábricas y la capacidad instalada de procesamiento creció de 1,5 millones de toneladas por año a 4,5 millones de toneladas por año.
De esta manera, el sector agroindustrial pasó a considerarse la actividad industrial más importante del país en los 10 años en términos de saldo de inversión extranjera directa.
Esto produjo que solo los asociados a la Cappro generen empleo para más de 8.800 trabajadores calificados, 2.200 de manera directa en las plantas y aproximadamente 6.600 de manera indirecta. La cámara está conformada por 10 industrias aceiteras que procesan oleaginosas para la obtención de la harina, cascarilla de soja, aceite crudo y refinado.
Datos claves
- La producción de soja tuvo un incremento de 28 % entre 2014 y 2024.
- La producción estimada para la campaña 2023-2024 es de 10,47 millones de toneladas.
- En los últimos 5 años Argentina fue el destino de alrededor del 78 % de toda la soja en estado natural.
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Avanza producción ganadera sostenible en el Chaco mediante cooperación internacional
El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) suscribió un acuerdo de cooperación por 4 años con la Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) y la Fundación Internacional de Caucus Conservacionista Paraguay (ICCF Paraguay).
En conjunto con gremios y productores del Chaco paraguayo se establecerá un sistema de buenas prácticas de producción sostenible, que incluya el manejo integrado de paisajes y beneficie a la biodiversidad dentro de la producción ganadera.
Además, se trabajará en el desarrollo de incentivos, como el paisaje productivo protegido. Esta certificación se convierte en un sello de garantía para los consumidores, asegurándoles que los productos que adquieren provienen de sistemas de producción que priorizan la sostenibilidad y la biodiversidad.
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El documento establece la asistencia técnica en los proyectos de cooperación y de producción ganadera sostenible, dentro del programa “Sistemas Alimentarios, Uso de la Tierra y Restauración” (Folur Paraguay), ejecutado por ICCF Paraguay y liderado por el Mades, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, como entidad implementadora.
El proyecto Folur busca promover la planificación integrada del uso de la tierra a través de la implementación de mejores prácticas de producción de las cadenas de valor de la carne y la soja, lograr la restauración a nivel del ecosistema y mejorar la conectividad de los bloques de bosques remanentes.
Es implementado por el Mades con apoyo de Naciones Unidas y de la ICCF. Cuenta con el financiamiento del Fondo Global para el Ambiente (GEF) y el cofinanciamiento del sector público y privado, de la cooperación internacional, y la sociedad civil.
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Mayor producción del tomate para que bajen precios depende del clima
El precio del tomate supera actualmente los G. 20.000 por kilo en supermercados y otros puntos de venta, sin embargo, el presidente de la Asociación de Productores de Tomates de Caaguazú, Óscar Guzmán, explicó que se espera que los valores elevados vayan bajando a medida que aumente la producción.
En contacto con Universo 970 AM/Nación Media, Guzmán contó que el precio por kilo en las fincas actualmente se encuentra entre G. 8.000 y G. 9.000. También recordó que el precio siempre depende de varios factores y uno de ellos es el costo de producción porque se trabaja a campo abierto.
“Está bajando el precio de los tomates en la finca, y va a ir bajando, pero también depende del clima. Nuestra desventaja siempre es la helada, la granizada y la sequía. Por eso es que requerimos de invernaderos”, precisó Guzmán y destacó que hay mucha producción en zonas de Blas Garay, Coronel Oviedo, R.I 3 Corrales y 3 de Febrero.
Acerca del invernadero, dijo que es necesario para mejorar el trabajo que realizan, pero que es costoso, mientras que las altas temperaturas también juegan en contra, aseguró que se le debe dar más herramientas al pequeño productor que se enfrenta a varios problemas en la siembra.
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“Tenemos buena relación con el ministro de Agricultura (Carlos Giménez), pero necesitamos un mejor acceso al agua y se recortó un 30 % de presupuesto para ayudar al productor. Es complicado el tema. También necesitamos semillas y lo principal un invernadero climatizado. Acá hay voluntad, a pulmón trabajamos, sin créditos”, precisó.
Los créditos agrícolas no son una opción para muchos productores, ya que ante las pérdidas de un porcentaje de la producción, porque no logran colocar su producto, no pueden abonar cuotas (por préstamos que realizan para iniciar la siembra), en consecuencia, son considerados morosos y sin posibilidad de gracia, no pueden volver a invertir.
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Paraguay: Inflación en línea a expectativas, pero con señales de alerta
A pesar de que la inflación se encuentra por encima del centro del rango meta no constituye un problema significativo. ¿Debe el Banco Central del Paraguay preocuparse? La respuesta es no, pero sí debe mantener una vigilancia especial sobre el traspaso de precios, explicó Wildo González chief economist de Puente Paraguay.
“En esta situación particular, existen dos traspasos que deben ser monitoreados con extrema cautela”, sostuvo. El primero es el traspaso de los aumentos en el tipo de cambio nominal a los precios de los bienes importados y sus efectos de segunda ronda.
En tanto, el segundo es el traspaso de los incrementos en los precios de los alimentos a la inflación subyacente (SAE). Este último, según la entidad, es el que podría causar más problemas para la trayectoria esperada de la inflación a corto y mediano plazo.
¿Por qué el traspaso del incremento del precio de los alimentos es más relevante? Esto se debe a que el traspaso del tipo de cambio a la inflación es menor que el traspaso del precio de los alimentos, indicó González.
Tomando como referencia el Informe de Política Monetaria del mes de marzo de 2023, en un recuadro del informe el BCP presenta resultados de estimaciones sobre el impacto de un incremento del 1 % en el tipo de cambio nominal PYG/USD en los precios de los bienes que, intuitivamente, deberían ser más sensibles a los movimientos del tipo de cambio: los bienes importados.
Sus resultados indican que el traspaso del shock de 1 %, en promedio, no supera el 0,2 % a 0,3 %, lo que es relativamente bajo. Además, un porcentaje no menor de los bienes no presenta resultados significativos. Todo esto es esperable y acorde a los resultados encontrados en la literatura que trata el traspaso del tipo de cambio a los precios.
Mientras tanto, el incremento en el precio de los alimentos, dependiendo de las condiciones macroeconómicas, puede ser completamente traspasado a los precios de los bienes en los que estos forman parte como insumos en la cadena de producción.
“Es importante destacar que la persistencia de los efectos de los shocks de los precios de los alimentos tiende a ser más intensa y prolongada que la de los shocks de aumentos en el tipo de cambio”, explicó. En el contexto particular de la coyuntura actual, a pesar de un incremento menor en el precio de los alimentos en este mes de mayo, estos todavía se ubican por encima de sus promedios históricos, lo cual ejerce cierta presión sobre el escenario de corto plazo de la inflación.
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Inflación en línea a expectativas
El resultado de la inflación mensual fue del 0,4 % m/m, sorprendiendo levemente las expectativas del mercado. La Encuesta de Expectativas de Variables Económicas (EVE) mostraba estimaciones de los agentes económicos de mercado en un 0,6 % m/m, mientras que en Puente, anticiparon un 0,4 % m/m.
Esta sorpresa se explica en gran parte por los precios de los alimentos, que contrariamente a las expectativa se mantuvieron en niveles superiores a los promedios históricos y fuera del comportamiento estacional de este componente del IPC.
Respecto a la inflación SAE (sin alimentos, combustibles y tarifas) el resultado fue del 0,4 % m/m, ligeramente superior a las expectativas que anticiparon un valor cercano al 0,3 % m/m. En términos interanuales, la inflación SAE alcanzó el 3,8 % anual.
La inflación core (SAE) se situó por debajo del centro del rango objetivo de inflación de la banca matriz. “Considerando el comportamiento reciente de la inflación core, es altamente probable que cerremos diciembre de 2024 con una inflación SAE igual a 3,9 % anual”, mencionó.
Esto indica que los efectos de los incrementos previos (shocks de oferta) se atenuaron, y no vieron elementos que los lleven a pensar que los escenarios de traspaso de precios, tanto de alimentos como del tipo de cambio, se estén materializando con una intensidad que pueda ocasionar un aumento en la inflación core. Con la información disponible y nuestras estimaciones, no existen elementos que los lleven a aumentar la proyección de 3,9 % anual.
Visión de la inflación y la TPM
Surge el interrogante de cómo este escenario, a pesar de estar en línea con las expectativas puede poner una señal de alerta a la trayectoria de la inflación a corto plazo. La respuesta es que, aunque las proyecciones del mes y del siguiente toman en cuenta esta persistencia inusual en el precio de los alimentos, se esperaba una reversión más rápida, o acorde a los perfiles mensuales históricos.
Así, los escenarios de inflación a diciembre de 2024 se encuentran implícitamente sujetos a diversos acontecimientos. Partiendo de la proyección de consenso, tanto de la EVE como del BCP, que estiman una inflación anual del 4 % para diciembre, se requiere una inflación mensual de entre 0,10 % y 0,15 % de junio en adelante.
Mientras que la proyección de 3,8 % anual requiere un promedio de 0,10 % mensual. Estas proyecciones no implican necesariamente un comportamiento uniforme de junio a diciembre; es altamente probable que ocurran meses con inflación mensual por encima o por debajo de estas cifras.
“No se descarta que, en caso de que la reversión de los precios de los alimentos se materialice, tengamos inflación mensual negativa (de abril en adelante, 2 a 3 meses podrían resultar en inflación negativa)”, añadió el experto.
Sin embargo, se presenta el riesgo de que un incremento en el traspaso de los precios resulte en una inflación mensual promedio de 0,2 % de junio a diciembre, ubicando la inflación en diciembre en 4,5 % anual, por encima del centro del rango meta.
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¿Es realmente motivo de preocupación? La respuesta es no. ¿Por qué? Debido a que, a pesar de los vaivenes de los precios, la economía enfrenta constantemente el impacto de diversos shocks, algunos más perceptibles que otros. Es esperable que, para no comprometer la trayectoria futura de la inflación a mediano y largo plazo, los bancos centrales toleren una inflación algo por encima o por debajo del centro del rango meta.
Por ello, dentro del contexto del escenario macroeconómico, cerrar la inflación en 4,5 % sería bastante razonable. Esto indicaría que el BCP, contrariamente a la perspectiva ordinaria, efectivamente está en vigilancia de la inflación a mediano y largo plazos, como es esperable en un esquema de metas de inflación. Este enfoque es sumamente importante y valorado.
“¿Puede el Banco Central bajar la TPM? Creemos que en el 2024 es poco probable”, señaló. Las preferencias por niveles por encima del centro de las estimaciones de la tasa neutral son claras, y el escenario externo no muy favorable no proporciona elementos que lleven a anticipar una o dos bajas adicionales. Esto lleva a descartar completamente los recortes contenidos en la encuesta de expectativas EVE.
Recomendación de estrategia
La evolución reciente de los indicadores económicos, junto con las últimas decisiones de política monetaria, y la incertidumbre acerca de los recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, junto con un incremento en las emisiones soberanas en moneda local, y un crecimiento económico de Paraguay por sobre el promedio de América Latina, sugieren un escenario propicio para una apreciación del tipo de cambio real en mediano y largo plazos. No obstante, el escenario de corto plazo sugiere una depreciación a diciembre en el tipo de cambio nominal guaraní/dólar estadounidense.
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Dadas las perspectivas de crecimiento económico y la composición proyectada del PIB, se recomiendan las siguientes estrategias de inversión:
- Corto plazo: para clientes con aversión al riesgo cambiario, sugirieron instrumentos en moneda extranjera, como bonos soberanos o corporativos de buena calificación.
- Mediano y largo plazos: considerando un escenario de apreciación del tipo de cambio real, encontraron atractivos los bonos soberanos en guaraníes, ya que ofrecen una buena oportunidad de entrada y se beneficiarían de la fortaleza de la moneda local.
- Inversiones en sectores clave: dada la proyección de un mayor dinamismo en sectores como manufactura, construcción e inmobiliario, recomendaron invertir en acciones o bonos corporativos de empresas líderes en estos sectores, que puedan aprovechar el crecimiento económico.
- Infraestructura y proyectos de inversión pública: dado el potencial de cierre de brechas de infraestructura, sugirieron explorar oportunidades de inversión en proyectos de construcción de infraestructura pública o en empresas relacionadas a este sector.
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