El exmandatario uruguayo José Mujica reconoció que la terminología aplicada acerca de Cristina Kirchner “no fue para nada diplomática” y “fue grosera”. Foto: AFP
Mujica admite crítica “grosera” a Kirchner, pero reitera que el peronismo debe renovarse
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El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica admitió ayer lunes que se expresó de forma “grosera” sobre la exmandataria argentina Cristina Kirchner, a quien en entrevista con la AFP criticó por no abrir paso a las nuevas generaciones, pero insistió en la necesidad de renovación del peronismo.
La terminología “no fue para nada diplomática” y “fue grosera”, reconoció Mujica al periódico uruguayo La diaria sobre sus dichos sobre Kirchner, dos veces presidenta (2007-2015) y vicepresidenta entre 2019 y 2023. “Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel! ¡Que lo parió!”, había dicho antes Mujica en declaraciones a la AFP publicadas el viernes.
El exmandatario (2010-2015), un exguerrillero de 89 años convertido en referente de la izquierda mundial, señaló a La diaria tener respeto por Kirchner, a quien consideró “un fenómeno”, con “un peso subliminal tremendo” y “una mujer admirable y excepcional”. Sin embargo, reiteró que el peronismo debe renovarse.
“Pienso que los grandes referentes, y no hay otro referente del peronismo más grande que la señora Cristina Kirchner, deberían usar su poder para bucear, buscar y empujar que se procesen nuevas generaciones”, subrayó. Las declaraciones de Mujica sobre Kirchner a la AFP tuvieron gran repercusión mediática, pero el exmandatario dijo a La diaria que “no le han dicho nada” porque conocen su manera de hablar directa.
En abril de 2013, cuando era presidente de Uruguay, otro comentario de Mujica sobre Kirchner también generó olas. “Esa vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político, esta es más terca”, dijo entonces Mujica antes de una reunión en Uruguay sin darse cuenta de que tenía el micrófono abierto. Se refería a su entonces par argentina y a su marido, el fallecido expresidente Néstor Kirchner.
Kirchner y otros condenados deberán pagar USD 535 millones
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Un tribunal argentino intimó a Cristina Kirchner y otros ocho condenados por corrupción a pagar en conjunto una suma equivalente a 535 millones de dólares, según un fallo publicado por la prensa local. La expresidenta Kirchner (2007-2015) fue condenada en junio a seis años de prisión e inhabilitación política perpetua por administración fraudulenta en la adjudicación de obras viales durante su mandato. Actualmente cumple su condena en prisión domiciliara.
Tras un análisis hecho por peritos oficiales del “daño producido al erario público”, el tribunal determinó este martes que Kirchner y los demás condenados paguen entre todos la suma de 684.990 millones de pesos argentinos (unos 535 millones de dólares al cambio oficial). El fallo no especifica cuánto debe pagar cada uno.
La suma “deberá ser depositada a cuenta y orden del tribunal en el plazo de diez días hábiles”, señala el fallo, plazo que se extiende hasta el 13 de agosto debido al receso del poder judicial. Caso contrario, la justicia incautará dinero y rematará propiedades embargadas a los condenados, según el documento.
En su última declaración ante la Oficina Anticorrupción en 2023, Cristina Kirchner declaró un patrimonio de casi 250 millones de pesos (hoy equivalentes a unos 195.000 dólares). Según informes de la prensa local, también poseía varias propiedades inmobiliarias, que cedió a sus dos hijos hace unos años. La defensa de Kirchner aún no informó si recurrirá la medida.
Además de la expresidenta, fueron condenados en la causa el empresario Lázaro Báez y los exfuncionarios José López, Nelson Periotti, Mauricio Collareda, Raúl Daruich, Juan Carlos Villafañe, Raúl Pavesi y José Santibáñez, todos con penas de entre tres años y medio y seis años de prisión.
En junio pasado, cuatro intendentes y un concejal de distintas ciudades paraguayas fueron a Israel a participar de un curso de capacitación. Mientras desarrollaban el taller, el mundo recibía la noticia del estallido de un conflicto entre ese país y Hamás. Repentinamente, ambas fuerzas empezaron un intenso intercambio de misiles.
Los representantes municipales tuvieron que recurrir a los varios refugios antibombas que existen para protegerse. A pesar de que el sistema de defensa antimisiles de Israel tiene un nivel de efectividad muy alto, algunos proyectiles golpearon el territorio. La tensión era grande.
Algunos intendentes hicieron videos desde estos bunkers contando la difícil experiencia que estaban pasando, buscando la empatía de la gente ante tamaña situación crítica. Lo que encontraron, en contrapartida, fue otro tipo “bombardeo”. Una lluvia de críticas en las redes por el estado de las calles en sus municipios les cayó del ciberespacio.
Probablemente no haya sido el mejor momento para criticar a los pobres representantes comunales bajo fuego, pero de forma casi inevitable la imagen de un bombardeo nos remonta a ciertas calles y rutas en varios municipios del Paraguay, en especial en el departamento Central. Baches que podrían ser tranquilamente sitios de impacto de misiles se pueden ver en los recorridos, con el nivel de riesgo que representan.
Avenidas como Artigas, Avelino Martínez y otras ya se han ganado su fama de ser zonas de guerra por el mal estado en que generalmente se encuentran.
Ciertamente, mantener en buen estado el sistema vial de un municipio o de un país no es una tarea menor. Pero, una pregunta me asalta: ¿por qué tantos baches en nuestras calles, avenidas y rutas?
Para no tocar de oído le trasladé la consulta a una amiga ingeniera que trabaja en una firma que desarrolla proyectos viales. Sin entrar en cuestiones muy técnicas, los puntos centrales son la vida útil del asfalto y los planes de mantenimiento del mismo.
Según su explicación, un asfaltado bien hecho en promedio tendría que tener una vida útil de unos 10 años. Las mezclas de los componentes son diseñadas con ese fin. El fin de la vida útil implica la renovación de la capa asfáltica. Pero la falencia más importante está en la planificación del mantenimiento.
El pavimento va teniendo daños de diversa índole con el tiempo. El efecto del agua es uno de los más conocidos. Estos daños generan baches. El trabajo de mantenimiento más común es el bacheo, que implica más que tirar un puñado de asfalto en el hueco y apisonar.
El bacheo es una solución de poca vida útil ya que por el área no muy grande que abarca la intervención, generalmente el asfalto no adquiere mucho agarre. Tiene que estar bien hecho para asegurar alguna durabilidad. Cuando la vía ya se encuentra como pantalón de niño travieso, lleno de remiendos, es momento de pensar en una intervención más profunda.
En los últimos años, la opción de utilizar de pavimento rígido en los proyectos viales se comenzó a considerar con mayor interés. Actualmente la industria cementera tiene capacidad para abastecer una demanda de este tipo. Esto ya fue reglamentado incluso por el Poder Ejecutivo a través de una ley. Entre las ventajas se menciona una mayor resistencia y menor mantenimiento.
Hoy, un tramo de la ruta Bioceánica, en el Chaco, está siendo pavimentado con pavimento rígido. Podría ser un buen parámetro para la efectividad de su utilización a mayor escala. Sin bien no soportará un flujo muy intenso de tráfico, sí estará sometido a condiciones climáticas más extremas y a vehículos de gran peso.
Asfalto o cemento, ambos tienen como principal requisito un trabajo de calidad que garantice su durabilidad, así como una planificación eficiente para su mantenimiento a diferentes plazos. Un buen pavimento no solo garantiza fluidez en el tránsito, también seguridad –cuántos accidentes fatales se debieron a baches–. Además, son la carta de presentación de un país. Paraguay se encuentra recibiendo últimamente grandes eventos internacionales, especialmente en el ámbito deportivo, que atraen a miles de visitantes del exterior. Lo ideal es que estas visitas se lleven la mejor impresión y no un chichón en la cabeza debido a un bache.
Fiscalía argentina pide cambiar lugar de arresto de Cristina Kirchner
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La Fiscalía argentina ha retirado su solicitud para que la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner cumpla en prisión la pena de seis años de internamiento dictada en su contra por el conocido como caso Vialidad, pero ha solicitado que la prisión domiciliaria sea cumplida en otro lugar.
Este lunes último se ha celebrado una audiencia convocada por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, para analizar las condiciones del arresto domiciliario de Fernández en su domicilio del barrio bonaerense de Constitución, según recoge la emisora Cadena 3. El fiscal Mario Villar ha alegado que la presencia de Fernández en el barrio de Constitución “genera tumultos y molestias en el barrio” en aparente referencia a la reciente aparición pública de la exmandataria en el balcón de su domicilio.
Por su parte, la defensa de Fernández ha cuestionado las restricciones impuestas por el Tribunal Oral Federal 2, que limitan las visitas en el domicilio a familiares, abogados y médicos sin necesidad de autorización judicial previa. Además, ha pedido la eliminación de la tobillera electrónica que lleva la expresidenta porque afecta a su derecho a mantener una vida familiar y social adecuada.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola previamente recurrieron contra la prisión domiciliaria, han argüido que esta medida constituye un “privilegio” y vulnera el principio de igualdad ante la ley. La condena por un caso grave de corrupción pública debería cumplirse en una prisión, ya que no se justifican razones humanitarias ni de salud para otorgar la domiciliaria, apuntaron, en una postura que ahora quedaría anulada.
Fernández fue condenada por haber otorgado obras millonarias en carreteras argentinas a un socio y presunto testaferro durante su gobierno. La expresidenta, que niega los cargos, ha denunciado que es víctima de una persecución política y judicial.
Lula se reúne con Kirchner en su prisión domiciliaria en Buenos Aires
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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó este jueves a la exmandataria argentina Cristina Kirchner en Buenos Aires en el departamento donde cumple seis años de prisión domiciliaria, condenada por corrupción, constató la AFP.
Lula se encontró con Kirchner al término de su participación en la cumbre del Mercosur que se celebró en la capital argentina. Kirchner, de 72 años, preside el Partido Justicialista y es la principal opositora al gobierno del mandatario ultraliberal Javier Milei.
Lula ingresó al domicilio de Kirchner en el barrio de Constitución sin formular declaraciones en medio de decenas de personas que lo aguardaban. Se retiró casi una hora más tarde, también sin hablar.
La Justicia había autorizado la visita de Lula tras un pedido de Kirchner, quien sólo puede recibir a familiares, médicos y sus abogados, según las condiciones de detención que le impuso el tribunal.
Su condena, que incluye además la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, fue ratificada días después de que anunciara su candidatura a legisladora por la provincia de Buenos Aries.
Cientos de miles de manifestantes le expresaron solidaridad en una marcha multitudinaria a Plaza de Mayo el 18 de junio, el día siguiente de iniciar el cumplimiento de su condena.El tribunal había advertido que no toleraría desórdenes en el vecindario, convertido en punto frecuente de manifestaciones de simpatizantes.
Decenas de personas aguardaban expectantes ver a los líderes juntos, algo que finalmente no ocurrió. “Son los exponentes de la justicia social, vine a bancar (apoyar)”, dijo a la AFP Martín Greaves, un desempleado de 32 años que acudió al lugar. “Es fuerte y triste, pero da esperanzas ver que Lula no la dejó tirada, no se olvidó de ella”, agregó.
Lula ya le había expresado solidaridad en una llamada telefónica luego de su sentencia. “Noté, con satisfacción, la manera serena y determinada con que Cristina enfrenta la situación adversa en cuanto está determinada a seguir luchando”, dijo Lula en X en junio.
El propio presidente de Brasil fue encarcelado entre 2018 y 2019 en una condena por supuesta corrupción luego anulada por la Corte Suprema. En aquel momento recibió la visita del expresidente Alberto Fernández (2019-2023), por entonces candidato de fórmula junto a Kirchner.