El principal aspirante a la nominación presidencial republicana Donald Trump expresó ayer martes su apoyo a la guerra de Israel en Gaza, en los comentarios más explícitos que ha hecho hasta ahora sobre el tema, a medida que crece la presión internacional sobre Estados Unidos para que controle a su aliado.
“Sí”, fue la respuesta de Trump a una pregunta en una entrevista en Fox News sobre si él estaba “del lado israelí”. El entrevistador entonces preguntó si el expresidente estaba “a bordo” sobre la forma en que Israel estaba ejecutando su ofensiva en Gaza, a lo que respondió: “Tienes que acabar con el problema”.
Lea más: “Supermartes”: Trump arrasó en 12 de 15 estados
El presidente Joe Biden, a quien Trump desafía en noviembre en la carrera por la Casa Blanca, se enfrenta a crecientes críticas desde el exterior y también en las propias bases de su partido demócrata sobre el apoyo a Israel cuando las cifras de muertos suben y acecha el espectro de la hambruna en Gaza.
La guerra empezó el 7 de octubre a raíz de un ataque del grupo islamista palestino Hamás en el sur de Israel, que causó cerca de 1.160 muertos, la mayoría civiles, de acuerdo con un conteo realizado por la AFP basado en cifras oficiales israelíes. La ofensiva de respuesta israelí en la Franja de Gaza ya deja un saldo de 30.534 personas muertas, la mayoría mujeres, adolescentes y niños, de acuerdo con el ministerio de Salud de Gaza, territorio gobernado por Hamás.
Lea también: Suspenden Télam por “propaganda kirchnerista”
En Estados Unidos, movimientos de protesta han urgido a los votantes a castigar a Biden en las urnas Biden por su apoyo a Israel. Más de 100.000 personas en Michigan votaron “sin compromiso”, equivalente a un voto en blanco, en lugar de votar por él en las primarias demócratas de ese estado clave la semana pasada.
A medida que las condiciones empeoran, Israel enfrenta un tono cada vez más duro de su principal aliado. La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, manifestó su “profunda preocupación” por la crisis humanitaria en Gaza durante una reunión en Washington el lunes con Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra israelí.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Hezbolá, una poderosa formación armada de Líbano
El movimiento libanés Hezbolá, cuyo jefe, Hasán Nasralá, fue eliminado por el ejército israelí en un bombardeo al sur de Beirut el viernes, es uno de los principales enemigos de Israel. Esta formación política y militar creada, armada y financiada por Irán, libró un mortífero conflicto con Israel en 2006, que traumatizó a la sociedad libanesa y que al grupo le sirvió para consolidar su poderío.
Tras el ataque del movimiento islamista Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza, Hezbolá reactivó el frente norte de Israel, en “apoyo” a su aliado palestino. Los enfrentamientos transfronterizos derivaron en un conflicto casi generalizado a principios de esta semana, con Israel lanzando una campaña masiva de bombardeos en los bastiones de Hezbolá en el sur y en el este de Líbano, así como en la periferia sur de Beirut.
Desde hace meses, Israel ha debilitado considerablemente a este movimiento, matando uno a uno a sus principales comandantes, incluido su jefe militar, Fuad Shukr, que murió en julio en un bombardeo en un suburbio al sur de Beirut. La muerte de Hasán Nasralá es un duro golpe para el movimiento.
Lea más: Falleció Hasán Nasralá, el hombre más poderoso de Hezbolá en Líbano
Guerra de 33 días
El “Partido de Dios” fue creado en 1982 tras la invasión israelí de Líbano, a iniciativa de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica de Irán. Se convirtió en la punta de lanza de la lucha contra Israel, que se retiró progresivamente de Líbano hasta que, en el 2000, abandonó el sur del país tras 22 años de ocupación.
Desde entonces, el grupo libanés e Israel se enfrentaron episódicamente, hasta librar una guerra en 2006 tras el secuestro de dos soldados israelíes en la frontera entre ambos países. Israel lanzó entonces una gran ofensiva. La guerra, de 33 días, mató a 1.200 libaneses -sobre todo civiles- y a 160 israelíes, militares en su mayoría.
La resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra, estipula que solo el ejército libanés y los cascos azules de Naciones Unidas deben ser desplegados en el sur de Líbano. Pero Hezbolá mantuvo su presencia en la región, donde, según los expertos, cavó una red de túneles.
Reforzó su arsenal, que incluye misiles guiados, y reivindica tener más de 100.000 combatientes. Las principales instituciones del movimiento se encuentran en el suburbio del sur de Beirut, desde que Israel mató en 1992 al predecesor de Nasralá, Abas Masaui.
Lea también: Más de 50.000 desplazados cruzaron la frontera hacia Siria huyendo de los bombardeos
Expansión regional
Hezbolá es la más influyente de las formaciones del “eje de la resistencia” promovido por Irán contra Israel, que reúne al Hamás palestino, a los rebeldes hutíes de Yemen y a grupos iraquíes. El partido también apoyó militarmente al régimen de Bashar al Asad en Siria, donde un levantamiento popular en 2011 derivó en una insurrección armada. Pero, desde que se congelaron las líneas del frente, la formación redujo su contingente en el país.
Al término de la guerra civil libanesa (1975-1990), Hezbolá es la única facción que conserva sus armas, en nombre de la “resistencia” contra Israel. Se impuso como una fuerza política ineludible y sus detractores lo acusan de constituir un “Estado dentro del Estado”. Nasralá era considerado como el hombre más poderoso del país.
Formaba parte del gobierno y del Parlamento, donde ni su bando ni sus adversarios cuentan con mayoría absoluta, lo que hace que, desde hace dos años, no se haya elegido aún a un presidente de la República. Su popularidad y su creciente influencia dentro de la comunidad chiita se apuntala en una extensa red de escuelas, hospitales y asociaciones al servicio de sus simpatizantes.
Estados Unidos clasificó en 1997 a Hezbolá en su lista de organizaciones “terroristas” y sometió al grupo a sanciones económicas y bancarias. Washington lo acusa de dos atentados simultáneos, ocurridos el 23 de octubre de 1983 en Beirut, que le costaron la vida a 241 Marines estadounidenses y a 58 paracaidistas franceses. También le imputa tomas de rehenes occidentales durante la guerra en Líbano.
Desde 2013, la UE también considera a la rama armada del movimiento como una organización “terrorista”. El partido ha sido acusado de implicación en el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, por el que dos de sus miembros fueron condenados en ausencia a cadena perpetua en 2022.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Falleció Hasán Nasralá, el hombre más poderoso de Hezbolá en Líbano
El fallecido jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, considerado el hombre más poderoso de Líbano, vivía en la clandestinidad desde la última guerra entre Israel y el movimiento islamista en 2006. Pero el viernes el ejército israelí consiguió localizarlo y matarlo. Hezbolá confirmó el sábado que su secretario general murió el día anterior en un violento bombardeo israelí en un suburbio del sur de Beirut, bastión del movimiento proiraní.
Nasralá, asesinado a los 64 años, apareció contadas veces en público desde la guerra que enfrentó a su movimiento con el ejército israelí a mediados de 2006, y su lugar de residencia siempre fue un secreto. Pero pese a la clandestinidad, el jefe de la poderosa milicia chiita recibía visitantes, incluidos los líderes de movimientos palestinos aliados, que publicaron fotos de los encuentros.
Los periodistas y personalidades que se reunieron con él relataron haber sido conducidos por Hezbolá en coches de seguridad hacia una localización difícil de identificar. Nasralá pronunciaba habitualmente discursos transmitidos en vivo, que tenían en vilo al Líbano, ya que era considerado el hombre más poderoso del país porque al frente de Hezbolá contaba con la facultad de decidir sobre la guerra o la paz. Para sus seguidores chiitas, su figura era objeto de un culto, pero su influencia se extendía en las esferas políticas y su muerte puede tener implicaciones para toda la región.
Lea más: Más de 50.000 desplazados cruzaron la frontera hacia Siria huyendo de los bombardeos
Una fuerza política
Nasralá llegó a liderar Hezbolá en 1992, a los 32 años, cuando su antecesor Abás al Musawi fue abatido por Israel. Al asumir el mando, llevó a Hezbolá, el Partido de Dios, de una milicia armada a convertirse en la fuerza política más poderosa de Líbano, representada en el Parlamento y en el gobierno.
Al mismo tiempo desarrolló el arsenal de su formación que reivindicó que cuenta con 100.000 combatientes y posee poderosas armas, incluidos misiles de alta precisión. Hezbolá es la única formación que se negó a entregar sus armas al final de la guerra civil (1975-1990) esgrimiendo como argumento la necesidad de una “resistencia contra Israel”, cuyo ejército se retiró gradualmente del país hasta evacuar totalmente el sur en mayo de 2000, después de 22 años de ocupación.
A lo largo de los enfrentamientos entre sus efectivos y el ejército israelí, Nasralá consolidó su estatus de líder y lo cimentó en 1997 tras la muerte en combate de su hijo mayor, Hadi. El conflicto de 2006 con Israel, que duró 33 días, le permitió exponer la fuerza de su movimiento que hizo frente al ejército israelí.
La guerra causó la muerte de 1.200 libaneses, en su mayoría civiles, y de 160 israelíes, la mayoría militares. Nasralá proclamó al final de esta guerra una “victoria divina” y adquirió un perfil de héroe en el mundo árabe. Pero en el Líbano fue criticado por varios sectores cuando su partido fue acusado de estar implicado en el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri en 2005, y luego cuando sus milicias tomaron brevemente el control de la capital en mayo de 2008.
Lea también: Israel advierte de que la guerra con Hezbolá no termina con la muerte de Nasralá
Descendiente del profeta Mahoma
Nasralá, siempre vestía túnicas clericales y un turbante negro característico de los Sayed, los descendientes del profeta Mahoma con los que se identificaba. Al mando de Hezbolá, logró tener influencia más allá del Líbano, en toda la región. En 2013 anunció haber intervenido militarmente en Siria para apoyar al régimen de Bashar al Asad, atenazado en una guerra civil que estalló tras la represión de protestas pacíficas en 2011, que después derivaron en una insurrección armada.
Con el apoyo total de Irán, formó y apoyó a los movimientos cercanos a Teherán en la región. Hezbolá es la “joya de la corona” de los aliados de Irán en Medio Oriente, que constituyen el denominado “eje de resistencia” que incluye a grupos armados en Irak, los rebeldes hutíes de Yemen y el movimiento islamista palestino Hamás.
Nasralá nació el 31 de agosto de 1960 en una modesta familia de nueve hijos, en una zona conocida como “el cordón de la miseria” que rodeaba Beirut. Su familia era originaria del pueblo de Bazuriyé en el sur del Líbano. Logró estudiar teología en la ciudad santa chiita de Najaf, en Irak, pero tuvo que partir en 1978 durante la ola de represión contra los chiitas impulsada por Sadam Husein.
De regreso al Líbano se unió al movimiento chiita Amal, pero con la invasión israelí en 1982, formó parte de una escisión que fue el núcleo fundador de Hezbolá, creado bajo el impulso de los Guardianes de la Revolución iraníes. Nasralá estaba casado y fue padre de cinco hijos, hablaba con fluidez el farsi y en una inusual entrevista contó que en su juventud jugó al fútbol y que adoraba a Maradona.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Más de 50.000 desplazados cruzaron la frontera hacia Siria huyendo de los bombardeos
Más de 50.000 libaneses y sirios que vivían en Líbano han cruzado la frontera hacia Siria como consecuencia de la intensificación de los bombardeos israelíes, según ha denunciado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi.
“Más de 50.000 libaneses y sirios que viven en Líbano han cruzado ya hacia Siria huyendo de los ataques aéreos israelíes. Hay bastantes más de 200.000 desplazados dentro de Líbano”, ha publicado Grandi en su cuenta en X.
Grandi ha destacado que “hay operaciones en marcha, incluidas las de ACNUR, para ayudar a quienes lo necesitan en coordinación con ambos gobiernos”.
Israel ha aumentado sus ataques en las últimas semanas sobre objetivos de Hezbolá en el este, el sur y en la capital de Líbano, Beirut, donde murió el viernes el secretario general del grupo, Hasán Nasralá.
Fuente: Europa Press
Dejanos tu comentario
Israel advierte de que la guerra con Hezbolá no termina con la muerte de Nasralá
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el contralmirante Daniel Hagari, ha advertido de que las operaciones militares contra Hezbolá no han concluido con la muerte de su líder, Hasán Nasralá, como consecuencia del intenso bombardeo del viernes sobre instalaciones del grupo en el sur de Beirut.
Te puede interesar: Hezbolá confirma la muerte de su jefe Hasán Nasralá en un bombardeo israelí
“Esto no ha terminado, Hezbolá tiene más capacidades”, ha dicho Hagari en una declaración en la que ha informado de que la fuerza aérea continúa este sábado bombardeando posiciones de la organización chií en diferentes partes de Líbano.
Hagari ha celebrado la muerte de Nasralá y ha destacado que durante décadas ha sido “uno de los mayores enemigos de Israel de todos los tiempos” y representando una amenaza para los ciudadanos. “Eliminarle ha hecho del mundo un lugar más seguro”, ha recalcado.
En esa línea se ha manifestado el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, quien ha sido la primera persona del gabinete de Benjamin Netanyahu en referirse a la muerte de Nasralá, responsable, ha acusado, del “asesinato de miles” de israelíes, civiles y militares, así como de ciudadanos extranjeros.
“A nuestros enemigos les digo: somos fuertes y decididos. A nuestros socios les digo: nuestra guerra es vuestra guerra. Y al pueblo de Líbano le digo: nuestra guerra no es contra vosotros. Es hora de cambiar”, ha conminado.
Este sábado, las FDI han confirmado la muerte de Nasralá tras los ataques lanzados el viernes contra una de las bases subterráneas de Hamás en el barrio de Dahieh, en el sur de la capital libanesa.
Durante la pasada noche, el Ejército israelí ha bombardeado “140 objetivos terroristas de Hezbolá”, incluidos decenas de lanzadores que “apuntaban a la retaguardia de Israel” y otros edificios en los que “se almacenaban armas”.
Las FDI han confirmado a su vez la muerte de otros altos mandos de Hamás que se encontraban con Nasralá en el momento del ataque, entre ellos Ali Karki. Fuentes israelíes apuntan que entre las víctimas mortales estaría el comandante adjunto de la Guardia Revolucionaria de Irán, Abbas Nilforoushan.
Fuente: Europa Press