El gobierno de Estados Unidos mostró un apoyo inquebrantable e inequívoco a Israel desde el reciente ataque sangriento del grupo islamista Hamás. Pero el conflicto tensó el ambiente en los campus de varias de las universidades más prestigiosas del país, caldo de cultivo para futuros líderes estadounidenses y efervescentes laboratorios de activismo.
En Harvard, Stanford y la Universidad de Nueva York (NYU), el tema es tan explosivo que los choques entre estudiantes, profesores y empleados administrativos han causado tormentas en las redes sociales y en el mundo político-mediático. Incluso han costado a algunas personas ofertas de trabajo y han hecho que otras teman por su seguridad.
Fue un comunicado de prensa firmado por una treintena de organizaciones estudiantiles el que prendió la mecha en Harvard. El texto responsabiliza “al régimen israelí enteramente de la violencia”.
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El exsecretario del Tesoro Lawrence Summers, quien fue presidente de esa universidad, dijo estar “indignado” no solo por el comunicado sino por “el silencio de los líderes de Harvard”. Harvard parece “en el mejor de los casos neutral ante los actos de terrorismo contra el Estado judío de Israel”, señaló en su cuenta de la red X (antes Twitter).
De su lado, el congresista demócrata por Massachusetts, Jake Auchincloss, sostuvo que estaba “avergonzado” de su universidad, calificando el texto de las asociaciones de “moralmente depravado” y la posición de los dirigentes de “cobardía moral”.
“Es antisemita y antiestadounidense”, lanzó a su vez el sábado el expresidente Donald Trump (2017-2021), candidato republicano a las elecciones de 2024.
La dirección de la universidad publicó un comunicado, pero Auchincloss lo consideró demasiado tímido.
Ante la avalancha de críticas, la presidenta de Harvard, Claudine Gay, tuvo que publicar una segunda declaración. “Que no quede ninguna duda de que condeno las atrocidades terroristas perpetradas por Hamás”, escribió. “Tanta inhumanidad es abominable”, acotó.
A raíz del escándalo, la lista completa de las organizaciones estudiantiles firmantes desapareció del documento original “por la seguridad de los estudiantes”, señaló una publicación posterior.
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Algunos de sus miembros ya han sido víctimas del “doxxing”, la difusión de sus datos personales en Internet sin su consentimiento. Incluso un vehículo con una pantalla con nombres y fotografías pasó cerca de la universidad con esta denuncia: “Los mayores antisemitas de Harvard”.
Algunos de estos grupos han retirado desde entonces sus firmas, según Harvard Crimson, el periódico estudiantil de la universidad, y los estudiantes también se han distanciado del texto.
Quizás demasiado tarde: en X, el empresario Bill Ackman afirmó que los directores ejecutivos exigían que se hiciera pública la identidad de los firmantes para asegurarse de que nunca fueran contratados.
Fuente: AFP