El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado ayer domingo su satisfacción por la última decisión del Tribunal Supremo, que limita las competencias de los tribunales para vetar decisiones presidenciales. “Un juez federal local de izquierda radical podía decidir la política de toda la nación y ahora ya no puede hacerlo”, ha afirmado Trump durante una entrevista con Fox News. Es “una decisión enorme”.
“Ha sido una de las decisiones más grandes”, ha insistido. “Ahora pueden actuar a nivel local, pero no tienen todo el poder. Un juez de Massachusetts no puede influir en Oklahoma ni en otros lugares de la nación”, ha apuntado. El Supremo anunció el pasado viernes una decisión que afecta a las denominadas “medidas cautelares a nivel nacional” que varios tribunales federales han emitido contra órdenes de Trump en cuestiones como la inmigración, financiación federal, diversidad, aunque ha dejado en el aire la cuestión de la ciudadanía por nacimiento, cuya suspensión es una de las ambiciones de la Administración.
“Los tribunales federales no ejercen una supervisión general del poder ejecutivo”, explicó la jueza Amy Conney Barret en representación de la mayoría conservadora del tribunal. “Resuelven casos y controversias conforme a la autoridad que les ha otorgado el Congreso”, añade en un dictamen que ha contado con la opinión discordante de la bancada liberal (progresista) del tribunal, encabezada por la jueza Sonia Sotomayor.
Lea más: Ola de calor en Europa: España registró el sábado 46 ºC, el récord de temperatura para junio
La Corte Suprema de Estados Unidos otorgó al presidente Donald Trump una importante victoria el viernes pasado al limitar la facultad de jueces federales para bloquear decisiones de su administración que consideran ilegales. Por seis votos a favor y tres en contra (los de las juezas progresistas), la corte declaró que las suspensiones a nivel nacional emitidas por jueces de tribunales inferiores “probablemente exceden la autoridad equitativa que el Congreso ha otorgado a los tribunales federales”.
El máximo tribunal no se pronunció por el momento sobre si el decreto de Trump para abolir la ciudadanía automática por nacimiento es constitucional o no. “Los tribunales federales no ejercen una supervisión general del poder ejecutivo, resuelven casos y controversias de acuerdo con la autoridad que les ha otorgado el Congreso”, declaró la jueza Amy Coney Barrett, autora del dictamen.
“Cuando un tribunal concluye que el poder ejecutivo ha actuado ilegalmente, la solución no es que el tribunal también se exceda en sus facultades”, añadió en un fallo al que se adhirieron los otros cinco jueces conservadores del tribunal. Las tres juezas liberales discreparon. El fallo tendrá consecuencias en la capacidad del poder judicial para controlar a Trump o a futuros presidentes estadounidenses.
El caso se centró en si un solo juez de un tribunal federal de distrito tiene derecho a bloquear a nivel nacional un decreto presidencial mediante una orden universal mientras el asunto se litiga en las cortes.
Lea también: La IA aprende a chantajear para evitar ser desconectada
El 20 de enero, día de su investidura, Donald Trump firmó uno de sus decretos más criticados. Su objetivo: negar la ciudadanía por nacimiento a los hijos de migrantes en situación irregular o bajo estatus de residencia temporal, como asilo o visas.
Este principio está consagrado en la 14ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que lleva en vigor más de 150 años y determina que cualquier persona nacida en suelo estadounidense es ciudadana.
El decreto de Trump fue impugnado y suspendido por los tribunales de distrito de Maryland, Massachusetts (ambos en el noreste) y el estado de Washington (noroeste). Lo consideraron inconstitucional. Magistrados demócratas y republicanos han congelado otras iniciativas de Trump, muchas de ellas migratorias. Ante esta situación su gobierno presentó un recurso de emergencia ante la Corte Suprema.
Fuente: Europa Press/AFP.