Con la muerte del papa Francisco y hasta la elección de su sucesor, la autoridad para la gestión del Vaticano recae en la figura del camarlengo, que desde 2019 es el cardenal estadounidense-irlandés Kevin Farrell.
Farrell, de 77 años, fue elegido por el papa para este cargo en febrero de 2019 y dirigirá ahora las reuniones para elegir la fecha de su funeral. También supervisará la organización del cónclave encargado de elegir al próximo papa.
El camarlengo presidió ayer lunes el rito durante el cual se confirmó oficialmente el fallecimiento de Francisco. Se realizó en la capilla de la residencia Santa Marta, donde el jesuita argentino vivía y donde falleció. Después del rito, el papa será colocado en un féretro.
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Farrell anunció su muerte ayer lunes por la mañana, con semblante serio y vestido de negro. “Esta mañana a las 07:35 (05:35 GMT), el obispo de Roma, Francisco, volvió a la casa del padre”, señaló en un comunicado.
Conocido por su sentido del humor, el cardenal Farrell, quien fue capellán en la universidad mexicana de Monterrey, dirigía el dicasterio para los laicos, la familia y la vida (un dicasterio equivale a un ministerio en el Vaticano).
Carrera en Estados Unidos
Fue Francisco, en 2016, quien le pidió dirigir este dicasterio recién creado, con el objetivo de agrupar las funciones de dos dicasterios anteriores. Farrell se instaló enseguida en Roma para su primer cargo en el Vaticano.
Se convirtió en cardenal el mismo año, y desde enero de 2024 es presidente el Tribunal de Casación del Vaticano. La mayor parte de su sacerdocio la ejerció sin embargo en Estados Unidos. Vivió cerca de treinta años en la región de Washington y nueve años en Dallas.
En una entrevista concedida en 2016 al Irish Times, Farrell explicó que cuando su secretaria en Dallas le dijo que el papa Francisco estaba al teléfono para anunciarle que sería nombrado cardenal, él no lo creyó. “Yo no dejaba de decirle ‘No, es uno de mis amigos obispos que me está gastando bromas’”, contó al diario.
En su papel de administrador interino de los asuntos ordinarios de la santa sede, Farrell será asistido por tres cardenales. Como camarlengo, tiene el derecho de solicitar a todos los departamentos del Vaticano la información necesaria para el ejercicio de sus funciones.
Fuente: AFP
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Sale a la luz la última entrevista concedida por el papa Francisco
El papa Francisco se caracterizó por su apertura, tanto con el pueblo como con los medios de comunicación. En este caso, en su última entrevista, la cual solicitó se publicara tras su muerte, recordó momentos clave como su elección como sumo pontífice y reflexionó sobre temas como la salud mental y los asuntos que lo afligían.
La entrevista realizada por Nelson Castro al papa Francisco fue publicada por el medio El Trece, revelando declaraciones inéditas de Francisco, donde él mismo dio detalles sobre cómo vivió su proceso de selección y sus sentimientos al verse ante su nuevo cargo, demostrando una vez más la sencillez que lo caracteriza.
Recordó que salió elegido en la segunda votación de la tarde, dándose cuenta de que algo pasaba después de las dos primeras votaciones de la mañana, donde algunos venían a hablar con él y le hacían varias preguntas durante el almuerzo.
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“Yo pasé rezando el rosario tranquilo, en paz; me ayudó. Terminando la tercera votación de la tarde, en donde ya era evidente que podía pasar… El que tenía al lado, que era el cardenal Hummes, me dijo: “No te preocupes, el Espíritu Santo actúa así”, y después, apenas salí, aplaudían y siguió el escrutinio, y Hummes se me acercó y me dijo: “No te olvides de los pobres”, y me quedé ahí pensando en los pobres, y se me vino San Francisco”, comentó el papa.
El mismo expresó que, si bien sueña, lo hace en muy pocas ocasiones y que, si lo hace, son cosas lindas y recuerdos, nunca cosas que lo torturen. Resaltó además que tenía hábitos de sueño muy precisos, ya que dormía siempre a la misma hora y se levantaba antes de que sonara su despertador.
El dolor ajeno
Tras la consulta sobre qué era lo que le afligía, el santo padre respondió de manera tajante: “El dolor ajeno. Pensemos en los niños, en los niños que están muriendo de hambre, en países que podrían solucionar sus problemas, en los niños soldados. Mira, el problema de los niños me conmueve mucho, y el problema de los ancianos también, los ancianos abandonados”.
El papa Francisco comentó que, si bien nunca necesitó psicoanálisis, sí, en un momento de su servicio provincial durante la dictadura, existieron ciertas cosas que no sabía cómo manejar, por lo que acudió a una psiquiatra, quien lo ayudó con consejos y explicaciones durante aproximadamente seis meses.
“En ese punto, yo creo que todo sacerdote debe saber algo de psicología humana; a veces algunos lo saben por sabiduría natural, o porque son sabios, pero estudiar psicología hoy día es necesario para la pastoral”, aseguró.
Ante la consulta de si alguna vez se sintió deprimido o triste, el papa Francisco reconoció que ha sufrido mucha tristeza, tanto por dolores humanos, como la muerte de sus padres, como por preocupaciones en momentos históricos difíciles que le tocó vivir.
“A veces me manejaron ellos; es cuestión de tiempo antes de que se vayan. El dolor, usted sabe cómo es… El dolor, si uno es auténtico con el sufrimiento, tiene que decir: Bueno, estoy sufriendo, pero el sufrimiento en sí no se va”, remarcó el papa.
Nuevamente, con estas respuestas, el padre delimitó temas centrales como la paz que se puede encontrar en la oración, la importancia de la residencia y, sobre todo, el valor de enfrentar las dificultades de la mano de Dios.
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Más de 170 delegaciones participarán del funeral del papa Francisco
El cardenal Cristóbal López confirmó que más de 170 delegaciones de diferentes países con las cuales la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas estarán presentes en el funeral del papa Francisco previsto para este sábado 26 de abril.
“Va a estar el presidente de los Estados Unidos, van a estar los Reyes de España, el hermano del rey de Marruecos y muchas personas pertenecientes a la realeza de los distintos reinos. Y también presidentes de Repúblicas y jefes de Estados de todo tipo. Así que va a ser una cosa solemne el sábado”, señaló.
Comentó el ambiente en que se desarrolla el rito exequial y la forma como está vestido el cuerpo. “El Papa está revestido con los ornamentos sacerdotales de color rojo, lleva la mitra, el sombrero que usamos en las ceremonias y tiene las manos enlazadas con un rosario. No se percibe mucho porque solamente se ve el rostro, sereno, tranquilo, serio, y las manos. No se puede decir mucho más”, indicó.
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El prelado también se refirió a la preparación del cónclave para elegir al sucesor de Jorge Bergoglio e iniciar un nuevo papado. “Después del funeral, tiene que haber nueve días de duelo. Y en esos nueve días se aprovecha para hacer lo que se llaman las congregaciones, es decir, las reuniones de los cardenales para conocernos mejor entre nosotros”, puntualizó.
En este período, cada uno tendrá la oportunidad de exponer su visión del mundo y de la Iglesia. “Y así construir un perfil de la persona mejor capacitada para dar respuesta a la situación actual del mundo y de la Iglesia. Así que esos nueve días de duelo no se pierden, sino que se aprovechan completamente para hacer ese trabajo de relación entre los cardenales”, expresó.
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La “familia” vaticana rindió un emotivo homenaje al papa Francisco
En la capilla de la residencia de Santa Marta, en el corazón del Vaticano, funcionarios despidieron al líder de la Iglesia católica en una emotiva ceremonia íntima. Tras su elección en 2013, el pontífice venido “del fin del mundo” escogió vivir en esta austera residencia eclesiástica, en lugar de aislarse en el solemne Palacio Apostólico, hasta su muerte el lunes a los 88 años.
Dignatarios y trabajadores de Ciudad del Vaticano fueron los primeros en despedirse ayer martes de su jefe de Estado durante 12 años, quien viste una casulla roja y una mitra blanca para su último viaje.
Pero antes de acceder a la sobria capilla que acoge el féretro, escoltado por dos guardias suizos, deben esperar en un vestíbulo con puertas de madera y suelo de mármol. El silencio reina, entrecortado por débiles susurros.
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Monjas, laicos, obispos, altos responsables de la curia -el gobierno vaticano- y empleados de a pie, desde jardineros a bomberos pasando por el personal médico, honran al “santo padre” de 1.400 millones de católicos.
El acceso, en principio cerrado a la prensa y al público, se hace por pequeños grupos. Algunos rezan en silencio, otros lloran, pero uno a uno se santiguan cabizbajos, ya estén en pie, de rodillas o sentados en un banco.
“Cercanía”
“Hay un ambiente de recogimiento y de oración, pero para nosotros que lo acompañamos, parece irreal”, confiesa a AFP una laica brasileña, miembro de un dicasterio para la Comunicación y que pide el anonimato.
"Viví su elección, seguí todo su pontificado, por lo que no podía faltar hoy aquí, en Santa Marta, que es su casa y también un poco la nuestra", agrega la mujer, que confiesa vivir este momento “con mucha gratitud”.
Con su estilo humilde, Jorge Mario Bergoglio almorzaba cada día en el refectorio de esta residencia con el personal y los visitantes, a quienes siempre saludaba. “Siento que es la familia del papa, este pueblo de Santa Marta y del Vaticano, la que ha venido a rendirle homenaje con mucha dulzura“, resume un miembro de un dicasterio, que acudió en la mañana.
El hombre recuerda una misa del papa con los empleados del Vaticano: “Lo que me llamó la atención es que el papa se sentó en uno de los bancos entre los fieles. Encontré esta cercanía del papa con sus primeros colaboradores”.
En 2020, en plena pandemia de coronavirus, la retransmisión de la misa celebrada por el jesuita argentino en esta misma capilla sirvió de puente con los fieles confinados alrededor del planeta.
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El lunes por la mañana, el 266º papa y el primero latinoamericano expiró su último aliento en su departamento de 70 m2 situado en la segunda planta de la residencia, a consecuencia de un ictus. El conjunto de los fieles podrá dar su último adiós a partir este miércoles y durante tres días en un entorno más solemne: la basílica de San Pedro. El funeral tendrá lugar el sábado en presencia de jefes de Estado y de reyes.
Una religiosa polaca, que trabaja en el hospital Umberto I de Roma, confiesa que este pequeño homenaje le proporcionó “mucha paz”. “Quise venir sobre todo para agradecerle todo lo que ha hecho por la Iglesia”, agrega, entre lágrimas.
Fuente: AFP
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El gran legado de Francisco al mundo fue su acercamiento pastoral a la humanidad
- Por Jorge Torres Romero
El profesor Dr. Mario Ramos Reyes, catedrático, docente y filósofo paraguayo, quien desde hace años vive en Kansas (EE.UU.), sostiene que el principal legado del papa Francisco, además de haber sido el primer Pontífice latinoamericano, es haber impulsado una pastoral que enfatiza la cercanía humana, acorde a los tiempos y al mundo en que vivimos. En una entrevista con la 970 AM resaltó que la misión de la Iglesia Católica es la salvación de la humanidad y en ese contexto, la elección del Santo Padre, no debería ser analizada con los criterios políticos ideológicos que generalmente predominan en la prensa local e internacional.
¿Cuál considera es el legado más importante que nos deja el papa Francisco?
En primer lugar, que fue el primer Papa Latinoamericano en la historia de la Iglesia en 2000 años. Por primera vez en la iglesia moderna, podemos hablar de nacionalidad al ser argentino. Es un Papa de la región latinoamericana y yo creo que ese fue un hito clave e importante en el proceso de nuestras naciones. En segundo lugar, diría que al papa Francisco le tocaron circunstancias históricas diferentes a por lo menos los dos o tres papas anteriores, que es la del advenimiento de un mundo que los sociólogos llaman un mundo “líquido”, “resbaladizo”, un mundo confuso, lleno de incertidumbres y entonces su pastoral tenía un sentido de ser, es decir, un acercamiento pastoral que enfatizaban esa cercanía humana. Yo creo que eso le dio una característica muy propia que, por las circunstancias históricas, no se podían dar en otro tiempo. Imagínense en los años 60, en la Guerra Fría, la pastoral del Papa tenía otros ribetes mucho más cautos y diplomáticos para la época. Por eso diría que el papa Francisco -incluso por el nombre que él eligió- tuvo ese tinte más pastoral. Y, por otro lado, yo creo que el hecho de ser latinoamericano es realmente algo digno de destacar.
¿Este hecho favoreció también la cercanía que tenía el Papa con Paraguay?
Yo creo que sí. El hecho de ser latinoamericano, ser argentino, incluso es el que nombra por primera vez a un cardenal paraguayo. Creo que este es un hecho que toca mucho a la historia de nuestra iglesia paraguaya. Por eso, para Paraguay, sobre todo, fue un papado muy significativo. No quiere decir que los otros no lo hayan sido, pero, hay que tener en cuenta también la cultura del Papa Juan Pablo Segundo, que era un polaco que nació, se crió y evolucionó en plena Guerra Fría. Y el Papa Ratzinger, que era un intelectual y prácticamente su pastoral era la cuestión de la secularización de Europa, que le preocupaba mucho. Francisco, sin embargo, como nació en esta región latinoamericana era más afín a nuestro país y a otros países de América Latina.
¿Qué podemos esperar del próximo cónclave y el nuevo Papa… Cree usted que la Iglesia Católica va a continuar la posta que deja Francisco o va a volver a una posición más dogmática o conservadora?
Yo creo que ese análisis es ideológico. No creo que la Iglesia haya dejado de ser dogmática ni con Francisco ni con ningún otro Papa, porque dejaría de ser Iglesia. La palabra dogma significa el depósito de la fe y el depósito de la fe está dada en la escritura y en los Concilios. Eso se mantiene incólume desde Pedro hasta nosotros. En ese sentido, la Iglesia es perenne. Cuando la gente dice “dogmática”, yo no sé a qué se está refiriendo. Por ejemplo, Francisco creía en el diablo, y que éste actúa en la historia y a veces protagoniza cuestiones históricas. ¿Eso es conservador o liberal? No, eso es doctrina de la fe católica. En ese sentido (Francisco) era bien católico.
Él estaba en contra del aborto, en cualquiera de sus formas y llamaba a aquel que procuraba un aborto un sicario y la persona que pedía un aborto, alguien que alquila un sicario para matar. ¿Es eso tradicional, conservador o progresista? No lo sé, eso es doctrina de la Iglesia. Por eso yo creo que esa clasificación que se hace es ideológica. Es mirar la iglesia sin fe como un aparato político. La iglesia tiene, sí, un elemento humano. Eso es innegable porque somos seres humanos. Pero, seres humanos que tenemos fe y caminamos en la fe y la fe va mejorando nuestra naturaleza, nuestro temperamento, si colaboramos con esa fe.
Entonces, ¿no va a cambiar mucho o se irá adaptando a los tiempos?
La Iglesia va a ser la misma de siempre, pero, va a depender mucho de cuál es el elemento humano. Dependerá del Papa que es elegido, qué tipo de personalidad o qué tipo de tradición tiene; si es asiático o si es americano. Eso le puede dar cierto tono, pero, manteniéndose en una tradición. Él puede enfatizar ciertos aspectos, pero, la misión de la Iglesia no es el desarrollo económico, la misión de la Iglesia es la salvación de las almas. Entonces, el Papa tiene una misión que le que le dio Jesucristo a Pedro y el Papa es sucesor de Pedro. Acuérdense que un Papa no es que le sucede a otro Papa. Francisco no es el sucesor de Benedicto; Francisco es el sucesor de Pedro y Pedro es el Vicario de Cristo. Entonces, solamente Dios sabe quién va a venir. Y al que venga, se le pide que sea fiel al depósito de la fe y él va a ver con su discernimiento, su razón y su libertad qué aspecto va a enfatizar más o menos. Eso no se sabe, porque también nuestra historia está cambiando.
Vivimos un tiempo de una enorme incertidumbre de distinto tipo, no solamente económico. Yo creo, personalmente, que el problema no es tanto económico, acá el problema es existencial, donde la gente, por más dinero que tenga, no sabe realmente cuál es el sentido de su vida; por eso hay tanto olvido. El mismo papa Francisco llamaba a eso “la cultura del descarte”, pero eso no tenía solamente una connotación económica. Descarte significa que una persona tiene tanto dinero que vive solo. Vive aislado y se rodea de perros. Vive con perros, literalmente; pero, también es una persona abandonada, que no tiene cariño, etc. Entonces, yo creo que el nuevo Papa y la Iglesia en sí -porque el Papa no gobierna solo, gobierna con los obispos, con sus diócesis y sacerdotes- es peregrina y el peregrinaje siempre es duro, hay mucha dificultad y uno no ve mucho el camino. Ve la meta, pero no ve mucho el camino y ahí uno va con fe porque Dios nos prometió, Cristo nos prometió, que Él va a estar con nosotros hasta el fin de los tiempos.
En estos días cobra fuerza aquello de que el que entra Papa al cónclave sale cardenal. ¿Cómo no caer en esas conjeturas y especulaciones que hace todo el mundo sobre el perfil que debe tener el próximo Pontífice?
No quiero entrar en profundidades, pero el que mejor escribió sobre el tema de la elección del Papa fue Benedicto XVI como teólogo. ¿Qué quiere decir eso? No es que Dios elige al Papa. Lo que hace el Espíritu Santo es que da mociones en el alma para que las personas se inspiren y elijan a este o aquel. Pero esas personas pueden dejar de lado eso. Quiere decir que yo tengo la moción, pero resulta que tengo otros intereses y en vez de elegir la A elijo la Z. ¿Puede ocurrir eso en la iglesia? Benedicto decía que sí, pero, después Dios va a tratar de enderezar esos caminos de otra manera. Por eso la Iglesia tiene toda una historia de problemas en el papado, etc. porque somos seres humanos, somos pecadores. Y Dios respeta nuestra libertad, incluso de elegir al sucesor de Pedro.
En el último capítulo de San Juan, si leyeron en esta Pascua, se van a dar cuenta que las tres veces que Cristo le pide a Pedro que apaciente sus ovejas, que les enseñe, le pregunta: “¿me amas Pedro?”. ¿Qué quiere decir eso? Que Pedro era débil, que somos débiles y el Papa también. Por eso, hay que rezar por el Papa. Francisco siempre lo pedía y creo que eso es muy rescatable: “Recen por mí”. Porque no es que sea Superman, él es un hombre que también es un peregrino en este camino de fe.
Es muy nuestro reducir o polarizar, no sé si ese es el término; pero ¿es posible despojarnos de todas esas influencias ideológicas y mantenernos al margen de esos pensamientos dominantes?
Yo creo que hoy toda la prensa nacional e internacional está contaminada de ideología; sin excepción, de derecha o de izquierda. No se puede hablar sino es con la calificación ideológica. Las amistades se fundan en las calificaciones ideológicas, hasta los matrimonios se hacen por cuestiones ideológicas y los divorcios, también. La ideología es una religión que viene a sustituir al cristianismo en el siglo XVII y hay un gran pensador francés, Destutt de Tracy, que comenzó a acuñar el término ideología con el fin de dar cierta visión del mundo que se venía con la revolución francesa. Y ahí se abandona la visión de la cristiandad. Entonces, nosotros estamos mirando la Iglesia desde el sótano. Sin embargo, a la Iglesia hay que mirarla desde el altillo, porque la Iglesia fue fundada por Jesucristo.
Las ideologías, como quieren dejar de lado a la Iglesia por una cuestión simplista, siempre buscan darle una forma: o que es progresista o no, o que es reaccionaria o no. Pero, la iglesia no es ni una cosa ni la otra, porque la Iglesia es fundada por Cristo y es sobrenatural. Dios funda la Iglesia. Y ahora que estamos en Pascua. Él (Cristo) resucita y va a vivir con sus discípulos, está entre nosotros. Y en pentecostés mandará su Espíritu Santo que va a ser la Iglesia. Bueno, esa Iglesia hoy está acosada y contaminada por un lenguaje ideológico; entonces, no se entiende prácticamente nada desde esa perspectiva.
Entonces, uno tiene que plantearse, ¿qué es la Iglesia y cuál es su misión?
La misión de la Iglesia es una: la salvación de los hombres y el domingo celebramos esa salvación (la Pascua). Y no nos vamos a morir nunca si aceptamos a Cristo y su gracia, esa es la salvación. Y, de paso, vamos a construir sociedades mucho más humanas. De ahí viene la unión entre lo que nosotros decimos en la Iglesia, la eucaristía o la santidad y la labor social. ¿Por qué hay injusticias? Porque la gente está en pecado. No solamente pecado individual -que son innumerables- sino también sociales, porque se van multiplicando. Entonces, si no vemos la Iglesia desde esa perspectiva, todo se torna ideología y al final no sé para qué yo quiero la Iglesia si lo que estoy haciendo es adaptarla a mis intereses ideológicos.
No se puede mirar la fe así. Eso no es fe, es la ideologización de la fe. Si leen el documento de la Iglesia en Puebla de 1980, que fue la Conferencia Episcopal histórica de Juan Pablo II, hay todo un capítulo que es sobre las ideologías y su influencia en América Latina. Yo creo que ese documento es insuperable hasta hoy. En él se explica muy bien todo el mundo ideologizado de los 50′s y 60′s y dice, que debemos mirar a la Iglesia desde la perspectiva sobrenatural.
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