Israel e Irán protagonizaron el domingo otra jornada de intensos ataques aéreos cruzados, en el tercer día de un conflicto que ya ha dejado decenas de muertos. Israel apuntó a instalaciones militares y depósitos de combustible en suelo iraní, incluyendo “decenas” de ataques contra infraestructuras que albergan misiles en el oeste de Irán.
El ejército también anunció la destrucción de un avión iraní de reabastecimiento de combustible en el aeropuerto de Mashhad, así como objetivos en Teherán, como la sede del Ministerio de Defensa y la llamada Organización de Innovación e Investigación Defensiva, que se considera el corazón del proyecto iraní para construir armas nucleares.
En paralelo Irán lanzó una nueva andanada de misiles hacia Israel que alcanzaron varios puntos del país, según el ejército israelí.En Teherán, la televisión estatal anunció la muerte de al menos cinco personas en un edificio residencial. Según un periodista de AFP, hubo “dos explosiones” cerca del Ministerio de Comunicaciones.
El Ministerio de Exteriores acusó a Israel de haber atacado “deliberadamente” uno de sus edificios dejando varios heridos.
En Israel, los ataques del sábado y el domingo de madrugada dejaron diez muertos y más de 200 heridos, según los servicios de emergencia y la policía, llevando a 13 el número fallecidos y a 380 el de heridos desde el viernes.
Los bombardeos israelíes desde el viernes contra Irán han causado al menos 224 muertos y más de 1.000 heridos, indicó el domingo el ministerio de Salud.
“Luego de 65 horas de agresión del régimen sionista (...) 224 mujeres, hombres y niños murieron como mártires”, indicó en X el portavoz del ministerio de Salud, Hosein Kermanpur, y agregó que “más del 90%” de las víctimas son civiles.
El jefe de inteligencia de los Guardianes de la Revolución murió el domingo junto a otros dos oficiales en un bombardeo, según la agencia de prensa oficial Irna.
El conflicto empezó el viernes cuando el ejército israelí lanzó un ataque sin precedentes contra Irán con el objetivo declarado de evitar que se dote de armas nucleares.
Después de décadas de guerra indirecta y operaciones puntuales, se trata de la primera vez que los dos países se enfrentan militarmente con tanta intensidad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aliado de Israel, instó el domingo a ambos países a “llegar a un acuerdo”. El mandatario dijo que era “posible” que su país se involucrara en el conflicto, pero aseguró que “no está involucrado en este momento”.
Pero el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchi, asegura que tiene “pruebas sólidas sobre el apoyo de las fuerzas y bases estadounidenses” en los ataques de Israel.
Por la noche un alto responsable militar iraní, el coronel Reza Sayyad, portavoz de las fuerzas armadas, prometió una respuesta “devastadora” y advirtió que pronto Israel “no será habitable”.
Según la agencia iraní Isna, otro de los objetivos en Teherán fue la sede de la policía, en el centro de la capital, donde a pesar de ello volvieron a abrir cafés y tiendas y se reanudó el tráfico. El jefe de la policía de carreteras, Ahmad Karami, informó a la agencia Irna de un “intenso tráfico en los puntos de salida de la capital” y del “aumento” del número de vehículos que salen de Teherán.
El domingo de madrugada las sirenas volvieron a sonar en varias ciudades de Israel.
En Bat Yam, al sur de Tel Aviv, varios edificios residenciales quedaron destruidos por los ataques iraníes,“¡No queda nada, no hay casa, se acabó!”, dijo Evgenia Doudka, cuyo apartamento quedó destrozado. “Sonó la alarma y fuimos al refugio. De repente, todo el refugio se llenó de polvo, y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que acababa de ocurrir un desastre”.
Gran parte de los misiles y drones iraníes han sido interceptados por su sistema de defensa Cúpula de Hierro , según el ejército israelí, y Estados Unidos ayudó a Israel a derribarlos, dijo el viernes un funcionario estadounidense.
La campaña aérea masiva contra Irán que Israel lanzó el viernes mató a altos cargos del régimen iraní, incluido el jefe de la Guardianes de la Revolución y el jefe del Estado Mayor del ejército, así como nueve científicos del programa nuclear.
Según un alto funcionario estadounidense, Trump se opuso a un plan israelí para asesinar al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
Tanto Israel como los países occidentales acusan a Irán de querer dotarse de armas nucleares, algo que Teherán niega, al tiempo que defiende su derecho a desarrollar un programa nuclear civil.
“Si la agresión se detiene, nuestra respuesta se detendrá”, dijo el ministro de Exteriores iraní, acusando a Israel de tratar de “descarrilar” las negociaciones nucleares que habían comenzado en abril con Estados Unidos.
Los ataques de Israel apuntaron entre otros al centro de enriquecimiento de uranio de Natanz, en el centro del país, cuya parte superficial fue destruida según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según dijo Netanyahu en una entrevista en Fox News el domingo, el ejército de Israel destruyó “la instalación principal de Natanz, la principal planta de enriquecimiento” de uranio del país.
Fuente: AFP