Emprendedores convirtieron ideas en oportunidades, ya que sus rubros tuvieron que parar debido al aislamiento total.

La crisis sanitaria y el impacto económico generado por el Covid-19 sin duda afecta a todos, desde los rubros menos pensados como el de letreros y pasacalles. Las empresas dedicadas al rubro dejaron de operar por medio de este tradicional canal, según indicó David Cañete, quien se dedicaba a este segmento, y ahora fabrica lavamanos. Sus creaciones pueden ser vistas en sus redes sociales como Trampolín Arte&Deco.

De su hobby de hacer puff a base de cubiertas recicladas, surgió la idea de realizar lavamanos con la misma materia prima, a la que añadió pallets. La recomendación del lavado continuo de manos, como prevención del contagio del covid-19 fue lo que dio idea a David.

“Esto surgió como muchos emprendimientos a raíz de una necesidad, porque con la cuarentena dejé de trabajar con mis letreros y pasacalles y como mi esposa que es enfermera, pero tampoco trabaja, entendí que tenía que hacer algo más, algo diferente y que sea útil en esta situación, y así empecé a armar el lavamos reciclado”, expresó.

Hace solo una semana que comenzó con el proyecto, y grande fue la sorpresa para él ya que gustó bastante a la ciudadanía. De a poco lo lanzó a través de las redes sociales con la ayuda de un amigo y consiguió venderlos.

El lavamanos fabricado lleva consigo el lavatorio y canilla, más las materias primas recicladas como cubiertas y pallet para la base y mesada. Debido a la crisis, la idea es que sea de precio accesible y su precio es de G. 150.000. En una semana logró vender en promedio 4 por día, generando ya un ingreso cercano a los G. 2.500.000. Dijo que principalmente lo adquirieron comercios y autoservicios, pero también personas particulares que lo están implementando en la entrada del hogar para la desinfección antes del ingreso.

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MÁS IDEAS

Un grupo de 3 emprendedores que se dedicaban a otros rubros bajo la misma temática, también desarrollaron una cabina de desinfección, cuyo prototipo les llevó dos semanas elaborarlo. La idea surgió de William Martínez, mientras que los demás se encargaron de la parte de ingeniería y de llevarlo hasta el público objetivo. El emprendiendo se denomina CleanPy, y puede ser contactado a través de las redes sociales.

“Siempre quisimos hacer un proyecto entre los 3. Somos pymes de diferentes rubros, pero las ganas de emprender nos unió y con el tema del virus nuestras empresas dejaron de operar y vimos que era nuestro momento. Yo creé el diseño, Aky Hisaoka que es ingeniero en electrónica y fabricó la automatización en un día y, Adam Hassam es el gerente comercial y la cara del producto”, explicó.

Lo interesante de este desarrollo es que las cabinas pueden desinfectar el cuerpo completo hasta la planta del pie. Es apta para una persona por vez, que debe entrar y solo realizar un giro de 360°. La misma es de 80x80 de base, 2 metros altura, cuenta con un reservorio de 40 litros de desinfectante, en este caso alcohol, el cual rinde para 400 personas.

Hay que destacar que el sistema es completamente autónomo, se enchufa a una red de 220 V y trabaja detectando el ingreso de una persona con un pitido inicial y empieza a rociar durante 6 segundos, ya que funciona con picos rociadores colocados por la pared y el techo, y una vez finalizado el proceso, la máquina emite otro pitido y termina el proceso.

El precio de las unidades es de G. 7.700.000, al ser un prototipo elaborado y utiliza caños de metal, partes de chapas, plásticos pvc, un poco de madera, a más de las automatizaciones y bombas con la parte eléctrica. Por ello, quieren llegar a las empresas proveedoras de modo a acceder a precios más accesibles y poder abaratar los costos.

Aseguran poder fabricar hasta 10 cabinas por semana, con lo que también están dando mano de obra a las personas que trabajaban con ellos. Hasta el momento ya fueron vendidas 2 unidades, adquiridas principalmente por supermercados, y está en marcha un pedido de 5 cabinas para una empresa de alimentos, agregó.

“La gente quiere seguir trabajando, y la única forma es brindándoles seguridad a los funcionarios, y con nuestra cabina lo que se logra es optimizar el tiempo y forma del proceso de desinfección”, resaltó Martínez.

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