Israel y el movimiento islamista palestino Hamás se acusaron el miércoles mutuamente de bloquear las negociaciones indirectas que mantienen para alcanzar una tregua en la guerra de la Franja de Gaza. Hamás, en el poder en Gaza, acusó a Israel de plantear “nuevas condiciones” a las conversaciones que se llevan a cabo en Doha con mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto, en busca de una solución a un conflicto que estalló hace más de un año.
“La ocupación [israelí] ha planteado nuevas condiciones, relacionadas con la retirada” de sus tropas de la Franja de Gaza y con “el alto el fuego, los prisioneros [rehenes retenidos en Gaza y palestinos detenidos por Israel] y el retorno de los desplazados, lo que ha retrasado la conclusión de un acuerdo”, afirmó Hamás en un comunicado.
Apenas unos minutos después, Israel acusó a Hamás de “colocar nuevos obstáculos a las negociaciones”. “La organización terrorista Hamás miente una vez más, da marcha atrás en puntos en los que se había alcanzado un acuerdo y sigue poniendo nuevos obstáculos a las negociaciones”, afirmó la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.
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La guerra empezó el 7 de octubre de 2023 con una incursión de milicianos islamistas que mataron a más de 1.200 personas en el sur de Israel, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
De los 251 secuestrados, 96 siguen cautivos en Gaza, pero el ejército israelí estima que 34 murieron. La campaña militar lanzada en represalia por Israel ha dejado hasta ahora más de 45.000 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás en el territorio palestino.
Fuente: AFP.
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Los supervivientes del Holocausto que renacieron en Israel
- Por Michael Blum.
El israelí Naftali Fürst, superviviente del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, tardó años en poder hablar de ello. Pero desde que su nieta sobrevivió a la masacre del 7 de octubre de 2023, en el ataque de Hamás en Israel, está aún más convencido de la necesidad de testimoniar. “Si olvidamos nuestra historia, nos arriesgamos a ver cómo se repite”, advierte este hombre de 92 años, en un momento de incremento del antisemitismo en buena parte del mundo.
Ochenta años después de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau el 27 de enero de 1945 por parte del Ejército Rojo, AFP entrevistó a varios supervivientes de los campos de concentración y de exterminio que rehicieron sus vidas en Israel, donde encontraron un hogar seguro para los judíos después del genocidio perpetrado por los nazis.
Estos testigos, nacidos todos en Europa y deportados a los campos de la muerte donde sus familias fallecieron, expresaron su inquietud actual y también su resiliencia. Construido en la Polonia ocupada, Auschwitz-Birkenau simboliza el genocidio perpetrado por la Alemania nazi en el que murieron seis millones de judíos, de los cuales cerca de un millón fueron asesinados en este campo entre 1940 y 1945.
Una hija, cuatro nietos y tres bisnietos
Naftali Fürst tenía apenas 10 años cuando fue llevado con su familia a un campo de concentración, para acabar en Auschwitz en 1944. Fue separado de sus padres y le tatuaron un número en el brazo. Pero con la llegada de los soldados soviéticos, los nazis decidieron llevar a sus prisioneros de Alemania a Austria en medio de la nieve, en las tristemente conocidas “marchas de la muerte”. “Lo peor de mi vida”, dice Fürst.
“Es una experiencia indescriptible, un verdadero paso por el infierno. Vimos a mucha gente caer de un lado, heridos, muertos. Los que no podían seguir el ritmo eran asesinados in situ. En momentos así, sobrevivir significa luchar para no quedar atrás”. En Buchenwald, en Alemania, escapó a la muerte gracias a un resistente comunista checo, Antonin Kalina, que sería luego nombrado Justo entre las Naciones, por haber salvado a cientos de niños judíos durante su detención.
Cuando el campo fue liberado por soldados estadounidenses, Naftali Fürst tenía 12 años. Ahí aparece, en una de las fotografías más emblemáticas del Holocausto, rodeado de supervivientes, tumbado en un barracón, y a poca distancia del futuro escritor Elie Wiesel, Nobel de la Paz en 1986. Fürst, que se ganó la vida como profesor de autoescuela, tardó 60 años en poder compartir su historia. Pero desde que dio el paso, este hombre de mirada brillante, y que preside la Asociación de exprisioneros de Buchenwald, no para, y está decidido a seguir así mientras sea “capaz”.
“Muchos de los que vivieron estos horrores no están más ahí para hablar de ellos, y considero que es mi responsabilidad dar testimonio. Pero tengo miedo de que en 50 ó 100 años, el Holocausto se convierta en una simple página de la historia, y que se olvide a qué punto este acontecimiento fue único y trágico”.
El 7 de octubre de 2023 al amanecer, Naftali Fürst estaba en su casa de Haifa, en el norte de Israel. Como sus compatriotas, se fue enterando aquella mañana de los detalles de la ofensiva sorpresa de comandos de Hamás en el sur de Israel. Fürst intentó hablar con su nieta Mika, que vivía con su marido y su hijo de dos años en el kibutz de Kfar Aza. Sin éxito.
“Estaba preocupadísimo”, recuerda. La familia permaneció 12 horas en un refugio, y sobrevivió. Aunque los suegros de Mika murieron. “Mi nieta y su familia son supervivientes como yo”. Naftali Fürst nunca imaginó que algún día pronunciaría esa frase. Pero no quiere hacer comparaciones entre ambos acontecimientos. “Es horrible, es inimaginable, es doloroso y no debería haber ocurrido. Pero no es la Shoah”, afirma.
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Mirjam Bolle, nacida en 1917 en Países Bajos, tres hijos
A sus 107 años, es una de las supervivientes más ancianas. Cuando recibe a AFP en su casa de Jerusalén, dice que no ha “hecho nada especial”. Qué increíble entereza, sin embargo, después de una vida así. Secretaria del Consejo Judío de Ámsterdam, organismo creado y utilizado por los nazis para controlar la comunidad durante la guerra, Mirjam Bolle fue testigo de la deportación de los judíos de los Países Bajos.
Fue deportada en 1943, al campo de tránsito de Westerbork y luego a Bergen Belsen en Alemania. Ella tenía entonces 26 años. Bergen Belsen “era oficialmente un campo de concentración, pero querían matarnos de hambre, querían nuestra muerte.” Los padres de su prometido Léo no sobrevivieron.
Sin embargo, Mirjam Bolle recuerda aquella “comida” llena de esperanza de la Pascua judía, con algunos vegetales sobre la mesa. Al final de la ceremonia, en lugar de recitar el tradicional “El año que viene en Jerusalén”, los niños comienzan a cantar “Este año en Jerusalén”. Y ocurre el “milagro”: con su familia y un grupo de deportados, es liberada gracias a un intercambio con prisioneros alemanes en la Palestina bajo mandato británico.
En julio de 1944, después de cruzar Europa en tren, llega a “Eretz Israel” (la tierra de Israel) donde se reúne con Léo, quien había emigrado antes de la guerra. Se casan y tienen tres hijos. Todos murieron, dos “en la guerra” durante su servicio militar bajo la bandera israelí, sin dejar descendencia. De Ámsterdam a Bergen Belsen, entre enero de 1943 y julio de 1944, Mirjam Bolle escribió una especie de diario en forma de cartas a su prometido: “Sabía que, si no lo escribía, lo olvidaría.”
Éstas se publican décadas después, en 2014, bajo el título “Cartas nunca enviadas”, un libro publicado en holandés y luego traducido a siete idiomas, que ofrece un raro testimonio sobre la vida de los judíos en Ámsterdam bajo la ocupación alemana. Hoy en día, lo que la preocupa es el aumento del antisemitismo en Europa.
“Me cuesta entender por qué los judíos son tan importantes” para ser víctimas de esta manera, dice esta exsecretaria de la embajada de los Países Bajos. “Creo que el futuro para ellos en Europa es incierto. Me alegra estar en Israel porque es el lugar más seguro para nosotros a pesar de las dificultades actuales”.
Dan Hadani, nacido en 1924 en Polonia, dos hijos, dos nietos
El secreto de su longevidad es el “trabajo”, dice el superviviente de Auschwitz Dan Hadani. “Nunca dejé de trabajar... Traté de olvidar, de huir de las pesadillas y olvidar, trabajaba día y noche y cuando me dormía, estaba tan cansado que no soñaba más”. Deportado en 1944 del gueto de Lodz, donde murió su padre, a Auschwitz, fue separado nada más llegar al campo de su madre, que fue asesinada en el proceso, y de su hermana, que falleció durante el exterminio del campo de mujeres.
Como si todavía lo estuviera reviviendo, relata su encuentro con Josef Mengele, el médico de las SS en Auschwitz, autor de experimentos médicos a menudo mortales con los deportados. El joven Hadani, de 20 años, le habla en alemán, lengua que domina. Mengele le responde: “Bleib stehen, Du Hund” (Quédate ahí, perro). Más tarde se daría cuenta de que podría haber sido ejecutado: “Nunca olvidaré ese momento”.
“Seleccionado” para trabajar en una fábrica, sobrevivirá a la “marcha de la muerte” antes de ser liberado por los soldados estadounidenses en el campo de Wobbelin en Alemania. De regreso a Polonia descubre que ya no tiene familia, emigra a Israel justo después de la creación del Estado, en junio de 1948, y deja atrás el nombre de su juventud europea, Dunek Zloczewski.
“Al día siguiente de mi aterrizaje, a las cinco de la mañana, me alisté de inmediato (en el ejército israelí) y me convertí en oficial de artillería. Era la guerra de independencia y yo vine por eso; yo quería construir mi propio Estado, un Estado judío, por primera vez”.
Convertido luego en fotoperiodista y fundador de una agencia de fotos, pasó el resto de su vida contando en imágenes la vida de su joven país. A sus más de 100 años, la energía de este hombre de barba bien cuidada sigue siendo sorprendente. Con orgullo, muestra su licencia de conducir que renovó en la víspera de su cumpleaños, antes de llevar sin problemas al equipo de AFP a su casa en Guivatayim (centro).
Cada jueves por la mañana, este feroz opositor al gobierno de Benjamin Netanyahu viaja a Tel Aviv para unirse a antiguos periodistas y diplomáticos para hablar de política. El futuro lo atormenta, especialmente desde el 7 de octubre. “El hombre es una bestia, así es como veo el mundo”, dice. A las futuras generaciones les ha dejado sus dos millones de fotos que documentan la historia de Israel en una colección de la Biblioteca Nacional, como un legado de la resiliencia de su nación y su pueblo.
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Abraham Wassertheil, nacido en 1928 en Alemania, cuatro hijos, tres nietos, dos bisnietos
A la pregunta de qué ocurrió con su familia durante la guerra, le sigue un largo silencio. “No soy muy hablador”, dice este hombre de 96 años de mirada directa. Deportado en los campos de concentración de Markstadt, Funfteichen, Buchenwald, Dautmergen (en Alemania) y en el de Gross Rosen (en la Polonia bajo ocupación) escapó a la muerte fingiendo tener más edad, y fue liberado de Allach, un campo anexo de Dachau, en 1945.
Pasó 25 años en la Marina israelí, pero al contrario que Dan Hadani, empezó hace poco a hablar públicamente de su pasado. “Con la edad me doy cuenta de que hay que hablar”, dice a los periodistas de AFP, a los que confía con un deje de dolor: “durante la guerra sólo pensábamos en una cosa, encontrar algo que comer. Eso es todo. No pensábamos en nuestros hermanos ni en nuestras hermanas ni en nuestros padres”.
Lo esencial, dice, es “haber transmitido mi historia y la de mis padres a mis hijos”. Durante años visitó regularmente con sus hijas la localidad polaca de Chrzanow, de donde es originaria su familia, a unos 20 km de Auschwitz. En 2022 se inauguró allí un parque en recuerdo de la población judía de la ciudad. La alcaldía eligió darle el nombre de su madre, asesinada en el campo de exterminio.
“El parque de Esther” se ha convertido así para él en “la tumba” que ella nunca tuvo, dice mostrando discretamente una gran emoción. Pese a haber perdido a toda su familia en su juventud, y el estado de guerra en el que ha vivido últimamente en Kyriat Yam (norte), se dice sereno. “Mi vida terminará pronto”, dice.
El 7 de octubre de 2023, al drama nacional se añadió su duelo personal, ya que la víspera había enterrado a su esposa. Un año más tarde, un misil disparado por el movimiento libanés Hezbolá cayó en un edificio vecino a su vivienda, por lo que tuvo que ir a un refugio. “No puedo hacer nada para cambiar las cosas, pero tengo hijos con salud que se las apañan sin mí, y yo me las apaño sin ellos, por eso sigo siendo optimista”.
Eva Erben, nacida en 1930 en Checoslovaquia, tres hijos, nueve nietos, 15 bisnietos
A sus 94 años, Eva Erben acaba de pasar dos semanas impartiendo conferencias en Alemania, para relatar su historia de superviviente de Auschwitz y sobre todo “defender Israel”, tal y como explica de entrada. Nacida en 1930 cerca de Praga, creció en una familia judía acomodada. Su padre, químico, fue según ella un pionero del pyrex. “Teníamos una hermosa villa, un coche, hacíamos viajes (...) recogíamos champiñones, fresas y flores en el campo”, rememora.
Una vida “apacible y agradable”, que se convirtió en infierno en 1941 cuando toda la familia fue deportada a Theresienstadt, ese campo de concentración instalado en la actual República Checa presentado como un “campo modelo” por la propaganda nazi y donde se decía que los judíos eran bien tratados, como se afirmó durante una visita de la Cruz Roja en 1944.
La pequeña Eva formaba parte del grupo de niños encargados de cantar la ópera Brundibar, una parábola de la opresión nazi sobre los judíos. Cuando se le muestra en un teléfono un video de los niños cantando, se pone a tararear la melodía. Todos los chicos que aparecen en el video fueron deportados a Auschwitz tras la grabación, así como el equipo de la película.
Permanece con su madre en el campo de exterminio, pero esta no sobrevive a la “marcha de la muerte”. Olvidada en un pajar, en el que se había quedado dormida, fue salvada por unos alemanes --”no eran todos asesinos”-- y luego por unos checos, que la escondieron hasta el final de la guerra.
En su coqueta vivienda de Ascalón, en el sur de Israel, con un gran jardín y árboles plantados por su difunto marido, esta mujer que trabajó como enfermera muestra con orgullo una foto en la que se la ve con toda su descendencia, 27 personas en total. “No ignoramos la Shoah, la vivimos y ahora es la vida. Hay niños, viajes, el hecho de cantar con ellos, hacer deporte, una vida normal, comer bien, perfumarse. La Shoah fue como una sombra en nuestras vidas, ciertamente, pero ya la cruzamos”.
Erben cuenta su historia en un libro para alumnos de colegio, traducido a varios idiomas, y aparece en varios documentales. Pero considera que su prioridad ahora es apoyar a Israel después de los ataques del 7 de octubre. Desde aquel día de 2023, más de 600 alertas han resonado en su ciudad, cercana a la Franja de Gaza. Pero ella se niega a ir a los refugios cuando suenan las sirenas. “Hitler no logró matarme; no serán ellos quienes lo consigan”, dice con una sonrisa.
Pero al mismo tiempo no esconde su preocupación, “decepcionada” como está por “la forma como se percibe a Israel hoy en día”. “Es muy bonito venir con flores y coronas, y hacer homenajes, pero eso se terminó, hemos superado la Shoah, hemos reconstruido, y hemos tenido hijos. Ahora, respeten y acepten a Israel”. Según las autoridades israelíes, en el país viven más de 130.000 supervivientes del Holocausto. En estas cifras, Israel cuenta también las víctimas del antisemitismo fuera de Europa, como es el caso de Argelia, entonces bajo el régimen colaboracionista del Estado francés de Vichy.
Fuente: AFP.
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Hamás libera rehenes israelíes, incluido Yarden Bibas, padre de niños argentinos que siguen en cautiverio
Hamás liberó este sábado a tres rehenes israelíes, entre ellos Yarden Bibas, padre de los niños Ariel y Kfir, de origen argentino, como parte del cuarto intercambio de rehenes por presos palestinos posibilitado por el acuerdo de tregua en Gaza.
El ejército anunció la mañana del sábado que Yarden Bibas (35 años) y el francoisraelí Ofer Kalderon (54), secuestrados el 7 de octubre de 2023, estaban ya en territorio israelí, después de que el movimiento islamista palestino los entregara de manera ordenada a la Cruz Roja en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Poco después, el ejército recibió también al israeloestadounidense Keith Siegel, de 65 años, entregado por los milicianos a la Cruz Roja en Ciudad de Gaza. Israel a su vez excarcelará a 183 presos, según el Club de Prisioneros Palestinos, más del doble de los 90 inicialmente anunciados. Un bus con prisioneros llegó a Ramala, en Cisjordania ocupada, y fue recibido por cientos de habitantes. Otros tres autocares llegaron a Gaza.
El israelí Yarden Bibas es el padre de los dos rehenes más jóvenes tomados por Hamás el 7 de octubre de 2023 durante su incursión sorpresa en territorio israelí: Kfir y Ariel, que tenían respectivamente ocho meses y medio y cuatro años de edad.
El padre de familia fue liberado sin su esposa Shiri, de origen argentino, ni sus dos hijos, de los que se desconoce el paradero y son los últimos menores cautivos en Gaza. Hamás afirmó en noviembre de 2023 que murieron en un bombardeo israelí, pero el ejército del Estado hebreo no confirmó ese extremo y muchos se aferran a la esperanza de que sigan con vida.
“La familia Bibas lleva mucho tiempo viviendo con un temor constante por sus vidas (...) Seguimos exigiendo a los mediadores información sobre su estado”, declaró este sábado Gal Hirsch, coordinador israelí para los rehenes, refiriéndose a la esposa y los dos hijos de Bibas.
Símbolo del calvario de los rehenes
La familia fue secuestrada en el kibutz Nir Oz, y desde entonces los dos niños pelirrojos se han convertido en el símbolo del sufrimiento de los cautivos en Gaza. La liberación coincide con la llegada a Israel del canciller argentino, Gerardo Werthein, que tiene previsto reunirse con familiares de los nueve argentino-israelíes que continúan secuestrados en Gaza.
Ofer Kalderon también fue secuestrado en el kibutz Nir Oz junto a Erez y Sahar, su hijo y su hija, que tenían en ese momento 12 y 16 años, respectivamente. Los dos adolescentes fueron liberados durante la primera tregua de noviembre de 2023.
El día de su ataque, que se saldó con 1.210 muertos, en su mayoría civiles, según datos oficiales, Hamás tomó un total de 251 rehenes. De ellos, 76 siguen cautivos, aunque el ejército israelí da por muertos a 34. Desde el inicio de la tregua, el 19 de enero, Hamás ha liberado a 18 rehenes -13 israelíes y cinco tailandeses- a cambio de unos 400 palestinos retenidos en cárceles israelíes, muchos de ellos mujeres y niños.
Tras 484 días de cautiverio, el Foro de las Familias de rehenes se felicitó por las nuevas liberaciones, que son “un rayo de luz en medio de las tinieblas”. El próximo canje debería tener lugar el sábado 8 de febrero, indicaron fuentes de Hamás.
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Más negociaciones a la vista
El acuerdo de tregua prevé el regreso en una primera fase de seis semanas de 33 de los secuestrados, ocho de ellos fallecidos, y la excarcelación de unos 1.900 palestinos. En este periodo debe acordarse también cómo implementar la siguiente etapa del alto el fuego, encaminada a terminar definitivamente la guerra iniciada en octubre de 2023, y a culminar la liberación de los rehenes que siguen con vida.
Un alto funcionario israelí señaló que las negociaciones en este sentido se van a reanudar el lunes. El pacto prevé una tercera fase durante la que se reconstruirá el devastado territorio palestino y se devolverán los cadáveres del resto de secuestrados.
Después del intercambio de este sábado se reabrió también el paso fronterizo entre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, y Egipto. Cincuenta pacientes fueron evacuados, informó el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza. La ofensiva israelí devastó este territorio y provocó la muerte de al menos 47.460 personas, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que la ONU considera fiables.
Fuente: AFP.
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Liberan a más rehenes israelíes en Gaza en medio de algarabía de palestinos
Tres rehenes israelíes y cinco tailandeses fueron liberados el jueves en Gaza a cambio de 110 detenidos palestinos en Israel, en un proceso marcado por escenas de caos durante la liberación de cautivos en el territorio palestino.
Se trata del tercer intercambio de rehenes por presos en virtud del acuerdo de alto al fuego del 19 de enero para poner fin a más de 15 meses de guerra en Gaza.
A primera hora del jueves, Hamás liberó a tres israelíes y cinco tailandeses, capturados en el ataque del movimiento islamista palestino contra Israel el 7 de octubre de 2023, que desató el conflicto.
Por la tarde un periodista de AFP vio dos buses de palestinos liberados por Israel que llegaron a Ramala, en Cisjordania ocupada, entre vítores y aplausos por cientos de palestinos que esperaban su llegada.
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había indicado horas antes que recibió garantías de los mediadores internacionales para una “liberación segura” de los rehenes en los próximos intercambios en Gaza.
“Siguiendo la petición del primer ministro (Benjamin) Netanyahu, los mediadores han proporcionado un compromiso que garantiza la liberación segura de nuestros rehenes que serán liberados en las próximas fases”, dijo la oficina del dirigente.
El sábado está prevista la liberación de otros tres rehenes, todos hombres.
Repudio de Netanyahu
Netanyahu denunció lo que calificó de “escenas chocantes” durante la entrega de los rehenes. La primera rehén en ser liberada fue Agam Berger, una joven militar israelí de 20 años, que fue entregada a la Cruz Roja en Jabaliya, en el norte de Gaza.
Antes de ser liberada, se la mostró en un escenario junto a miembros de Hamás armados y enmascarados, mientras portaba en las manos un diploma y se le pedía que saludara a los espectadores.
El ejército israelí señaló que Berger fue llevada al hospital para ser examinada, al igual que el germano-israelí Gadi Moses, de 80 años, Arbel Yehud, una civil de 29 años secuestrada con la familia de su novio, y los cinco tailandeses.
La liberación de Yehud y Moses tuvo lugar en medio de una multitud inquieta, con un importante despliegue de combatientes de Hamás y de la Yihad Islámica, todos encapuchados y armados.
La familia de Moses, un agricultor que perdió a su pareja en el ataque de Hamás en el kibutz Nir Oz, expresó su “emoción” y agradeció “al pueblo israelí su apoyo”.
El 19 y 25 de enero fueron canjeados siete israelíes por 290 palestinos en dos tandas.
La primera fase del pacto, con una duración de seis semanas, debe conducir al regreso de 33 rehenes, ocho de ellos fallecidos, y a la excarcelación de unos 1.900 palestinos.
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El acuerdo de tregua prevé que las negociaciones se retomen 16 días después de su entrada en vigor, es decir el 3 de febrero.
Fuente: AFP
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Conversan sobre posibilidad de enviar proteína ovina Israel y carne kosher a EE. UU.
El presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), José Carlos Martin, se reunió con el embajador del Estado de Israel, Amit Mekel, para conversar sobre el avance en las exportaciones de productos cárnicos hacia ese destino, así como las perspectivas para el presente año en cuanto al intercambio comercial.
Según comentó el titular del Senacsa a La Nación/Nación Media, se conversó sobre la posibilidad de que este año se pueda exportar carne de cordero a ese destino. Además, se está analizando la posibilidad de enviar carne a través del ritual kosher a los Estados Unidos.
En el caso de la carne bovina, sería aproximadamente para el segundo semestre y dependerá mucho del calendario de trabajo de los rabinos. En tanto, para la carne de cordero se tendrá que realizar un bautismo de la planta; actualmente el establecimiento habilitado para faenar la especie ovina es el Frigorífico Victoria.
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Según reportó el organismo veterinario, la exportación de productos de origen animal al estado de Israel al cierre de diciembre del 2024 fue la mayor en los últimos 10 años comparando desde 2014 a 2024. De enero al último mes del año pasado se alcanzaron USD 147.574.364 en materia de ingresos por 28.326 toneladas, cerrando así el año con los mejores números alcanzados.
Haciendo el desglose del 2014 al 2024, se envió al mercado israelí 179.015 toneladas de carne bovina por USD 958.157.880, categoría que fue el 94 % del total embarcado. Además, este mercado recibió grasa bovina por USD 5.874.520 en concepto de 5.758 toneladas abarcando el 3%, y menudencia bovina por un valor de USD 19.137.940 por 5.972 toneladas, que representó el 3 %.
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