El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien preside el G20 este año, había colocado la creación de un impuesto coordinado a los superricos como una de sus prioridades al frente del bloque. Foto: Ilustrativa
Países del G20 se comprometen a “cooperar” para gravar a los multimillonarios
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El G20 se comprometió a “cooperar” para gravar a los multimillonarios, aunque sin llegar a un acuerdo sobre la creación de un impuesto global a las grandes fortunas, según una declaración final emitida ayer viernes por los ministros de finanzas en Río de Janeiro.
“Respetando plenamente la soberanía fiscal, nos esforzaremos por cooperar para asegurar que las personas ultrarricas sean efectivamente gravadas”, dice el texto firmado tras dos días de reuniones en la ciudad brasileña.
Brasil, gobernado por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y que preside el G20 este año, había colocado la creación de un impuesto coordinado a los superricos como una de sus prioridades al frente del bloque. Pero las 19 principales economías del mundo, más la Unión Europea y la Unión Africana, no se pusieron de acuerdo sobre ese objetivo.
Además de Brasil, Francia, Sudáfrica, España y la Unión Africana mostraron apoyo a la idea de un impuesto global a los superricos. Estados Unidos, en cambio, ha rechazado la idea de negociaciones internacionales sobre el tema, aunque abogó porque cada país se asegure de tener un sistema tributario “justo y progresivo”.
“Poco pertinente”
Alemania expresó antes del G20 que considera “poco pertinente” la idea. El compromiso de cooperar internacionalmente en el tema impositivo representa una solución a medio camino. “El solo hecho de constar en una declaración del G20″ es “mucho”, aplaudió el ministro de finanzas de Brasil, Fernando Haddad.
“Las 20 naciones más ricas del mundo consideran que tenemos un problema, una tributación progresiva sobre los pobres y no sobre los ricos”, agregó en rueda de prensa al final de la cita.
La declaración final afirma que “las desigualdades de riqueza e ingresos socavan el crecimiento económico y la cohesión social y agravan las vulnerabilidades sociales”. Además, subraya la importancia “de promover políticas fiscales efectivas, justas y progresivas”.
El texto cita intercambios de buenas prácticas y la concepción de mecanismos para combatir la evasión fiscal, como formas posibles de poner en marcha esta cooperación internacional, que debe ser abordada en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20 el 18 y 19 de noviembre en Río.
“Histórico”
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, elogió este viernes la posición del G20. “La visión compartida de los ministros del G20 sobre la tributación progresiva es oportuna y bienvenida”, indicó en un comunicado.
Sostuvo que “la necesidad de reconstruir protecciones fiscales y al mismo tiempo atender las necesidades sociales y de desarrollo implica tomar decisiones difíciles en muchos países”. “Promover la justicia fiscal ayuda a garantizar la aceptación social de estas decisiones”, agregó Georgieva.
El economista francés Gabriel Zucman, gran promotor de la iniciativa y autor de un informe sobre el tema elaborado a pedido de Brasil, celebró que “por primera vez en la historia, los países del G20 se ponen de acuerdo para decir que la manera en que gravamos a los multimillonarios debe modificarse”.
El premio Nobel de economía estadounidense Joseph Stiglitz saludó el viernes que se debata “seriamente el sistema de privilegios de un puñado de multimillonarios”, y dijo que “es el momento de ir más allá”, al instar a los jefes de Estado y de gobierno a avanzar en normas mínimas coordinadas antes de noviembre.
Greenpeace también celebró el apoyo “histórico” del G20 a la iniciativa. “Es un hito importante para el G20 reconocer por primera vez la necesidad de gravar a los superricos y combatir la injusticia e inequidad. Es una fuerte señal de cambio”, afirmó Marilia Monteiro Silva, estratega de Campañas de Greenpeace.
Tres documentos
Las divisiones internacionales debido a las guerras en Ucrania y en Gaza habían impedido en las últimas citas del bloque llegar a declaraciones conjuntas finales.
Esta vez, a instancias de Brasil, al cabo de la reunión se publicaron tres textos: una “declaración” específica sobre la cooperación internacional en materia fiscal, un comunicado final más extenso sobre todos los temas abordados por el grupo y un comunicado que evoca por separado las crisis geopolíticas, firmado sólo por la presidencia brasileña del bloque
Haber destrabado la publicación de declaraciones conjuntas del G20 es “una victoria de Brasil y de la comunidad internacional”, afirmó Haddad. “La cooperación internacional es el antídoto contra la escalada de conflictos”, agregó.
En el comunicado general, los ministros saludaron además el consenso entre los miembros del G20 para crear la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, mecanismo impulsado por Brasil que será lanzado oficialmente en la reunión de líderes en noviembre.
También afirmaron que es “crucial” hacer frente a la crisis climática y adoptar “acciones ambiciosas y efectivas” para combatir este desafío planetario.
En la declaración de compromisos, Paraguay asume la responsabilidad de seguir la misión, los objetivos y los principios de la alianza suscrita. Foto: CMG/NM
El Gobierno nacional anunció formalmente su adhesión voluntaria a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, en la que se plantea enfrentar la problemática generada por la persistencia del hambre y la pobreza en el mundo, reduciendo las desigualdades entre regiones y países.
De este modo, el Estado paraguayo suscribió la Declaración de Compromisos para la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza. Esta alianza es fruto de un grupo de trabajo impulsado en el marco del G20, cuya presidencia pro tempore ahora corresponde a Brasil.
En la declaración de compromisos, Paraguay asume la responsabilidad de seguir la misión, los objetivos y los principios de la alianza y colaborar con otros miembros para alcanzar soluciones duraderas para la pobreza y el hambre en todo el mundo.
Entre otros puntos, el Gobierno nacional expresa también su respaldo a la alianza y a su misión de apoyar y acelerar los esfuerzos para erradicar el hambre y la pobreza, mientras se reducen las desigualdades con herramientas compartidas entre los países aliados.
El ministro de Brasil, Fernando Haddad, en una conferencia de la sesión de la reunión de ministros de Economía del G20 en Río de Janeiro, en julio pasado. Foto: AFP
¿Podría cerrarse el acuerdo UE-Mercosur en el G20 de Río?
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¿Es inminente un anuncio sobre un multimillonario acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, tras 25 años de difíciles negociaciones? Algunos altos cargos afirman que ocurrirá antes de final de año, pero sus detractores, liderados por Francia, redoblan la oposición. Entre las instituciones reina la agitación por los rumores sobre la inminencia de un anuncio, posiblemente durante la cumbre del G20 en Rio de Janeiro, el 18 y 19 de noviembre.
El acuerdo entre la UE y el bloque integrado por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia empezó a negociarse hace más de dos décadas, en 1999. La ministra delegada de Comercio Exterior de Francia, Sophie Primas, dijo a AFP que para “los franceses, y para otros Estados, hoy no se reúnen las condiciones para que podamos firmar en las próximas semanas”.
Para la alta funcionaria francesa, la firma del acuerdo durante la cumbre del G20 es “muy hipotética”. En otra entrevista, Primas dijo que “si la ratificación del tratado se hiciera en contra de la opinión de Francia, sería una ruptura abierta de la confianza que los franceses tienen en Europa”. Francia exige que el eventual pacto respete los compromisos nacionales en el contexto de los acuerdos de París sobre clima, y garantice la protección de los intereses de las industrias y agricultores europeos.
Consultado por AFP, el Ministerio de Comercio e Industria de Brasil reiteró “la expectativa de que el acuerdo pueda ser concluido todavía este año”. “Estamos muy cerca de cerrar ese acuerdo”, dijo hace una semana el jefe del gobierno de España, Pedro Sánchez, uno de sus principales impulsores.
La intensidad de los rumores sobre un anuncio en Rio de Janeiro hizo que dos influyentes eurodiputados conservadores franceses, François-Xavier Bellamy y Céline Imart, enviaran una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para condenar el gesto. “Según los persistentes rumores, este acuerdo podría firmarse durante el G20 (...) Se lo decimos sin rodeos: este acuerdo, tal como está, constituiría un golpe fatal para la agricultura francesa y europea”, afirmaron.
El embajador argentino Marcelo Cima, secretario de Relaciones Económicas Internacionales en la cancillería argentina, apuntó el “buen ambiente” de los contactos entre los dos bloques. “¿Se podrá anunciar en la cumbre del G20? No lo sé, francamente, no me atrevería a decirlo (...) Entiendo que falta algo de trabajo para terminar, pero hay un muy buen ambiente”, dijo a AFP.
Cima, no obstante, recordó que el acuerdo “se apoya en tres pilares: uno político, uno de cooperación y uno sobre comercio y acceso a mercados”. Los tres capítulos son parte indisociable del tratado. Un diplomático sudamericano consultado por AFP apuntó que el acuerdo podría anunciarse durante la cumbre del Mercosur del próximo 6 de diciembre, una eventualidad a la que también hizo alusión Pedro Sánchez.
Para ese diplomático, la cumbre del G20 en Rio de Janeiro deberá contar con la presencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el anuncio allí de un acuerdo sería una humillación innecesaria para el mandatario. Los agricultores franceses ya han convocado una gran manifestación el 15 de noviembre.
El acuerdo UE-Mercosur crearía un espacio con unos 800 millones de habitantes y se propone eliminar derechos de importación sobre más del 90 % de los bienes de la UE exportados al Mercosur. Uno de los puntos críticos es la posibilidad de que el acuerdo permita el ingreso anual de unas 100.000 toneladas de carne vacuna proveniente de los países del Mercosur.
Esa posibilidad genera preocupación entre los productores franceses, aunque fuentes sudamericanas afirman que el volumen es insuficiente como para distorsionar un mercado del tamaño del europeo. En tanto, oenegés advierten que ese pacto podría promover la deforestación para la cría de ganado vacuno.
Según la Unión Europea, en la actualidad “más de 850.000 puestos de trabajo en la UE están relacionados con las exportaciones sólo a Brasil”, pues “empresas de los países del Mercosur emplean a más de 30.000 personas” en el bloque europeo.
En 2019, las partes anunciaron el fin de la fase de negociaciones y la firma de un acuerdo de asociación estratégica, pero surgieron nuevos obstáculos, como la adopción de una legislación en la UE que exige compromisos ambientales, que motivó la reapertura de determinados capítulos del texto. Los países del bloque sudamericano también pidieron que se actualizaran partes del acuerdo, con lo que las negociaciones se prolongaron.
Ministra francesa descarta la firma del acuerdo UE-Mercosur en el próximo G20
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La ministra delegada de Comercio Exterior de Francia, Sophie Primas, afirmó ayer viernes en Brasil que ve “muy hipotética” la firma de un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur durante la cumbre del G20 que se celebrará el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro.
“Para nosotros, los franceses, y para otros estados, hoy las condiciones no están reunidas para que podamos firmar en las próximas semanas”, dijo la ministra a la AFP en Sao Paulo. “Una firma durante el G20 me parece, en todo caso, muy hipotética”, agregó, antes de un encuentro con la comunidad francesa.
El miércoles, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, aseguró que la Unión Europea está “muy cerca de cerrar” un acuerdo con el bloque suramericano. “Tenemos dos citas claves: (...) La cumbre del G20 en noviembre, en Río de Janeiro, y también la cumbre del Mercosur, en el mes de diciembre de este año. Por tanto, vamos a trabajar por materializar” el acuerdo, subrayó.
Pero el gobierno francés del centrista Emmanuel Macron considera que las condiciones presentadas por París para aprobar el acuerdo “no se han cumplido”. “Mi mensaje en Brasil fue claro. (...) Francia fijó condiciones exigentes en materia de medio ambiente y respeto a las normas, y actualmente no se han cumplido”, dijo previamente Primas en un comunicado.
“Seguiremos luchando por ello, sin descanso, con todos nuestros interlocutores”, insistió. Las negociaciones entre la UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia), estancadas por años, volvieron a tener en los últimos meses el impulso de algunos países europeos, como Alemania y España.
El jueves, Primas participó de una reunión de ministros de Comercio del G20, en Brasilia. “Esta reunión del G20 Comercio era también el mejor momento para que Francia reafirmara nuestra posición firme sobre el acuerdo UE-Mercosur a nuestros socios de América Latina”, señaló.
La semana pasada Macron declaró que la propuesta de cerrar el acuerdo “no es aceptable” tal como está actualmente. “Pedimos el respeto a los Acuerdos de París [sobre clima], y protección de los intereses de las industrias y los agricultores europeos”, dijo Macron al final de una cumbre de la UE.
El gobierno brasileño se mostró de su lado “optimista sobre el avance de las discusiones”. “La expectativa es que el acuerdo sea concluido este año”, indicó el Ministerio de Industria y Comercio de Brasil, luego de una reunión el miércoles entre el vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin y el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
En 2019 las partes alcanzaron un acuerdo político, pero sin embargo surgieron nuevos obstáculos, especialmente por la oposición de Francia, por considerar que el documento no protege debidamente a los agricultores de la UE.
“La IA (inteligencia artificial) generativa (...) constituye una amenaza, particularmente para las mujeres”, sostiene la doctora Rumman Chowdhury, experta global en metadata
G20 aborda la situación de mujeres, niñas y adolescentes vulnerables y en peligro
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En el ecosistema de la realidad virtual se reproducen las inconductas de los ecosistemas de la realidad real. La realidad mixta parece destilar violencias que van en ascenso.
Por Ricardo Rivas
Periodista
X: @RtrivasRivas
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En la más reciente reunión del Grupo de los 20 (G20), que se realizó en Brasilia hasta un puñado de días atrás –por primera vez en la historia de ese foro desde su constitución en 1999– se desarrolló una “reunión ministerial para el empoderamiento femenino”. Fue fundacional. La situación de violencias contra las mujeres –al igual que la falta de equidad, la desigualdad– es también un problema que afecta la economía, las finanzas, el desarrollo sustentable y la paz. Debe ser resuelto.
En el transcurso de las deliberaciones hubo propuestas para desarrollar la construcción de políticas públicas para “combatir las violencias contra las mujeres”, se delinearon acciones para “la inserción de las mujeres en la economía digital” y para la “creación de una política global de cuidados” que garantice el bienestar físico y emocional de cada día a las personas que tengan algún nivel de dependencia.
En los intercambios de ideas en ese sentido, se precisó que esas políticas deben considerar tanto a quienes reciben los cuidados como a quienes los proveen y, para ello, es y será necesario garantizar el acceso a servicios específicos, que se contemplen tiempos y recursos para cuidar y ser cuidado y –con regulaciones y supervisiones– asegurar que esas prestaciones sean de calidad.
Notable. Valioso y esperanzador desde la perspectiva de la condición y dignidad humanas. Destacable también porque el G20, desde cuando sesionó por primera vez en Berlín, solo hacía foco con sus debates a cuestiones macrofinancieras y, en ese contexto, debatían los ministros de economía y finanzas junto con los gobernadores de los bancos centrales. La aldea global cambia. Aunque no lo suficiente o esperable, por cierto. Pero hay avances si se valora que convergen en ese foro líderes y lideresas de los países donde habitan dos tercios de la población mundial y en los que se genera el 80 % de PBI global.
Son parte del Grupo de los 20 Brasil, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, República de Corea, Rusia, Sudáfrica, Turquía, Unión Africana y Unión Europea. Como invitados participan además Angola, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Nigeria, Noruega, Portugal, Singapur, organizaciones de la sociedad civil categorizados como “grupos de afinidad” y expertos en el más alto nivel de numerosos organismos multilaterales. Diversidad y encuentro.
¿SOLUCIONES?
¿Hay soluciones para las mujeres? “Sí, pero no será sencillo alcanzarlas”, respondió una experta que trabaja para el G20, pero que no está autorizada para el relacionamiento formal con el periodismo. Sin embargo, con el compromiso de no revelar su identidad, sostuvo que “para que mujeres y niñas disfruten de sus derechos, para alcanzar la inclusión, es preciso que se alimenten, que accedan al agua potable, que puedan acceder a puestos de trabajo en los que se las remunere en el mismo nivel que a los hombres, que se le facilite el acceso a la educación, a la salud e higiene menstrual... las niñas y las mujeres deben dejar de ser los blancos preferentes de las organizaciones de trata”.
Durante las deliberaciones, Janja Lula, esposa de Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, sostuvo que “es inaceptable que tengamos un PIB global de billones de dólares, y que miles de niñas y mujeres aún tengan que andar kilómetros para buscar agua, alimentos y cocinar con leña, carbón y querosene, especialmente en los países del sur global”.
Preocupa. Avergüenza. Hiere. Desalienta. La aldea global exuda violencias. En algunos sentidos, parece atrasar o, definitivamente, atrasa. Demanda soluciones que, por lo menos, demoran en llegar. La Agenda 2030 de Objetivos para el Desarrollo Sostenible, con sus 17 ODS que en setiembre de 2015 aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) –que no obliga a ningún país– sugiere, sin embargo, un camino posible para empoderar a la sociedad civil y para asumir el desafío de la construcción de nuevos derechos.
Pese a ello, mujer y género aún son asignaturas pendientes. Los reportes de organismos y agencias multilaterales que pesquisan la situación abruman. “América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde los matrimonios infantiles no han disminuido en los últimos 25 años y ocupa el segundo lugar del mundo en número de embarazos adolescentes”, reporta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, en un informe reciente que, además, da cuenta de que “1 de 4 niñas (en el área mencionada) se casa o entra en unión temprana antes de los 18 años” y, desde esa realidad, advierte que “sin acciones e inversiones aceleradas” la región “ocupará el segundo puesto más alto de matrimonio infantil y uniones tempranas para 2030″.
Violencias. “Pese a que el matrimonio infantil ha disminuido de forma constante en la última década, las múltiples crisis actuales –en particular los conflictos, las perturbaciones climáticas y los efectos persistentes de la pandemia de covid-19– amenazan con revertir los logros que con tanto esfuerzo se han alcanzado”, dijo el Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
En una década 640 millones de mujeres se casaron cuando eran niñas, reporta Naciones Unidas
VULNERABILIDAD
Catherine Russel, directora ejecutiva de aquella organización, explicó entonces que “el mundo está sumido en una crisis tras otra, lo que está destruyendo las esperanzas y los sueños de la infancia vulnerable, especialmente de las niñas, que deberían ser estudiantes y no esposas”. La alta funcionaria de ese organismo multilateral agregó que “la crisis económica y sanitaria (con fuerte impacto en algunas regiones al igual que) la escalada de conflictos armados y los devastadores efectos del cambio climático están obligando a las familias a buscar una falsa sensación de seguridad en el matrimonio infantil”.
Precisó después que “se calcula que, en todo el mundo, 640 millones de niñas y mujeres vivas en la actualidad se casaron en la infancia, lo que asciende a 12 millones de niñas al año”. Detalló que “las cifras mundiales más recientes (dan cuenta de que) el porcentaje de mujeres jóvenes que contrajeron matrimonio siendo niñas ha disminuido del 21 % al 19 %” desde 2018, pero asegura que “la reducción mundial (de ese indicador) debería ser 20 veces más rápida si se quiere lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin al matrimonio infantil para 2030″.
Advierte que “la región de América Latina y el Caribe se está quedando atrás (en la reducción) y (alerta que) va camino de registrar el segundo nivel regional más alto de matrimonios infantiles”. En el transcurso del año pasado en el que “Oriente Medio, el Norte de África, Europa del Este y Asia Central también se han estancado”.
Violencias. No todo sucede en los países periféricos. En los Estados Unidos, “entre 2000 y 2018 (...) más de 300 mil menores de 18 años se casaron legalmente” porque en “la gran mayoría de los estados (se) mantienen leyes que habilitan esta práctica”, según un reporte de la organización Unchained At Last (Desencadenada Por Fin), revela la colega periodista Lucía Sol Miguel en el diario La Nación de Buenos Aires.
Detalla que “solo en 12 de los 50 estados prohíben el matrimonio infantil” y que las edades (de los y las violentadas por casamiento) son en la mayoría de los casos, entre 16 y 17 años, pero se registraron matrimonios con chicos y chicas de 10 años”. Precisa además que, pese a que este tipo de prácticas abusivas son “una amenaza a la infancia en general, el 86 % de estos matrimonios involucran a niñas”.
ABUSO MATRIMONIAL
El dato siguiente es abrumador. “Al menos 15 millones de niñas se casan antes de llegar a la edad adulta” y consigna que esa cifra representa unas “28 niñas por minuto” que son víctimas de abuso matrimonial, según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU. “En el registro de Unchained at Last, unos 60.000 casamientos desde el año 2000 deberían haberse considerado un delito sexual”, consigna Miguel.
Violencias. Rumman Chowdhury, una de las más relevantes expertas en metadatos, considera que “con la IA (inteligencia artificial) generativa vamos a tener más medios de comunicación engañosos y convincentes”, pero advierte que ese desarrollo tecnológico “constituye una amenaza, particularmente para las mujeres”.
En tono reflexivo agrega –en diálogo con El Correo de la Unesco– que “las violentas amenazas contra mujeres conocidas son comunes, pero ahora, además, van acompañadas de fotos de ellas, de sus hijos o de sus seres queridos creadas por IA generativa (porque) con la tecnología de hoy en día, esto se puede hacer fácilmente y sin conocimientos técnicos particulares”.
Rumman añade que “la violencia de género adopta a menudo la forma de ciberacoso”; revela que en “un estudio reciente, nada menos que el 26 % de las mujeres jóvenes ha tenido que hacer frente al ciberacoso, frente al 7 % de los hombres del mismo grupo de edad”. La doctora Chowdhury puntualiza que “a esta violencia de género se suman los prejuicios involuntarios, (a) las prácticas discriminatorias que se han incorporado a los modelos de IA” y, en ese contexto, enumera “entre los ejemplos más conocidos (...) los que parten desde el principio de que las mujeres son enfermeras o profesoras antes que médicos o científicas o (con) imágenes de mujeres que son sexualizadas sin su consentimiento”.
REALIDAD MIXTA
También ciberviolencias. Dramático. En el ecosistema de la realidad virtual se reproducen las inconductas de los ecosistemas de la realidad real. La realidad mixta parece destilar violencias que van en ascenso. ¿Será un problema educativo? Desde 1977 Edgar Morin (103) propone trabajar en, de y desde la educación para comprender y comprehender que “animalidad y humanidad constituyen juntas nuestra condición humana” y que a partir del momento en que “el homínido se humaniza (...) el concepto de hombre tiene un principio biofísico y uno psico-socio-cultural” que “se remiten el uno al otro”.
Describe luego el más que centenario maestro que “el humano es un ser plenamente biológico y plenamente cultural que lleva en sí esta unidualidad originaria”. Vale recordarlo. Sin priorizar la condición humana a la hora de legislar y educar será muy difícil poner fin a las violencias contra mujeres y niñas. Es imprescindible saber y hacer saber que “el humano es un ser plenamente biológico y plenamente cultural que (...) es un super y un hiper viviente (que) ha desarrollado de manera sorprendente las potencialidades de la vida”.
Es cada día más necesario enseñar la condición humana. ¿Qué es lo que no entienden quienes demoran legislar para construir igualdad, paridad y dar seguridades a ese segmento social vulnerable? “Dos mil millones de mujeres (están) sin acceso a la protección social”, revela ONU Mujeres en un informe que distribuyó el pasado 15 de octubre. Violencias. En dicho reporte se consigna también que “las mujeres de 25 a 34 años tienen un 25 % más de probabilidades que los hombres del mismo grupo de edad de vivir en la pobreza extrema”. Violencias. “En todo el mundo, más del 63 % de las mujeres siguen dando a luz sin tener acceso a prestaciones por maternidad, cifra que alcanza el 94 % en el África subsahariana”, agrega ese documento. Violencias.
¿En este contexto tan complejo cómo hacer justicia para reparar conductas típicamente antijurídicas aunque no estén taxativamente tipificadas como tales en algunos lugares? “En una sociedad democrática no existen islas ni torres de marfil que estén exentas al debate público. Es parte de la institucionalidad”, respondió tiempo atrás Ricardo Pérez Manrique, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a quien entrevisté cuando presidía el más alto tribunal de las Américas.
OPACIDAD
Admitió luego que “los poderes judiciales han tendido a ser opacos desde el punto de vista de la lectura de su vida interior”, aunque explicó que aquello tiende al cambio porque “desde hace mucho tiempo se trabaja en el concepto de justicia abierta, aplicando los principios de libertad de acceso a la información pública en procura de la más alta transparencia para que esa opacidad de los sistemas judiciales desaparezca”.
¿Y las nuevas violencias en red? “Hay un principio que la ONU ha consagrado hace muchísimo tiempo y que comparto absolutamente. Las reglas del Estado de derecho que rigen en el mundo real también deben regir en el mundo de la tecnología y el virtual”, respondió Pérez Manrique. Alentador. Los sistemas judiciales también evolucionan.
En lo que hace a las violencias contra las mujeres, niñas y adolescentes, “algunos países han creado tribunales especializados para avanzar sobre esos flagelos. Brasil, España, Nepal, el Reino Unido, Uruguay, Venezuela, Chile, Bolivia y en varios estados de los Estados Unidos se avanza en ese sentido y lo hicieron”, comentan dos magistrados del más alto nivel cuyos nombres prefiero mantener en reserva para evitar eventuales recusaciones.
¿Hay resistencias u oposiciones a esas creaciones? “Como todo cambio, siempre hay resistencias. Pero inconsistentes”, responde uno de ellos con el asentimiento gestual de su colega. “La misoginia es una patología psicológica y, desde ese lugar, hay quienes sostienen que por ser ‘tribunales especiales para violencias contra las mujeres’ van contra el Estado de derecho, pero son opiniones minoritarias. No es así. Son tribunales especializados como los hay para otras cuestiones como el narcotráfico, el terrorismo, la minoridad. Son pareceres respetables, como toda opinión, pero inconducentes que solo lentifican la construcción de políticas públicas”.
Los debates están abiertos. No debieran demorarse ni extenderse. Mujeres, niñas y adolescentes, muchas de ellas en estado de vulnerabilidad extremo, están en peligro y esperan.