Kiev, Ucrania. AFP.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reconoció que “nadie” sabe cuándo terminará la guerra de Ucrania y advirtió del “fuerte impacto” que tendría en el conflicto una eventual victoria de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos.
“Pienso que nadie sabe la respuesta. (...) Ni siquiera nuestros comandantes ni nuestros aliados occidentales”, dijo Zelenski, al ser preguntado sobre cuándo se terminará el conflicto entre Ucrania y Rusia.
El mandatario ucraniano hizo estas declaraciones en su gran rueda de prensa de final de año, en la que propuso movilizar a “450.000 o 500.000 soldados” ante la falta de tropas del ejército ucraniano en el frente.
Zelenski también habló de cómo las presidenciales estadounidenses, previstas para noviembre de 2024, pueden afectar a la guerra. Reconoció que el republicano Trump tiene “una personalidad diferente” de Joe Biden (demócrata) y esto se reflejará en “una política diferente”.
“Si la política del próximo presidente, independientemente de quien sea, es distinta respecto a Ucrania, más fría o más económica, entonces creo que eso tendrá un fuerte impacto en el transcurso de la guerra”, advirtió.
No obstante, expresó su esperanza en que Washington no modifique su apoyo militar y económico a Ucrania, esencial para Kiev en la guerra con Rusia.
Las presidenciales de Estados Unidos están previstas para principios de noviembre de 2024 y muchos analistas consideran que podrían suponer un punto de inflexión en el apoyo de Occidente a Ucrania.
Trump expresó en varias ocasiones sus reticencias a la ayuda que Washington da a Kiev. “Confío en que Estados Unidos no nos traicionará y respetará lo que acordamos”, afirmó Zelenski.
El presidente ucraniano hizo esta comparecencia después de un año marcado por los escasos avances del ejército ucraniano en su contraofensiva, iniciada en junio.
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En cumbre atípica con presencia del papa, hubo abrazos y miradas asesinas en el G7
Desde grandes abrazos hasta miradas asesinas, los líderes del G7 mostraron sus sintonías y diferencias durante su cumbre anual en el sur de Italia, pese a la unanimidad de sus declaraciones oficiales.
Las imágenes de los líderes cantando “Feliz cumpleaños” al jefe de gobierno alemán Olaf Scholz a instancias del presidente Joe Biden fueron la muestra perfecta de la cooperación del Grupo de los Siete.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también fue invitado a la reunión en la región sureña de Apulia, donde anunciaron un nuevo préstamo de 50.000 millones de dólares al país en guerra, confirmando su apoyo a su lucha contra la invasión rusa.
A nivel bilateral, el abrazo de bienvenida entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anfitriona de la cumbre, y el británico Rishi Sunak fue tan entusiasta que se volvió viral.
“Giorgia es fantástica”, dijo Sunak a los periodistas el viernes, destacando su cooperación en temas de migración y defensa.
Pero no hubo tal sintonía entre Meloni y el francés Emmanuel Macron, que tienen una relación tensa y tiene posiciones enfrentadas por el derecho al aborto.
Macron lamentó el estado del acceso al aborto en Italia, lo que llevó a Meloni a acusarlo de utilizar la cumbre del G7 para su campaña electoral antes de las legislativas anticipadas previstas en Francia en pocas semanas.
Abrazos al papa
Los italianos también estaban irritados porque Francia se apresuró a anunciar el acuerdo con Ucrania antes de que se sellara, dijeron fuentes diplomáticas.
Cuando Macron llegó a una cena formal el jueves por la noche, Meloni fue filmada lanzándole una mirada asesina.
Biden, de 81 años, no asistió a la cena y sus asesores explicaron que tiene una agenda apretada, aunque los medios italianos aseguran que el presidente demócrata estaba cansado.
La salud de Biden es un tema central en la campaña en las elecciones de noviembre, aunque su rival republicano, Donald Trump, cumplió 78 años este viernes.
Los medios filmaron a Biden alejándose de los otros dirigentes aparentemente desorientado en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
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El papa también fue protagonista en la cumbre, a la que acudió a hablar de inteligencia artificial.
Llegó en helicóptero y le preguntó a Meloni cómo estaba. “Todavía viva”, bromeó. “Bueno, ya somos dos”, respondió el pontífice argentino de 87 años.
Más tarde incluso compartió con la primera ministra italiana su papamóvil donde viajaron juntos para hacerse una foto de grupo.
El presidente argentino Javier Milei, que había criticado muy duramente a Francisco, se acercó a su silla de ruedas para darle un gran abrazo, igual que hizo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Y Meloni también mostró de nuevo su buena sintonía con Milei, con el que tuvo una reunión bilateral. “Has hecho un viaje increíble para estar aquí”, le dijo en perfecto español al recibirle.
Fuente: AFP
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Biden autorizó uso de armas contra suelo ruso, según presidente ucraniano
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, celebró este viernes la autorización condicional que obtuvo de Estados Unidos para usar armas entregadas por Washington contra objetivos en territorio ruso. Un alto funcionario estadounidense reveló el jueves que el presidente Joe Biden dio luz verde a que Ucrania use esas armas contra objetivos limítrofes de la exrepública soviética, “con fines de contrataque en la región de Járkov”, que enfrenta una ofensiva rusa.
“Se trata de un paso adelante hacia el objetivo (...) de defender a nuestro pueblo que vive en las aldeas situadas a lo largo de la frontera” con Rusia, afirmó Zelenski durante la tercera cumbre Ucrania-Europa del Norte en Estocolmo. Las potencias occidentales mostraron su creciente apoyo, bajo ciertas condiciones, al uso de sus armas por Ucrania, confrontada a una invasión rusa desde hace más de dos años, contra zonas rusas cercanas a la frontera.
Tras el anuncio de Estados Unidos, Alemania autorizó este viernes el recurso a sus equipamientos contra objetivos militares en Rusia, especialmente en respuesta a la ofensiva que Moscú lleva a cabo desde principios de mayo en la región de Járkov, en el noreste. El portavoz del gobierno alemán, Steffen Hebestreit, recordó que Ucrania tiene “derecho” a defenderse con las armas de las cuales dispone, “incluidas aquellas que le entregamos”.
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La decisión de Biden supone un giro de 180 grados, ya que hasta ahora Washington temía que esta autorización arrastrase a la OTAN a un conflicto directo con Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que “ya se están utilizando armas de fabricación estadounidense para intentar efectuar ataques en territorio ruso”. Esta es una prueba “del alcance de la implicación de Estados Unidos en este conflicto”, añadió.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, declaró el viernes que su país seguirá “adaptando” su apoyo militar a Ucrania, aunque mantiene su posición sobre la prohibición del uso de sus armas hacia dentro del territorio ruso. También indicó que la OTAN responderá al aumento de ataques híbridos rusos contra varios de los países aliados, tras una reunión informal entre los jefes de la diplomacia de la OTAN en Praga.
“Escalada”
Rusia ya criticó el jueves a la OTAN por lanzar “un nuevo ciclo de escalada”. Sin embargo, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, restó importancia a la amenaza de escalada y afirmó que esta solo se enmarca en “los esfuerzos del presidente” ruso Vladimir Putin “para evitar que los aliados de la OTAN apoyen a Ucrania”.
El secretario recordó que otros países ya han apoyado el uso de armas occidentales para atacar suelo ruso, como Francia y Reino Unido, aunque algunos siguen oponiéndose, como Italia. El canciller turco, Hakan Fidan, declaró que su país apoya “la continuación de la ayuda a Ucrania”, pero no quiere “que la OTAN participe en esta guerra”.
Stoltenberg declaró que los aliados proporcionaron “aproximadamente 40.000 millones de euros (43.500 millones de dólares) al año en ayuda militar a Ucrania” desde el comienzo de la invasión. “Debemos mantener como mínimo este nivel de apoyo cada año, el tiempo que sea necesario”, aseguró.
Por otra parte, los ministros de Relaciones Exteriores del G7, grupo de las siete mayores economías que reúne a las principales potencias occidentales y a Japón, se declararon el viernes “gravemente preocupados” por la creciente cooperación entre Rusia y Corea del Norte, instando al cese de “las transferencias ilegales de armas”.
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880 km2 conquistados
Járkov, segunda ciudad de Ucrania situada cerca de la frontera con Rusia, es objetivo casi diario de bombardeos procedentes en su mayoría de territorio ruso. En las últimas horas, seis personas murieron allí, indicaron el viernes las autoridades regionales, que informaron previamente de 23 heridos. Por el momento, la situación en el frente no favorece al ejército ucraniano, que enfrenta el desgaste de sus efectivos y la escasez de municiones.
El ministro de Defensa ruso, Andréi Belóusov, aseguró que las fuerzas de su país han tomado 880 km2 en lo que va de año en Ucrania, y 28 localidades este mes de mayo en la región de Járkov. Pese a sus progresos, Rusia todavía no logró aún un avance significativo en esta zona. En Donetsk, región del este de Ucrania parcialmente bajo control de Moscú, cuatro personas murieron y otras dos resultaron heridas el viernes por bombardeos ucranianos, según las agencias de noticias rusas.
Fuente: AFP.
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Zelenski promete “destruir” al ejército ruso
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió este domingo en el discurso de Año Nuevo “destruir” al ejército ruso, que invadió una parte del territorio de Ucrania desde finales de febrero de 2022. “El año que viene, el enemigo sufrirá los estragos por parte de nuestra producción doméstica”, aseguró Zelenski, refiriéndose a que en 2024 Ucrania dispondrá de un millón de drones en su arsenal.
Este discurso tuvo lugar tres días después de que el ejército ruso llevara a cabo una de las ofensivas aéreas contra ciudades ucranianas más importantes desde el inicio de la guerra, en que murieron 39 personas. El ejército ucraniano respondió matando a 24 personas con un bombardeo el sábado contra la localidad rusa de Belgorod.
Ucrania contará con al menos “un millón” de drones adicionales en 2024, así como aviones de combate F-16 suministrados por sus aliados occidentales, precisó Zelenski. El líder ucraniano ha urgido a sus aliados occidentales mantener el apoyo ante las señales de una creciente fatiga internacional con el conflicto. “Los ucranianos son más fuertes que cualquier intriga, que cualquier intento de reducir la solidaridad mundial y de socavar la coalición de nuestros aliados”, expresó.
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Represalia de Rusia
Rusia afirmó el domingo que atacó objetivos “militares” en la ciudad ucraniana de Járkov, si bien las autoridades locales insistieron en que eran edificios civiles, en represalia por el ataque sin precedentes que mató a 24 personas la víspera en la ciudad rusa de Belgorod. El sábado, Rusia aseguró que no quedaría “impune” el ataque con misiles y cohetes contra Belgorod, a unos treinta kilómetros de la frontera ucraniana.
Moscú insiste en que Kiev es responsable, pero Ucrania ha guardado silencio hasta ahora. Estos bombardeos mataron a 24 personas e hirieron a 108, según un nuevo balance difundido por el gobernador de la región, Viatcheslav Gladkov.
Más tarde dijo que otro bombardeo ucraniano había matado a un anciano e herido a una mujer en el pueblo de Krasnyi, casi en la frontera con Ucrania. Aunque Kiev lleva a cabo con regularidad ataques en territorio ruso, utilizando aviones no tripulados, este es el ataque más mortífero contra civiles en Rusia desde que comenzó el conflicto en febrero de 2022.
“Delirio retorcido”
“En respuesta a este acto terrorista, las fuerzas armadas rusas atacaron los centros de decisión e instalaciones militares” en Járkov, declaró el domingo el ministerio ruso de Defensa. El gobernador de la región ucraniana, Oleg Sinegoubov, aseguró que los cohetes alcanzaron el sábado por la noche un hotel, edificios residenciales, clínicas y hospitales, hiriendo a 28 personas.
Entre ellos había dos adolescentes y un británico, asesor de seguridad de un equipo de periodistas alemanes, según las autoridades ucranianas. Rusia reconoció haber atacado un “antiguo complejo hotelero”, el Palacio de Járkov, pero afirmó que allí se encontraban miembros de la inteligencia militar y de las fuerzas armadas ucranianas “implicados” en el atentado de Belgorod, así como “mercenarios extranjeros”. Acusaciones calificadas de “engaño retorcido” por la inteligencia militar ucraniana, que dijo que ninguno de sus empleados había resultado herido. Moscú sigue negando haber atacado a civiles en Ucrania.
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49 drones
La Fuerza Aérea ucraniana afirmó que seis misiles teledirigidos rusos habían apuntado a Járkov. También dijo que derribó 21 de los 49 drones Shahed de fabricación iraní, lanzados contra su territorio por Rusia durante la noche y que apuntaban al sur y al este. Los últimos días han estado marcados por una escalada de violencia entre Rusia y Ucrania.
El viernes, Ucrania declaró un luto tras lo que calificó como el ataque con misiles más masivo desde el inicio del conflicto, sin contar los primeros días de la guerra. El presidente Volodimir Zelenski aseguró el sábado por la tarde que habían muerto 39 personas en todo el país, pero desde entonces se han anunciado otras muertes.
El gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serguéi Lyssak, declaró el domingo que uno de los heridos falleció en el hospital, lo que eleva a 7 el número de muertos en su región. En Kiev, el Servicio Estatal de Emergencias dijo que había encontrado 23 cadáveres entre los escombros desde el ataque del viernes.
“Ataque indiscriminado”
El domingo, durante su discurso de Año Nuevo, Vladimir Putin aseguró que Rusia no retrocederá “nunca”. El año pasado, el presidente ruso pronunció un discurso con un tono muy marcial, flanqueado por soldados uniformados. Esta vez proclamó que el 2024 será el año de la “familia”, con el Kremlin al fondo.
Aunque no mencionó explícitamente a Ucrania, hizo varias alusiones a ella, al rendir homenaje a los soldados “héroes” y al explicar que Rusia había “defendido firmemente” sus intereses y su seguridad en 2023. En su discurso de Año Nuevo, Zelenski prometió “destruir” al ejército ruso.
“El año que viene, el enemigo sufrirá los estragos por parte de nuestra producción doméstica”, declaró el mandatario ucraniano, quien dijo que su país dispondrá de un millón de drones militares. El sábado, en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el ataque de Belgorod, el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vassili Nebenzia, acusó a Kiev de “un ataque indiscriminado y deliberado contra un objetivo civil”.
El representante británico Thomas Phipps replicó que “si Rusia quiere culpar a alguien de las muertes de rusos en esta guerra, debería empezar por el presidente Putin”. Zelenski pronunció su discurso de Año Nuevo tras un 2023 marcado por el fracaso de la contraofensiva estival ucraniana y la congelación casi completa de la línea del frente.
Ucrania comienza un año difícil en la medida en que la ayuda occidental comienza a disminuir, lo que aumenta el riesgo de que se agote el flujo de municiones y fondos. Tanto del lado ruso como del ucraniano, las celebraciones se desarrollarán el domingo por la noche en medio de una gran tensión, tras los ataques de los últimos días.
Fuente: AFP.
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Lo que cabe esperar de la guerra de Ucrania en 2024, según Putin y Zelenski
Los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, fijaron recientemente sus prioridades para 2024 en sendas conferencias de prensa anuales, en las que hicieron un balance del conflicto.
A tenor de las declaraciones de ambos dirigentes, esto es lo que cabe esperar el año próximo de la guerra iniciada el 24 de febrero de 2022 con la invasión rusa.
Guerra de desgaste
Zelenski atribuyó el fracaso de la contraofensiva estival a la falta de municiones y de superioridad aérea. Dos carencias que siguen acusando las fuerzas ucranianas, cuando lo que se dibuja es una guerra de desgaste, con las fuerzas rusas de nuevo tomando la iniciativa en algunos puntos.
“Necesitamos apoyo, porque sencillamente no tenemos municiones”, dijo el mandatario ucraniano, que no quiso decir más sobre los planes de su ejército para 2024.
Putin se felicitó de que sus tropas estén “mejorando sus posiciones en casi toda la línea de contacto”. El líder ruso admitió que los ucranianos lograron establecer una cabeza de puente en la orilla sur del río Dniéper, pero afirmó que las tropas de Kiev estaban siendo “exterminadas” en esa zona bajo el fuego de la artillería rusa.
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Cansancio de los aliados en Occidente
Putin, cuya reelección en marzo se da por descontada, apuesta también por la erosión del apoyo occidental a Ucrania, una cuestión que está suscitando divisiones en Europa y Estados Unidos. Según dijo, este apoyo político, diplomático, económico y militar “podría terminar”, y de hecho “parece que se está acabando poco a poco”.
Zelenski dijo sin embargo confiar en que la ayuda siga llegando, y sobre todo que Estados Unidos “no traicione” a Kiev. No obstante, reconoció que teme un giro del lado de Washington si Donald Trump lograra volver a la presidencia tras las elecciones de noviembre de 2024.
“Si la política del próximo presidente [norteamericano], sea quien sea, es distinta respecto a Ucrania, es decir más fría, o menos generosa, creo que eso tendría un impacto muy fuerte en el transcurso de la guerra”, avisó Zelenski.
Falta de hombres
Ante la evidente falta de soldados en el frente, de más de mil kilómetros, Zelenski mencionó un plan del ejército que propone movilizar “entre 450.000 y 500.000 personas más” en 2024, aunque no se pronunció al respecto. Para paliar la falta de municiones, dijo también que el objetivo es producir “un millón de drones el año próximo”.
Putin estimó que “no es necesaria” una nueva movilización tras la efectuada en septiembre de 2022, muy impopular. Según dijo, el país logró reclutar a 486.000 voluntarios para engrosar las filas del ejército en 2023, un esfuerzo que continuará.
También prometió seguir reforzando las capacidades militares del ejército, en una Rusia cuya economía está concentrada en el esfuerzo de la guerra y podría haber recibido grandes cantidades de municiones de Corea del Norte.
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Sin negociaciones a la vista
Putin reiteró que la paz sólo será posible cuando Moscú haya logrado sus objetivos, es decir, “la desnazificación de Ucrania, su desmilitarización y su estatus de neutralidad”.
Según él, Moscú y Kiev habían “acordado” esos criterios en unas primeras negociaciones en Estambul al inicio del conflicto, unas conversaciones que luego fueron abandonadas. “Hay otras posibilidades: o bien llegamos a un acuerdo, o bien resolvemos el problema por la fuerza. Es lo que intentaremos hacer”, dijo Putin.
Zelenski insistió en que el objetivo es recuperar el control de todos los territorios ocupados por Rusia en el este y el sur del país, incluyendo Crimea, anexionada en 2014 por Moscú. “La estrategia no puede cambiar”, aseveró.
También descartó toda negociación con Moscú. “A día de hoy, no es pertinente. No veo que Rusia lo esté pidiendo, ni lo veo en sus actos. Y en la retórica, sólo veo insolencia”, señaló.
¿Cuándo terminará la guerra?
En tono firme, Putin ha prometido la “victoria” a sus compatriotas. Según él, Rusia ha acumulado bastante “margen de seguridad” para “avanzar”. La sociedad rusa está “fuertemente consolidada”, y la economía goza de una “reserva de fuerza y estabilidad”.
Zelenski pide a los ucranianos no perder su “resiliencia”. Y reconoció que no sabe si la guerra terminará en 2024: “Pienso que nadie conoce la respuesta”.
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Fuente: AFP