Vaticano: crece la expectativa de los fieles de ver al papa en Pascua
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Miles de católicos se congregaron este Domingo de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano con la esperanza de ver al papa Francisco pese a su delicado estado de salud, casi un mes después de haber salido del hospital.
El sumo pontífice, de 88 años, todavía se recupera de una grave neumonía. Se espera que se asome a las 12:00 (10:00 GMT) al balcón de la basílica de San Pedro para oficiar la tradicional bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad de Roma y al mundo), retransmitida en todo el mundo.
Pero siguen existiendo dudas sobre su participación: el servicio de prensa de la Santa Sede indicó que él quería hacerlo pero no lo confirmó, y afirmó que todo dependería de su estado de salud y del tiempo que hiciera. Este domingo, El Vaticano amaneció encapotado, pero sin lluvia.
Al estar aún débil y con dificultades para hablar, pese a que sus capacidades respiratorias mejoraron, es probable que Francisco le encargue a algún colaborador la lectura del texto, en el que suele revisar los conflictos que azotan el mundo.
Por primera vez desde que fue elegido en 2013, el jefe de 1.400 millones de católicos faltó a la mayoría de las citas de la Semana Santa, como el Via Crucis cerca del Coliseo el pasado viernes y la vigilia pascual del sábado por la noche.
Pero el sábado, poco antes de la vigilia, hizo una breve aparición pública en la basílica de San Pedro para rezar frente a la imagen de la Virgen y luego saludó a varios fieles y repartió golosinas entre los niños.
La misa de Pascua, que conmemora la resurrección de Cristo, empezará a las 08:30 GMT en la plaza de San Pedro, decorada con millas de flores holandesas, en presencia de 300 párrocos, obispos y cardenales.
Los organizadores esperan una afluencia aún mayor de la habitual debido al Jubileo 2025, “Año Santo” de la Iglesia católica, que tiene lugar cada 25 años y que atrae a millones de peregrinos a la Ciudad eterna.
Si asiste, Francisco podría ver allí al vicepresidente estadounidense JD Vance, que el sábado fue recibido por el cardenal Pietro Parolin, número 2 de la Santa Sede.
La visita de Vance se produjo dos meses después de que estallaran tensiones diplomáticas entre El Vaticano y Estados Unidos por las duras críticas de Francisco a la política migratoria de la administración de Donald Trump.
Fervor por ver al Pontífice
“Por supuesto, esperamos ver al papá pero si todavía está enfermo veremos a su representante. Pero querríamos ver al papá, ¡aunque esté enfermo queremos verlo!”, dijo a la AFP Marie Manda, una camerunesa de 59 años.
El sábado por la noche, el cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidió la vigilia pascual a la luz de millas de cirios que iluminaron los alrededores de la basílica de San Pedro.
El único compromiso que ha atendido Jorge Bergoglio esta Semana Santa fue la visita a una prisión del centro de Roma, el pasado jueves, donde se reunió con unos 70 reos. Es algo que hace cada año.
Al ser preguntado por periodistas sobre cómo está viviendo la Pascua de este año, Francisco, que debe guardar estricto reposo durante dos meses, respondió, con voz jadeante: “Vivo [la Pascua] como puedo”.
Ya debilitado por problemas de salud y varias intervenciones quirúrgicas, Francisco estuvo al borde de la muerte dos veces durante su último ingreso, de 38 días, en el hospital Gemelli, de donde salió el 23 de marzo.
En sus últimas apariciones públicas ya no llevabas cánulas nasales para el oxígeno, lo que indica que su salud va mejorando gracias a la rehabilitación.
Algo inusual, los cristianos de todo el mundo celebran este año la Pascua el mismo día, al concordar los calendarios gregoriano -que siguen católicos y protestantes- y juliano, que siguen los ortodoxos.
León XIV realiza su primer cambio para combatir los abusos sexuales en la Iglesia
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El medio de información de la Santa Sede, Vatican News, reveló que el papa León XIV tomó la primera medida para abordar los abusos sexuales cometidos por el clero católico, al nombrar a monseñor Thibault Verny como el nuevo presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
El portal digital refiere que “primero en la diócesis de París (Francia) y luego dentro de la conferencia episcopal, Verny participó activamente en la lucha contra los abusos en la Iglesia, dedicando su tiempo a escuchar y acompañar a las víctimas, así como a la interacción con las autoridades civiles y judiciales”.
Lucha contra la pedofilia
El Papa León XIV saluda al obispo francés Thibault Verny, a quien nombró como nuevo presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores. Foto: Vatican News
Agrega que monseñor Thibault Verny se desempeñó como presidente el Consejo para la prevención y la lucha contra la pedofilia de la Conferencia Episcopal hasta el pasado mes de junio, por lo que buscará poner su experiencia en su país natal al servicio de la Iglesia universal, sin dejar de lado sus responsabilidades diocesanas.
Durante una entrevista, el religioso afirmó que quiere continuar la labor de su predecesor, el cardenal estadounidense Sean O’Malley, con quien tuvo la oportunidad de colaborar varias veces, para arraigar una cultura de protección de las personas vulnerables.
Asunción, madre de la evangelización del Río de la Plata
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Archivo/Gentileza
El 1 de julio de 1547, el papa Paulo III, por medio de la bula “Super specula militantis ecclesiae”, crea la Diócesis del Río de la Plata con sede en Asunción. Más adelante será conocida como la Diócesis del Paraguay, elemento neurálgico para el despliegue de sacerdotes y la evangelización de estas tierras. Aquí un repaso a esa historia fundacional.
Pasaron 478 años desde la creación, con sede en Asunción, de la Diócesis del Río de la Plata. “Así se establece la consolidación completa de la posesión española y se otorga protagonismo a Asunción como centro no solo de las estructuras de conquista y poblamiento, sino también de la misión evangelizadora y organizativa de la Iglesia católica”, cuenta el presbítero Hugo Fernández, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
Lo hace invitando a visitar el local del museo, al costado de la Catedral, donde “se puede ver el vestigio histórico, artístico y social de la acción de la Iglesia durante estos casi 500 años de labor y de fe en estas tierras”.
Entiende por ello importante historiar cómo se llega a ser diócesis. Fernández recuerda que en 1541 Asunción deja de lado su condición militar de casa fuerte para convertirse en ciudad. El despoblamiento de Buenos Aires y otras fortalezas sobre el río Paraná la convirtieron en un punto privilegiado para el abastecimiento, reparo y punto de camino para la pretensión de llegar a la plata y el oro del Potosí.
“Los españoles acostumbrados a un régimen de gobierno en donde la Iglesia, por real patronato de la corona, conformaba parte de las estructuras de gobierno no tenían un obispo. Esta ausencia, sumada a la necesidad de conducción moral y espiritual tanto de los españoles como de los naturales, motivó que desde 1543 sean muy frecuentes las cartas pidiendo al rey un obispo y la demarcación de las jurisdicciones propias”.
UN PEDIDO INSISTENTE
El desenfreno de los españoles es reconocido en los pedidos que van haciendo por carta a la Corte para que se les envíe un rector religioso, según aporta Fernández, que es licenciado en Teología.
“La terrible situación moral de los españoles y su relación con las indígenas en especial se acrecentaba a causa de la falta de la presencia regia de la Iglesia. Aunque para 1545 Asunción contaba con más o menos 10 sacerdotes, la situación no pintaba para bueno. Ejemplo de esto es el testimonio de fray Juan de Salazar (no confundir con Espinoza), quien en carta al emperador Carlos V afirmaba que Asunción era un “pueblo de más de quinientos hombres y más de quinientas mil turbaciones”.
Pedro Dorantes, soldado factor, pedía al rey ya en 1543 “un prelado que sea letrado y de buena vida, con la cual nos dé ejemplo a vivir y sea protector de los indios”. El contador de la ciudad Felipe Cáceres requería “una persona eclesiástica, juez protector en lo espiritual para que nos haga ser buenos cristianos”.
CASTIGO Y EJEMPLO
El mismo gobernador Domingo Martínez de Irala solicita al rey en carta del 5 de marzo de 1545 por “un pastor para la Iglesia (…) que sea tal que su vida, castigo y ejemplo tengamos todos temor y vergüenza…”.
En marzo de 1547, el emperador Carlos V envía como comisionado a don Diego de Mendoza para que tramitara ante el papa la creación de una diócesis, puesto que esta región es tan extensa que no puede ser atendida por el Obispado de Cusco y “para que los indios naturales de ella que están sin luz ni fe ni conocimiento de ella sean alumbrados y se conviertan”, decía el pedido al santo padre.
Como resultado de las gestiones, el 1 de julio de 1547 el papa Paulo III creaba la Diócesis del Río de la Plata y elegía al franciscano fray Juan de Barrios como su primer obispo.
LOS AÑOS FUNDANTES
El primer obispo no pudo llegar porque el navío que lo tenía que traer nunca pudo zarpar. Pasado ya el tiempo, De Barrios fue designado por el papa primero a la Diócesis de Nueva Granada para finalmente ser destinado a la de Santa Fe de Bogotá.
En 1554, el papa nombra a fray Pedro Fernández de la Torre como obispo del Río de la Plata: “Llegó a Asunción en 1556 y fue recibido con mucha algarabía. Mandó construir otra iglesia que sirva de catedral porque hasta el momento la única iglesia mayor de Asunción y que funcionaba como tal era la parroquia de la Encarnación, erigida desde 1539 y hasta el día de hoy considerada la más antigua de toda la región. El fray acompañó al gobernador Domingo Martínez de Irala en varias de sus incursiones al Chaco, después proclamó gobernador a Francisco de Vergara, que surgió de una elección popular y con quien más adelante riñó fuertemente en enemistad. Murió en España en 1573”, historia Fernández.
El presbítero apunta además que desde sus inicios la Catedral de Asunción fue sede de diversos acontecimientos históricos, sala de deliberaciones del Cabildo, sínodos, refugio en tiempos de catástrofes y levantamientos armados, etc.
Desde su creación hasta 1609 dependió de la Arquidiócesis de Lima. En 1620 se crea la Diócesis de Buenos Aires, que se desprende así de la del Paraguay.
Desde 1609 hasta 1865 Paraguay dependió de la Arquidiócesis de Charcas. Desde 1865 hasta 1929 pasó a formar parte de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
Asunción recibió la categoría de arquidiócesis recién en el año 1929, siendo su primer arzobispo monseñor Juan Sinforiano Bogarín.
Desde sus inicios la Catedral de Asunción fue sede de diversos acontecimientos históricos, sínodos, refugio en tiempos de catástrofes y levantamientos armados
ANHELO
“A pesar de ser la primera diócesis de toda la región del Río de la Plata, fue una de las últimas sedes elevadas a la categoría arzobispal y aún hasta hoy no le ha sido otorgado oficialmente el título de iglesia primada”, cuenta el presbítero Fernández.
Entiende que esta posibilidad está abierta y solo depende de gestiones. “Desconozco si en algún momento los representantes de la Iglesia en el Paraguay hayan gestionado o al menos promocionado ante el papa la conveniencia de este privilegio. Si aún no se ha hecho, sería bastante interesante que los prelados actuales lo hagan. Sería un privilegio otorgado por el papa que nos llenaría de mucho orgullo y alegría como pueblo”, afirma.
La ciudad de Paraguay (Asunción) y Obispado. Dibujo de Felipe Guamán en su obra “La nueva crónica y buen gobierno” de 1615 aproximadamente
TRAYECTORIA
Fernández destaca, entre varios otros elementos y momentos históricos, la importancia de la acción de la Iglesia en la defensa de los indígenas en los siglos XVI a XVIII, la confirmación de las “doctrinas de indios” organizadas por los franciscanos y jesuitas para la defensa y formación de los indígenas y de cuyas doctrinas provienen la mayoría de los pueblos paraguayos hasta inicios del siglo XX inclusive, la promoción de la lengua guaraní y los saberes ancestrales en sintonía con la ciencia y la religión.
También “un segundo momento es el rol clave de la Iglesia en pos de la defensa de la dignidad humana durante el gobierno militar de 1954-1989. Y aunque siempre toda sociedad es imperfecta, los errores y las falencias cometidas también dentro de la Iglesia son motivo de profunda reflexión y una revisión interna para seguir caminado buscando la semejanza a Cristo que nos impulsa y nos acompaña para seguir caminando, luchando y perseverando en la fe mientras construimos una sociedad que nos beneficie a todos por igual”, concluye.
SOBRE EL PRESBÍTERO
El presbítero Hugo Fernández V. es licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación. Es también museólogo, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín y secretario ejecutivo de los Bienes Culturales de la Iglesia por la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
Presbítero Hugo Fernández, director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín
EL ROL DE LOS RELIGIOSOS EN LA INDEPENDENCIA
A inicios del siglo XIX, existían en todo el territorio 55 sacerdotes y al menos cinco de ellos actuaron de modo especial a favor de la Independencia. Tras la revolución del 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, surgieron varios partidarios que propiciaban algo similar en Paraguay y entre ellos “fue constante la participación de los clérigos. En setiembre de 1810, se descubrió un grupo cuyo plan era apresar al gobernador, al obispo y a los capitulares. Fueron detenidos y confinados al Fuerte Borbón el padre Franciscano Baca y varios otros civiles”, nos recuerda Fernández.
También en Concepción se reunía “una peña revolucionaria encabezada por los curas José Fermín Sarmiento y Nicolás Ibarbals. Los implicados motivaban la causa revolucionaria y criticaban abiertamente inclusive desde el púlpito al gobierno de Velasco”. Siguiendo con este derrotero, “durante la expedición de Belgrano en 1811 la actuación del capellán José Agustín Molas, joven de 23 años, fue relevante en motivar la persecución a los invasores.
Durante la revolución del 14 de mayo el gobernador trató de apaciguar los ánimos enviando al obispo Panes a dialogar con los revolucionarios junto con otros clérigos, pero no tuvieron éxito al ser considerados españoles. Los clérigos paraguayos se encontraban muy comprometidos con la revolución.
Entre los más decididos estaba el fray franciscano Fernando Caballero, tío del Dr. Francia, así como la mayoría de los franciscanos eran partidarios de los patriotas. Otros como el padre Leal, el padre Baca y Orué alentaban a los nacionales. Otro clérigo de gran prestigio era el carapegüeño Francisco Xavier Bogarín, profesor en el Real Colegio de San Carlos y posteriormente vocal de la Junta Superior Gubernativa”, recuerda.
PREOCUPACIÓN POR LOS INDÍGENAS
Desde los primeros pasos de la conquista “la labor de los clérigos ha sido trascendental, sobre todo en el ámbito de la defensa de sus derechos. Conocemos el caso del padre Gabriel Lezcano, quien en 1545 ante la decisión de Irala de exterminar a una comunidad de indios agaces fue a entrevistarse con el cacique Abacotté consiguiendo la paz”, cuenta el presbítero para explicar lo importante del rol eclesiástico para intentar parar los abusos de la conquista.
“El padre Diego Andrada, primer párroco de Asunción, fue también conocido por ser ‘protector de indios’ y el caso más emblemático son las cartas del padre Martín González, quien constantemente denuncia los abusos de los españoles hacia los indios”, recuerda.
“Si bien en el Paraguay no se observa aquella brutalidad que ensangrentaron masivamente los primeros días de la conquista en México o Perú, la conquista paraguaya se basó en la unión y procreación de españoles e indígenas, el mestizaje. Sin embargo, las estructuras económicas y coloniales rápidamente causaron grandes conflictos, sobre todo por el requerimiento de la mano de obra de los indios y las exigencias de los españoles. Habrá sido muy difícil entre los pocos clérigos de aquellos días mediar ante estas situaciones”, reflexiona.
El cardenal Cristóbal López, de nacionalidad española y paraguaya, explicó el alcance de su nombramiento en el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Foto: AFP
Cardenal Cristóbal López asume rol clave como asesor de los institutos de vida consagrada
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Por Nilza Ferreira
El cardenal español nacionalizado paraguayo Cristóbal López Romero explicó las funciones que cumplirá tras ser nombrado por el papa León XIV en el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El salesiano y actual arzobispo de Rabat (Marruecos) dijo que su mandato durará cinco años y se ocupará de asesorar a las personas que trabajan en la tarea de animar los institutos de vida consagrada.
“Primero es decir que es un nombramiento que no tiene demasiada importancia. En el Vaticano, la organización presenta muchos dicasterios, un dicasterio es parecido a un Ministerio de un Gobierno. Entonces, en cada dicasterio hay uno que preside que sería como el ministro, pero que en término eclesial se llama prefecto”, dijo a La Nación/Nación Media.
El religioso indicó que ese prefecto trabaja con unos cuantos colaboradores (15 a 30 personas), dependiendo del volumen de sus actividades. Además cuenta con un cuerpo de asesores que se reúne una vez al año o en el marco de una asamblea general cada dos o tres años.
“Uno de esos Dicasterios o Ministerios es el de la Vida Consagrada o Institutos de Sociedades de Vida Apostólica. Es decir, todos los religiosos y religiosas, los franciscanos, los jesuitas, los salesianos. Y a mí me han nombrado junto con otros muchos (la lista es larga), conformamos el Consejo de ese prefecto, que en este caso es prefecta, es una religiosa y de tanto en tanto nos hacen una consulta o vamos a una reunión para participar de la planificación que se hace”, manifestó.
El purpurado español mencionó que este es el tercer discasterio que le asignaron en la Santa Sede. “Además de ser nombrado ahora, yo ya soy del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y también del Dicasterio del Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos, o sea digamos de la liturgia. Pero eso no me cambia nada la vida, yo sigo trabajando en Rabat que es mi diócesis y desde aquí pues voy a alguna reunión a Roma, porque la tengo relativamente cerca”, subrayó.
Consultado sobre el rol que cumplirá desde el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, monseñor Cristóbal López detalló el alcance de su designación en el marco de los ajustes en la estructura de la Curia Romana.
“Mi función será asesorar a las personas que trabajan diariamente en esa tarea de animar los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. No tengo ninguna otra función, no tengo ninguna autoridad para decidir nada, simplemente una asesoría y acompañamiento”, significó.
Mensaje
El arzobispo de Rabat y fundador de la Asociación de Periodistas Católicos de Paraguay dejó un mensaje al pueblo paraguayo con el que compartió durante casi dos décadas de su vida religiosa.
“Que sigan esforzándose por testimoniar el amor que Dios nos tiene. Nosotros somos amados por Dios y ese amor que recibimos de Dios tenemos que manifestarlo en los demás. Tenemos que hacerlo transitar por nosotros para que llegue a otras personas. Porque al final, el examen final que todos pasaremos no es sobre ir a misa, rezar o no rezar, por más que sean importantes estas dos cosas, el examen final es sobre el amor”, concluyó.
León XIV nombra al paraguayo Cristóbal López en dicasterio
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El papa León XIV nombró al cardenal Cristóbal López Romero, de nacionalidad española y paraguaya, para el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, según un boletín de la Santa Sede del 24 de junio. El actual arzobispo de Rabat (Marruecos) es uno de los primeros nombrados del sumo pontífice que nuevos miembros en institutos del Vaticano, entre cardenales, arzobispos, obispos, superiores generales y religiosas.
Además de López Romero fue designado como miembro el cardenal inglés Arthur Roche, prefecto desde 2021 del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; Giorgio Marengo, prefecto apostólico de Ulaanbaatar (Mongolia); Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén; y Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil).
Nacido en Vélez-Rubio, provincia de Almería (España), Cristóbal López Romero adquirió la nacionalidad paraguaya por su servicio durante 18 años en el país entre 1984 y 2002, siendo representante provincial de 1994 a 2000. Con el cardenal paraguayo Adalberto Martínez participó en el cónclave, entre el 7 y 8 de mayo, que eligió al estadounidense Robert Francis Prevost como nuevo titular de la Iglesia católica.
De formación salesiana y con un perfil fuertemente misionero, López Romero se incorpora a un dicasterio clave para la visión pastoral del Papa, centrada en una Iglesia cercana a los pobres y necesitada de una presencia concreta en las periferias, refiere el medio católico Exaudi News. Dentro del gobierno central de la Iglesia católica, que es la Curia Romana, un dicasterio es un organismo, departamento u oficina de su estructura institucional.
Otros nombramientos
También fueron designados varios arzobispos y obispos de diferentes continentes: Jude Thaddaeus Ruwa’ichi, arzobispo de Dar-es-Salaam (Tanzania); Jerzy Maculewicz, Oadministrador apostólico de Uzbekistán; Julio César Salcedo Aquino, obispo de Tlaxcala (México); Thulani Victor Mbuyisa, obispo de Kokstad (Sudáfrica); Tesfaye Tadesse Gebresilasie, obispo auxiliar de la Arcieparquía de Addis Abeba (Etiopía).
En el ámbito de los superiores de institutos de vida consagrada, han sido nombrados: P. Stanley Lubungo, superior general de los Misioneros de África (Padres Blancos); P. Miguel Márquez Calle, prepósito general de los Carmelitas Descalzos; P. Donato Ogliari, abad del Monasterio de San Paolo fuori le Mura (Roma); Hno. Armin Altamirano Luistro, superior general de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle).
En representación de la vida consagrada femenina han sido incorporadas: M. Chiara Cazzuola, superiora general de las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas de Don Bosco); M. Françoise Petit, superiora general de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl; M. María Goretti Lee, superiora general de las Hermanas Hospitalarias de San Pablo; M. Idilia María Moreira Gonçalves Carneiro, superiora general de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús; Srta. Luisa Muston, presidenta general del Instituto Secular Misioneras de los Enfermos “Cristo Esperanza”.
“Con estos nombramientos, el Santo Padre refuerza la representatividad geográfica, carismática y eclesial del Dicasterio responsable de acompañar la vida consagrada en todas sus formas, tanto en las Iglesias de antigua tradición como en contextos misioneros y emergentes”, señala una publicación de Info Vaticana sobre este anuncio.