En un bar de Taipei, los clientes empiezan a aplaudir con fuerza para festejar la victoria en un combate olímpico de la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting, que se encuentra inmersa en una polémica sobre su género en París-2024. Lin Yu-ting venció ayer viernes en octavos de final de la categoría -57 kg a la uzbeka Sitoria Turdibekova. Se enfrentará el domingo en cuartos de final a la búlgara Svetlana Kamenova Staneva.
Lin y otra boxeadora, la argelina Imane Khelif (-66 kg), han sido admitidas para participar en estos Juegos por el Comité Olímpico Internacional (COI), después de haber sido excluidas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) de los Mundiales de 2022 y 2023 por no haber superado dos “tests” de género.
La naturaleza de esas pruebas nunca fue precisada por la IBA y las dos púgiles habían podido competir con normalidad en todas las competiciones anteriores, incluidos los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021. La controversia, en el marco de las relaciones execrables entre el COI y la IBA, ha adquirido relevancia mundial con la oleada de comentarios sobre la presencia de ambas boxeadoras en París-2024.
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Orgullo nacional
El asunto ha adquirido además ecos políticos, con reacciones hostiles de figuras conservadoras como la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, el presidente argentino Javier Milei y el expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump. En Taiwán, la polémica no ha hecho más que reforzar la unidad en bloque en apoyo a su deportista.
“No ha hecho nada malo, ella es así. Es inútil atacar su apariencia”, estima Hannah Huang, ingeniera informática, que animó a distancia el viernes a la boxeadora mientras veía su combate en un bar deportivo de Taipei. Su amiga Tracy Wu cree que Lin es una gran competidora y que ese es el auténtico motivo: “Quizás por eso la atacan”. “Entiendo que mis rivales tienen quizás miedo de mi fuerza. Rendiré más en el ring”, reaccionó Lin en declaraciones a una cadena de televisión local al ser preguntada sobre cómo vive esta tormenta mediática.
“Es muy valiente”
Tracy Wu se alegra del espíritu “positivo” de la boxeadora de 28 años, recordando que decidió dedicarse al boxeo para proteger a su madre de un padre violento. “Es muy valiente”, sentencia. Connor Wang también ha acudido a este bar de Taipei para ver el combate en una pantalla de televisión. Este empleado de una compañía de seguros, de 35 años, cree que esta cuestión no merece una polémica así.
“No creo que haya realmente materia de debate con esto”, dice. En Taiwán, el respaldo a Lin es férreo y los líderes políticos, de diferente signo, están unidos en este tema. El presidente Lai Ching-te ha pedido a sus compatriotas que se mantenga “unidos y animen” a la boxeadora. El alcalde de la ciudad de Nuevo Taipei, Hou yu-ih, del partido de oposición Kuomintang, también manifestó su respaldo: “Todos estamos a su lado”.
Fuente: AFP.