Panamá, de 4,5 millones de habitantes, formalizó este viernes su ingreso al Mercosur como Estado asociado, una categoría que no le da voz ni voto en el grupo pero que acerca al bloque sureño a un país clave en el comercio mundial.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, quien firmó la entrada de su país al bloque, describió recientemente el ingreso al Mercosur como “una tremenda oportunidad” y “un paso adelante muy importante en materia de comercio exterior y regional, relaciones internacionales y de integración”, que permitirá a Panamá “explorar vías de libre comercio con estos países”.
“El proceso de integración de Panamá al Mercosur no solo refuerza sus lazos con el bloque, sino que también impulsa su capacidad para atraer inversiones estratégicas y mejorar su competitividad en la región”, expresó por su parte en setiembre el Ministerio de Comercio e Industrias de Panamá en un comunicado.
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¿Qué es un “Estado asociado externo”?
La categoría de miembro asociado externo al Mercosur, un bloque fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, puede ser un paso previo a la integración de un país como miembro pleno. Fue el caso de Bolivia, que primero fue Estado asociado desde 1996, luego comenzó su proceso de adhesión en 2012 y se convirtió en miembro con todas las potestades en julio de 2024.
“Panamá, por su perfil, por su importancia estratégica, por dónde está ubicado, por su canal (navegable), por su importancia económica y comercial, por sus características de política económica, es un socio bueno para el Mercosur”, estimó en declaraciones a la AFP Ignacio Bartesaghi, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Católica del Uruguay, experto en la historia del bloque.
“Es un socio de otra región con la que el Mercosur tiene escasas relaciones. Increíblemente el Mercosur no tiene una relación muy profunda con América Central, y ahí hay una potencialidad bien importante, y este es un primer paso” para alcanzarla, estimó. Junto con Panamá, son Estados asociados al Mercosur Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam.
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Fuente: AFP.
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A un paso de exportar carne a Panamá: técnicos llegan al país para realizar una auditoría
El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) emitió un comunicado informando que autoridades del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y del Ministerio de Salud (MINSA) de la República de Panamá llegarán al país para realizar una auditoría en el marco del proceso de habilitación para la exportación de productos cárnicos bovinos.
La visita técnica se llevará a cabo del 21 al 25 de abril. Su objetivo será verificar el laboratorio central, una unidad zonal, puestos de control y un punto de ingreso del Senacsa, así como un establecimiento ganadero y frigoríficos de exportación.
Los envíos de productos cárnicos paraguayos cerraron el primer trimestre del año en USD 173.236.673, según datos publicados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Relaciones comerciales
Del comercio total del Paraguay con el resto del mundo, en el año 2023, Panamá tuvo una participación del 0,06 % del total. Las exportaciones a Panamá representaron el 0,05 % de las exportaciones totales de Paraguay, mientras que las importaciones desde Panamá representaron el 0,07 % del total, según datos de Cancillería Nacional.
La balanza comercial entre Paraguay y Panamá registra un déficit para los años del periodo analizado, en el 2023 el saldo negativo fue de USD 5,4 millones. Las exportaciones totales de Paraguay a Panamá en el 2023 registraron un crecimiento de 5,3 % con respecto al año anterior, totalizando un valor exportado de USD 5,9 millones. Los principales productos comercializados a ese destino a Panamá en el 2023 fueron medicamentos para uso terapéutico, calzados de cuero natural y relojes de pulsera, bolsillo y similares.
Las importaciones totales provenientes de Panamá en el 2023 presentaron un aumento, siendo este de un 21,3 % con respecto al 2022. Los principales productos importados fueron baúles, maletas, maletines, compuestos con funciones nitrogenadas y aparatos receptores de televisión. En total las importaciones de ese año fueron de USD 11,3 millones.
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Panamá propone ser una vidriera para empresas paraguayas
Panamá busca ser una vidriera para empresarios paraguayos y una plataforma de negociación y oportunidades con sus pares panameños, según afirmó el embajador panameño en Paraguay, Enrique Jara Ocampos, durante una reunión con el titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez. Igualmente, abordaron oportunidades de inversión que impulsa el Gobierno Nacional.
El embajador Jara Ocampos manifestó al ministro de Industria y Comercio que Paraguay debe ver a Panamá como una vidriera para el país, y que los empresarios paraguayos pueden intercambiar experiencias y asociarse con los empresarios panameños. Asimismo, explicó que firmas paraguayas pueden instalarse en el istmo y aprovechar la plataforma logística del país.
“Por sobre todas las cosas, utilizar la conectividad aérea panameña que nos facilita muchísimo y tratar de impulsar el comercio. Estamos próximos a habilitar el mercado para la carne paraguaya; creo que lo tendremos en unos dos meses más”, afirmó el diplomático.
Igualmente, abordaron estrategias para atraer inversionistas, así como proyectos de infraestructura que puedan ser impulsados con profesionales de Panamá, además del intercambio comercial que interesa a ambos países.
Sobre la atracción de inversiones, el embajador panameño destacó una presentación que realizó el ministro del MIC en Panamá frente a la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de su país y aseguró que tuvo impacto ya que existen numerosas consultas y acercamientos en la representación diplomática para establecer contactos.
“Estamos encaminados y vamos a trabajar intensamente en el Ministerio de Industria, como recientemente en la ExpoComer donde asistió el viceministro de Mipymes, Gustavo Giménez, con un grupo de empresarios, con una excelente presentación de Paraguay y yo creo que va a tener sus resultados en poco tiempo”, apuntó.
Zona Libre de Colón en Panamá
En enero de este año, el viceministro de Industria, Marco Riquelme, visitó la Zona Libre de Colón (Zolicol), en Panamá, para estudiar la posibilidad de utilizar esta zona como un hub logístico para productos paraguayos como carne y farmacéuticos para toda la región de Centroamérica.
Paraguay tiene en la mira esta zona libre para la distribución de productos como carne, soja, aceites y medicamentos a mercados estratégicos como Costa Rica, Honduras, Perú y Ecuador, además de la atracción de capitales.
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Empresarios paraguayos podrían aprovechar plataforma logística de Panamá, destaca embajador
Panamá puede convertirse en una vidriera comercial y logística para Paraguay, donde los empresarios paraguayos puedan intercambiar experiencias y se puedan asociar con sus pares panameños, según destacó el embajador de Paraguay en Panamá, Enrique Jara Ocampos. Esto puede facilitar alianzas, intercambio de experiencias y acceso a mercados globales.
Jara destacó que los empresarios paraguayos podrían instalarse en la zona y utilizar la plataforma logística que tiene este país. “Por sobre todas las cosas, utilizar la conectividad aérea panameña que nos facilita muchísimo y tratar de impulsar el comercio. Estamos próximos a habilitar el mercado para la carne paraguaya, yo creo que eso lo vamos a tener en unos dos meses más”, indicó.
Durante una reunión con el ministro de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez, ambos conversaron sobre las oportunidades de atracción de inversiones que se impulsan desde la representación paraguaya en el país caribeño. Abordaron además la posibilidad de atraer proyectos de infraestructura que puedan ser impulsados con gente de Panamá, además del intercambio comercial.
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El embajador mencionó que la presentación realizada en su momento por el ministro de Industria y Comercio en la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Comercio de Panamá está teniendo un impacto positivo respecto a la atracción de inversiones, ya que surgieron varias consultas y acercamientos en la representación diplomática para tener ese contacto.
Además, los trabajos para captar inversión continúan. “Estamos encaminando y vamos a trabajar intensamente en el Ministerio de Industria, como recientemente en la ExpoComer donde asistió el viceministro de Mipymes, Gustavo Giménez, con un grupo de empresarios, con una excelente presentación de Paraguay y yo creo que va a tener sus resultados en poco tiempo”, apuntó.
Interés de empresarios
En febrero pasado, representantes de una empresa italiana con sede en Panamá, llegaron a Paraguay para explorar oportunidades de inversión en el sector industrial. La firma está interesada en convertir a nuestro país en un centro de expansión para la región.
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Aranceles y el Mercosur
- Carlos A. Primo Braga
- Profesor de la Fundación Dom Cabral, Brasil
El 2 de abril (denominado Liberation Day por el presidente Trump), el Gobierno de los Estados Unidos anunció la imposición de aranceles recíprocos que afectan a cerca de 185 países. A partir del 5 de abril, se sumaron aranceles del 10 % a los ya existentes, y desde el 9 de abril deberían imponerse aranceles adicionales a los países considerados como los peores infractores, con base en una “evaluación” sobre cómo sus políticas afectan las exportaciones estadounidenses.
Los mercados financieros en todo el mundo, y particularmente en EE. UU., reaccionaron de forma dramática en los días posteriores al anuncio. El índice NASDAQ, por ejemplo, que refleja el desempeño del sector tecnológico, cayó alrededor de un 9,8 % en los dos días siguientes, una corrección significativa en relación con su nivel máximo anterior.
Estos aranceles se suman a otros anunciados previamente por la administración Trump, dirigidos principalmente a China (incluyendo un arancel del 20 % como sanción por el comercio ilícito de fentanilo y aranceles del 25 % sobre automóviles, acero y aluminio). En síntesis, los productos chinos pasarán a enfrentar aranceles totales del 54 % (20 % vinculados al tema del fentanilo y 34 % por el cálculo de reciprocidad) y, en algunos casos, específicos (como los automóviles, considerados una amenaza a la seguridad nacional), los aranceles podrían alcanzar hasta un 79 %. China respondió con una tarifa adicional del 34 % sobre exportaciones estadounidenses. Posteriormente, el gobierno de Trump reaccionó a esta decisión imponiendo un arancel adicional del 50 % sobre productos chinos el 8 de abril.
El cálculo de los aranceles recíprocos por parte de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) fue recibido con escepticismo y críticas sobre la arbitrariedad del método utilizado. La fórmula adoptada se basa, esencialmente, en dividir el déficit comercial de EE. UU. en bienes con cada país entre el valor de las importaciones provenientes de dicho socio comercial, como una proxy de un arancel que equilibraría los flujos comerciales. La fórmula también incluye en el denominador una estimación de la elasticidad de las importaciones respecto a los precios y de los precios respecto a los aranceles; sin embargo, al haber asignado arbitrariamente los valores 4 y 0,25, el producto de dichas elasticidades es igual a 1. El valor resultante de esta división fue reducido a la mitad, según el presidente Trump, para reflejar la magnanimidad estadounidense. En el caso de países con superávit comercial con EE. UU. (como Brasil), así como en situaciones especiales (como Afganistán), se estableció un arancel recíproco del 10 %.
El 9 de abril, el presidente Trump anunció una pausa de 90 días en la implementación de estos aranceles para la mayoría de los países, con excepción de China. Para los países que no respondieron con represalias, solo se aplicará el arancel adicional del 10 % hasta junio. En el caso de China, sigue vigente un arancel acumulado del 145 %, mientras que para Canadá y México se aplicarán aranceles del 25 % sobre productos que no cumplan con las normas del acuerdo USMCA (que sustituyó al NAFTA). China respondió de inmediato, elevando sus tarifas a un 125 % sobre productos estadounidenses.
El arancel medio en EE. UU. se incrementará a aproximadamente un 22,5 %, con picos importantes para ciertos países (como China) y productos. Este nivel remite a lo ocurrido en la década de 1930 y sus consecuencias negativas para la economía global. Asimismo, la lógica de la fórmula (centrada únicamente en el comercio de bienes, ignorando los servicios donde EE. UU. suele registrar superávit), la elección arbitraria del año 2024 como base para los cálculos —a pesar de que los déficits comerciales varían con el tiempo—, el desconocimiento de las estructuras proteccionistas de los socios comerciales, y las causas macroeconómicas de los desequilibrios en la balanza de pagos (como el desajuste entre ahorro e inversión) han sido señalados como puntos críticos de esta metodología.
Para los países del Mercosur, hay tanto buenas como malas noticias. Es cierto que los miembros del bloque fueron “beneficiados” con un arancel recíproco mínimo del 10 %, muy por debajo del promedio general y de los valores máximos aplicados a otros países. Sin embargo, el impacto puede ser perjudicial, no solo por los efectos sobre los flujos globales de comercio (la Organización Mundial del Comercio —OMC— estima que estos aranceles podrían generar una contracción del 1 % en el volumen del comercio mundial en 2025), sino también por los desvíos comerciales que pueden surgir (como la redirección de exportaciones chinas hacia la región). No obstante, el “superarancel” y sus externalidades (como la adopción de medidas de represalia por varios países, especialmente China) pueden generar oportunidades para el agronegocio del Mercosur, como ocurrió durante el primer mandato de Trump.
Desde una perspectiva estratégica, la política comercial de EE. UU. crea incentivos para una postura más favorable en relación con la implementación del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Cabe destacar, sin embargo, que Argentina y Brasil mantienen visiones divergentes sobre el impacto de estas medidas. El presidente Milei, por ejemplo, ha expresado interés en ajustar la política comercial argentina y eventualmente negociar un acuerdo bilateral con EE. UU.
En resumen, las medidas adoptadas por EE. UU. pueden interpretarse como una decisión de facto de abandonar las normas de la OMC. Esto incrementará los niveles de incertidumbre en la economía global. El Programa “Parceiros para Excelência” PAEX de la Fundación Dom Cabral puede asistir a sus clientes en la navegación de este escenario incierto.