A un año de la devastadora explosión en el puerto de Beirut que mató a 200 personas, la situación en Líbano parece empeorar con la presencia de Hezbollah y el control del régimen iraní. Foto: AFP.
Acaba de cumplirse un año de la devastadora explosión en el puerto de Beirut que se cobró la vida de más de 200 personas, dejando miles de heridos, familias derruidas, y hogares y comercios destrozados.
El desastre, más que probablemente causado por la imposibilidad de un gobierno libanés tras otro de contener a la milicia terrorista Hezbolá que, de nuevo, con toda probabilidad, acumuló en el puerto el nitrato de amonio (notorio elemento explosivo) que causó la explosión, es solo un lamentable síntoma de la parálisis política del país.
Tras un año del desastre, los observadores, nacionales e internacionales, señalan de nuevo a la clase política libanesa por su incapacidad de investigar al culpable.
Es significativo que, paralelo al inmovilismo judicial corre el de la reconstrucción, puesto que el lugar de la explosión continúa hecho ruinas.
Los productos del puerto que eran perecederos se pudrieron y el gobierno no ha aceptado todavía alguna de las varias propuestas internacionales de reconstrucción.
Los jóvenes del Líbano también se plegaron a la "Privamera árabe" en octubre de 2019. Foto: AFP.
Terrorismo y corrupción
La designación del nuevo primer ministro Najib Mikati dio cierta esperanza de cambio, Mikati ya había servido en el cargo en 2005 y luego del 2011 al 2015, y en esta ocasión dijo que no tiene una varita mágica para corregir la lastimosa situación pero que su intención es dar entrada a ayuda internacional.
Este primer ministro, como los anteriores, pertenece a una élite económica que está alejada de la realidad libanesa, además, está acusado de corrupción. Nada nuevo en la política del Líbano, lamentablemente.
Los analistas señalan que la peor desgracia de el Líbano es que su deplorable estado es básicamente por una malísima gestión de la economía, mal endémico de su sistema.
Si fuera un desastre natural, la ayuda humanitaria internacional se impondría, pero al ser un problema nacional, tanto la corrupción como la libertad de acción del grupo terrorista chiita Hezbolá, es otra cosa.
Ebrahim Raisi, nuevo presidente de Irán, es mucho más conservador que su antecesor Hasán Rohani. Foto: AFP.
Irán observa complacido
Si bien el pueblo libanés sufre, la desunión y el caos en el país del cedro son buenas noticias para Irán, que considera que tiene que armar y fortalecer a su proxi Hezbolá para mantener bajo control cualquier disensión, tanto en aquel país como en la región en general, porque, como saben todas las tiranías, no hay como el malestar social y la penuria económica para imponer autoridad.
La pandemia también se ha cebado en el Líbano y un reciente estudio de la ONU indicó que la mayoría de los 6 millones de habitantes tienen problemas para encontrar comida, medicina, combustible, electricidad y agua potable: el 77% de los hogares no tienen suficiente comida o dinero para comprarla.
Israel ofreció ayuda a su vecino del norte en el mes de julio y tampoco esta propuesta fue respondida. Parece que urge una ayuda internacional, por el bien del pueblo libanés.
Líder chino inaugura megacumbre con mandatarios de Rusia, India e Irán
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El presidente chino, Xi Jinping, criticó el lunes el “comportamiento intimidatorio” en el orden mundial, al inaugurar una cumbre con líderes internacionales que puso a Pekín en el centro de las relaciones regionales. Al abrir la cumbre, Xi exhortó a los líderes, entre ellos Vladimir Putin de Rusia y Narendra Modi de India, a “adherir a la equidad y la justicia... oponerse a la mentalidad de la Guerra Fría, la confrontación campal y el comportamiento intimidatorio”.
La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), celebra una cumbre de dos días en la ciudad norteña de Tianjin con sus diez países participantes: China, India, Rusia, Pakistán, Irán, Kazajistán, Tayikistán, Uzbekistán y Bielorrusia, junto a otros 16 países afiliados como osbervadores o “socios de diálogo”.
China y Rusia se han referido a la OCS como una alternativa a la OTAN. “La actual situación internacional se vuelve caótica e interconectada”, declaró Xi a los asistentes, incluido el bielorruso Alexander Lukashenko. Su crítica al “comportamiento intimidatorio” de algunos países fue una velada referencia a Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump aumentó los aranceles a las importaciones de casi todos los países del mundo.
“Mirando atrás, pese a los tiempos tumultuosos, hemos alcanzado el éxito al practicar el espíritu de Shanghái”, señaló Xi en referencia al nombre del grupo. “Mirando al futuro, con el mundo enfrentando turbulencia y transformación, debemos continuar con el espíritu de Shanghái, mantener nuestros pies en la tierra, avanzar con determinación y realizar mejor las funciones de la organización”, expresó.
Posteriormente, Putin defendió en la cumbre la ofensiva de su país en Ucrania y culpó a Occidente de provocar el conflicto de tres años y medio que ha dejado decenas de miles de muertos. “Esta crisis no fue provocada por el ataque ruso en Ucrania, sino que fue el resultado de un golpe en Ucrania, el cual fue apoyado y provocado por Occidente”, declaró Putin.
“La segunda razón de esta crisis son los constantes intentos de Occidente de llevar a Ucrania a la OTAN”, agregó La cumbre de la OCS arrancó el domingo, antes de un masivo desfile militar previsto esta semana en Pekín para marcar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Xi celebró el domingo numerosas reuniones bilaterales con los líderes visitantes, incluido Lukashenko, un cercano aliado de Putin, así como Modi, quien visita China por primera vez desde 2018. Modi dijo a Xi que India está comprometida con hacer “avanzar nuestras relaciones con base en la confianza mutua, la dignidad y la sensibilidad”.
India y China, los dos países más poblados del mundo, son intensos rivales y compiten por influencia en el sur de Asia, y tuvieron un mortal enfrentamiento fronterizo en 2020. Pero comenzaron a acercarse en octubre, cuando Modi se reunió con Xi por primera vez en cinco años durante una cumbre en Rusia.
Afiches oficiales para la cumbre alinean las calles de Tianjin con expresiones como “beneficio mutuo” e “igualdad” en chino y ruso. Se trata de la mayor reunión del bloque desde su fundación en 2001, y cuenta con la presencia del presidente iraní, Masoud Mezeshkian y su par turco, Recep Tayyip Erdogan.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, inspeccionó una nueva línea de producción de misiles antes de viajar a China para participar en un desfile militar en Pekín, informó el lunes la prensa estatal. Kim recorrió el domingo una fábrica de municiones y afirmó que “la capacidad de producción de misiles ha aumentado rápidamente” en el país, un aliado de Rusia.
También ratificó en la visita “tres nuevos planes de largo plazo ligados a la capacidad de producción de misiles”, informó el lunes la agencia noticiosa oficial KCNA. Corea del Norte ha enviado misiles y otras armas a Rusia para su guerra en Ucrania, junto a miles de soldados, según agencias de inteligencia surcoreana y occidentales.
La visita de Kim a la fábrica ocurrió antes de viajar a Pekín, donde se unirá a gobernantes como el presidente ruso Vladimir Putin, en un desfile militar en la ciudad. La parada militar de Pekín se celebra en conmemoración del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, y es vista por muchos como la primera reunión multilateral internacional en la que participa el líder norcoreano.
Australia expulsó al embajador de Irán por ataques antisemitas
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Australia expulsó el martes pasado al embajador de Irán tras acusar a ese país de estar detrás de ataques incendiarios antisemitas perpetrados en Melbourne y Sídney. Es la primera vez que las autoridades australianas expulsan a un embajador desde la Segunda Guerra Mundial. Los servicios de inteligencia llegaron a la “conclusión profundamente inquietante” de que Teherán dirigió al menos dos ataques antisemitas, aseguró el primer ministro australiano, Anthony Albanese.
Según el gobernante, Teherán estuvo detrás de un ataque incendiario en octubre de 2024 contra una cafetería kosher, el Lewis Continental Cafe, en el suburbio de Bondi, en Sídney. También dirigió un ataque contra la sinagoga Adass Israel en Melbourne en diciembre de ese mismo año, de acuerdo con el primer ministro, que citó las conclusiones del organismo de inteligencia.
“Se trata de actos de agresión extraordinarios y peligrosos orquestados por una nación extranjera en suelo australiano”, dijo Albanese. “Fueron intentos de socavar la cohesión social y sembrar la discordia en nuestra comunidad. Es totalmente inaceptable”, añadió. En respuesta, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Esmail Baqai, negó las acusaciones y prometió una “reacción recíproca” a cualquier medida australiana.
“Rechazamos totalmente la acusación que se ha formulado”, declaró Baqai en una conferencia de prensa semanal. Australia declaró “persona non grata” al embajador iraní Ahmad Sadeghi y le ordenó, junto a otros tres funcionarios, abandonar el país en un plazo de siete días. Canberra también retiró a su representante diplomático en Irán y suspendió las actividades de la embajada en Teherán.
Todos los diplomáticos australianos se encuentran “a salvo en un tercer país”, afirmó el primer ministro. Avanzó además que Australia legislará para incluir los Guardianes Revolucionarios, el ejército ideológico de la República Islámica, en la lista de organizaciones terroristas. Su ministra de Relaciones Exteriores, Penny Wong, indicó que era la primera vez en la posguerra que Australia expulsaba a un embajador.
Sin embargo, dijo, Canberra mantendrá las relaciones diplomáticas con Irán para salvaguardar los intereses de los australianos. El jefe de los servicios de inteligencia australianos, Michael Burgess, dijo que una “minuciosa” investigación había descubierto vínculos entre los ataques antisemitas y los Guardianes Revolucionarios. La pesquisa reveló que la Guardia dirigió los dos ataques y “probablemente” más contra intereses judíos, añadió. Pero los diplomáticos de Irán en el país no estuvieron involucrados.
La embajada de Israel en Australia acogió con satisfacción la intención designar a la Guardia como “organización terrorista”. “El régimen iraní no solo es una amenaza para los judíos o Israel, sino que pone en peligro a todo el mundo libre, incluida Australia. Es una medida firme e importante”, dijo.
Inspectores de la agencia nuclear OIEA retornaron a Irán
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El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha asegurado que un equipo de inspectores de la agencia “está de vuelta en Irán”, por primera vez desde su salida a raíz de la ofensiva militar de Israel contra el país centroasiático en junio, a la que se sumó Estados Unidos con bombardeos contra tres instalaciones nucleares iraníes.
Las autoridades de Irán anunciaron tras los doce días de conflicto, cerrados con un acuerdo de alto el fuego en vigor desde finales de junio, su decisión de suspender su cooperación con el OIEA y acusaron directamente a Grossi por sus informes sobre su programa nuclear y su postura ante la ofensiva israelí-estadounidense.
Grossi ha afirmado ahora en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense Fox News que “el primer equipo de inspectores del OIEA está de vuelta en Irán”. “Estamos a punto de reiniciar (los trabajos)”, ha sostenido, sin que Teherán haya confirmado por ahora este extremo.
Así, ha resaltado que las inspecciones “no fueron posibles” durante la ofensiva militar contra Irán y ha argumentado que, debido a los ataques, los inspectores “abandonaron el país”. “Desde entonces ha habido conversaciones y negociaciones con Irán para un regreso. No es una situación fácil, como se puede imaginar, ya que para algunos en Irán la presencia de inspectores es negativa para la seguridad”, ha agregado.
“Para mí, no es el caso, así que era cuestión de ver qué sería necesario para poder volver y hacer lo que tenemos que estar haciendo”, ha dicho Grossi, quien ha reseñado que “Irán es miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y debe ser sometido a inspecciones”.
En este sentido, ha manifestado que en Irán “hay muchas instalaciones” nucleares. “Algunas fueron atacadas, otras no. Estamos discutiendo el tipo de modalidades, modalidades prácticas, que puedan ser aplicadas para facilitar el reinicio de nuestro trabajo allí”, ha explicado, al tiempo que ha incidido en que un diálogo entre Estados Unidos e Irán para alcanzar un nuevo acuerdo “es más difícil” tras la ofensiva, “pero no imposible”.
“No es imposible en absoluto. Por supuesto, deben cumplirse algunas condiciones”, ha puntualizado el jefe del OIEA, quien ha hecho hincapié en que la labor de los inspectores del organismo “es indispensable”. “Si no estamos comprobando qué está pasando no se puede entrar en una negociación seria, especialmente si se quiere evitar una repetición de lo que se vio en junio”, ha remarcado, en referencia a la citada ofensiva.
Irán acusó a Grossi de “oscurecer la verdad” con un “informe sesgado” que fue “instrumentalizado” por el llamado E3 --Francia, Reino Unido y Alemania-- y Estados Unidos para preparar la resolución aprobada el 12 de junio por la Junta de Gobernadores del OIEA, que sostuvo que Irán estaba violando sus obligaciones por primera vez en dos décadas.
Israel lanzó apenas un día después una ofensiva contra Irán --que respondió disparando misiles y drones contra territorio israelí--, a la que se sumó el 22 de junio Estados Unidos con una serie de bombardeos contra tres instalaciones nucleares iraníes --las de Fordo, Natanz e Isfahán--, si bien desde el 24 de junio hay un alto el fuego en vigor.
Testimonio de un gazatí: “Hamás trajo sufrimiento y miseria para todos”
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Tiene 25 años, estudió derecho y hasta hace poco vivía en la ciudad de Gaza. Hoy duerme en un aula de una escuela en Deir al-Balah, en el centro de la Franja, junto a decenas de familias desplazadas. Un gazatí, cuya vida cambió de un día para otro, cuando la guerra lo obligó a dejarlo todo atrás.
“Vivíamos en el norte, en Gaza City, y nos llegó un folleto del ejército israelí pidiéndonos evacuar hacia el sur”, recuerda. Era el inicio de la ofensiva terrestre. Su familia obedeció y se trasladó. Durante una tregua, intentaron volver para ver su casa, pero lo que encontraron fueron escombros. “Estaba completamente destruida. Decidimos regresar a la escuela; era mejor eso que quedarnos en ruinas”.
La joven periodista dominicana, Vera Pappaterra, entrevistó mediante una video llamada, a un valiente joven árabe palestino residente en la Franja de Gaza, durante un recorrido por Israel a comienzos de agosto.
HAMÁS Y EL ALTO COSTO PARA GAZA
El hombre pidió mantener su identidad en reserva por razones de seguridad. Criticar abiertamente a Hamás en Gaza puede significar represalias, tanto para él como para su familia. “Aquí no se puede hablar libremente. Hay cosas que se dicen solo en voz baja y entre gente de mucha confianza”, admite.
No suaviza su postura: responsabiliza en gran parte a Hamás por la situación actual. “Esto no lo descubrimos después del 7 de octubre. Lo sabemos desde 2007, cuando tomaron el poder por la fuerza, matando incluso a palestinos que no estaban de acuerdo con ellos”, afirma.
Según él, el rechazo de Hamás a integrarse en la Organización para la Liberación de Palestina y a negociar bajo los acuerdos de Oslo fue el detonante del bloqueo israelí. Desde entonces, la Franja ha vivido una secuencia de guerras —2008, 2014 y otras— que deterioraron la vida diaria.
La guerra entre Israel y Hamás ya lleva casi dos años. Foto: AFP
NO PENSARON EN LAS CONSECUENCIAS
La ofensiva del 7 de octubre, asegura, fue otra decisión tomada “sin pensar en las consecuencias” para la población civil. “Podían haber elegido otro camino. En cambio, trajeron sufrimiento y miseria para todos”.
Aun así, reconoce que no toda la responsabilidad recae sobre un solo actor. “No se puede culpar solo a Israel o solo a Hamás. Pero sí creo que Hamás carga con la mayor parte. Israel ofreció levantar el bloqueo si entregaban a los rehenes y dejaban las armas. No lo hicieron”.
HAMBRE Y AYUDA HUMANITARIA
En los últimos meses, la escasez de alimentos se convirtió en una de las caras más visibles del conflicto. El entrevistado habla de niños muertos por inanición y de semanas enteras en las que resultaba imposible conseguir comida. “Comíamos dos cuencos de sopa de lentejas al día, sin nada más. Perdí casi 20 kilos”, cuenta.
El precio de la harina llegó a ser de 50 dólares por kilo, un monto impensable para la mayoría. La situación empezó a mejorar hace apenas tres días, con la entrada de convoyes de ayuda humanitaria. “Ahora cuesta tres dólares. Sigue siendo caro para algunos, pero comparado con 50… es la diferencia entre comer y no comer”.
Pero la distribución no siempre es justa, dice. “Solo hay tres puntos de entrega para más de dos millones de personas. No está organizada ni es equitativa. Hay gente que recibe y gente que no”.
HAMÁS SE QUEDA CON LAS PROVISIONES
Acusa además a Hamás de quedarse con parte de las provisiones. “A cualquier organización que trae ayuda, incluso independientes, le quitan el 30 % de lo que entra. Lo ven como un pago obligatorio, porque se consideran el gobierno”.
BAJO OCUPACIÓN Y SIN TRABAJO
La presencia militar israelí en Gaza es visible, asegura, y hay zonas donde ningún civil puede entrar. Esto ha concentrado a más personas en espacios reducidos, empeorando las condiciones de vida.
Antes de la guerra, muchos gazatíes trabajaban en Israel o en kibutz cercanos. Ahora, esa puerta está cerrada. En su propia familia, la pérdida de empleos en territorio israelí ha tenido un impacto directo. “La diferencia entre los salarios en Gaza y en Israel es enorme. Esos trabajos eran el sustento de muchas familias, y ya no existen”.
La ayuda humanitaria ingresa de manera incesante a Gaza, pero los propios gazatíes denuncian que Hamás se queda con el 30 % de ellas. Foto: AFP
PAZ Y OBSTÁCULOS
Cuando se le pregunta por qué cree que no se logra la paz, su respuesta apunta a los extremos en ambos lados. “En Israel, el ala más radical de la derecha. En Palestina, Hamás y la Yihad Islámica. Todos ellos creen, por razones religiosas absolutas, que la tierra les pertenece por completo, desde el río hasta el mar. Mientras esas ideologías dominen, no habrá paz”.
Reconoce, sin embargo, que hay moderados en ambas sociedades. Recuerda líderes israelíes y palestinos que han defendido la coexistencia, aunque muchos han sido silenciados o eliminados.
Sobre la solución, es clara: “Dos Estados, uno israelí y otro palestino, viviendo lado a lado. Incluso Hamás, en un momento, aceptó las fronteras de 1967. La comunidad internacional debería presionar a ambos para llegar a un acuerdo”.
¿Cree que es posible? “Siempre hay que ver la luz al final del túnel”, dice. Menciona que en Israel hay partidos y ciudadanos que critican a su propio gobierno cuando aumentan los ataques, y que en Cisjordania hay palestinos decididos a buscar la paz. “Con intervención de Estados Unidos y de otros países, sí, todavía es posible”.
En medio del conflicto, el día a día se reduce a sobrevivir: la dieta de lentejas, el pan que hoy es más barato pero mañana podría no estar, el calor y el hacinamiento en un aula que sirve de refugio. Todo está atravesado por la incertidumbre.
“Ahora tenemos harina a tres dólares el kilo, pero si mañana cierran la entrada de ayuda, volvemos a cero”, dice. Esa posibilidad le impide bajar la guardia.
Aún desde el anonimato, su voz busca que el mundo entienda que la ayuda humanitaria no es un regalo. “Es lo que necesitamos para vivir con dignidad. Y la dignidad empieza cuando puedes darle un pedazo de pan a tus hijos sin miedo a que mañana no lo tengas”.