Washington, Estados Unidos | AFP

Lejos de acalorarse, el presidente estadounidense, Donald Trump, estará en Davos, una elegante estación de esquí suiza, cuando el Senado escuche los argumentos iniciales en su juicio político la próxima semana.

Trump está tan seguro de que la mayoría de su Partido Republicano lo respaldará que no ve ningún riesgo en viajar a Suiza para el Foro Económico Mundial anual que comienza el martes, justo cuando los legisladores se reúnen para el histórico proceso.

“Voy a ir a Davos. Me reuniré con los líderes empresariales más grandes del mundo para que vengan aquí. También me reuniré con líderes extranjeros”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca el jueves, día en el que su juicio comenzó formalmente.

El contraste será extremo. En Washington, legisladores demócratas argumentarán que Trump es un líder corrupto que abusó de su poder al tratar de presionar a Ucrania para que investigara a Joe Biden, el demócrata con más posibilidades de convertirse en rival del mandatario en las elecciones presidenciales de este año.

A casi 6.800 kilómetros de distancia, Trump se paseará por el pueblo alpino como la estrella indiscutible del foro.

Quienes mueven el mundo se reúnen cada año en Davos para discutir informalmente temas importantes. Los detractores lo consideran una charla para multimillonarios y celebridades sin contacto con la realidad. Y este año, la mayoría de los principales líderes internacionales no participarán.

El campo estará despejado para que Trump haga lo que mejor hace: promocionar sus logros y atraer la atención.

EEUU está “en auge”, dijo. “No hay nada que se acerque siquiera (…) Todos los líderes mundiales me ven y dicen: ‘¿Qué has hecho? Esto es lo más increíble que hemos visto’”.


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