La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, viajó el martes a Esuatini para cimentar los vínculos con el último aliado que le queda en África, en medio de la creciente presión política de China sobre la isla. Antes de partir, Tsai exaltó el respaldo de Esuatini frente a “muchos desafíos internacionales, como la expansión del autoritarismo” en los últimos años.
“Esuatini siempre ha mantenido el apoyo firme a Taiwán, dándonos confianza y fuerza”, declaró en el aeropuerto. Tsai participará en las celebraciones del día de la independencia del país africano en su segunda visita a Esuatini desde que tomó el poder en 2016.
También se reunirá con el rey, visitará un hospital y proyectos respaldados por Taiwán, antes de volver a Taipéi el 8 de septiembre, informó su despacho. Esuatini, antes llamada Suazilandia, es la última monarquía absolutista de África y es uno de los únicos 13 países que reconocen oficialmente a Taiwán por encima de China.
Pekín considera que la isla de gobierno autónomo es parte de su territorio y ha prometido retomarla un día. Esuatini quedó como el último aliado de Taiwán en África luego de que Burkina Faso se alió con Pekín en 2018.
El tifón Haikui tocó tierra el pasado domingo en el este de Taiwán, con lluvias torrenciales y fuertes vientos que dejaron a miles de hogares sin luz, en la primera gran tormenta que azota directamente a la isla en cuatro años. Las autoridades evacuaron a cerca de 7.000 personas como precaución, cientos de vuelos fueron cancelados y se decretó el cierre de los comercios.
Las autoridades indicaron que más de 40 personas resultaron heridas por la tormenta, incluyendo al menos dos en el condado de Hualien, montañoso, donde tres vehículos se vieron afectados por la caída de un árbol. “El tifón tocó tierra en Taitung hacia las 15:40 (7:40 GMT), un poco antes de lo previsto, ya que se desplaza más rápidamente de lo proyectado”, dijo a AFP Yeh Chih-chun, de la Oficina Meteorológica Central.
El tifón podría suponer “una amenaza considerable para la mayoría de las regiones de Taiwán, con vientos, lluvias y olas”, advirtió antes de la llegada de la tormenta el subdirector de los servicios meteorológicos, Fong Chin-tzu. Haikui avanza por Taitung, que es una zona montañosa del este y se proyecta que cruce la isla hacia el oeste y luego siga por el estrecho de Taiwán hacia China continental el lunes por la mañana.
Los residentes se resguardaron en sus casas, intentando mantenerse lejos de las ventanas y en el exterior las fuertes ráfagas de viento arrancaron árboles y derribaron depósitos de agua. “Creo que esta vez va en serio”, estimó Chang Jhi-ming, un mecánico de 58 años. “Apenas comienza, el viento acaba de levantarse y ya se ven árboles caer”.
Algunos observaban pasmados las grandes olas que se formaron en el litoral antes de que Haikui tocase tierra. “Hacía tiempo que ningún tifón llegaba aquí, solo hoy pueden verse olas así. ¡Algo raro de ver!”, afirmó Chen Hsin-kuang, un agricultor de 62 años. Más de 119.000 hogares se quedaron sin electricidad este domingo, a medida que el tifón avanzaba hacia el sur y el este. Por la noche, más de la mitad habían recuperado la corriente.
Hacia las 21:00 (13:00 GMT), Haikui se había debilitado a una “intensidad moderada” y se encontraba cerca de la ciudad de Kaohsiung, en el suroeste de Taiwán, con rachas de viento de unos 126 km/h, informó la Oficina Meteorológica Central en un comunicado. “Se esperan fuertes lluvias en las montañas de Yilan, Hualien, Taitung, Kaohsiung y Pingtung por la noche”, indicó la oficina.
“Viento violento”
En Taitung, los vientos y las lluvias torrenciales sumieron el paisaje en una especie de velo blanco, sin visibilidad alguna. “Casi había olvidado lo que era estar en un tifón. ¡Qué violento es este viento!”, exclamó Huang Jun-tong, propietario de un restaurante, que se aseguraba de que su establecimiento estaba bien cerrado.
“Y eso que ayer todo estaba tan tranquilo, no teníamos la impresión de que se estaba acercando un tifón”, añadió. Haikui “será el primer tifón en cuatro años en tocar tierra en Taiwán”, advirtió el domingo la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen. “Recuerdo a la gente que se prepare para el tifón y vele por su seguridad, evitando salir o hacer actividades peligrosas”, agregó.
Las fuerzas armadas movilizaron soldados y equipos, como vehículos anfibios y botes hinchables, en las partes donde se espera que Haikui tenga más impacto. La última gran tormenta en azotar Taiwán fue el tifón Bailu, en 2019, que dejó un muerto.
Embajada taiwanesa ratifica su condición de país soberano
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La embajada de la República de China (Taiwán) en Paraguay emitió un comunicado mediante el cual expresa su rechazo hacia las declaraciones del representante de China Popular en la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), quien alegó que Taiwán es una parte indivisible de China.
“Condena enérgicamente y protesta contra la falsa declaración del representante de la República Popular China en las sesiones de la 54.ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos. La embajada reitera firmemente que la República de China (Taiwán) es un país independiente y soberano”, expresa el escrito.
DECLARACIONES INACEPTABLES
La embajada de Taiwán también dejó en claro que no acepta que ningún país viole su soberanía con declaraciones que consideran inaceptables. “No existe un consenso sobre el así llamado principio de una sola China. La República Popular China no ha gobernado ni un solo día en Taiwán”, asevera el comunicado.
Asimismo, Taiwán dejó en claro que ningún país tiene el derecho a negar la existencia de esta nación a través de expresiones tergiversadas sobre el estado de soberanía de esta isla asiática. La embajada también recordó a la comunidad internacional que Taiwán es un socio responsable.
“Con una democracia vibrante y una fuerza para el bien. La República de China (Taiwán) seguirá trabajando junto con países aliados y amigos para avanzar hacia un mundo más próspero”, culmina el pronunciamiento de la sede diplomática que fue difundido en la noche del 28 de junio en sus redes sociales.
La embajada de la República de China (Taiwán) en Paraguay emitió un comunicado mediante el cual expresa su rechazo hacia las declaraciones del representante de China Popular en la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), quien alegó que Taiwán es una parte indivisible de China.
“Condena enérgicamente y protesta contra la falsa declaración del representante de la República Popular China en las sesiones de la 54ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos. La embajada reitera firmemente que la República de China (Taiwán) es un país independiente y soberano”, expresa el escrito.
La embajada de Taiwán también dejó en claro que no acepta que ningún país viole su soberanía con declaraciones que consideran inaceptables. “No existe un consenso sobre el así llamado principio de una sola China. La República Popular China no ha gobernado ni un solo día en Taiwán”, asevera el comunicado.
Asimismo, Taiwán dejó en claro que ningún país tiene el derecho a negar la existencia de esta nación a través de expresiones tergiversadas sobre el estado de soberanía de esta isla asiática. La embajada también recordó a la comunidad internacional que Taiwán es un socio responsable.
“Con una democracia vibrante y una fuerza para el bien. La República de China (Taiwán) seguirá trabajando junto con países aliados y amigos para avanzar hacia un mundo más próspero”, culmina el pronunciamiento de la sede diplomática que fue difundido en la noche del 28 de junio en sus redes sociales.
Nuestra democracia habrá de alcanzar su edad madura cuando una mujer llegue a la Presidencia de la República. No estamos diciendo con esto que permanecerá en un estado infantil permanente si ello no llegara a ocurrir. Pero sí evidenciará que la sociedad –elemento constitutivo e imprescindible de este modelo de gobierno– empezó a desarraigarse de sus prejuicios y discriminaciones a razón simplemente del género, ignorando las cualidades intelectuales, morales y personales de quien pretenda, por mérito propio, acceder al Palacio de López por las puertas de la voluntad popular.
Aprendí de una experiencia de primera mano –aunque parezca redundante– con la candidatura de Blanca Ovelar, representante de la Asociación Nacional Republicana en las elecciones generales del 21 de abril de 2008. Sus congéneres del mismo partido la descalificaban para ocupar el cargo porque, conforme a sus atrofiados argumentos, nuestro país no estaba preparado para tal hecho. Y sus aliados masculinos se encargaban de alimentar la especie de “Blanca al Palacio y nosotros al poder”, sobre todo por el entonces mandatario, Nicanor Duarte Frutos, quien no guardaba ninguna reserva para expresarse en esos términos ante el que estuviera dispuesto a escucharlo.
Esos exabruptos desatinados llegaban a los oídos de la actual senadora, quien solía confesarme, indignada: “Si creen que me van a manejar, están muy equivocados. Mi conciencia será la única rectora de mis actos y gestiones”.
Los constantes desplantes en público y el trato autoritario hacia la candidata del oficialismo de parte de Duarte Frutos, más los signos de arrogancia del jefe de campaña, Rogelio Benítez, quien llegaba a los encuentros proselitistas después de que lo hiciera la aspirante presidencial, a los que añadía unos interminables discursos, fueron estrechando las chances de Blanca Ovelar. Situación a la que debemos sumar otro episodio crucial: la traición de quienes fueron derrotados en las internas partidarias alegando fraude. Y, por supuesto, una fracción del Partido Colorado que trabajó abiertamente por Fernando Lugo, sin que el Tribunal de Conducta tomara sanciones posteriores, a pesar de la voluminosa documentación respaldatoria en que se basó mi denuncia. En medio del caos, y de mutuas descalificaciones, la también parlamentaria, Lilian Samaniego, tomó la posta en la Junta de Gobierno de la ANR. Blanca Ovelar fue lo más cerca que una mujer estuvo de ser la primera presidenta de la República del Paraguay.
Varios países de la región, entre ellos nuestros grandes vecinos Brasil y Argentina, ya vivieron la experiencia –y seguramente la repetirán– de que una mujer dirija los destinos de la nación. También, Chile, siempre dentro de las reglas que pautan la democracia. Y Dina Boluarte, en Perú, quien asumió el cargo por la vía de la sucesión presidencial. Xiomara Castro, en Honduras. Más atrás en el tiempo, en una Bolivia convulsionada ubicamos a Lidia Gueiler, quien fue electa presidenta constitucional interina por el Congreso de su país. Sin olvidar a Violeta Chamorro, en Nicaragua.
En el otro extremo de nuestro continente tenemos a Claudia Sheinbaum quien, a partir del 1 de octubre, será la primera mujer al frente del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos. En ese otro Estados Unidos, pero de América, Hillary Clinton fue la primera mujer nominada por uno de los partidos tradicionales, el Demócrata, en 2016; sin embargo, perdió en los comicios generales ante Donald Trump. Y en esta sociedad, históricamente marcada por la segregación racial instalada por la “supremacía blanca”, cuyos residuos de violencia nunca desaparecen, paradójicamente, un hombre de color –Barack Obama– llegó al poder antes que una mujer. Por ahora, deberán seguir esperando porque el 5 de noviembre de este año volverán a enfrentarse el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump.
De nuestra parte, todavía tenemos un trecho de tres años por delante. En ese tiempo se decantarán, se consolidarán o se descartarán candidaturas. En los últimos años, la frialdad de los números, sujetos a encuestas que no se muestran en público, fue determinante para la opción final. Rumores van, rumores vienen, quizás llegue a cumplirse lo que Augusto Roa Bastos ambicionaba como una cosa sagrada: “El día que vea sentada a una mujer en el sillón de López, ese día voy a creer que ha empezado la democracia en el Paraguay”. Hay calidad de sobra para que ello acontezca. Buen provecho
“Tanto Paraguay como Taiwán son dos pueblos que no se dejan vencer”, aseguró el embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han, en un mano a mano con La Nación/Nación Media. Habló sobre la relación bilateral con Paraguay, la visión del presidente Santiago Peña para llevar a otro nivel la cooperación y los programas en los que está trabajando la embajada en el país. Chih-Cheng Han profundizó sobre la amenaza latente de China Popular y la apertura de Taiwán al diálogo sin imponer condiciones. Aclaró que no quieren guerra, pero recalcó que están “preparados para cualquier invasión que China Popular irracionalmente pudiera provocar”.
–¿Cómo está actualmente la relación bilateral entre Paraguay y Taiwán?
–En forma general, excelente. Podemos avanzar hacia otro estadio y mejorar más el aspecto económico y de inversión. El presidente Santiago Peña, en varias ocasiones, nos ha manifestado que tenemos que estrechar nuestra relación en forma estratégica y que Taiwán y Paraguay tienen que ser socios en desarrollo económico. Por eso, además de la carne vacuna que está teniendo una presencia muy consolidada y fuerte en Taiwán, estamos trabajando para aumentar la exportación de carne de cerdo y la habilitación del mercado para la carne de pollo.
Hace tres meses logramos, a través de una reunión bilateral entre el ministro de Industria y Comercio paraguayo, Javier Giménez, y la exministra de Economía taiwanesa, Wang Mei- Hua, reducir a cero el arancel para la carne de cerdo y estamos muy optimistas de que ello va a contribuir a un gran aumento de la exportación de carne de cerdo.
Para la habilitación de la carne de pollo estamos trabajando de forma muy estrecha con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa). Posiblemente, en estos días, después de otorgar a Paraguay el estatus de país libre de la enfermedad de New Castle y libre de influenza aviar, se va a aprobar la documentación de sanidad animal que presentó Paraguay. Una vez aprobado, vendrían auditores para inspeccionar los frigoríficos. Entonces, estamos cerca, creo que antes de fin de año.
La inversión es un norte importante en la administración del presidente Peña. Todo el mundo lo sabe. Se reúne con diferentes inversionistas extranjeros, de gran porte, buscando traer inversión a Paraguay y en este afán nos ha expresado que Taiwán, siendo un amigo y aliado importante, tiene muchas ventajas en industrias y puede acompañar para traer inversiones.
En dos ocasiones, el presidente Peña se reunió con empresarios de Taiwán y en el último viaje, acompañado por el ministro Giménez, se reunieron con un fabricante de buses eléctricos y firmaron un MOU (memorando de entendimiento), por lo que estamos esperanzados de que pueda instalarse ya en Paraguay. Se haría una alianza con la marca brasileña Marcopolo, muy conocida en la fabricación de carrocería. Estamos por buen camino.
FORTALECIMIENTO DE LAS RELACIONES E INVERSIONES
–¿En qué otras áreas se realizan o se prevén inversiones?
–Además de la fabricante de buses eléctricos, estamos enfocados en el rubro textil, de procesamiento de alimentos, de alta tecnología, especialmente en cuanto a informática e inteligencia artificial. El nuevo canciller de Taiwán, Lin Chia-Lung, tiene en su mente una imagen clara de cómo fortalecer nuestra relación y promover más inversiones.
Apenas asumió, el 20 de mayo pasado, recibimos instrucciones sobre cómo trabajar y para ello estamos en constante conversación con el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y con los principales actores en el área de inversión. Estamos convencidos de que vamos a llevar nuestra cooperación a otro nivel.
–¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de esta relación?
–La fortaleza de nuestra relación bilateral es que ya tiene 67 años ininterrumpidos. Es una relación de confianza de muchos años. Tanto con el gobierno de turno como con los diferentes sectores político, empresarial, social. La desventaja podría ser la distancia, que dificulta un poco el conocimiento de nuestra gente a este país hermano ubicado al otro lado del planeta.
Pero este panorama está cambiando con la presencia cada vez más fuerte de Paraguay en Taiwán. Primero en el comercio. Mis amigos, mi papá, saben que hay que consumir la carne paraguaya. La presencia de este producto paraguayo va disminuyendo el efecto de la distancia geográfica.
Además, nuestros empresarios están viajando mucho a Paraguay y próximamente estaremos organizando una visita de una delegación de empresarios de Taiwán y Estados Unidos, en forma conjunta. Los empresarios taiwaneses suelen trabajar mucho con sus pares en Estados Unidos, que es un inversionista muy importante en Paraguay. Entonces, hay desventajas, pero estamos cambiando el panorama.
PUENTE ENTRE DOS CULTURAS
–¿La presencia de estudiantes paraguayos en Taiwán también acerca a ambas culturas?
–Sí, hay muchos estudiantes paraguayos estudiando en Taiwán. Estudiantes jóvenes que conocen dos culturas. Esto fácilmente puede ser un puente. Además, pueden trabajar en las empresas taiwanesas que van a venir a establecerse aquí en Paraguay. Muchas de las empresas tienen interés en ellos. Por ejemplo, la fabricante de buses eléctricos ya está contratando estudiantes o egresados paraguayos en Taiwán para trabajar en el equipo. Esta empresa ofrece plazas para que estudiantes paraguayos puedan quedarse en Taiwán a hacer su pasantía. Esto es una ventaja.
Embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han. Foto: Emilio Bazán
–¿Cuántos programas lleva adelante la embajada en Paraguay? ¿En qué áreas?
–El presidente Peña nos indicó que las prioridades de su gobierno son salud y educación. En salud estamos trabajando en la extensión del programa HIS, que implica la digitalización del sistema de salud pública, que permitirá reducir el tiempo de espera de los pacientes, brindar una atención más eficiente, un mejor uso y compra de medicamentos. La solicitud clara del presidente Peña es ampliar la cobertura hasta el 100 %.
Este programa ya tiene 8 años de desarrollo, pero ahora el presidente Peña le dio importancia y pidió que la cobertura sea total. Él considera incluir al Instituto de Previsión Social (IPS) para así cubrir quizás el 90 % de la población paraguaya. El Ministerio de Salud y el Mitic están muy enfocados en desarrollar y avanzar en este programa junto con nuestro equipo.
Otro proyecto al que le estamos dando mucha importancia es la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay (UPTP), ya tenemos el predio definido y estamos trabajando con Mitic para unir la universidad y el distrito digital a fin de formar un ecosistema inteligente y de alta tecnología. Creo que antes de que termine este periodo de gobierno ya vamos a tener la universidad instalada y laboratorios para las cuatro carreras, que son de ciencia y tecnología.
La docencia está en manos de profesores de Taiwán. La malla curricular se diseñó en conjunto con la Universidad Taiwán Tech, que está en el puesto 257 del ranking mundial, o sea, es una universidad muy reconocida. Las clases se dan en inglés. Creo que es la única en la región, a nivel de universidad pregrado, que imparte clases en inglés durante la carrera de cuatro años. Los egresados son ingenieros jóvenes, capacitados, que manejan inglés y español de forma profesional.
–¿Qué puede aprender Paraguay de Taiwán y qué puede aprender Taiwán de Paraguay?
–Paraguay es un país noble, es un pueblo noble. Desde 1971 Taiwán fue gradualmente expulsado del escenario internacional, pero Paraguay ha mantenido siempre su relación con Taiwán. Tanto Paraguay como Taiwán son dos pueblos que no se dejan vencer. Aprendimos de nuestra experiencia histórica. El aprendizaje es mutuo y nos permitió conseguir muchas cosas.
Hoy el mundo está cambiando, la estructura geopolítica. Los países que han dejado a Taiwán ahora vuelven a buscarlo. Taiwán produce el semiconductor que actualmente es un recurso geopolítico, un recurso estratégico, que en ningún país puede faltar. Taiwán produce el 65 % a nivel mundial y está volviendo a ser considerado.
Agradecemos mucho a Paraguay que nos ha acompañado en todo este camino. Paraguay nunca abandonó a Taiwán y creo que esa es la fuerza que nos une. Si queremos trabajar en forma estratégica, optamos primero por nuestro aliado, por nuestro amigo. En Sudamérica, Paraguay es el país con el que más trabajamos, tanto en cooperación como en comercio. De Sudamérica, Paraguay es el único país que puede exportar carne vacuna a Taiwán. Esto explica todo.
CULTURA DE LA AMISTAD
–¿Hace cuánto tiempo puede destacar del país y de su gente?
–Llegué el 11 de mayo de 2020. Todavía tengo la memoria muy fresca de ese día a pesar de que ya llevo cuatro años aquí. Creo que para poder irme tranquilo de Paraguay, cumpliendo con el pueblo hermano, tengo que terminar un proyecto de inversión concreto.
De Paraguay destaco que es un país noble, un país de muchos amigos. Aquí funciona mucho la amistad y eso es muy bonito, esta es una virtud compartida con Taiwán. Nuestra cultura prioriza la amistad. Otra virtud muy especial de los paraguayos es que no dicen no, son un poco más tímidos, son más educados quizás. En Paraguay, si uno quiere percibir un no, tiene que conocer más a profundidad el comentario que recibe. Los paraguayos no dicen no, o mejor dicho, dicen no en otra forma o indirectamente.
Embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han. Foto: Emilio Bazán
Creo que en Paraguay hay talento y buena formación. Le doy un ejemplo de talento de los paraguayos. Un día conversé con los profesores de UPTP que vienen de Taiwán y les pregunté ¿cómo está el nivel de los estudiantes en Paraguay? Y la respuesta que recibí fue muy interesante. Me dijeron que, en general, los taiwaneses son mejores que los paraguayos, pero que los mejores paraguayos son mejores que los mejores taiwaneses. Acá hay chicos muy brillantes y son más brillantes que los brillantes taiwaneses. Yo considero que los paraguayos son más creativos.
–¿Qué debe potenciar Paraguay para desarrollarse y convertirse en un referente al igual que Taiwán?
–Taiwán tuvo un largo recorrido. Tuvo planes económicos y planificó su educación en función a estos. Era un país agrícola y pasó a ser un país industrial. Empezamos con industrias ligeras, de reemplazo para la importación. Después entramos al procesamiento industrial, para aprovechar la mano de obra barata en Taiwán. Luego llegó un ministro de Economía que decidió que Taiwán debía orientarse hacia la fabricación de semiconductores y fue ahí que hubo un salto para la industria informática. La educación acompañó este proceso con carreras enfocadas en la ciencia y la tecnología (más de la mitad de los alumnos optaban por estas disciplinas).
Paraguay tiene mucho potencial para avanzar hacia el desarrollo y en este camino la inversión en educación es importantísima. Acá hay mucho talento y creo que el presidente Peña está reorganizando al país pensando en qué necesita.
PRESIÓN
–¿Cómo está la relación con la República Popular de China? ¿Qué amenazas están latentes?
–Taiwán experimenta constante presión por parte de la República Popular de China, que busca instalar el principio de una sola China, un país con dos sistemas. Reclama que Taiwán es una provincia de la República Popular China, pero eso es falso.
Todo el mundo sabe que Taiwán es otro país, diferente, que tiene su propio gobierno democrático, su propia fuerza armada, su propio sistema educativo, su propio banco central y monedas. Nada indica que Taiwán es parte de la República Popular de China.
El régimen de Beijing nunca ha estado ni pisado suelo taiwanés. Hoy si un extranjero quiere viajar a Taiwán, no solicita visa a China. El pasaporte taiwanés no necesita visa para entrar a Estados Unidos, pero el pasaporte chino sí necesita. Entonces, claramente son dos países.
El mundo nunca va a oír que Taiwán amenaza o condiciona, siempre es China la que amenaza y condiciona. Taiwán siempre mantuvo una puerta abierta al diálogo, pero sin poner condiciones. Somos un país pequeño y pacífico que pretende su supervivencia, dignidad y soberanía. No queremos guerra, pero estamos preparados para cualquier invasión que China irracionalmente pudiera provocar. El mundo está cambiando y China puede cambiar también.
–¿Puede hablarnos sobre la Resolución 2758 de la ONU (1971) y su interpretación en relación con Taiwán?
–China está lanzando una propaganda a nivel internacional que vincula la resolución 2758 de la ONU (1971) con el principio que buscan instalar, el de una sola China. Lo que definió esta resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas es restablecer a la República Popular de China como el representante chino.
Pero la resolución no habla de una sola China, ni tampoco de que la República Popular de China representaría a Taiwán. En el ámbito internacional, la resolución de las Naciones Unidas no puede definir fronteras. No hay razón, ni base jurídica, que vincule la resolución 2758 con el principio de una sola China.
La República Popular de China intenta usar esta resolución como un arma legal para establecer una sola China y como antesala para usar su fuerza militar para resolver la cuestión de Taiwán. De los 183 países en el mundo, solamente 57 aceptan el principio de una sola China, el resto tiene diferente posición.
–¿Por qué Paraguay debería permanecer como aliado de Taiwán y no pasar a serlo de China?
–Respeto a los sectores que consideran que Paraguay tiene que ser socio de China. Hasta el momento, nunca he oído directamente del sector empresarial que debe romperse la relación con Taiwán. Sí que hay que explorar el mercado de China Popular. Taiwán no impone ninguna condición, China sí. Para ser socio de China, hay que romper con Taiwán. Esto está en contra de las reglas establecidas por el orden mundial. Todos somos parte del organismo mundial de comercio.
Hay mucha gente que cree que China Popular va a traer desarrollo y tengo dos mensajes: primero, no trae desarrollo, un ejemplo es Venezuela; segundo, el desarrollo de un pueblo no depende de otro. El desarrollo de Paraguay depende de Paraguay y de los paraguayos. Los paraguayos están en camino del desarrollo y los países aliados podemos acompañarlo en este camino, compartir nuestra experiencia, estrechar nuestra relación, pero al final el desarrollo siempre estará en manos de los paraguayos.
El embajador de la República de China (Taiwán), José Chih-Cheng Han en entrevista con NM. Foto: Emilio Bazán
PERFIL
Embajador extraordinario y plenipotenciario de la República de China (Taiwán) en la República de Paraguay
Licenciado en Comercio Internacional por la Universidad Tunghai
Diplomado en Alta Gerencia por la Academia Nacional de Administración Pública
Diplomado en Servicio Exterior por la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores
Supervisor de créditos en el Banco Chinatrust
Funcionario del Departamento de Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores
Tercer y segundo secretario de la Embajada de la República de China (Taiwán) en la República de Panamá
Jefe de la Unidad Especial, Departamento de Latinoamérica y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de China (Taiwán)
Primer secretario de la Embajada de la República de China (Taiwán) en la República de Costa Rica
Primer secretario de la Embajada de la República de China (Taiwán) en la República Dominicana.