El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, visita Egipto el miércoles para hablar sobre un alto el fuego en la Franja de Gaza, una cuestión sobre la que el Consejo de Seguridad de la ONU discutió este martes, aunque aplazó la votación de una resolución. Una fuente de la organización islamista palestina indicó a la AFP que Haniyeh, que vive en Catar, se reunirá entre otros con el jefe de inteligencia egipcio, Abbas Kamel, para hablar “sobre el cese de la agresión y la guerra y para preparar un acuerdo de liberación de prisioneros y el fin del asedio impuesto a la Franja de Gaza”.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, también anunció el martes que había enviado recientemente “dos veces al jefe del Mosad a Europa para promover un proceso de liberación de rehenes”. En tanto, la organización palestina Yihad Islámica, aliada de Hamás, difundió el martes un video que mostró vivos a dos supuestos rehenes israelíes, quienes piden aumentar la presión sobre las autoridades israelíes para lograr su liberación.
Sobre el terreno en Gaza, el ejército israelí continuó con sus bombardeos, a pesar de los insistentes llamados a una tregua y evitar la muerte de civiles en el devastado territorio palestino. El Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto pronunciarse este martes sobre un nuevo texto que llama a un “cese urgente y duradero de las hostilidades” en el asediado territorio, tras varios vetos de Estados Unidos.
Aunque el Consejo de Seguridad mantuvo una tensa discusión sobre esa cuestión, al final aplazó la votación, tras haber tomado una decisión parecida el lunes. La guerra en Gaza fue desencadenada por el sangriento ataque de Hamás el 7 de octubre, cuando el movimiento islamista mató a cerca de 1.140 personas en Israel, en su mayoría civiles, y secuestró a cerca de otras 250, según las autoridades israelíes.
El Ministerio de Salud de Gaza, que gobierna el territorio desde 2007, afirma que más de 19.600 personas, en su mayoría mujeres y menores de 18 años, han muerto por la ofensiva de Israel, lanzada en respuesta al ataque. Según la misma fuente, al menos 20 personas murieron el martes en un bombardeo israelí en la ciudad de Rafah, cerca de la frontera de Gaza con Egipto. También hubo bombardeos en Jan Yunis y en el centro de la Franja, según periodistas de la AFP.
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“Pesadillas humanitarias”
En Rafah, grupos de personas rebuscaban en la mañana entre los escombros de un edificio bombardeado. Decenas de miles de gazatíes se refugiaron en esta ciudad tras huir de los bombardeos en el norte. “No hay lugar seguro. Ninguno. Somos desplazados de la ciudad de Gaza. Vinimos aquí, nuestras casas fueron destruidas, pero en todo Gaza hay bombardeos”, contó a la AFP Jihad Zorob.
En el norte, el hospital Al Ahli, uno de los últimos centros de salud operativos en esa zona, quedó fuera de servicio tras un ataque del ejército israelí, según afirmó su director, Fadel Naim. Los soldados israelíes atacaron el recinto, detuvieron a médicos, trabajadores sanitarios y a pacientes, y destruyeron una parte del edificio, señaló el responsable a la AFP.
Los hospitales en Gaza han sido blanco reiterado de ataques israelíes desde el inicio de la guerra. Israel acusa a Hamás de albergar infraestructuras de mando debajo de los centros de salud, algo que el grupo islamista rechaza. El ejército anunció el martes que descubrió explosivos en un centro médico de Shujayya, en las afueras de Ciudad de Gaza, que destruyó túneles de Hamás y mató a altos cargos del grupo en sus recientes operaciones.
El Estado hebreo, que realiza operaciones terrestres en Gaza desde finales de octubre, perdió 132 soldados en los combates en el territorio palestino. La alarma internacional crece por la situación de los 2,4 millones de gazatíes que enfrentan bombardeos diarios, escasez de agua y alimento y desplazamientos masivos.
Gaza es el lugar “más peligroso del mundo” para un niño, denunció este martes Jamed Elder, portavoz de Unicef, la agencia de Naciones Unidas para la infancia. “Me enfurece que quienes tienen el poder se encojan de hombros ante las pesadillas humanitarias desatadas sobre un millón de niños”, manifestó tras su regreso del territorio palestino.
Aunque camiones con ayuda humanitaria entran cada día en Gaza, su número resulta muy inferior al del inicio de la guerra. “Las medidas limitadas de Israel, sobre todo la autorización para hacer entrar combustible, comida o gas para cocinar, y la apertura del [paso fronterizo] Kerem Shalom/Karem Abu Salem para permitir la entrada de ayuda humanitaria, resultan positivas, pero insuficientes ante lo que se necesita para hacer frente a la catástrofe humana en el terreno”, aseguró el martes el enviado de la ONU en Oriente Medio, Tor Wennesland, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
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Voto del Consejo de Seguridad
Mientras tanto, continúan los esfuerzos para alcanzar una nueva tregua. El ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, pidió al Estado hebreo que lleve a cabo su guerra contra Hamás “de manera más quirúrgica, clínica y precisa”. “Lo que pedimos a Israel es que acepte que debe minimizar las pérdidas de civiles, respete el derecho humanitario internacional”, dijo el ex primer ministro de Reino Unido tras reunirse con su homólogo italiano, Antonio Tajani.
En noviembre, una pausa humanitaria de siete días permitió la liberación de 105 rehenes en Gaza a cambio de los 240 palestinos detenidos en prisiones israelíes. “Hamás está listo para un canje de prisioneros, pero después de un alto el fuego”, declaró el martes un responsable del movimiento islamista.
Tensiones en el mar Rojo
La comunidad internacional teme que el conflicto se extienda al mar Rojo, donde los rebeles hutíes de Yemen, aliados de Hamás, lanzaron en las últimas semanas ataques con drones y misiles contra buques. Estas agresiones, lanzadas como represalia por la guerra en Gaza, suponen una “amenaza” para el comercio internacional, advirtió el secretario norteamericano de Defensa, Lloyd Austin.
El mar Rojo conecta el Mediterráneo con el océano Índico y, por tanto, Europa con Asia. Una gran parte del comercio mundial transita por el estrecho de Bab Al Mandab, donde los hutíes multiplicaron sus ataques. Los hutíes, que controlan la capital de Yemen y amplias partes del territorio, afirmaron este martes que continuarán con sus ataques, pese a una coalición internacional anunciada la víspera por Washington, que buscará asegurar esta ruta.
Además de Estados Unidos, la alianza es integrada por Francia, España, Reino Unido, Bahréin, Canadá, Italia, Países Bajos, Noruega y las islas Seychelles. Varias de las empresas navieras más importantes del mundo suspendieron el tránsito de sus barcos por este corredor ante las agresiones.
Fuente: AFP.