Ginebra, Suiza | AFP |
El calentamiento global causado por el hombre es la causa de la hambruna que afecta a Madagascar, la primera de este tipo pero no la última, advirtió el martes un responsable del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Aduino Mangoni, director adjunto del PMA en Madagascar, destacó por videoconferencia, durante una reunión informativa de las Naciones Unidas en Ginebra, que 30.000 personas sufren de hambruna en la mitad sur de la isla --afectada por una sequía sin precedentes desde hace 40 años-- y más de 1,3 millones sufren de desnutrición aguda.
Según él, se trata de la primera hambruna provocada por el calentamiento global debido a las actividades humanas.
Es también “la única hambruna relacionada con el cambio climático en la Tierra”, insistió, subrayando que las que afectan hoy a Yemen, Sudán del Sur y la región etíope de Tigré son todas provocadas por conflictos.
“La situación es muy preocupante”, destacó describiendo a los niños, “que sólo tienen piel sobre los huesos”, con los que se encontró en un centro de nutrición durante un reciente viaje a la región más afectada.
La próxima cosecha no podrá tener lugar hasta dentro de seis meses y la situación no puede sino empeorar hasta entonces, advirtió, recordando que 500.000 niños ya sufren de desnutrición, 110.000 de ellos de forma grave o aguda y están a un paso de la muerte.
El PMA necesita 69 millones de dólares para poner en marcha la asistencia necesaria en los próximos seis meses. En el extremo sur de la isla, 91% de la población vive en situación de pobreza y la sequía ha destruido la capacidad de producción agrícola y de pesca de la que dependen las familias para su supervivencia, subrayó recientemente un informe elaborado por Amnistía Internacional.
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El Niño batió récord de desastres en Latinoamérica en 2023
El fenómeno de El Niño y los efectos del calentamiento global debido a la actividad humana provocaron un récord de desastres climáticos en Latinoamérica y el Caribe en 2023, indicó este miércoles la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de la ONU. El año pasado fue el más cálido del que se tiene registro en la región, señaló el informe, que además advirtió que prosiguió el aumento del nivel del mar y el retroceso de los glaciares, y que “un gran cambio” en la distribución de las precipitaciones causó sequías e incendios forestales, pero también inundaciones y deslaves.
En 2023 se notificaron 67 episodios de desastres meteorológicos, hidrológicos y climáticos en la región. De ellos, el 77 % estaban vinculados a tormentas e inundaciones, señaló el informe de la OMM en función de datos del Centro de Investigación de la Epidemiología de los Desastres (CRED). Entre los desastres climáticos de 2023, la OMM destacó el huracán Otis, que devastó el balneario mexicano Acapulco en octubre dejando al menos 45 muertos y daños millonarios.
“Desafortunadamente, 2023 fue un año en el que los peligros climáticos batieron récords en América Latina y el Caribe”, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, citada en un comunicado. Saulo atribuyó el incremento de estos eventos extremos a la combinación de las condiciones asociadas a El Niño con las consecuencias del cambio climático inducido por los seres humanos.
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La OMM describe a El Niño como un patrón climático natural asociado al calentamiento de la superficie oceánica en el Pacífico tropical, que suele producirse cada dos o siete años y durar entre nueve y doce meses. Pero remarcó que actualmente tiene lugar en el contexto de un clima alterado por las actividades humanas.
También mencionó la intensa sequía que golpeó la región, que hizo que en la Amazonía se registrara el nivel más bajo del río Negro en más de 120 años de mediciones, y que el tráfico de buques por el Canal de Panamá se perturbara “gravemente” desde agosto.
Además, resaltó que la sequía en la cuenca del Plata afectó el norte de Argentina y el sur de Brasil y golpeó en especial a Uruguay, que vivió su verano más seco en 42 años y experimentó una crítica falta de agua. La OMM sumó a todo esto el azote de lluvias torrenciales que dejaron decenas de muertos por deslizamientos de tierra e inundaciones, tanto en el sudeste de Brasil en febrero, como en Jamaica, Haití y República Dominicana, en noviembre.
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El año más cálido
En 2023, la temperatura media fue la más alta registrada hasta ahora en Latinoamérica y el Caribe: estuvo 0,82 °C por encima de la media del período 1991-2020, y 1,39 °C por encima del valor de referencia del período 1961-1990, indicó la OMM. En México, el país de la región que tuvo el ritmo de calentamiento más rápido, el verano boreal fue excepcionalmente tórrido, con una máxima de 51,4 °C en agosto.
En tanto, la región central de Sudamérica experimentó un calor abrasador de agosto a diciembre, apuntó el informe. En algunas zonas de Brasil el termómetro marcó 41 °C en agosto, en pleno invierno austral. Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Perú registraron sus temperaturas más altas para un mes de setiembre y hubo grandes incendios forestales en varios lugares.
La OMM advirtió también que se acelera la subida del nivel del mar. El ritmo de incremento del nivel medio del mar en el Atlántico sur y en las zonas subtropical y tropical del Atlántico norte supera la media mundial, dijo. De acuerdo con el informe, en Chile, el glaciar Echaurren Norte, de referencia para el Servicio Mundial de Vigilancia de Glaciares (WGMS), perdió unos 31 metros de equivalente en agua entre 1975 y 2023.
Por otra parte, la OMM consideró “insuficientes” los servicios meteorológicos y climáticos prestados en América Latina y el Caribe. No obstante, resaltó los “progresos para aumentar la resiliencia del sector de la salud al cambio climático”, y apuntó que en 12 de los 35 países americanos se están elaborando planes nacionales de adaptación para la salud.
Fuente: AFP.
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Lluvias e inundaciones en península arábiga son producto del calentamiento global, afirman
El calentamiento global es la explicación “más probable” de las lluvias torrenciales que cayeron la semana pasada sobre los Emiratos Árabes Unidos y Omán, afirman los científicos de la World Weather Attribution (WWA) en un estudio publicado este jueves.
El estudio revela que las precipitaciones durante los años marcados por el fenómeno El Niño aumentaron entre 10% y 40% en estos desérticos países del Golfo, estimando que “el calentamiento, causado por la combustión de combustibles fósiles, era la explicación más probable” a este fenómeno.
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No hay “otras explicaciones conocidas del aumento de las lluvias en la región”, subraya.
La tormenta que afectó a varios países dejó 22 muertos en Omán y cuatro en los Emiratos Árabes Unidos, donde las lluvias récord provocaron inundaciones importantes.
Esto muestra “que incluso las regiones secas pueden verse fuertemente afectadas por las precipitaciones, una amenaza que aumenta con el calentamiento climático debido a los combustibles fósiles”, subraya Sonia Seneviratne, profesora de la universidad ETH de Zúrich y miembro de la WWA.
Este grupo internacional de científicos, que estudia el papel del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos, se basó en los datos históricos y los modelos climáticos para estudiar la evolución de las precipitaciones en la región, incluso durante los episodios de El Niño, un fenómeno cíclico.
El estudio indica que las lluvias extremas fueron menos intensas en los años anteriores al calentamiento de 1,2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. “Las precipitaciones extremas han aumentado al menos un 10% en los Emiratos Árabes Unidos y Omán”, señala Mariam Zachariah, investigadora del Imperial College de Londres. Esto está “de acuerdo con los principios físicos básicos de que una atmósfera más cálida puede retener más humedad”.
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Las lluvias torrenciales cayeron primero sobre Omán la semana pasada, antes de llegar a los Emiratos, donde el equivalente de casi dos años de precipitación cayó en un día el 16 de abril, paralizando una parte del país.
Fuente: AFP
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Rotación terrestre se desacelera a causa del calentamiento y altera medición del tiempo
El deshielo en Groenlandia y en la Antártida modifica la velocidad de rotación de la Tierra más rápido de lo previsto y eso alterará el cálculo del tiempo universal sobre el cual se ajustan las redes informáticas, señala un estudio publicado este miércoles.
Desde 1967, el Tiempo Universal Coordinado (UCT) se establece con relojes atómicos ultrasensibles que marcan la hora en todo el mundo y garantizan la precisión de las infraestructuras digitales y de comunicación, como la navegación por satélite.
Por razones históricas, se mantuvo la sincronía entre el UCT y el tiempo astronómico, calculado a partir de la velocidad de rotación de la Tierra, que no es constante. A partir de 1972, se decidió compensar las irregularidades agregando segundos intercalares al tiempo atómico, para que coincida con el astronómico.
Esos segundos intercalares se agregan cada vez que el desfase entre ambas mediciones se acerca a 0,9 segundos. La última vez que se procedió a ese ajuste remonta a 2016, explicó a la AFP Duncan Agnew, autor de uno de los estudios sobre el tema, publicado por la revista Nature.
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Pero la modificación de velocidad de la rotación de la Tierra plantea un problema inverso, pues hará que el tiempo astronómico se adelante al tiempo atómico. Y eso obligaría, dentro de algunos años, a introducir un segundo intercalar... negativo.
Tal novedad preocupa a los especialistas en metrología, que miden el tiempo, pues la introducción de un segundo intercalar negativo plantearía problemas “sin precedentes” en “un mundo cada vez más conectado”, señala Patrizia Tavella, de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM), en un comentario anexo del estudio.
La incertidumbre proviene del hecho de que los programas informáticos que integran segundos intercalares “suponen que estos son siempre positivos”, añade Duncan Agnew, del Instituto de Geofísica de la Universidad de California en San Diego.
Desaceleración terrestre
En parte debido a esa nueva situación, los metrólogos de todo el mundo acordaron dejar de introducir segundos intercalares hasta 2035. Y a partir de ese año, se prevé dejar que la diferencia entre la hora atómica y la rotación de la Tierra llegue a un minuto.
Pero según Nature, ese programa podría verse comprometido por el calentamiento global, debido a la aceleración del deshielo en Groenlandia y en la Antártida, que Agnew midió con observaciones satelitales.
Desde los años 1990, el derretimiento de los hielos ralentiza la rotación de la Tierra, tal como lo hacen las mareas provocadas por la fuerza gravitatoria que la Luna y el sol ejercen sobre nuestro planeta, contrabalanceando la aceleración natural. “Cuando el hielo se derrite, el agua se esparce por todo el océano (...), lo que modifica la distribución de fluidos en la superficie y en el interior de la Tierra”, detalla el científico.
Todo ello no constituye en sí mismo ninguna novedad, porque el efecto de desaceleración provocado por el deshielo se sugirió a finales del siglo XIX y se mide desde la década de 1950, indica Duncan Agnew.
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“Pero la novedad de mi trabajo es mostrar el alcance del impacto del deshielo en la rotación de la Tierra. Un cambio nunca visto”, destaca.
La desaceleración es tal que podría retrasar hasta 2029 una eventual transición al segundo negativo, según las previsiones. Sin los impactos del calentamiento global, ello ocurriría probablemente ya en 2026.
Ese aplazamiento da un respiro a los metrólogos, que tendrán “más tiempo para decidir si 2035 es la mejor fecha para suprimir el segundo intercalar o si hay que abandonarlo antes”, comenta Patrizia Tavella, del BIPM.
Fuente: AFP
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Paraguay llegó a superar el promedio de temperatura del planeta, según WWF
La ola de calor que atraviesa Paraguay y que seguiría vigente hasta fines del mes de marzo encendió la alarma respecto al cambio climático y su impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos, ya que a raíz de los picos de altas temperaturas, la mayoría de las actividades al aire libre se deben de evitar para resguardarse del calor, que inclusive no disminuye ni en horas de la noche.
El director de Cambio Climático de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Óscar Rodas, señaló que es innegable la existencia del cambio climático, ya que las mediciones indican que, en menos de 50 años, los ciclos naturales de las estaciones del año y las temperaturas en nuestro país han sufrido un desequilibrio importante, generándose largos periodos de calor, e inviernos mucho menos fríos.
“Según los datos de las agencias meteorológicas mundiales, estamos en un planeta en promedio 1.5 grados más caliente que hace 200 años, eso está medido y registrado. Y Paraguay, hay momentos en los últimos años donde está incluso por encima de ese promedio con 1.8 grados”, indicó Rodas en conversación con el programa “Arriba hoy” emitido por GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
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El representante de WWF explicó que este fenómeno mundial se ve acrecentado por el hombre cuando tala árboles, o deja de reforestar, y utiliza combustibles de derivados fósiles contribuyendo así a la mayor emisión de gases de efecto invernadero, los cuales atrapan la energía solar en la tierra y no deja que esa energía vuelva al espacio generando así el calentamiento global.
Rodas remarcó que es fundamental que el ser humano cambie sus hábitos en pos de un entorno más sustentable, ayudando al medioambiente a contrarrestar las circunstancias por las cuales está atravesando con programas de reforestación, con la utilización de energías renovables y por sobre todo evitando la mayor contaminación.