La nueva ministra de Cultura francesa consideró este jueves que hay “un amplio consenso” para reconstruir “tal y como era” la aguja de la catedral de Notre Dame de París, que se desplomó en el incendio sufrido en el 2019. ”Hay un amplio consenso en la opinión pública y entre quienes toman las decisiones para reconstruir tal y como era” la aguja, dijo Roselyne Bachelot a la radio France Inter, horas antes de que se reúna una comisión que discutirá este tema.
Bachelot puntualizó a la vez que será difícil que sea “exactamente idéntica” y subrayó que la decisión final corresponderá en principio al presidente Emmanuel Macron. Además de la aguja, en la reunión se abordará la reconstrucción del tejado y del armazón de este monumento gótico mundialmente conocido y cuyo incendio en abril del 2019 conmocionó a toda Francia.
El debate sobre la reconstrucción de la aguja, uno de los símbolos de París, suscita divisiones desde hace varios meses, especialmente entre quienes prefieren conservar la estética de la original y quienes quieren incluir un "gesto arquitectónico contemporáneo", tal y como se mostró partidario Macron.
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El arquitecto responsable de las obras, Philippe Villeneuve, es abiertamente hostil a esta segunda opción. Por ahora, las obras de Notre Dame, que fueron suspendidas durante el confinamiento, se encuentran en la delicada fase de retirada del andamio instalado antes del devastador incendio y completamente deformado por las llamas. Esta operación finalizará como muy tarde a finales de setiembre, tras lo cual podrá iniciarse la restauración propiamente dicha.
Macron fijó un plazo de cinco años para finalizar la reconstrucción de la catedral, segundo monumento histórico más visitado de Europa.
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Fuente: AFP
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Las discrepancias sobre el acuerdo UE-Mercosur que preocupan a la agricultura europea
El proyecto de acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur preocupa al sector agrícola europeo, especialmente en Francia, que teme que los productos latinoamericanos inunden su mercado. Pero ¿cuáles son las cifras? Bruselas asegura que solo serán “pequeños volúmenes”, pero esto ya eleva el riesgo de desestabilización en algunos sectores.
En la mesa de negociaciones
Hay todavía tres cuestiones sobre la mesa: la UE pide compromisos a los países del Mercosur --bloque formado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, aunque esta última no participa en el acuerdo-- sobre la deforestación y el clima, a la vez que Brasil reclama poder proteger sus industrias estratégicas, como el automóvil. La discrepancias sobre el sector agrícola siguen abiertas desde 2019.
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Volúmenes agrícolas
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, habla de “pequeños volúmenes” comparando las cuotas de importaciones previstas a las producidas anualmente por el bloque. El tratado reducirá o eximirá de tasas aduaneras a un máximo de 99.000 toneladas de carne bovina, lo que representa un 1,6 % de la producción de la UE. El límite será de 25.000 toneladas en la carne porcina (0,1 % de la producción comunitaria), de 180.000 toneladas para las aves de corral (1,4 %) y de 190.000 toneladas para el azúcar (1,2 %).
A cambio, Bruselas asegura que el acuerdo supondrá una oportunidad de mercado para productos europeos hasta ahora frenados en América Latina como el vino (tasado actualmente a un 27 %) o los quesos, que pueden beneficiarse del “auge de una clase media” en el subcontinente. El gobierno español, que respalda el acuerdo, destaca también el caso del aceite de oliva, pero los sindicatos agrícolas del país, especialmente los ganaderos, están preocupados.
Sectores expuestos
Aunque los volúmenes previstos son bajos respecto a la producción europea, ya sacuden algunos sectores. Patrick Bénézit, vicepresidente de la asociación interprofesional de carne bovina en Francia, señala que los países del Mercosur ya suministran la mayor parte de importaciones de solomillos, las piezas “nobles”. La producción de solomillos en Europa “es de 400.000 toneladas en razas bovinas, por lo que la irrupción de 99.000 toneladas ya tiene un impacto”.
Los productores de pollo también temen que sus homólogos brasileños se centren en las piezas más rentables, los filetes. Para el sector del azúcar, ya afectado por las facilidades aduaneras acordadas a Ucrania, el tope de 190.000 toneladas representa la mitad de las exportaciones a otros países de la UE de Francia, una de las naciones más contrarias al tratado.
Y los productores de etanol, de miel o de cerdo también están en riesgo, afirma Stefan Ambec, economista del instituto de investigación INRAE, que anticipa una caída de los precios pagados a los agricultores europeos. “Los costes de producción difieren y el problema es que las normas sanitarias y ambientales no son las mismas”, explica.
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Las normas
La Comisión rebate que “todo producto de Mercosur deberá respetar las estrictas normas de la UE en materia de seguridad alimentaria”. El acuerdo de libre comercio CETA firmado con Canadá, por ejemplo, no alcanza desde hace seis años las cuotas de exportación de carne porque no hay suficiente producción que cumpla con las normas comunitarias, destaca un funcionario europeo. Pero Bruselas admite que “las condiciones de producción” en el Mercosur no serán necesariamente las mismas que en Europa.
Por ello, los contrarios al tratado piden “cláusulas espejo”, es decir, que las reglas impuestos a los agricultores europeos en materia social, ambiental o de bienestar animal se apliquen también a los productores del Mercosur para evitar distorsiones de competencia. “Se vende como un acuerdo de nueva generación que tienen en cuenta los aspectos ambientales y climáticos, pero los compromisos son débiles: no hay ninguna condicionalidad”, advierte Ambec.
Los controles
Otra cuestión es cómo garantizar el cumplimiento de las normas sanitarias. “En teoría, la carne tratada con antibióticos u hormonas de crecimiento no puede entrar, pero en la práctica su trazabilidad es imperfecta”, dice Ambec.
“Hay inspecciones de mataderos organizadas con la Comisión, pero no es fácil controlar al ganado antes de esa etapa. El seguimiento desde el nacimiento hasta el matadero, en el Mercosur, solo existe en Uruguay”, explica este economista.
De hecho, una auditoría de la UE acaba de revelar fallos en los controles de la carne bovina en Brasil, incapaces de garantizar la ausencia de la hormona oestradiol, prohibida en Europa. A la espera de revisar estos procesos, Brasil ha suspendido sus exportaciones.
“Freno de emergencia”
El acuerdo incluye “una cláusula de salvaguardia”, una especie de “freno de emergencia” en caso de aumento repentino de las importaciones o de efectos perversos en el mercado, señala la Comisión Europea. Pero esta cláusula “no define” las condiciones precisas, apunta Ambec, lo que complica su activación y el restablecimiento de aranceles sin medidas de represalia.
Fuente: AFP.
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El presidente francés visita Sudamérica para buscar una “asociación estratégica”
El presidente Emmanuel Macron busca “relanzar la cooperación” de Francia con América Latina en un viaje que le llevará a partir del sábado a Argentina, Brasil y Chile, indicó este jueves su oficina. La visita comenzará el sábado en Buenos Aires, donde conversará con su homólogo ultraliberal Javier Milei, a quien buscará atraer al “consenso internacional” sobre los retos globales como el clima, precisó la presidencia.
Este consenso estaría en entredicho “tras las elecciones estadounidenses”, alertó esta fuente, el mismo día en que Argentina se retiró de la 29ª conferencia sobre el cambio climático de la ONU (COP29), que se celebra en Bakú. El viaje a Sudamérica, 60 años después del realizado durante tres semanas por el entonces presidente y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Charles de Gaulle, tiene lugar con motivo de la cumbre del G20 en Brasil, prevista lunes y martes.
Y en un contexto de tensión sobre el acuerdo comercial en negociación entre la Unión Europea y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), cuya firma rechaza Francia en su forma actual. Los agricultores franceses prevén protestas a partir del lunes. Durante la cumbre del G20, centrada en el desarrollo sostenible, la transición energética y la lucha contra la pobreza, Macron se reunirá con su par chino, Xi Jinping, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, y con el primer ministro indio, Narendra Modi.
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En Buenos Aires, Macron buscará “profundizar la asociación estratégica e histórica” en ámbitos como la defensa, la transición energética y el transporte, en un contexto de apertura a la “inversión extranjera” y con el objetivo de “mejorar la situación económica” de Argentina, según la presidencia. La visita también tendrá un componente conmemorativo, con una visita el domingo a la iglesia de Santa Cruz, donde el jefe de Estado francés rendirá homenaje a la veintena de ciudadanos franceses, entre ellos dos religiosas, desaparecidos durante la dictadura argentina (1976-1983).
Chile cerrará la gira sudamericana miércoles y jueves. Además de visitar la casa del poeta Pablo Neruda y de una reunión con el presidente chileno, el izquierdista Gabriel Boric, Macron pronunciará un discurso ante el Parlamento en Valparaíso sobre las relaciones con América Latina. En esta ciudad portuaria, el presidente francés conversará con científicos a bordo de un rompehielos, de cara a la Conferencia de la ONU sobre los Océanos prevista en junio de 2025 en Niza, en el sureste de Francia.
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Fuente: AFP.
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Francia busca bloquear el acuerdo UE-Mercosur por “todos los medios”
Francia moviliza “todos los medios” para bloquear la adopción del acuerdo entre la Unión Europea y los países del Mercosur, afirmó este jueves su ministro de Economía, Antoine Armand, cuando los agricultores franceses preparan nuevas protestas. “Usamos todos los medios, incluso medios institucionales y de votación a nivel europeo, para que el [acuerdo del] Mercosur en su forma actual no se apruebe”, aseguró Armand durante una entrevista a SudRadio.
Figuras de todo el arco político y el sector agropecuario de la segunda economía de la UE se han movilizado, con una excepcional unanimidad, contra la firma de este acuerdo, en nombre de la defensa de la agricultura y el medio ambiente. La Comisión Europea, que negocia en nombre de todos los países de la UE, parece decidida a firmar antes de fin de año este tratado comercial con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que no se aplicaría a Bolivia, último miembro del Mercosur.
Para bloquear la decisión, Francia busca convencer a los otros 26 países de la UE para reunir una minoría de bloqueo en el Consejo, una instancia que reúne a los gobiernos del bloque, ante la presión de Alemania y España que presionan por aprobarlo. “Estamos trabajando con los países europeos para hacerles entender el peligro que representa este acuerdo”, subrayó el funcionario francés. “Es inaceptable e intolerable para nuestros agricultores”, agregó.
Más de 600 parlamentarios franceses (diputados, senadores y diputados europeos) escribieron el martes a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para manifestar su oposición al tratado. Los sindicatos agropecuarios están convocando manifestaciones a partir de la próxima semana, menos de un año después de una movilización histórica, contra este acuerdo, que se empezó a negociar hace más de dos décadas.
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En pie de guerra
Dirigentes de todo el arco político francés y el sector agropecuario se movilizan con una excepcional unanimidad contra la firma de un acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, en nombre de la defensa de la agricultura y el medio ambiente. La Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) parece decidida a firmar antes de fin de año un tratado de libre comercio con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, aunque esta última no participa en el acuerdo), contra el parecer de Francia, que lo rechaza en los términos actualmente planteados.
El primer ministro francés, Michel Barnier, declaró en Bruselas este miércoles que “en las condiciones actuales, este acuerdo no es aceptable para Francia y no lo será”. “Recomiendo que no se ignore la posición de un país como Francia”, agregó tras mantener una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Más de 600 parlamentarios franceses (diputados, senadores y diputados europeos) escribieron el martes a Von der Leyen para afirmar su oposición al tratado.
Para bloquear la decisión, Francia necesita una minoría de bloqueo, de por lo menos cuatro de los 27 países de la UE, en el Consejo, una instancia que reúne a los gobiernos del bloque. Alemania y España presionan por sacar adelante el acuerdo, Polonia y Austria expresaron su oposición y otros países --como Italia, Irlanda y Países Bajos-- se reservan su posición por ahora, según fuentes diplomáticas en Bruselas.
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El objetivo no es “bloquear” a Francia
Los sindicatos agropecuarios están convocando manifestaciones, menos de un año después de una movilización histórica, con bloqueos de carreteras en toda Francia, por reivindicaciones del sector. Los productores agrícolas, que siguen denunciando la burocracia y los bajos ingresos, están golpeados por las malas cosechas y las pérdidas relacionadas con nuevas enfermedades animales y en estado de alerta por la perspectiva de una firma del acuerdo con el Mercosur.
La alianza sindical agrícola mayoritaria formada por la FNSEA y los Jóvenes Agricultores (JA) lanzó el miércoles un llamamiento a una movilización nacional de agricultores “a partir del lunes” 18 de noviembre. Principalmente, quieren “hacer oír [...] la voz de Francia” durante el G20 que se celebrará este mes en Brasil. “Europa no debe convertirse en un colador y no puede importar productos que no respetan ninguna de nuestras normas”, declaró a la radio France Inter el presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau. “Nuestro objetivo no son las autopistas”, precisó y añadió que tampoco es “bloquear” ni “matar de hambre” a Francia.
Los sindicatos mayoritarios argumentan que los franceses encontrarían en sus platos más productos cultivados con pesticidas prohibidos en la UE o criados con antibióticos que activan el crecimiento de los animales. La Coordinación Rural, segundo sindicato más representativo, promete “una revuelta agrícola” a partir del 19 de noviembre”, con un “bloqueo del transporte de alimentos”. Un sindicato minoritario, Confederación Paisana, participó el miércoles en varias manifestaciones contra el Mercosur en Bruselas, París y en el sur de Francia.
Fuente: AFP.
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Unos 600 parlamentarios franceses se oponen al acuerdo UE-Mercosur
Más de 600 parlamentarios franceses de varios grupos afirmaron en un mensaje a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, su oposición al proyecto del acuerdo de libre comercio UE-Mercosur, que podría firmarse en el G20 el 18 y el 19 de noviembre. Francia se ha convertido en el principal opositor europeo a un tratado de libre comercio con los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia), alegando que el documento no protege debidamente a los agricultores de la UE.
“No imaginamos, señora presidenta, que pueda tomar la iniciativa de un voto en el Consejo y en el Parlamento contra la expresión democrática de la casi unanimidad de los parlamentarios franceses”, escriben diputados, senadores y diputados europeos de varios grupos parlamentarios. “Tampoco concebimos que la Comisión y el Consejo se olviden de la oposición de Francia, gran país fundador de la Unión”, añaden.
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Advierten además que “una situación así generaría sin ninguna duda una deflagración democrática en nuestro país, que ya se encuentra bajo la amenaza política de un populismo antieuropeo”. La ministra de Agricultura, Annie Genevard, dijo el domingo estar convencida de que este acuerdo de libre comercio “no se firmará” en la cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Para los parlamentarios firmantes de la misiva, Francia estableció “tres condiciones a la firma del acuerdo: ‘no aumentar la deforestación importada en la Unión Europea, adecuar el tratado al Acuerdo de París sobre el clima e instaurar medidas espejo en materia sanitaria y medioambiental. Claramente, estas condiciones no se cumplen”.
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Este acuerdo de libre comercio, “que prevé la apertura de cuotas adicionales sin derechos de aduana o con tasas reducidas para la carne de vacuno, las aves de corral, el maíz, el azúcar y el etanol, se haría en detrimento de los productores y ganaderos europeos, en un contexto de distorsiones de la competencia y de ‘ingenuidad culpable’ con la ausencia de controles sobre los productos importados”, subrayan los signatarios.
Las negociaciones de la UE con el Mercosur se reanudaron en los últimos meses bajo el impulso de Estados miembros como Alemania o España. La perspectiva de un acuerdo provoca la cólera de los sindicatos agrícolas franceses, que anuncian una movilización para mediados de noviembre.
Fuente: AFP.