El mandatario boliviano Luis Arce cambió este ayer a todo el alto mando militar de Bolivia, a tres días de las elecciones presidenciales en las que la derecha se perfila como favorita luego de 20 años de gobiernos socialistas. La última vez que Arce renovó la cúpula militar fue en octubre de 2024, en un momento crítico, cuando partidarios del expresidente Evo Morales bloquearon vías nacionales que pusieron en aprietos su gestión durante más de tres semanas.
Los nuevos comandantes tienen la misión de “mantener la paz y la gobernabilidad del estado” y “garantizar la estabilidad de todos los gobiernos legalmente y democráticamente constituidos”, dijo Arce en la ceremonia de nombramiento en el palacio de gobierno, en La Paz.
El nuevo comandante de las Fuerzas Armadas será el contralmirante Gustavo Anibarro. También renovó las jefaturas del Estado Mayor, general Mario Sempertegui; del Ejército, Pablo Delgadillo; de la Fuerza Aérea, Marco Choquehuanca y Freddy Pozo de la Armada (Marina de Guerra).
En medio de la peor crisis económica desde la década de 1980, este domingo los bolivianos acudirán a las urnas para elegir un nuevo presidente. Dos candidatos de derecha, el millonario Samuel Doria Medina, con 21,2 % de opción de voto, y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, con 20 %, son claros favoritos para ir a un balotaje, según la encuestadora Ipsos-Ciesmori.
Ambos prometen cambios radicales al modelo económico y desmontar las políticas estatistas que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) impulsó por dos décadas, primero con Morales (2006-2019) y luego con Arce (2020-2025). La inflación interanual llegó al 24,8 % en julio y la escasez de dólares y combustibles golpea a la clase media y baja. “Hay que respetar el proceso democrático. Tenemos diferencias y las diferencias se deben arreglar en las urnas democráticamente”, dijo Arce.
Fuente: AFP.
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Chile abre carrera presidencial con un ultraderechista como favorito
Un ultraderechista y una comunista parten como favoritos para las presidenciales de Chile del 16 de noviembre, al término de la inscripción de los aspirantes a sustituir al presidente izquierdista Gabriel Boric. Seis candidatos se acercaron a las oficinas del Servicio Electoral (Servel) para inscribir sus campañas antes de que venza el plazo a la medianoche de este lunes, según constataron periodistas de la AFP. En total ocho son los postulantes a ocupar el palacio de La Moneda.
El ultraderechista José Antonio Kast anunció su inscripción en un acto en el norte de Chile y la comunista Jeannette Jara se metió en la pelea electoral tras ganar las primarias de la centroizquierda el 29 de junio. Ambos lideran las encuestas. El tercer lugar lo disputan la exalcaldesa derechista Evelyn Matthei y el economista Franco Parisi, que es tachado por sus críticos de populista.
Los sondeos muestran una estrecha disputa entre Kast y Jara, en los extremos del arco político. “Es un escenario de polarización nuevo” para Chile, dice a la AFP Mireya Dávila, analista y académica de la Universidad de Chile. Los chilenos hoy se muestran más sensibles frente al tema de la seguridad, a diferencia de 2021, cuando el entonces diputado de izquierda Gabriel Boric derrotó en la segunda vuelta presidencial a Kast.
Entonces el clamor popular era el de reformar a fondo un país tan rico como desigual, tras el estallido social de 2019. Boric asumió con la promesa de cambiar la Constitución que redactó la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero fracasó en el intento que lideraron los constituyentes de la izquierda radical. Un segundo proceso, liderado por la ultraderecha, también se hundió posteriormente. El Servel tiene hasta el 31 de agosto para validar las candidaturas.
Nuevo escenario
Al inicio de la campaña, Kast recogió las banderas de quienes reclaman mano dura contra el crimen organizado. Al inscribir su tercera candidatura presidencial, se comprometió a “recuperar cada barrio y cada espacio público”. De 59 años, Kast es un político sobrio y pragmático. No tiene la estridencia de líderes de extrema derecha a los que admira como el argentino Javier Milei o el brasileño Jair Bolsonaro.
Ha prometido “un gobierno de emergencia” para “rescatar” a Chile. “No se preocupen, todo va a estar bien”, suele decir Kast en el cierre de sus discursos. Su principal rival es una abogada comunista de 51 años, quien debuta como candidata presidencial. Jeannette Jara saltó a la arena pública como ministra del Trabajo del gobierno de Boric, donde pactó con la derecha importantes reformas laborales, como la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
Lidera una amplia coalición que agrupa desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana, tras ganar la primaria del 29 de junio. “Que Jara sea comunista puede ser un techo, pero me parece que no es definitorio. El problema mayor de su candidatura es cómo logra instalarse como la líder de su partido y coalición de apoyo”, dice Dávila. Jara ha insistido en definirse como la “candidata de la centro izquierda y no del Partido Comunista”, con cuyos líderes ha tenido diferencias públicas sobre los regímenes de Venezuela y Cuba.
Este lunes en un encuentro gremial, la candidata se mostró a favor del diálogo con el empresariado chileno. “Lo importante es que podamos tanto recibir sus propuestas como presentarles lo que estamos pensando para el futuro, en un tema tan sensible como el crecimiento económico, del empleo y el pago de buenos salarios”, dijo Jara a la prensa tras la cita.
Disputa por el tercer lugar
El tercer lugar, según sondeos, lo disputan Evelyn Matthei y Franco Parisi. Con 71 años, Matthei es la política de más trayectoria entre los candidatos. Encabezaba las encuestas hasta hace unos meses, pero perdió fuerza en favor de Kast. “Estar arriba en las encuestas durante mucho tiempo produce un desgaste”, reconoce a la AFP Paula Daza, vocera de su campaña. Parisi dio la sorpresa en la elección de 2021 al alcanzar el tercer lugar con una campaña hecha sólo por redes sociales desde Estados Unidos, con un discurso contra las élites.
“Chile no es de extremos. Chile va al centro”, dijo este lunes, al inscribir su candidatura en el Servicio electoral. Disputarán también la jefatura de Estado el libertario Johannes Kaiser, el expresidente del fútbol chileno Harold Mayne-Nicholls, el cineasta izquierdista Marco Enríquez-Ominami y el profesor de ultraizquierda Eduardo Artés.
Fuente: AFP.
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Bolivia: izquierda pierde hegemonía tras 20 años
- AFP.
El senador Rodrigo Paz, quien sorprendió al vencer en la primera vuelta del domingo, señaló que de ganar la presidencia en el balotaje buscará cambiar el modelo económico impuesto por la izquierda en los últimos 20 años en Bolivia.
Escrutado ayer el 92 % de las actas electorales, Paz alcanza el 32,1 % de los votos, según un reporte preliminar del Tribunal Supremo Electoral. El candidato del Partido Demócrata Cristiano, economista de 57 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) se medirá en segunda vuelta con Jorge Quiroga, expresidente de derecha (2001-2002), el 19 de octubre.
Espero que el Parlamento “nos ayude a cambiar este modelo económico que trabaja para el Estado y no para los bolivianos”, dijo Paz ante sus simpatizantes en La Paz. Ninguna encuesta anticipó su paso a segunda vuelta. Una semana antes de las elecciones lo ubicaban entre el tercer y quinto puesto. “Esta es una señal de cambio, y esa señal de cambio es la grandeza del pueblo boliviano que quiere otro destino”, afirmó Paz. También felicitó a su próximo rival. “Hemos clasificado a una final. Aún no hemos ganado nada”, señaló.
La primera vuelta presidencial en Bolivia marca el fin de una era. La izquierda dejará el poder después de 20 años y dos candidatos de derecha se disputarán la presidencia en un balotaje, mientras se avecina un cambio de modelo económico.
La falta de decisiones del Gobierno para resolver la crisis económica derivada de la escasez de divisas “terminó cansando” a una población que en julio ya padecía una inflación interanual del 24,8 %, explica a AFP el politólogo Daniel Valverde.
La larga pelea entre Evo Morales y Luis Arce por el control del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) colapsó además la capacidad de organización del partido de cara a las elecciones.
Al término de la primera vuelta, la izquierda se quedó sin opción. Eduardo del Castillo, candidato del MAS, alcanzó apenas un 3,1 % de los sufragios. Y el presidente del senado, Andrónico Rodríguez, un 8,2 %.
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La sorpresiva elección presidencial de Bolivia en cuatro claves
La primera vuelta presidencial en Bolivia marca el fin de una era. La izquierda dejará el poder después de 20 años y dos candidatos de derecha se disputarán la presidencia en un balotaje, mientras se avecina un cambio de modelo económico. Aquí las claves de una elección que promete cambiar el rumbo de este país de 11,3 millones de habitantes.
1) La sorpresa
Rodrigo Paz pateó el tablero electoral. Ninguna encuesta anticipaba su paso a la segunda vuelta, pero el senador del Partido Demócrata Cristiano, de 57 años, no solo disputará el balotaje el 19 de octubre, sino que parte en primera posición. Obtuvo la mayor votación (32,1 %), por delante del expresidente Jorge Quiroga (26,8). Dentro del deseo generalizado de cambio, su propuesta de centroderecha es vista como la más moderada.
“No representa al gran empresariado, ni al liberal aguerrido. Él representa al ciudadano común”, dijo el sociólogo y analista Renzo Abruzzese al canal Red Uno. Lejos de ser un outsider, Paz tiene un amplio recorrido como político, ya que fue edil, alcalde y senador de Tarija. Su propuesta de un “capitalismo para todos” caló hondo entre el electorado desencantado de la izquierda.
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2) Se hundió la izquierda
La falta de decisiones del gobierno para resolver la crisis económica derivada de la escasez de divisas “terminó cansando” a una población que en julio ya padecía una inflación interanual del 24,8 %, explica a AFP el politólogo Daniel Valverde. El gobierno de Luis Arce agotó sus reservas de dólares para insistir en una política de subsidios a los combustibles.
La larga pelea entre Evo Morales y Luis Arce por el control del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) colapsó además la capacidad de organización del partido de cara a las elecciones. Al término de la primera vuelta, la izquierda se quedó sin opción. Eduardo del Castillo, candidato del MAS, alcanzó apenas un 3,1 % de los sufragios. Y el presidente del senado, Andrónico Rodríguez, un 8,2 %.
Según el internacionalista Gustavo Flores-Macías, “debe haber mucha introspección” dentro de la izquierda para evaluar “el daño terrible que le hicieron a sus posibilidades de triunfo, pero también el desempeño del gobierno de Arce”.
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3) Derechas enfrentadas
Paz y Quiroga comparten varias propuestas, como la eliminación de los subsidios a los combustibles y reducciones de impuestos, y anuncian una ruptura con el sistema de corte estatal que impuso el MAS bajo la guía de Morales. Pero el estilo de sus campañas ha sido distinto. Paz fue un candidato que “en debates y entrevistas no gastó tiempo y saliva en denigrar, insultar o subestimar a nadie”, afirma Valverde.
Quiroga tuvo varios desencuentros con otros postulantes, especialmente con el millonario Samuel Doria Medina, que las encuestas mostraban entonces como su rival directo. Cualquiera que sea el ganador deberá lidiar con un congreso de derecha, pero sin bancadas mayoritarias. “Habrá una fragmentación que le dificultará las cosas al presidente entrante”, advierte Flores-Macías, investigador de la Universidad de Cornell de Nueva York.
4) El costo del cambio
El principal reto del próximo presidente será cumplir los recortes de gastos que ofreció, pues la población ya está habituada a recibir subsidios, bonos y programas asistenciales. “Es muy fácil prometer que se van a eliminar los subsidios, que se van a arreglar las cosas (...), pero lo difícil para cualquiera de los dos candidatos sería cómo hacerlo sin que se afecte de forma tan directa a la población”, dice Flores-Macías. El especialista espera que las ganas de cambio en las calles otorguen una luna de miel al nuevo gobernante, para que aplique medidas de austeridad paulatinas que abran las puertas para las más drásticas.
Fuente: AFP.
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El senador Rodrigo Paz promete cambiar modelo estatista en Bolivia
El senador Rodrigo Paz, quien sorprendió al vencer en la primera vuelta de este domingo, señaló que de ganar la presidencia en el balotaje buscará cambiar el modelo económico impuesto por la izquierda en los últimos 20 años en Bolivia. Escrutado el 92 % de las actas electorales, Paz alcanza el 32,1 % de los votos, según un reporte preliminar del Tribunal Supremo Electoral.
El candidato del Partido Demócrata Cristiano, economista de 57 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) se medirá en segunda vuelta con Jorge Quiroga, expresidente de derecha (2001-2002), el 19 de octubre. Espero que el parlamento “nos ayude a cambiar este modelo económico que trabaja para el Estado y no para los bolivianos”, dijo Paz ante sus simpatizantes en La Paz.
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Ninguna encuesta anticipó su paso a segunda vuelta. Una semana antes de las elecciones lo ubicaban entre el tercer y quinto puesto. “Esta es una señal de cambio, y esa señal de cambio es la grandeza del pueblo boliviano que quiere otro destino”, afirmó Paz. También felicitó a su próximo rival. “Hemos clasificado a una final. Aún no hemos ganado nada”, señaló. Lejos de las polémicas entre Quiroga y Samuel Doria Medina, que acaparaban los telediarios, hizo una campaña discreta.
Prometió una incorporación de las clases medias y bajas a la vida económica del país con créditos accesibles, libre importación de productos y una reforma tributaria para incentivar la industria nacional. Paz nació en 1967 en España, en el seno de una familia expulsada de Bolivia por las dictaduras militares. Tiene la nacionalidad boliviana por el origen de su padre.
Fuente: AFP.
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