El Vaticano reportó 65.000 personas en primer día para despedir a Benedicto XVI
Compartir en redes
El Vaticano, tras el cierre de las puertas de San Pedro a las 19:00 (18:00 GMT), informó que acudieron a despedirse del pontífice emérito unas 65.000 personas. “Fue un gran papa, profundo y único”, aseguró la italiana Francesca Gabrielli, quien viajó desde Toscana para ir a la capilla ardiente.
Decenas de miles de fieles desfilaron este lunes ante el cuerpo de Benedicto XVI, en la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, para despedir al pontífice emérito, fallecido el sábado a los 95 años.
La larga fila llegó hasta la inmensa Plaza de San Pedro y rodeó las célebres columnas de la explanada, vigiladas por un importante dispositivo de seguridad y también por cientos de periodistas de todo el mundo llegados para cubrir el entierro del papa.
El cuerpo de Joseph Ratzinger yace en un catafalco cubierto por una tela dorada, rodeado por dos guardias suizos vestidos de gala, frente al altar mayor de la basílica dominado por el baldaquino de bronce negro con imponentes columnas retorcidas diseñado por el maestro del barroco Gian Lorenzo Bernini.
Varios cardenales y miembros de la Curia romana velan al muerto, mientras el secretario privado por años del papa emérito, el obispo Georg Gänswein, recibe el pésame de las autoridades. “Señor, te amo”, fueron las últimas palabras pronunciadas en italiano por Benedicto XVI poco antes de fallecer el sábado en presencia de una enfermera, según informó el obispo Gänswein.
Los fieles entraban en silencio por el pasillo central del templo católico más grande del mundo, la mayoría fotografiando con sus móviles el cuerpo del expapa, quien fue vestido de blanco con una casulla roja, el color del luto papal, con una mitra blanca adornada con un borde dorado y un rosario entrelazado en sus manos. Su rostro resulta casi irreconocible.
Algunos rezaban o se hacían la señal de la cruz al pasar ante sus restos. Un cirio alto, junto con muchas velas, iluminan parte del recinto, mientras el olor de incienso perfuma el ambiente. Entre los primeros que llegaron para dar el último adiós a Benedicto XVI, estaba la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente de la República, Sergio Mattarella.
Los restos del primer pontífice alemán de la era moderna fueron trasladados en la madrugada de la pequeña capilla privada del Monasterio Mater Ecclesiae, donde residió desde su renuncia en 2013, en los jardines del Vaticano, a la basílica en el curso de una ceremonia privada.
El martes y el miércoles se podrá acceder desde las 6:00 GMT a las 18:00 GMT de manera que los fieles puedan velar a Joseph Ratzinger, el brillante teólogo y ferviente guardián del dogma, conocido por sus posiciones conservadores, quien renunció a su cargo en 2013 tras ocho años de pontificado, aduciendo el declive de sus fuerzas.
El papa Francisco le rindió varios homenajes públicos al “amado” Benedicto XVI, “fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia”, recordando su “bondad”, “su nobleza”, “su testimonio de fe y de oración, especialmente en estos últimos años de vida retirada”.
El funeral de un papa sin funciones
El jueves, Francisco presidirá las exequias solemnes del papa emérito en la inmensa plaza de San Pedro. El funeral de un papa emérito, es decir sin funciones, no cuenta con un protocolo específico, por lo que se seguirían algunos de los pasos para un pontífice en ejercicio.
Se trata de la primera vez en la historia que un papa preside el funeral de su predecesor. La ceremonia comenzará a las 8:30 GMT, será inédita además de sobria, tal como anunciado por el Vaticano. La casa real española informó de la presencia en el entierro de la reina Sofía, esposa del monarca emérito Juan Carlos I. También asistirá a la ceremonia del jueves el presidente polaco, Andrzej Duda.
Con ese acto se concluirá la saga de los “dos papas”, los dos vestidos de blanco, que han convivido durante casi una década en el Estado más pequeño del mundo. Al término del funeral el féretro del pontífice emérito será enterrado en las grutas vaticanas, bajo San Pedro, en la misma cripta en la que estuvo Juan Pablo II hasta 2011, precisó este lunes el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
Después de ocho años de pontificado marcado por múltiples crisis y de haber pasado los últimos 10 años de su vida rezando y estudiando, Benedicto XVI fue acusado a principios del 2022 de haber encubierto a cuatro curas pedófilos cuando era arzobispo en Alemania, una mancha que empaña su papado y un caso que negó hasta el final de su vida. “Sabía muchas cosas. Lástima que no ayudó a destapar esos escándalos”, lamentó la alemana Valeria Michalak, tras haberle rendido homenaje en la basílica.
El papa Francisco el 10 de mayo pasado durante el II Encuentro Mundial sobre Fraternidad Humana junto con 30 premios nobel para reconstruir “la gramática de la humanidad”
Las violencias –reales y simbólicas– sacuden el mundo. Lo desangran. No solo por situaciones bélicas. También por las acciones que desarrollan organizaciones delictivas transnacionales de alta complejidad. O por líderes que dejan de lado los preceptos democráticos y desde el fundamentalismo de mercado proponen abolir la justicia social.
Por Ricardo Rivas
Periodista - X: @RtrivasRivas
Fotos: Gentileza
“Muchos chicos de Ucrania (que) vienen aquí (al Vaticano) no saben sonreír (o) se olvidaron de sonreír y esto es muy duro”, dijo el papa Francisco a la colega periodista Norah O’Donnell, conductora, presentadora y editora jefa del programa “Evening news”, de la cadena televisiva norteamericana CBS. Triste. Muy triste. Luego, cuando O’Donnell –a propósito de la situación bélica en Ucrania– le propuso enviar un mensaje al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, el pontífice impetró: “¡Detengan la guerra! Busquen la negociación. Busquen la paz. Siempre es mejor una paz negociada que una guerra sin fin”.
La entrevista es extensa. La producción muy prolija, sobria, con la entrevistadora vestida de negro. Francisco no esquivó ningún tema. En Europa la guerra es una preocupación cierta y concreta. En algunos países se reimplanta el servicio militar obligatorio. Los presupuestos para la defensa crecen. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) retoma con enormes despliegues las ejercitaciones conjuntas sobre hipótesis de conflicto en fronteras sensibles.
Vientos nacionalistas comienzan a soplar sobre territorios que a lo largo de la historia fueron arrasados por enfrentamientos interminables e incomprensibles, tanto en nombre de la política como de las ideologías o las religiones. Donde no hay guerras, las violencias llegan de la mano de líderes emergentes que se nutren en el liberalismo y la ortodoxia. Misoginia. Contrarios a las cuestiones de género. Refractarios con la Agenda 2030. Ninguna simpatía por la diversidad ni lo diverso.
Esos pensamientos tienen fuerte impacto en la sociedad civil. Las personas en situación de tránsito (los migrantes) sufren de estigmatizaciones. Son blancos de sospechas, de explotaciones, de todo tipo de violencias. “Los migrantes a veces sufren mucho”, dice Francisco a Norah. “¡Sufren mucho!”. Y agrega: “¡La gente se lava las manos!” y destaca en tono de queja que “hay tanto Poncio Pilato suelto… que… ve lo que está sucediendo, las guerras, las injusticias, los crímenes… y se lava las manos”.
Diagnostica que “cuando el corazón se vuelve duro” emerge la indiferencia y sentencia que “la globalización de la indiferencia es una enfermedad (social) muy fea”. Creo percibir que no solo habla críticamente de las guerras. Francisco, como algunos otros líderes globales, busca respuestas a tantos interrogantes. Dentro y fuera de las 44 hectáreas del Vaticano donde es jefe de Estado.
LIDERAZGOS EMERGENTES
Guy Sorman (80), intelectual francés de estirpe liberal, también se preocupa por algunos liderazgos emergentes. Hace foco en nuestra región y lo hace saber. El pasado 29 de abril, en el diario monárquico español ABC, sostiene que “de la misma manera en que el general Pinochet (Augusto, dictador chileno entre el 11 de setiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990), al reivindicar el liberalismo económico, lo convirtió en ilegítimo” y advierte que “ahora estamos ante una situación similar, aún más peligrosa” con el presidente Javier Milei en Argentina.
Sorman, luego de dejar claro que espera “que tenga éxito, pero lo dudo”, considera que ese presidente “entiende el liberalismo al revés de lo que realmente significa” y estima que, si ese gobierno “fracasa, el liberalismo no se recuperará hasta dentro de una generación” que, en su opinión, será “el tiempo que tardemos en olvidar a este presidente extravagante”.
A otros analistas e intelectuales también les preocupa el expresidente norteamericano Donald Trump, quien se propone volver a la Casa Blanca con las presidenciales del 5 noviembre próximo, porque pocos días atrás no trepidó en señalar que, si llega a ser electo, gobernará “como un dictador desde el primer día”. En las encuestas aparece como posible triunfador. Pese a que la justicia norteamericana lo investiga por 91 presuntos casos reprochables judicialmente. Más aún, el Servicio Secreto estudia desde hace semanas –como hipótesis– qué tipo de dispositivo deberá establecer en una prisión si el señor Trump fuera condenado, encarcelado y debiera gobernar desde la prisión. Aunque usted no lo crea, nada impide que así suceda en la legislación estadounidense.
¿Por qué se producen estos fenómenos? Como Guy Sorman, el papa Francisco procura saberlo. Hace foco sobre la educación y, en especial, en el uso del lenguaje. Entre los pasados días 10 y 11 de mayo, el pontífice participó activamente del II Encuentro Mundial sobre Fraternidad Humana. Treinta ganadores del Premio Nobel estuvieron en Roma para ese diálogo del que participaron economistas, empresarios, deportistas galardonados, científicos, dirigentes de todo sector, trabajadores. La sociedad civil en su conjunto que se distribuyó en una docena de mesas para debatir temáticas precisas estuvo allí. A los nobel, el papa les agradeció “el compromiso” para reconstruir una “‘gramática de la humanidad’, una ‘gramática de lo humano’, en la que (se puedan) basar las opciones y los comportamientos”.
Días después, el intelectual Rodrigo Guerra López, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina en la Santa Sede, respecto del concepto gramática de lo humano, señala que “si la libertad es un ‘lenguaje’ que expresa lo que somos, es preciso determinar su gramática (y, para ello, establecer) las leyes que permiten el uso inteligente de los significados que se comunican a través de nuestras decisiones” y destaca que Francisco con ese mensaje se propone “impulsar la necesidad de enriquecer nuestra conciencia a través de un redescubrimiento del significado profundo que habita en la condición humana”.
Yasser Arafat (líder de la Organización para la Liberación de Palentina), Shimon Peres (ministro de Relaciones Exteriores israelí) y Yitzak Rabin (primer ministro de Israel) reciben el Premio Nobel de la Paz por los Acuerdos de Oslo
ILIBERALISMO
Las violencias –reales y simbólicas– sacuden el mundo. Lo desangran. No solo por situaciones bélicas. También por las acciones que desarrollan organizaciones delictivas transnacionales de alta complejidad. O por líderes que dejan de lado los preceptos democráticos y desde el fundamentalismo de mercado proponen ajustes, desempleos, alejarse de aquel Estado de bienestar que ya está bastante atrás, abolir la justicia social, dejar de lado los derechos humanos, imponer el iliberalismo apoyándose en el discurso vacuo de libertarismo excluyente.
No vamos bien. Miles de personas temen por sus vidas. Habitan en la incertidumbre. Por caer en el desempleo. Por ingresar en la pobreza o en la indigencia. Por no poder acceder a la salud, a la educación. “¿No future?”. Tampoco tienen certezas sobre el amanecer que vendrá ni si llegarán a la noche de este día. ¿Estaremos con vida cuando se ponga el sol? ¿Podré amamantar? ¿Podrán nuestros hijos crecer? ¿Podré ver cómo crecen? ¿Esta es la vida que supimos conseguir? “¿No future?”, aquella duda social profunda de entonces que expandieron desde las puertas mismas del Palacio de Buckingham, en Londres, 1977, Johnny Rotten, Steve Jones, Glen Matlock, Paul Cook y el fallecido Sid Vicious –The Sex Pistols– parece reinstalarse.
Unas sesenta guerras se desarrollan –en algunos casos desde varias décadas– en nuestro maltratado mundo. Desde poco más de dos años atrás –el 24 de febrero de 2022– Rusia está en guerra con Ucrania. Ese día, el presidente Vladimir Putin ordenó avanzar a sangre y fuego. Su homólogo en Kiev, Volodímir Zelenski, organiza la defensa, consigue contener al invasor, lo daña y articula con algunos gobiernos que le aportan pertrechos de todo tipo. Miles de muertos, miles de heridos, miles de huérfanos, miles de prisioneros, ciudades destruidas, infraestructuras inutilizadas. ¿Dónde está la paz?
Desde el 7 de octubre del año pasado la muerte se instaló en la Franja de Gaza. Un ataque terrorista inesperado de combatientes irregulares de Hamás contra la población civil en el sur de Israel dejó como luctuoso saldo cerca de 2.000 personas asesinadas. Dos centenares fueron secuestrados y en su mayoría así permanecen. Angustia. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, contraataca impiadoso. ¿35.000 muertes? Con el tiempo se sabrá.
¿Dónde está la paz en esa geografía a la que tres religiones llaman Tierra Santa? La guerra debe detenerse. ¡Ya! Algunos retoman la idea de “un territorio, dos Estados” para que coexistan y alcancen la paz Israel y Palestina. Un primer acuerdo en ese mismo sentido firmó en Oslo en 1993 el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, junto con el jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat. En 1995 se avanzó para definir y delimitar las áreas administrativas que corresponden a Israel y a Palestina. Un avance hacia la paz, sin dudas. De hecho, así lo reconoció el Comité de Oslo. Arafat, Rabin y el entonces ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, en 1994 fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz.
El presidente argentino, Javier Milei, “entiende el liberalismo al revés de lo que realmente significa (...). Si fracasa el liberalismo no se recuperará hasta dentro de una generación, (que) será el tiempo que tardemos en olvidar a este presidente extravagante”, sostiene Guy Sorman, intelectual liberal
TIEMPOS VIOLENTOS
En estos tiempos violentos se retoman aquellas ideas y políticas que se definieron y aplicaron en los últimos siete años del siglo pasado. ¿Volver al futuro? ¿Y las violencias del presente? Shlomo Ben Ami, diplomático e historiador israelí, sostiene y caracteriza esa disputa como “una tragedia hegeliana entre dos causas legítimas”. ¿Es un conflicto del siglo XX o una repetición constante que llega hasta nuestros días en el silgo XXI?
Algunas tragedias no saben de espacio ni de tiempo. La física y la filosofía, la que se conoce como cosmología filosófica, van por senderos muy alejados cuando de violencias permanentes se trata. Confieso que por años he deseado dialogar con Eric Hobsbawm (1917-2012). Leer su obra –su trilogía de las tres edades– me deslumbró. “La era de la revolución: Europa 1789-1848″ (1962), “La era del capital: 1848-1875″ (1975) y “La era del imperio: 1875-1914″ (1987) fueron parte importante de mi nutriente intelectual. Pero, sin dudas, “Historia del siglo XX” (The Age of Extremes), que se publicara en 1994, me determinó y fue una suerte de hoja de ruta para comprender cada país que visité, recorrí, estudié y estudio desde la última década formal de la centuria pasada que, desde la perspectiva de Hobsbawm, solo tuvo 77 años.
A partir de ese paradigma, Eric Hobsbawm llama al XX “el siglo corto”. Cuando soñaba e intentaba como periodista organizar un encuentro con él imaginaba que habría de conversar con un testigo secular que revisó como muy pocos lo hicieron los sucesos de cada uno de sus días. Hasta después de su muerte jamás lo asumí como un historiador. No. Lo que narraba y exponía Hobsbawm –como lector, curioso irredimible, académico y periodista– siento que no eran hechos incrustados en el pasado, sino que acaecían –sucedían– en aquellos días que convivíamos.
Con cada uno de sus trabajos sentía que estaba frente a una suerte de investigación-acción sincrónica con sus relatos y la vida cotidiana en un planeta inseguro. Como miles, aquel maestro también había peleado en la Segunda Guerra Mundial. La generación de sus padres combatió en la Primera. Aquellos conflictos nos marcaron. “El siglo XX no puede concebirse disociado de la guerra, siempre presente aun en los momentos en los que no se escuchaba el sonido de las armas y las explosiones de las bombas”, dijo Eric alguna vez. Coincido.
Y desde ese contexto es que comprendo que en su análisis pusiera fin a aquel “siglo corto” en 1991, luego de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) dos años después de que se derrumbara el Muro de Berlín. La idea de la bipolaridad ordenadora de la posguerra perdió fuerza. Otros catedráticos creyeron que se encontraban frente al fin de la historia. Nada es tan lineal cuando de la humanidad se trata.
OLAS
Fabián Bosoer, colega periodista, académico y escritor, en el diario Clarín de Buenos Aires preguntó “¿Qué quedó de la tercera ola?” de la democratización que propuso Samuel Huntington (1927-2008). Tengo la convicción de que Bosoer también está entre los preocupados, como bien lo explica, por “el crecimiento (exponencial) de fuerzas “antisistema”, (de) líderes con retóricas iracundas y (con) políticas extremistas”, lo que entiende que “representa un nuevo desafío a las democracias”.
En el plano de las dudas, se pregunta y nos pregunta si acaso tales emergencias son “¿respuesta a las promesas incumplidas, un síntoma más del malestar (social) o un indicador de su resiliencia? Repasa el último medio siglo y finalmente recuerda que 30 años atrás, el propio Huntington sentencia que “la tercera ola, la ‘revolución democrática mundial’ de fines del siglo XX, no durará siempre” y prevé que “podría sucederla un nuevo rebrote del autoritarismo que constituyera una tercera contraola”.
Pese a tal hipótesis, aquel académico abrió paso a la esperanza y señaló que si así fuera “no (se) cerraría la posibilidad de que alguna vez en el siglo XXI se desarrollara una cuarta ola de democratización”. Que así sea.
Cuáles son los dos milagros atribuidos al “influencer de Dios”
Compartir en redes
El beato Carlo Acutis, un adolescente italiano nacido en Gran Bretaña que dedicó su corta vida de 15 años a difundir la fe en línea y ayudar a los pobres, será proclamado santo, con fecha aún por determinar, después que el papa Francisco aprobara ayer jueves su segundo milagro atribuido a su intercesión, en una costarricense de 21 años, Valeria Valverde, que superó un accidente craneoencefálico.
Nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres (Reino Unido), Acutis era un joven loco por Internet y por las computadoras, que amó profundamente la Eucaristía y que murió de leucemia a los 15 años, el 12 de octubre de 2006. Fue declarado Venerable en 2018 al considerar que salvó, en el 2013, a un niño brasileño con una anormalidad pancreática. Para la santidad era necesario que se le atribuyera un segundo milagro.
El 10 de octubre de 2020 fue beatificado en la ciudad italiana de Asís, casa de su ídolo San Francisco, quien dedicó su vida a los pobres. Acutis, apodado “el ciberapóstol de la Eucaristía”, “el apóstol de Internet” o “el influencer de Dios”, nació en Londres de padres italianos y se mudó con ellos a Milán cuando era niño. “Era considerado un genio de la informática... ¿Pero, qué hacía? No usaba estos medios para charlar, para divertirse”, dijo su madre Antonia Salzano en una entrevista con Vatican News.
En cambio, “su celo por el Señor” lo llevó a crear un sitio web sobre milagros, dijo. El millennial, cuyo cuerpo yace en Asís, vestido con un chándal y zapatillas de deporte, también advirtió a sus contemporáneos que Internet podría ser tanto una maldición como una bendición. El Papa Francisco se refirió a él advirtiendo a los jóvenes que las redes sociales podrían fomentar el odio.
“(Acutis) vio que muchos jóvenes, queriendo ser diferentes, terminan realmente siendo como todos los demás, corriendo tras lo que los poderosos les ponen por delante con los mecanismos del consumismo y la distracción”, dijo Francisco. “Por eso, dijo Carlo, ‘todo el mundo nace como original, pero muchos acaban muriendo como fotocopias’. ¡No dejes que eso te pase a ti!”.
El cuerpo del beato es resguardado en el Santuario de Asís, en Italia. Foto: AFP
Amable con los pobres
Acutis fue religioso desde muy joven, a pesar de que su madre decía que su familia rara vez asistía a la iglesia. Cuando no escribía programas de ordenador o jugaba al fútbol, Acutis era conocido en su barrio por su amabilidad con quienes vivían en los márgenes de la sociedad.
“Con sus ahorros compró sacos de dormir para personas sin hogar y por la noche les llevaba bebidas calientes”, dijo su madre esta semana, según la Agencia Católica de Noticias. “Dijo que era mejor tener un par de zapatos menos si eso significaba poder hacer un buen trabajo más”, agregó.
También trabajó como voluntario en un comedor social en Milán. “Cuando murió, en el funeral, la iglesia estaba llena de gente pobre. Todos se preguntaban qué hacían allí. Bueno, Carlo solía ayudarlos en secreto”, dijo Nicola Gori, que representó el caso de beatificación de Acutis. Su cuerpo yace en el Santuario de Asís en una tumba de vidrio, donde puede ser venerado de forma permanente.
El joven, quien era conocido como el “ciberapóstol”, será canonizado después de que la Iglesia católica le atribuyera un segundo milagro. Foto: AciPrensa
Vaticano canonizará al “ciberapóstol” Carlo Acutis
Compartir en redes
Carlo Acutis, un adolescente apasionado por internet y muy creyente conocido como el “ciberapóstol”, cuya muerte conmovió a Italia en 2006, será canonizado después de que la Iglesia católica le atribuyera un segundo milagro, anunció ayer jueves el Vaticano.
El papa Francisco autorizó al Dicasterio para la Causa de los Santos, el departamento encargado de las beatificaciones y las canonizaciones, a “promulgar el milagro atribuido al beato Carlo Acutis”, informó la Santa Sede. Carlo Acutis, muy aficionado de internet, con mucho talento informático y sobre todo imbuido por una fe precoz e intensa, creó páginas web religiosas y una exposición que documentaba los milagros eucarísticos.
Su madre, Antonia Salzano, acogió la noticia con “gran alegría”. “El Señor respondió al deseo de tantas personas que han rezado por su canonización”, afirmó el viernes a Radio Vaticano. Nacido en Londres el 3 de mayo de 1991 de padres italianos, el adolescente murió de una leucemia fulminante a los 15 años el 12 de octubre de 2006 en Monza, cerca de Milán, en el norte de Italia.
“Todos los hombres nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias, ¡no permitas que te pase a ti!”, recomendaba a su generación Carlo. Esta cita fue incluida por el papa Francisco en 2019 en un largo texto dirigido a los jóvenes, advirtiéndoles contra los “gigantescos intereses económicos” de internet donde se difuden “noticias falsas”.
Carlo Acutis fue declarado “venerable” en 2018 y un primer milagro, reconocido en 2020 por el Vaticano, le abrió el camino a su beatificación, última etapa antes de convertirse en santo. En 2013, un niño brasileño que sufría problemas digestivos y una rara anomalía del páncreas se salvó sin cirugía después de que su familia rezara a Carlo, afirma la Iglesia católica. Un consistorio -la asamblea de los cardenales- debe fijar ahora la fecha de la canonización.
Presidente iraní será sepultado este jueves en su ciudad natal
Compartir en redes
Una gigantesca multitud se congregó este miércoles en el centro de Teherán para la procesión funeraria del presidente iraní Ebrahim Raisi, fallecido el domingo en un accidente de helicóptero. “Estoy triste. Vine a tratar de sanar mi corazón”, dijo Maryam, una profesora de 41 años vestida con chador que vino con su marido y su hijo desde una ciudad al sur de Teherán.
El guía supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, encabezó la plegaria durante la ceremonia para despedir a Raisi y a los otros siete fallecidos en el accidente, entre los cuales figura el ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian. Con Raisi, “hemos perdido a una personalidad excepcional. Era un muy buen hermano. Un funcionario eficaz, competente, sincero y serio”, declaró Jamenei.
Jamenei, que es la autoridad de más alto rango en Irán, se prosternó ante los ataúdes de los fallecidos cubiertos con la bandera verde, blanca y roja, símbolo de la República Islámica. El ayatolá encabezó la ceremonia en la Universidad de Teherán escoltado por los principales jerarcas del clero chiita, los miembros del gobierno, incluyendo a Mohammad Mokhber, designado como presidente interino hasta la celebración de elecciones el 28 de junio.
También estuvieron presentes los altos mandos del ejército y de los Guardianes de la Revolución, y el jefe del brazo político del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, y el número dos del Hezbolá libanés, Naim Qassem.
“Estamos convencidos de que la República Islámica de Irán seguirá apoyando al pueblo palestino”, declaró Haniyeh, que habló brevemente, en medio de gritos de la multitud que pidió: “Muerte a Israel”. Estos movimientos, miembros del llamado eje de resistencia contra Israel, son apoyados por Irán en el contexto de la guerra en Gaza entre Israel y Hamás.
Decenas de miles de personas se congregaron en las principales avenidas de Teherán, donde este miércoles fue decretado feriado y los residentes recibieron mensajes en sus teléfonos para instarlos a acudir al funeral. Muchos levantaron enormes pancartas honraban al difunto presidente y agitaron banderas iraníes, constataron periodistas de AFP.
El accidente se produjo el domingo en una zona montañosa en el noroeste de Irán cuando la comitiva iba camino a la ciudad de Tabriz tras inaugurar una presa en la frontera con Azerbaiyán. La operación de rescate, dificultada por la lluvia y la niebla, implicó a decenas de equipos y contó con la ayuda de Turquía, Rusia y la Unión Europea. El lunes por la mañana, la televisión estatal anunció el deceso del presidente de 63 años, elegido en 2021 y considerado como uno de los favoritos para suceder a Jamenei, de 85 años.
Tras el deceso, Jamenei declaró cinco días de luto nacional y las exequias para el presidente y su entorno empezaron el martes con decenas de miles de asistentes al traslado de los féretros desde Tabriz a la ciudad santa chiita de Qom. Desde Teherán, los restos de Raisi y su comitiva serán trasladados a la provincia de Jorasán del Sur y de allí a Mashhad, la ciudad natal de Raisi, donde será enterrado el jueves.
Los funerales masivos se enmarcan en una tradición muy arraigada desde la fundación de la República Islámica en Irán y tienen un cariz político. En 2020 una inmensa multitud despidió al general Qassem Soleimani, un importante mando de los Guardianes de la Revolución muerto en un ataque estadounidense.
Tras la muerte de Abdollahian, el cargo de ministro de Relaciones Exteriores lo ocupará Ali Bagheri, hasta ahora adjunto del canciller y principal negociador del programa nuclear iraní. El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas de Irán ordenó una investigación sobre la causa del accidente. El ultraconservador Raisi sucedió en 2021 al moderado Hassan Rouhani en un momento complicado para la economía del país, diezmada por las sanciones impuestas por Washington contra el programa nuclear iraní.
Durante su mandato enfrentó una ola de protestas en 2022 tras la muerte tras el deceso en custodia policial de la joven Mahsa Amini, una crisis económica agravada por las sanciones estadounidenses y un aumento de las tensiones con su enemigo jurado, Israel, por la guerra en Gaza. Aliados de Irán como Rusia, China y Venezuela expresaron sus condolencias, al igual que potencias regionales y movimientos afines a Teherán.