Preocupación: Irán comenzó a producir uranio enriquecido al 60%
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Irán anunció este martes que comenzó a producir uranio enriquecido a un 60% en una planta en Fordo, que reabrió en 2019 cuando Teherán comenzó a desligarse del acuerdo internacional con las grandes potencias sobre su programa nuclear. Este nivel de 60% está muy por encima de la cota de 3,67% fijada por el acuerdo de 2015 para evitar que Irán se hiciera con un arma atómica.
La fabricación de una bomba nuclear requiere un nivel de enriquecimiento de uranio del 90%. Bajo el acuerdo Irán también aceptó congelar las actividades de enriquecimiento en la planta de Fordo, que está a unos 180 kilómetros al sur de Teherán y fue construida de forma subterránea para protegerla de cualquier bombardeo o ataques con misiles de un país enemigo.
“La producción de uranio enriquecido al 60% comenzó en Fordo el lunes”, anunció el martes el director de la Organización Iraní de Energía Atómica, Mohammad Eslami, citado por la agencia de prensa ISNA. “Nosotros advertimos que las presiones políticas no cambiaban nada”, agregó el funcionario.
Irán siempre ha negado que sus actividades nucleares tengan como objetivo desarrollar una bomba e insiste que su programa tiene fines civiles. Irán se comprometió a restringir sus actividades en el acuerdo internacional y a cambio las grandes potencias relajaron las sanciones impuestas a Teherán por su programa nuclear. Pero este acuerdo se tambalea desde 2018 cuando Estados Unidos se retiró unilateralmente durante el gobierno de Donald Trump y restableció las sanciones contra Irán.
Medidas de represalias
Al año siguiente Teherán comenzó a desligarse progresivamente de sus obligaciones. En enero de 2021, Irán dijo estar trabajando para enriquecer uranio al 20%. Varios meses después otra instalación iraní alcanzó la cota de 60%. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su deseo de que Washington participe de una reactivación del acuerdo internacional y hay conversaciones en marcha desde abril del año pasado.
Pero el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, dijo el mes pasado que ve pocas oportunidades de restablecer el acuerdo, en un momento en el que Irán enfrenta una ola de manifestaciones iniciada en septiembre por la muerte en detención de la joven Mahsa Amini, arrestada por la policía de la moral.
La némesis de Irán en la región, Israel, nunca ha descartado tomar acciones si lo considera necesario para impedir que Irán desarrolle capacidades nucleares. El acuerdo internacional entre las grandes potencias e Irán fue supervisado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero los vínculos entre Teherán y este ente de la ONU se han deteriorado en las últimas semanas.
El jueves, la junta de gobernadores del OIEA aprobó una resolución criticando la falta de cooperación de Irán y es el segundo pronunciamiento en este sentido, después de otra declaración emitida en junio. Teherán anunció que tomará medidas de represalias para responder a la resolución del OIEA.
La agencia oficial ISNA dijo que el aumento de la capacidad de la planta de Fordo forma parte de la respuesta iraní. El motivo de la discordia que originó ambas resoluciones es la falta de respuestas creíbles de un punto de vista técnico de Teherán sobre los indicios de uranio enriquecido encontrados en tres plantas no declaradas. Las negociaciones para revivir el acuerdo internacional de 2015 están en un punto muerto y Teherán reclama un cierre de una investigación del OIEA.
Tomar el desayuno y correr al búnker en 90 segundos
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Cuando empiezan a sonar las sirenas de alerta sobre los cielos de Tel Aviv, la familia Weisman y millones como ellos buscan refugio de los misiles en camino y hoy continúan recogiendo los escombros de sus vidas.
Vera Lucía Papaterra, de origen dominicano, reportera del periódico estudiantil The Independent Florida Alligator (Gainesville, EE. UU.) busca ser una corresponsal internacional y fue invitada a Israel por la agencia de noticias del Medio Oriente para el mundo hispano parlante, Fuente Latina, para adentrarse a lo más profundo de un país que sigue en guerra pero que una vez más, da muestra de resiliencia, tras los ataques sufridos desde Irán, semanas atrás.
Una de sus entrevistadas fue una mujer israelí residente en Tel Aviv, Hadar Weisman, quien le relata como es la vida casi cotidiana bajo el sonar de las sirenas.
El decir por favor y gracias. Cómo usar cubiertos. Respetar a los mayores. A esa lista de lecciones básicas, la israelí Hadar Weisman añadió una que sus hijos repiten sin dudar: qué hacer en los 90 segundos después de que suenan las sirenas que indican que algún o varios misiles vienen en camino.
El 22 de junio de 2025 fue uno de esos días. En la llamada “Guerra de los doce días”, Israel y Estados Unidos habían atacado instalaciones nucleares iraníes e Irán había devuelto el fuego, lanzando decenas de misiles contra Israel. Varias zonas residenciales de Tel Aviv y en otras ciudades resultaron impactadas; 30 personas fallecieron y al menos 23 personas quedaron heridas. En Tel Aviv resultaron con daños severos varios edificios de Ramat Aviv,incluido el de Weisman. Fue una mañana de concreto roto y vidrios pulverizados que dejó a miles de israelíes sin casas, aunque con vida.
Hadar Weisman frente a lo que solía ser el panel de electricidad de su hogar. Foto: Gentileza
Misma sirena, diferente final
Aquella mañana, a las 7:23, tocaron a la puerta de Weisman. Eran los repartidores de un gavetero que había pedido una semana antes. Lo pusieron en el dormitorio. Apenas salieron, sonó la alerta. “Estamos muy acostumbrados a entrar al cuarto seguro”, cuenta Weisman. “Con los niños lo hacemos desde antes del 7 de octubre (del 2023 cuando terroristas de Hamás atacaron Israel)”.
Todos en casa de Weisman estaban ya vestidos y despiertos por el ruido de los obreros, así que caminaron con calma hacia la mamád, la habitación reforzada que muchos israelíes tienen en sus casas para protegerse de los misiles. El impacto llegó minutos después. El misil cayó entre los edificios de la cuadra. Ninguna estructura recibió un golpe directo, pero el golpe de la onda expansiva convirtió la casa en escombros. “Todo el edificio se sacudió y se cortó la luz”, recuerda Weisman, doctora en economía y profesora de microeconomía en la Universidad de Tel Aviv que vivía en ese apartamento desde 2019. “Nos quedamos 45 minutos en la oscuridad, sin saber qué habría cuando abriéramos la puerta”.
Los misiles iraníes golpearon todo lo que tenía el apartamento, reventando cristales y paredes. Foto: Gentileza
Sentados con una bolsa de caramelos
Dentro del cuarto seguro, un detalle dominguero: la tapa plástica del conducto del aire acondicionado salió volando y por ahí entraron polvo y residuos del edificio tras el impacto. Sentados en un colchón, con el teléfono en una mano y una bolsa de caramelos en la otra, los padres usaron el tiempo para hacer llamadas y tranquilizar a los niños. El mayor, de nueve años, lloró pensando en sus juguetes.
El impacto en el más pequeño, su hijo de tres años y medio, se mide más allá de una preocupación por sus cosas. En sí, el niño siempre pregunta la ubicación del cuarto seguro —como quien pregunta por el baño— cuando llega de visita a una casa desconocida. “Es una forma de vida y no debería serlo”, dice visiblemente emocionada Weisman. “No es manera de criar a nuestros hijos”.
Parte del techo del departamento, el cual fue mayormente impactado. Al salir del búnker, Weisman dijo que temía que el techo completo se cayera. Foto: Gentileza
Afuera, el grupo de WhatsApp del edificio se convirtió en un mapa humano. Vecinos reportaban quién estaba adentro y quién estaba en la calle para que los equipos de rescate no perdieran tiempo en búsquedas inútiles. Policías, bomberos y la unidad de rescate de la Fuerza de Defensa israelí subieron piso por piso. Forzaron la puerta acorazada del quinto piso, que quedó doblada, del apartamento de los Weisman. “Menos mal que esperamos”, dice. “Si hubiéramos intentado salir, el corredor estaba cubierto de muebles y cosas caídas. Nos habrían caído encima”.
Hay que mantener la rutina
El edificio de Weisman es uno de los más nuevos en el barrio y sus cimientos resistieron mejor que otros. Otros en la cuadra, no tanto. La familia pasó dos semanas en un hotel y luego consiguió un subarriendo en el mismo barrio para que los niños siguieran asistiendo a su misma escuela y su kínder. “Volveremos, dicen que para Pascua”, explica, con ese optimismo que nace de una rutina resistente. “Creo que será más tarde, quizá en julio”, añade con una sonrisa corta, como quien ya aprendió a negociar con la incertidumbre.
Uno de los baños de la casa, donde el impacto afuera derribó paredes y quebró cerámica.
El ataque del 22 de junio fue parte de una escalada de doce días que cruzó fronteras y agendas políticas. Para Weisman, sin embargo, la política se traduce en una caminata sabatina. Ella asiste cada sábado a las manifestaciones por la paz que se llevan a cabo en la avenida Begin de Tel Aviv, donde discurso tras discurso pide el fin de la guerra y el retorno de todos los rehenes. “Voy desde antes de octubre”, cuenta, refiriéndose al 7 de octubre del 2023. “Esto no puede seguir así. Incluso si alguien creyó que al principio había justificación, ya no se ve un final ni resultados positivos. Es la forma equivocada de hacer las cosas”.
Su crítica tiene varios destinatarios. A su gobierno, que a su juicio no ha ofrecido una salida real ni ha priorizado un acuerdo para los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre. A Hamás, “una organización terrible, mala para Israel y aún peor para los gazatíes”. Y a cualquiera que crea que “disparar es mejor que hablar”, o que la vida de alguien vale menos que “un pedazo de tierra”. “Es inexcusable porque es obra humana”, dice Weisman, y la frase le tiembla en la garganta.
El impacto de los misiles quebró el horno de Weisman. Foto: Gentileza
La confianza, admite, ya estaba dañada antes de octubre. “Siguen intentando cambiar el Estado de derecho en medio de la guerra”, señala Weisman sobre las modificaciones constitucionales que el gobierno trata de implantar para fortalecer los poderes ejecutivos y legislativos a expensa del judicial, algo que ha creado malestar en sectores de la sociedad israelí. Weisman escucha rumores sobre comicios, sospechas de fraude y un clima que erosiona las instituciones. Aun así, la decisión íntima no es simple. “Si nos paramos y decimos que esto es demasiado y nos vamos, ¿quién se queda? ¿Los que creen que esto está bien? Tampoco quiero que mi hijo cargue con esto”. Lo discuten en casa, una y otra vez.
Los vecinos de Weisman perdieron toda la estructura externa de su hogar. Según ella, la razón por la cual ella y su familia se salvaron de esta experiencia fue por la antigüedad de su hogar. Foto: Gentileza
Como casas de muñecas
Al volver a su apartamento en ruinas para recoger papeles y ropa, Weisman mira por la ventana y ve fachadas abiertas como casas de muñecas. Luego baja la mirada al pasillo, donde antes no se podía caminar sin tropezar, y recuerda la lección que repite a los niños: Hay una alarma. Se hace lo que toca. La vida va primero. “Estamos bien”, les dice. “La casa es solo cosas”.
La normalidad se despega a veces en pequeños gestos. Volver al subarriendo con mochilas y bolsas. Hacer la tarea de matemática. Preparar una cena sencilla. Y sí, repetir las reglas: por favor y gracias, respetar a los mayores, así se agarra un tenedor. Y esa otra, más urgente y aprendida a la fuerza, que suena como un juego pero enseña a sobrevivir: Sirenas en el aire. Un minuto y medio. Respira. Vete al búnker. Cierra su puerta reforzada. Espera. Vuelve a salir. Sigue adelante.
Donald Trump aseguró que destruyeron las plantas nucleares de Irán y retrasaron por unos 10 años su programa para tener una bomba atómica. Foto: Archivo
Irán pierde la paciencia y amenaza a EE. UU. y a Israel si vuelven a atacar
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El ministro iraní de Relaciones Exteriores Abás Araqchi advirtió el lunes que su país responderá “de manera más decisiva” en caso de nuevos ataques de Estados Unidos e Israel.
Araqchi parece reaccionar a nuevas amenazas expresadas el lunes por el presidente estadounidense Donald Trump.
“Aniquilamos sus capacidades nucleares. Pueden volver a comenzar, pero si lo hacen, las aniquilaremos en un abrir y cerrar de ojos”, dijo Trump sobre Irán, durante su estadía en Escocia.
“Si la agresión se repite, no dudaremos en reaccionar de manera más decisiva”, escribió el ministro iraní en un mensaje publicado en X.
“Si hay temores sobre un eventual desarrollo de nuestro programa nuclear para fines no pacíficos, la opción militar se ha mostrado ineficaz, pero una solución negociada podría funcionar”, añadió.
Israel lanzó el 13 de junio una campaña de bombardeos sin precedente contra Irán, matando a altos mandos militares y científicos relacionados con el programa nuclear iraní, así como a centenares de civiles.
Irán respondió con misiles y drones lanzados contra Israel. La guerra duró 12 días.
Israel dijo que actuó contra el programa nuclear iraní, percibido como una amenaza existencial, y no descartó nuevos bombardeos si Irán trata de reconstruir sus instalaciones.
Estados Unidos por su parte bombardeó instalaciones nucleares claves en Fordo, Isfahán y Natanz en Irán.
La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) afirma que Irán es el único país no dotado con arma nuclear que enriquece uranio al 60 %.
Para fabricar una bomba, el enriquecimiento debe ser llevado al 90 %.
Irán afirma que continuará con el enriquecimiento de uranio
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Irán seguirá adelante con su programa nuclear, especialmente el enriquecimiento de uranio, a pesar de los “graves daños” causados por bombardeos estadounidenses a sus instalaciones, declaró el lunes el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi. El diplomático abordó el tema en declaraciones a la televisión Fox News antes de reunirse el viernes con representantes de Alemania, Francia y Reino Unido en Estambul para tratar el control de la ONU de su programa nuclear.
El ministro aseguró que Teherán también está “abierta” a mantener conversaciones indirectas con Estados Unidos. En apoyo a la ofensiva israelí contra Irán, Estados Unidos bombardeó el 22 de junio el centro subterráneo de enriquecimiento de uranio de Fordo y las centrales nucleares de Isfahán y Natanz, y el presidente Donald Trump aseguró que su país lo haría de nuevo “si es necesario”.
“Se detiene (el programa nuclear) porque, sí, los daños son graves, pero, evidentemente, no podemos renunciar al enriquecimiento porque es un logro de nuestros propios científicos”, explicó Araqchi en una entrevista en la cadena estadounidense Fox News. “Y ahora, además, es una cuestión de orgullo nacional”, añadió. Subrayó que cualquier futuro acuerdo nuclear tendría que incluir el derecho al enriquecimiento.
La reunión del viernes será la primera desde la guerra de 12 días entre Irán e Israel en junio y del bombardeo estadounidense a las instalaciones nucleares iraníes. Irán y los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia) junto a Alemania, alcanzaron en 2015 un acuerdo que impuso límites al programa nuclear iraní a cambio de un alivio en las sanciones. Pero el acuerdo colapsó en 2018 cuando Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos y reimpuso sanciones.
Consultado sobre si se había salvado uranio enriquecido tras los bombardeos estadounidenses, el ministro aseguró que carecía de “información detallada” al respecto, pero que la agencia atómica iraní trabaja en evaluar en qué situación se encuentra “el material enriquecido”. Trump ha insistido en que los ataques de su ejército destruyeron “completamente” los tres emplazamientos nucleares y criticó informes de medios que citan reportes de inteligencia con evaluaciones más conservadoras.
Araqhchi, si bien afirmó que no había una solución militar a la disputa sobre el programa iraní, declaró a Fox News: “Sí, las instalaciones han sido destruidas. Han sido gravemente destruidas”. Trump recibió con agrado los comentarios de Araqhchi el lunes en una publicación en su red Truth Social. “¡Justo como dije, y lo haremos de nuevo si es necesario!”, publicó el presidente estadounidense.
“Estamos abiertos a conversaciones, pero no directas por el momento”, dijo Araqchi en Fox News, sobre un acuerdo en torno a las medidas a tomar para “demostrar que el programa nuclear es pacífico” a cambio de que Estados Unidos levante las sanciones que pesan sobre Irán.
El ministro iraní apuntó también que el país sigue “teniendo un buen número de misiles” para defenderse a pesar de que Israel atacó los depósitos de armamento. Sobre el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, el ministro aseguró haberlo visto “en muy buena forma y muy sano” durante un encuentro que ambos tuvieron horas antes de la entrevista con Fox News.
Irán hablará el viernes con potencias europeas sobre su programa nuclear
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Irán sostendrá nuevas conversaciones sobre su programa nuclear con Alemania, Francia y Reino Unido el viernes en Estambul, anunció el lunes la televisión estatal iraní, un mes después de la guerra de 12 días contra Estados Unidos e Israel. “En respuesta a la demanda de los países europeos, Irán aceptó tener una nueva ronda de diálogo”, declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baghai, citado por la televisión estatal.
Una fuente diplomática alemana indicó anteriormente que Berlín, París y Londres seguían “trabajando intensamente (...) para encontrar una solución diplomática duradera y verificable al programa nuclear iraní” y que tenían previsto reunirse a finales de semana. “Irán ha demostrado que es capaz de resistir (los ataques), pero siempre ha estado dispuesto a una diplomacia real, recíproca y de buena fe”, escribió el domingo en X el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abás Araqchi.
En una declaración del lunes, el portavoz de la cancillería iraní subió el tono contra las tres potencias europeas, acusándolas del fracaso del acuerdo de 2015. “Las partes europeas han sido culpables y negligentes en la aplicación” del acuerdo nuclear, declaró el portavoz diplomático Esmail Baqai. París, Londres y Berlín amenazan con restablecer las sanciones de la ONU contra Irán, tal y como permite el acuerdo, acusando a Teherán de incumplir sus compromisos nucleares.
Los países occidentales e Israel sospechan que Irán quiere dotarse de una bomba atómica, algo que niega Teherán, aunque insiste en su derecho a desarrollar un programa nuclear únicamente con intenciones civiles.
El 13 de junio, Israel lanzó un ataque sorpresa, bombardeando Irán y matando a sus altos funcionarios militares y científicos vinculados a su programa nuclear.
Estados Unidos se sumó a la ofensiva de su aliado israelí atacando tres puestos nucleares en la noche del 21 de junio.
Desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó los ataques, se suspendieron las conversaciones. La última reunión entre representantes del E3 (Alemania, Francia, Reino Unido) e Irán se celebró en Ginebra el 21 de junio, pocas horas antes de los bombardeos estadounidenses.
Paralelamente, el presidente ruso Vladimir Putin recibió el domingo en el Kremlin a Ali Larijani, destacado consejero del líder supremo iraní, Ali Jamenei, para abordar la cuestión nuclear.
Larijani “transmitió valoraciones sobre el empeoramiento de la situación en Oriente Próximo y sobre el programa nuclear iraní”, declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Putin expresó las “posiciones bien conocidas de Rusia sobre cómo estabilizar la situación en la región y sobre la solución política del programa nuclear iraní”, añadió.
Esta reunión en Moscú no había sido anunciada de previamente.
Rusia mantiene buenas relaciones con Irán, considerado su principal aliado en Oriente Medio, pero no apoyó firmemente a Teherán en su reciente guerra con Israel, ni tras los ataques estadounidenses a instalaciones nucleares.
La semana pasada, Moscú criticó un artículo del medio estadounidense Axios en el que se afirmaba que Putin había “animado” a Irán a aceptar un acuerdo con Washington que impediría a Teherán enriquecer uranio.
Amenazas de sanciones
En 2015, Irán, varias potencias occidentales, China y Rusia alcanzaron un acuerdo que preveía la introducción de importantes restricciones al programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones contra el país.
Pero Estados Unidos se retiró de este acuerdo largamente negociado en 2018, durante el primer mandato de Donald Trump, cuando se volvieron a imponer las sanciones.
Teherán y Washington habían mantenido varias rondas de conversaciones nucleares a través de mediadores omaníes antes de que Israel lanzara su guerra de 12 días contra Irán.
Alemania, Francia, Reino Unido y la Unión Europea reiteraron el jueves pasado a Irán su “determinación” de reactivar las sanciones de la ONU si no hay avances concretos hacia un acuerdo sobre su programa nuclear
El jefe de la diplomacia iraní mantuvo la semana pasada una conversación telefónica con sus homólogos británico, francés y alemán, así como con la jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas.
Durante esta llamada, los diplomáticos europeos comunicaron a Araqchi “su determinación de utilizar el mecanismo de ‘snap-back’ (sanciones, NDLE) en ausencia de avances concretos” hacia un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear iraní. El viernes, el ministro iraní negó que esta amenaza tuviera base “moral o jurídica”.