Sao Paulo, Brasil | AFP |
El presidente Jair Bolsonaro, que pasará por una nueva cirugía el domingo próximo, aseveró este lunes que comparecerá ante la Asamblea General de la ONU para defender la posición de Brasil sobre la Amazonía "aunque sea en silla de ruedas".
"Voy a comparecer ante la ONU aunque sea en silla de ruedas, en camilla, voy a comparecer porque quiero hablar sobre la Amazonía", dijo Bolsonaro a periodistas frente a su residencia oficial en Brasilia. Brasil tradicionalmente realiza el primer discurso de la Asamblea General, previsto para el 24 de septiembre.
Bolsonaro pasará el domingo por una cuarta cirugía, resultante de la puñalada en el abdomen que recibió el 6 de septiembre de 2018 en un acto electoral. Los médicos estiman un reposo de diez días.
Los incendios de las últimas semanas en la Amazonía han provocado una crisis ambiental y diplomática.
Brasil supeditó el recibimiento de una ayuda de 20 millones de dólares ofrecida por los países del G7 para luchar contra los incendios a que el presidente francés, Emmanuel Macron, se retracte de pronunciamientos en los que evocó una posible internacionalización de la Amazonía brasileña, una región esencial para el equilibrio climático del planeta.
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Bolsonaro decidió objetivos de supuesta red de espionaje ilegal
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro integró el núcleo principal de una supuesta red clandestina de inteligencia durante su mandato (2019-2022) y estuvo a cargo de decidir los posibles blancos de acciones de espionaje, según un informe policial difundido este miércoles.
El líder de la derecha y ultraderecha en Brasil ya es juzgado por la corte suprema por un presunto intento de golpe de Estado para mantenerse en el poder a pesar de su derrota electoral frente al actual presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en 2022.
También le pesa una inhabilitación electoral hasta 2030 por haber cuestionado sin pruebas el sistema de votación.
En un caso separado, la Policía Federal investigó a Bolsonaro por el caso conocido como “Abin paralela”, que busca determinar si la agencia brasileña de inteligencia (Abin) fue utilizada para diseminar desinformación y espiar a opositores e instituciones durante el gobierno del ultraderechista.
La policía identificó al exmandatario como integrante del “núcleo político” de la supuesta red de espionaje junto a su hijo Carlos, un concejal de Río de Janeiro, según un informe de la investigación difundido por un juez de la corte suprema.
“Ese núcleo fue responsable por definir las directrices estratégicas de la organización criminal, determinar los objetivos de las acciones clandestinas” y “beneficiarse políticamente de las operaciones”, detalló el texto, de más de mil páginas.
Y añadió: “Era el centro decidido y el principal destinatario de las ‘ventajas’ ilícitas (manutención del poder y los ataques a adversarios)”.
La policía recomendó imputar en el caso a más de 30 personas. Entre ellos, Carlos Bolsonaro, señalado por los crímenes de organización criminal armada y tentativa de abolición violenta del Estado democrático.
El expresidente Jair Bolsonaro, que ya enfrenta esos cargos por liderar la supuesta trama golpista, no fue incluido en esa lista.
Según la policía, entre los espiados había opositores, periodistas y autoridades de los tres poderes públicos, como el juez de la corte suprema Alexandre de Moraes, a quien Bolsonaro ha llamado “dictador” en el pasado.
Moraes, a cargo de la investigación sobre espionaje ilegal y otros casos que involucran a Bolsonaro, levantó el miércoles el sigilo sobre el informe de la policía.
Los sospechosos habrían interceptado computadoras y celulares, incluso usando el software de espionaje israelí FirstMile, que permite rastrear la geolocalización de los teléfonos.
La recomendación de inculpación incluye también al director actual de la Abin, Luiz Fernando Correa, quien consideró bajo el mandato de Lula y es sospechoso de entorpecer la investigación.
Bolsonaro, de 70 años, puede ser condenado a hasta 40 años de cárcel por las acusaciones de golpismo. Él niega los cargos y dice ser un “perseguido”.
Aunque está inhabilitado, insiste en que quiere ser candidato en las elecciones de 2026.
- Fuente: AFP
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Policía brasileña tiene suficientes indicios y pide inculpar a Bolsonaro en esquema de espionaje ilegal
La policía brasileña recomendó este martes inculpar al expresidente Jair Bolsonaro por un presunto esquema de espionaje ilegal a autoridades y personas públicas durante su gobierno, confirmando uno de sus hijos.
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Esta sospecha policial se suma a un juicio en curso al exmandatario de extrema derecha ante la corte suprema, acusado de liderar una trama golpista en 2022, ya su inhabilitación electoral hasta 2030 por haber cuestionado sin pruebas el sistema de votación.
La policía cree que hay indicios suficientes para inculpar a Bolsonaro en el caso conocido como “Abin paralela”, que investiga si la agencia brasileña de inteligencia (Abin) fue utilizada para espiar a objetivos definidos por el gobierno bolsonarista (2019-2022).
“La Policía Federal concluyó su investigación sobre la existencia de una organización criminal que vigilaba ilegalmente a las autoridades públicas y producía noticias falsas”, indicó el organismo en un comunicado.
“El informe final fue remitido al Supremo Tribunal Federal” mientras el trámite sigue “bajo reserva”, agregó.
“Jair Bolsonaro nunca fue ni oído en este proceso (...) e incluso así fue indicado”, se quejó uno de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, en su cuenta de la red social X.
También confirmó que su hermano, el concejal Carlos Bolsonaro, está entre los apuntados por la policía.
Según la prensa brasileña, entre los espiados a través de sus computadoras y celulares había periodistas y autoridades de los tres poderes públicos, como el juez de la corte suprema Alexandre de Moraes, a quien Bolsonaro ha llamado “dictador” en el pasado.
La recomendación de inculpación incluye a 35 personas, entre ellas al diputado y exdirector de la Abin Alexandre Ramagem, y el director actual, Luiz Fernando Correa, quien se consideró bajo mandato del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y es sospechoso de entorpecer la investigación, de acuerdo con medios locales.
Bolsonaro, de 70 años, enfrenta actualmente un juicio ante la corte por un presunto intento de golpe de Estado en 2022, señalado de haber liderado sin éxito un plan para impedir la asunción de Lula, luego de que lo derrotara en las elecciones de ese año.
Según la fiscalía, el supuesto plan golpista se frustró por falta de apoyo militar.
Junto a siete excolaboradores, podrían enfrentar hasta 40 años de cárcel. Él niega las acusaciones y dice ser un “perseguido”.
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El expresidente está inhabilitado electoralmente hasta 2030 por haber cuestionado sin pruebas la confiabilidad del sistema de urnas electrónicas, pero insiste en que quiere ser candidato en 2026.
Fuente: AFP
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Detienen a exministro de Bolsonaro sospechoso de obstrucción al juicio por golpismo
La policía brasileña detuvo este viernes a un exministro de Jair Bolsonaro sospechoso de obstrucción al juicio del expresidente por un presunto intento de golpe de Estado en 2022, confirmó una fuente de la investigación.
Gilson Machado, extitular de Turismo, declaró ante la policía señalada de intentar ayudar a fugarse del país al teniente coronel Mauro Cid, ex mano derecha de Bolsonaro que colabora como delator ante la corte suprema y es coacusado en el juicio por la trama golpista.
La fiscalía acusa al exmandatario de extrema derecha de haber liderado sin éxito un plan para impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, luego de que lo derrotara en las elecciones de octubre de 2022.
Este viernes se ejecutaron “la detención de Machado y las declaraciones (ante la policía) de él y Cid”, dijo una fuente de la investigación a la AFP.
La Policía Federal informó en una nota que cumplió “dos órdenes de allanamiento y una orden de prisión preventiva expedidas por el Supremo Tribunal Federal” en Recife (noreste) y Brasilia.
Machado se hizo conocido como “el ‘sanfoneiro’ de Bolsonaro” porque solía tocar la ‘sanfona’ (zanfoña) en transmisiones en directo del exmandatario (2019-2022).
Antes de ingresar a prisión, el exministro empresarial haber hecho gestiones ante el consulado de Portugal en Recife para conseguirle un pasaporte a Cid que le permitiría salir de Brasil y evadir su eventual condena.
“No maté, no trafiqué droga, (...) sólo pedí un pasaporte para mi padre, por teléfono”, aseveró Machado a los periodistas.
Cid también fue objeto de un allanamiento y debía declarar ante la policía. Según la fiscalía, el supuesto plan golpista de Bolsonaro se frustró por falta de apoyo de las fuerzas armadas.
El expresidente, de 70 años, y siete excolaboradores podrían enfrentar hasta 40 años de cárcel si fueran encontrados culpables.
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Bolsonaro se dice inocente y dice ser un “perseguido”. El exmandatario declaró esta semana ante la corte y aseguró que nunca barajó la idea “abominable” de un golpe.
También negó el testimonio previo de Cid, firmante de un acuerdo de delación premiada con la justicia, quien afirmó que el expresidente “ajustó” un supuesto documento que preveía el estado de sitio y la invalidación de las elecciones de 2022.
Bolsonaro está inhabilitado electoralmente hasta 2030 por haber cuestionado sin pruebas la confiabilidad del sistema electoral.
Pero insiste en que quiere postularse en las presidenciales de 2026, a las que Lula, de 79 años, también podría presentarse como candidato de la izquierda.
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Policía interroga a Bolsonaro sobre su hijo días antes de tener que declarar por su caso de golpismo
La policía de Brasil interrogó este jueves a Jair Bolsonaro sobre uno de sus hijos investigado por posible obstrucción a la justicia, mientras el expresidente se prepara para responder desde el lunes en un juicio por presunto golpismo ante la corte suprema.
El exmandatario de extrema derecha (2019-2022) declaró en Brasilia sobre supuestas gestiones del diputado Eduardo Bolsonaro para lograr sanciones del gobierno de Estados Unidos contra autoridades judiciales brasileñas, a las que acusa de “perseguir” a su padre.
La corte ordenó la semana pasada investigar si el tercero de los cinco hijos de Bolsonaro busca entorpecer el juicio en curso contra el expresidente y excolaboradores suyos por un intento fallido de golpe de Estado en 2022.
La fiscalía acusó a Jair Bolsonaro, de 70 años, de buscar el apoyo de las fuerzas armadas para impedir la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva luego de que lo derrotara en las elecciones de ese año.
De ser hallado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de cárcel.
Tras declarar ante la policía, Bolsonaro dijo este jueves a periodistas que la próxima semana responderá “sin ningún problema” a las preguntas ante la corte por la supuesta trama golpista.
“Es una excelente idea que hablemos en vivo sobre golpe de Estado, estoy muy feliz de tener la oportunidad de aclarar lo que ocurrió”, afirmó el capitán retirado del Ejército.
Reconoció además que transfirió “dinero legal, limpio” por la suma de dos millones de reales (unos 358 mil dólares) a su hijo, quien se mudó a Washington en febrero bajo el argumento de que la justicia brasileña intentaría prohibirle salir del país.
“El financiamiento de mi hijo no es para ningún acto ilegal”, afirmó, y defendió que Eduardo Bolsonaro trabaja “por la democracia en Brasil”.
Amenaza
La corte suprema accedió la semana pasada a un pedido de la fiscalía para investigar al hijo de Bolsonaro, quien también fue llamado a declarar pero no concurrió, por “coacción” y obstrucción al juicio contra su padre.
Desde Washington, Eduardo Bolsonaro “amenaza” a fiscales, policías y jueces, según la fiscalía.
El diputado ha solicitado sanciones para funcionarios brasileños como el retiro de visa para Estados Unidos, el bloqueo de bienes y la prohibición de establecer relaciones comerciales con cualquier estadounidense.
También publicó mensajes con “un manifiesto tono intimidatorio”, contra “agentes públicos” y “los jueces del proceso penal” que enfrenta a su padre, según la fiscalía.
El activismo de Eduardo Bolsonaro ha tenido eco en el partido republicano y el gobierno de Donald Trump.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, afirmó en mayo que había una “gran posibilidad” de que Washington sancionara al juez supremo brasileño Alexandre de Moraes por una supuesta “censura” y “persecución política” contra la derecha brasileña.
Moraes es relator del juicio contra Bolsonaro, a quien interrogará a partir del lunes. Además es responsable de la investigación sobre su hijo.
Tras las declaraciones de Rubio, el presidente Lula salió en defensa del magistrado.
“¿Qué historia es esa de que Estados Unidos quiera criticar algo de la justicia brasileña?”, dijo el domingo, y repudió que el gobierno de Trump “quiera procesar a Alexandre de Moraes”.
Bolsonaro está inhabilitado electoralmente hasta 2030 por haber cuestionado sin pruebas el sistema de votación, pero se mantiene como líder de la derecha e insiste en que quiere ser candidato en las presidenciales de 2026, a las que Lula también podría presentarse.
Eduardo aparece entre los nombres barajados en sondeos de opinión para reemplazar a su padre si él no concurriera a las urnas.
Fuente: AFP