En un extenso artículo, el medio RT se hace eco de lo expresado por el presidente de Argentina, Javier Milei, quien reiteró sus cuestionamientos al cambio climático. Para este fin, el mandatario recurrió a su cuenta de la red social X, en la que este domingo se valió de una publicación del periodista y escritor australiano Peter Clack que está en contra de la “estafa climática deshonesta liderada por la ONU”.
Para comenzar, el presidente escribió: “Otra mentira que se cae”. “A los que fruto de caer en la falacia de la autoridad (por incapacidad para tener pensamiento crítico) aceptaron el verso del cambio climático, les digo que es mejor aceptar que les mintieron a insistir en el error...”.
A continuación, el líder sudamericano reiteró las expresiones de Clack, que explica que “un siglo de registros climáticos de EE.UU. muestran con claridad que no hay ‘calentamiento global’ ni ‘crisis climática’ en ninguna parte del mundo”. “Tampoco sucederá”.
Alzando la apuesta, el periodista cuestionó a los “arquitectos de una estafa climática deshonesta liderada por la ONU que han utilizado falsamente al dióxido de carbono como un arma y mentido al mundo durante 40 años”.
Seguidamente, el australiano alzó otro mensaje que define como un “estudio geológico” que muestra que “no hay indicios de que el dióxido de carbono haya guiado o controlado alguna vez las temperaturas o el clima mundiales”. “Esta instantánea de 400.000 años forma parte de una era glacial que duró 2,58 millones de años y que aún continúa. Los ciclos de la era glaciar y los interglaciares no implicaron en absoluto la presencia de dióxido de carbono”, sostiene.
El medio aclara que lo expresado por el presidente argentino fue una continuidad de su exposición del 23 de enero en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, oportunidad en dijo que “el ‘wokismo’ se manifiesta en el siniestro ecologismo radical y la bandera de cambio climático”.
Reflexionó que “conservar nuestro planeta para las futuras generaciones es cuestión de sentido común, nadie quiere vivir en un basurero, pero el ‘wokismo’ se las arregló para pervertir esa idea elemental de preservar el medio ambiente para el disfrute de los seres humanos”.
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“Ahora pasamos a un ambientalismo fanático donde los seres humanos somos un cáncer que debe ser eliminado y el desarrollo económico, poco menos que un crimen contra la naturaleza. Cuando uno argumenta que la Tierra ha tenido ya cinco ciclos de cambios bruscos de temperatura y que en cuatro de ellos el hombre ni existía, nos tildan de terraplanistas para desacreditar nuestras ideas, sin importar que la ciencia y los datos estén de nuestro lado”, argumentó.
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Hidrólogo paraguayo simula con éxito 30 años del curso del río Paraná con supercomputadora de la NASA
Por Lourdes Torres – Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Invitado por John Bolten, jefe del Laboratorio de Ciencias Hidrológicas de la NASA, el ingeniero Eduardo Dose Martínez, oriundo de Hohenau, Itapúa, se encuentra desde inicio de año en la NASA Goddard, centro neurálgico de la NASA para la ciencia climática, satelital y de la Tierra, ubicado en Greenbelt, Estados Unidos, estudiando el comportamiento del río Paraná. Logró simular con éxito 30 años de caudales del cauce hídrico mediante el uso de Discover, la supercomputadora de la NASA.
El hidrólogo paraguayo explicó en una charla con La Nación / Nación Media que es funcionario del sector de Hidrología de la Central Hidroeléctrica Yacyretá. Su labor consiste en estudiar los datos del río Paraná para la gestión del embalse, como el pronóstico de caudales, el pronóstico climático, la evaluación de riesgos de inundación y el análisis de factores como los fenómenos de El Niño y La Niña. Todo ello en función de la generación de energía hidroeléctrica y la prevención de riesgos.
Indicó que desde su llegada a la NASA en febrero de este año, ha tenido acceso a herramientas satelitales que permiten utilizar datos obtenidos por misiones en órbita relacionados con la precipitación, el uso del suelo y parámetros físicos en general. Gracias a ello, esperan continuar la investigación para generar pronósticos de caudales más precisos, permitiendo entender cómo responde el río a la lluvia, al uso del suelo y al clima.
“En la NASA tienen lo que llaman una constelación de satélites alrededor del planeta que están permanentemente recolectando datos climáticos, del suelo y del océano. Con esa impresionante gama de información logramos simular el río Paraná utilizando su modelo Land Information System (LIS) y datos satelitales, abarcando un periodo de 30 años. Esto contribuirá en Yacyretá a mejorar la previsión de caudales y la gestión de riesgos de inundación”, explicó.
Proyecciones a futuro
Mencionó que en el contexto medioambiental, también será posible evaluar cómo el cambio climático podría afectar la generación de energía eléctrica debido a una eventual escasez de agua. Gracias a las autorizaciones correspondientes, obtuvo acceso a Discover, lo cual le permite realizar simulaciones del río Paraná a gran escala.
“Estoy utilizando un modelo informático llamado LIS (Land Information System). Es un simulador de diversos procesos naturales; uno de ellos es el ciclo del agua. Para simular un río necesito saber cuánto llueve, dónde llueve, qué uso del suelo hay en ese lugar —qué porcentaje corresponde a bosque, agricultura, zonas urbanas o humedales—, además de variables como la evapotranspiración, el viento, la humedad y la radiación solar. Todos estos elementos determinan cuánta agua corre por un río, cuánto se evapora y cuánto infiltra hacia los acuíferos”, detalló.
Dose señaló que luego de meses de trabajo, la semana pasada logró simular con éxito el comportamiento del río Paraná desde 1991 hasta 2025, con resultados muy satisfactorios. Esto fue posible gracias a la existencia de satélites de la NASA con la resolución adecuada desde ese mismo período.
Evaluación con distintos satélites
“El trabajo que ahora estamos iniciando es el de comparar distintos satélites. Hay varios que miden la lluvia a escala global. Yo utilicé uno y obtuve los resultados que tenemos hoy. Vamos a comenzar a probar otros, como IMERGE, CHIRPS, MERRA2, entre otros, para identificar cuál se ajusta mejor al comportamiento del río Paraná. Esto nos permitirá comparar con los datos reales de caudal medidos en Yacyretá”, explicó Dose.
Agregó que trabajar con estos datos abre la posibilidad de mejorar los modelos de pronóstico y, con ellos, prever con mayor certeza las precipitaciones y el caudal del río, elementos clave para la planificación energética.
“Los satélites son progresivamente más avanzados, con sensores más especializados que nos ofrecen datos validados científicamente. Esto permitirá pronosticar cuánta agua irá al río, identificar zonas propensas a inundaciones y preparar mejor a la población. En el caso de una hidroeléctrica, también permite estimar la generación de energía”, explicó.
Simulación del cambio climático
No obstante, aclaró que aún es muy temprano para establecer parámetros relacionados con el cambio climático, ya que por ahora el equipo está centrado en calibrar el modelo para generar pronósticos de caudal a corto plazo. Sin embargo, reconoció que es un tema interesante a abordar más adelante.
Mencionó también que están tomando como referencia un estudio reciente de la Universidad de Alabama, que muestra una bajante significativa en el caudal promedio de grandes ríos, incluido el Paraná, durante los últimos 30 años.
“Ahora nos estamos enfocando en el pronóstico de caudales del río a corto plazo. Estamos probando distintos satélites que miden la precipitación para mejorar la simulación. Cuando identifiquemos el más adecuado, podremos basarnos en sus datos para pronosticar el caudal. Solo entonces podré responder con certeza sobre la viabilidad de una simulación de cambio climático”, acotó.
Ciencia al servicio de la región
El hidrólogo destacó que estos meses de trabajo representaron una experiencia única, tanto por las herramientas como por el nivel profesional de los equipos de la NASA. Expresó su deseo de que los resultados del proyecto puedan ser útiles para Paraguay y para toda la región.
“Hasta ahora, los resultados son alentadores. Estamos en el camino de seguir ajustando y mejorando, con el objetivo de ofrecer un producto útil. Considerando que la NASA busca abrir sus datos a todos los países que deseen utilizarlos, para nuestro país es clave poder contar con información que nos ayude a gestionar mejor nuestros recursos hídricos —los ríos, los acuíferos, el clima—”, concluyó.
Cooperación interinstitucional de alto nivel
El desarrollo del proyecto de investigación sobre el río Paraná en el Centro Goddard de la NASA fue posible gracias a una articulación interinstitucional de alto nivel. El grupo ISAT, conformado por la NASA, la Universidad de Virginia (UVa) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. (USACE), junto con el financiamiento parcial del Departamento de Estado de los Estados Unidos, conformó el núcleo técnico y científico de esta iniciativa.
La gestión administrativa y la intermediación de fondos fueron asumidas por el Programa Agua de las Américas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que actuó como puente fundamental para viabilizar la cooperación internacional.
Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá recibió formalmente la convocatoria y solicitud de autorización por parte de la NASA, y autorizó la participación del profesional involucrado mediante resolución del Comité Ejecutivo Binacional, con la aprobación de ambos directores —paraguayo y argentino— y el pleno respaldo institucional para facilitar su incorporación al equipo de investigación.
Debido a los buenos resultados ya obtenidos, se ha agendado una presentación final el 7 de julio en el auditorio principal de la NASA, donde se compartieron los avances del proyecto. Para esta ocasión se cursaron invitaciones a autoridades representativas de las instituciones involucradas, así como a representantes consulares de Paraguay y Argentina, entre otros.
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Una amenaza real para las finanzas empresariales
- Gisella Lefebvre. Directora de Proyectarse
El cambio climático dejó de ser una preocupación ambiental lejana para convertirse en un riesgo financiero tangible y urgente para las empresas.
Fenómenos extremos como sequías más intensas, lluvias torrenciales, incendios fuera de temporada y un aumento constante de la temperatura global no solo generan pérdidas materiales directas, sino que interrumpen operaciones, encarecen los seguros, afectan cadenas de suministro y reducen la productividad.
Todo esto se traduce en impactos directos sobre la rentabilidad y la sostenibilidad financiera de los negocios.
Además, los riesgos de transición -como nuevas regulaciones ambientales, impuestos al carbono o cambios en los patrones de consumo- exigen que las empresas transformen sus modelos operativos, lo que implica inversiones significativas.
Las organizaciones que no logren adaptarse enfrentarán mayores costos, pérdida de competitividad y acceso limitado a financiamiento, ya que inversores y entidades financieras priorizan cada vez más criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Ante este panorama, es imprescindible adoptar el triple enfoque del desarrollo sostenible, integrando la dimensión económica, social y ambiental en la toma de decisiones estratégicas.
No se trata solo de responsabilidad corporativa, sino de supervivencia y oportunidad. Las empresas que incorporan prácticas sostenibles no solo mitigan riesgos, sino que también generan valor, innovación y resiliencia a largo plazo.
El cambio climático es una realidad ineludible. La acción empresarial decidida y coherente marcará la diferencia entre adaptarse y liderar, o quedarse atrás en un mundo que cambia con rapidez. Es momento de actuar.
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Ganadería, herramienta de negocio sostenible
Por: Alba Delvalle
Mustafá Yambay, presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Braford, destaca cómo la ganadería, gestionada con prácticas sostenibles, puede capturar más carbono del que emite y posicionarse como una herramienta clave contra el cambio climático.
En este mes verde, abordamos uno de los sectores que resuena con gran protagonismo en la discusión hacia la sostenibilidad. Hablamos de la ganadería, que bien puede resultar como herramienta de negocio que, a la vez, se preocupa por el medioambiente.
El presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Braford, Mustafá Yambay, comparte en base a su experiencia y trayectoria, cómo se puede aportar a la sostenibilidad de Paraguay y del mundo a través de la ganadería.
“La ganadería puede aportar a la sostenibilidad implementando prácticas de manejo sostenibles, tanto en la producción de carne como en la producción láctea. Esto, utilizando de la mejor manera posible la mayor bendición que tenemos los paraguayos, nuestros recursos naturales”, expresó.
Para ello, solo se debe apostar constantemente en modelos de producción que busquen conservar los ecosistemas y generar nuevos a partir de ejemplos de aguadas, reforestaciones, corredores de bosques y más. De esta manera, se generan nuevos hábitats para las especies salvajes que hoy coexisten en los campos.
A la vez, se puede implementar prácticas de manejo de posturas, cargas de animales correctas, buscando una salida viable tanto productiva como económicamente, en lo que respecta a los residuos orgánicos como la producción de biogás y compost.
Reducir gases de efecto invernadero. Contrariamente a lo que se pretendió instalar desde grandes países desarrollados, tanto la ganadería como la agricultura al ser manejados adecuadamente, tienen el potencial de reducir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, según afirmaciones de expertos.
Con el manejo o buenas prácticas, los métodos y la tecnología adecuada, incluso pueden ayudar en la lucha contra el calentamiento global, señaló. Muchas de las emisiones del ganado vienen en forma de metano, que proviene tanto del ganado de carne como de leche. Pero todos los gases de efecto invernadero (metano, dióxido de carbono, óxido nitroso y gases fluorados) tienen el potencial de calentar el planeta.
Sin embargo, al analizar el efecto invernadero y el papel que desempeña cada gas de efecto invernadero en el calentamiento de la temperatura promedio de la tierra, el impacto del metano creado por el ganado puede ser menor de lo que se cree, porque en realidad ese metano se recicla como parte de un proceso natural conocido como el ciclo biogénico del carbono, explicó.
Y debido al papel que el ganado, y otros rumiantes, desempeñan en ese ciclo, tienen el potencial de ser una fuerza impulsora en la lucha contra el cambio climático en los próximos años y décadas, aseguró el referente, quien es doctor en ciencias veterinarias y producción animal.
“Se está demostrando que, en nuestro país, una hectárea de producción ganadera puede capturar más carbono de lo que emite, gracias a las posturas y árboles que secuestran este compuesto”, remarcó Mustafá.
Es así que, la ganadería sí puede ser una herramienta de negocio que a la vez se preocupa por el medioambiente, pues cada vez más productores y empresas están adoptando prácticas sostenibles y respetuosas con el medioambiente en la producción ganadera.
Mejoras en la productividad. Estas prácticas a la vez pueden mejorar la productividad, reducir costos, generar extras, sin dejar de lado la mejora de la imagen país como productor de carne en ambientes sostenibles. Asimismo, el acceso a las diferentes certificaciones para ingresar a los mejores mercados, lo que se traduce en carne de calidad certificada y trazada por, sobre todo, dijo.
En este punto, habló de la raza braford, conocida por su fertilidad, adaptabilidad, rusticidad y capacidad de producir carne de calidad a partir de pasturas y praderas naturales, que desempeña a través de sus índices productivos y reproductivos. Esto da la posibilidad de llegar a las mejores prácticas de sostenibilidad y ambiental, pues produce más y mejor en todos los sistemas de producción del país, aseguró.
Chaco sostenible. Siguiendo esta línea, ejemplificó al Chaco paraguayo como una región con gran potencial para la producción ganadera sostenible, debido a sus características geográficas y climáticas. “El Chaco ofrece oportunidades para diversificar la producción ganadera, incluyendo la producción de carne, leche y otros productos derivados, así como la sinergia que hoy existe entre la ganadería y la agricultura”, acotó.
Apuestas como mejora de la infraestructura en rutas, transmisión de energía eléctrica para los proyectos de sistemas de riego en la región bajo influencia del acuífero Yrendague, pueden ayudar a aumentar el desarrollo, la eficiencia y la productividad de la región, sumó.
La implementación de tecnologías sostenibles, como sistemas de pastoreo rotativo y manejo de pasturas, pueden ayudar a reducir el impacto ambiental de la producción ganadera. Así como el desarrollo de la cadena de valor de la producción ganadera del Chaco, que puede ayudar a aumentar la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción.
Por lo tanto, la promoción de la ganadería sostenible del Chaco puede ayudar a aumentar la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad en la producción ganadera, a más de atraer a consumidores que valoren la sostenibilidad.
“Tantas cosas quedan por hacerse en nuestro querido Chaco, como la investigación, el turismo rural, ya que la ganadería sostenible puede bien contribuir con todo esto, y, sobre todo, ser una fuente continua de empleo y de generación de alimentos para todos los paraguayos y para 80 millones de personas más en el planeta”, puntualizó.
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Suiza: el colapso de un glaciar sepulta a un pueblo
- Dusambé, Tayikistán. AFP.
El reciente colapso del glaciar Birch, en Suiza, es una advertencia de las graves consecuencias que puede tener el cambio climático para las comunidades que viven cerca del hielo, como en la región del Himalaya, una de las más vulnerables del mundo. El 28 de mayo una enorme nube de hielo y escombros cayó por la ladera de la montaña hacia la aldea suiza de Blatten a medida que el glaciar colapsaba.
Ali Neumann, asesor para la reducción del riesgo de catástrofes en la Cooperación Suiza para el Desarrollo, indicó que, en este caso específico, el papel del cambio climático “todavía debe investigarse”. Sin embargo, su impacto a nivel global en la criosfera -la parte del mundo cubierta por agua congelada- está claramente establecido, según el experto.
“El cambio climático y su impacto en la criosfera tendrán cada vez más repercusiones en las sociedades humanas que viven cerca de los glaciares, cerca de la criosfera, y que de alguna manera dependen de los glaciares y viven con ellos”, asegura. El colapso del glaciar destruyó casi por completo el pueblo de Blatten, cuyos 300 habitantes habían sido evacuados una semana antes, aunque hay una persona desaparecida.
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“También demostró que, con las técnicas adecuadas, la observación y la gestión de emergencias, se puede reducir significativamente la magnitud de este tipo de catástrofes”, dijo Neumann en una conferencia internacional sobre glaciares, auspiciada por la ONU, que se acaba de celebrar en Tayikistán.
Según Stefan Uhlenbrook, director de Hidrología, Agua y Criosfera de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el caso suizo demuestra que las regiones más vulnerables del mundo, como la del Himalaya, tienen que prepararse.
“Hay que fortalecer toda la cadena, desde el monitoreo hasta el intercambio de datos, pasando por los modelos de simulación digital, la evaluación de peligros y la comunicación”, apunta. “Pero en muchos países asiáticos todo esto es débil, los datos no están suficientemente conectados”, lamenta.
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“Catástrofes complejas”
En 2023 Asia fue la región del mundo más afectada por las catástrofes climáticas y relacionadas con la meteorología, según Naciones Unidas, y las inundaciones y las tormentas provocaron un gran número de víctimas y pérdidas económicas. Pero a diferencia de Suiza, que utiliza sensores e imágenes de satélite para monitorear sus glaciares, muchos países asiáticos, sobre todo en el Himalaya, carecen de esos recursos.
“El monitoreo existe, pero no es suficiente”, dice el geólogo Sudan Bikash Maharjan, del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas (ICIMOD), con sede en Nepal. Según el geocientífico Jakob Steiner, que trabaja en Nepal y Bután, no basta con aplicar las soluciones tecnológicas suizas.
“Se trata de catástrofes complejas, en realidad es igual de importante, o incluso mucho más, trabajar junto a las comunidades”, apunta. Los glaciares del Himalaya, que proporcionan agua vital para casi 2.000 millones de personas, se están derritiendo más rápido que nunca debido al cambio climático y exponen a las comunidades a catástrofes impredecibles y costosas, advierten los científicos.
En las últimas décadas han aparecido cientos de lagos formados a partir de agua del deshielo de los glaciares, un fenómeno que puede ser mortal. Además, el deshielo del permafrost -la capa de suelo que permanece congelada de manera permanente- aumenta las posibilidades de deslizamientos de tierras.
Por eso el monitoreo y las alertas tempranas no son suficientes, advierte Declan Magee, del Departamento de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible del Banco Asiático de Desarrollo. “Tenemos que pensar (...) dónde construimos, dónde construir infraestructuras y viviendas para las personas y cómo podemos disminuir su vulnerabilidad”, asegura.
La activista climática y cineasta nepalí Tashi Lhazom explica cómo la aldea de Til, cerca de su casa, quedó destruida por un deslizamiento de tierra a principios de mayo. Las 21 familias que vivían allí lograron escapar en el último minuto. “En Suiza fueron evacuados días antes, aquí ni siquiera tuvimos segundos”, dice Lhazom. “La disparidad me entristece, pero también me enfada. Esto tiene que cambiar”.