Una semana después de las devastadoras inundaciones que arrasaron la ciudad libia de Derna y dejaron miles de muertos, los socorristas locales, apoyados por equipos extranjeros, continúan este domingo la búsqueda de los cuerpos de las personas aún desaparecidas.

Los equipos de rescate, vestidos con trajes protectores y con mascarillas continúan con la ardua tarea de buscar supervivientes que puedan estar atrapados en el lodo o entre los edificios destrozados, los coches que fueron aplastados o bajo los árboles tumbados.

Mohammed Al Zawi, de 25 años, relató a AFP que la noche de la tragedia vio torrentes de agua que arrastraban autos con gente dentro, personas a la deriva en las aguas y objetos empujados por la corriente. “Todo fue a parar al mar”, contó. Las operaciones de rescate se desarrollan en medio del caos en un país que tiene dos gobiernos enfrentados por el poder y las cifras de fallecidos varía significativamente, según las distintas fuentes.

Según el último balance del ministro de Salud del gobierno que controla el este de Libia, Othman Abdeljalil, hay 3.252 fallecidos, pero las organizaciones humanitarias y las autoridades han advertido que el número de víctimas fatales puede ser más alto, ya que hay miles de desaparecidos.

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Los equipos de rescate continúan con la ardua tarea de buscar supervivientes que puedan estar atrapados en el lodo o entre los edificios destrozados. Foto: AFP

La Media Luna Roja Libia desmintió este domingo un balance emitido por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) de que hay 11.300 muertos, que citó como fuente datos de esta organización local. “Nos sorprendemos de ver nuestro nombre envuelto en esas cifras. Se suman a la confusión, a la desesperación de las familias de los desaparecidos”, declaró a AFP desde Bengasi el vocero de la Media Luna Roja libia, Tawfik Shoukri.

Estos balances contradictorios muestran la división y la ausencia de una autoridad centralizada en Libia, un país sumido en el caos desde el levantamiento de 2011 que derrocó al dictador Muamar Gadafi. El trabajo de los equipos de emergencia se ve obstaculizado por la división en el poder, con dos gobiernos enfrentados, uno en la capital Trípoli, que es reconocido por la ONU, y otros en el este, en la zona siniestrada.

“Vi la muerte”

La tormenta Daniel golpeó la ciudad de Derna, de unos 100.000 habitantes, el 10 de setiembre provocando el colapso de dos presas situadas en el río Wadi Derna. Mohamad Abdelhafidh, libanés que vive en Derna desde hace décadas contó a AFP que estaba durmiendo cuando sintió un “temblor” y vio como el agua subió hasta su apartamento, que está en una tercera planta.

Según los habitantes de la ciudad, la mayoría de las víctimas fatales fueron sepultadas bajo el lodo o arrastradas hasta el mar Mediterráneo. Un equipo de rescate del Departamento de Protección Civil de Malta encontró cientos de cadáveres en una bahía y pudo recuperar algunas decenas de cuerpos, según el periódico Times of Malta.

“Probablemente había unos 400, pero es difícil de decir”, afirmó al diario el director de los rescatistas malteses, Natalino Bezzina, que explicó que el acceso a la bahía era complicado debido a los fuertes vientos. Un equipo de socorristas libios contó que vieron “unos 600 cadáveres” en el mar frente a Om al Briket, a unos veinte kilómetros al este de Derna, según un vídeo publicado en las redes sociales, sin precisar si se trata de los mismos cuerpos ubicados por los malteses.

“Bendecidos”

La movilización internacional continúa y siguen aterrizando aviones con ayuda al aeropuerto de Bengasi, la principal ciudad del este. Ya hay brigadas en terreno de Francia, Irán, Rusia, Arabia Saudita, Túnez y los Emiratos Árabes Unidos. Las autoridades iniciaron el complicado proceso de identificación y de recuento de los cadáveres, pero cientos de personas fueron enterradas de forma precipitada en los primeros días.

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La destrucción por la tormenta llegó hasta Al Baida, a unos 100 kilómetros al oeste de Derna. En esta localidad muchas casas quedaron casi destruidas y los habitantes avanzan en una gruesa capa de lodo que cubre lo que antes era el piso de sus cocinas o de sus salones.

Aiman Jabril Saleh, un habitante que se encerró con toda su familia en una habitación hasta que terminó la tormenta, contó que siente alivio de no haber perdido a ningún ser querido. “Todas nuestras pérdidas fueron materiales”, relató a AFP. “Cuando vimos la situación que hay en Derna, nos sentimos bendecidos”, agregó.

Tormenta Daniel

Las dos represas que se rompieron cerca de la ciudad libia de Derna, provocando una inundación con miles de muertos, presentaban desde 1998 grietas que nunca fueron reparadas, según varios informes y estudios. Estas obras monumentales construidas sobre el cauce homónimo fueron descuidadas por las administraciones que se sucedieron desde 2011, como también ocurrió durante el régimen de Muamar Gadafi (1969-2011).

El domingo pasado la tormenta Daniel azotó varias zonas del este de Libia. Bajo la presión de lluvias torrenciales, la primera presa, la de Abu Mansur -con una capacidad de 22,5 millones de m3 y situada a 13 km de la ciudad-, cedió, liberando corrientes de agua que hicieron que la segunda, Al Bilad, con una capacidad de 1,5 millones de m3 y situada a solo un kilómetro de la ciudad costera, también cediera.

Fuente: AFP

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