París, Francia | AFP
Las universidades estadounidenses, con Harvard a la cabeza, dominan la edición 2018 del ranking de Shanghái, publicado este martes, en el que sólo dos centros iberoamericanos aparecen entre los 200 mejores.
En la posición 180ª, la Universidad de Barcelona es la más valorada entre los centros iberoamericanos. La siguen la Universidad de Sao Paulo y la de Buenos Aires en las posiciones 195 y 262, respectivamente.
El ranking de Shanghái es un estudio elaborado desde 2003 por el gabinete independiente Shanghai Ranking Consultancy, que evalua 500 establecimientos de enseñanza superior de todo el mundo.
En la edición de 2018, el top 10 de este ranking es idéntico al del año pasado. Harvard lidera por decimosexto año consecutivo la clasificación, seguida por su compatriota Stanford y la británica Cambridge.
Las universidades estadounidenses ocupan ocho de las diez primeras plazas.
Como el año pasado, sólo cuatro establecimientos no estadounidenses se encuentran entre los veinte mejores: Cambridge, Oxford, la University College de Londres y el Instituto federal de tecnología de Zúrich (Suiza), en la decimonovena posición.
Diez universidades españolas aparecen en la clasificación. La Complutense de Madrid (213), la Pompeu Fabra de Barcelona (240) y la Universidad de Granada (268) se encuentran entre las 300 mejores.
Otros centros iberoamericanos que aparecen en posiciones destacadas son la Universidad Federal de Rio de Janeiro (314) y la Universidad de Chile (361).
La clasificación de Shanghái, presentada como "la más fiable", tiene en cuenta seis criterios, por ejemplo, el número de premios Nobel, las medallas Field, el número de investigadores más citados por disciplina o las publicaciones en las revistas Science y Nature.
Cada año este famoso ranking recibe críticas de ser demasiado sesgado y de beneficiar a las universidades anglosajonas y los buenos resultados de estos centros en el pasado, en lugar de la calidad de la enseñanza en el presente.
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Conocé a las universidades del futuro en el suplemento especial de este domingo
Las universidades con énfasis en empleos del futuro serán destacadas este domingo 28 de enero en un suplemento especial impreso y digital del diario La Nación gracias a su apuesta por la inversión en tecnología, centros de empleabilidad, innovación en carreras y la actualización constante en su malla curricular.
El experto en empleos, Enrique López Arce, explicó a La Nación/Nación Media que mediante una evaluación que se llevó a cabo por primera vez en el país se estudió la inversión en tecnología, la plataforma virtual, el apoyo a los egresados a conseguir empleos, y la inversión en infraestructura, por lo cual fueron seleccionadas las instituciones educativas sobresalientes.
El material será de gran utilidad para la ciudadanía, pues servirá para dar a conocer a las casas de estudio que se preocupan por el perfil de salida de sus educandos. “Han sido reconocidas por tener las dimensiones de una universidad del futuro con todos los puntos mencionados y también con centros y programas de empleo”, remarcó.
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Señaló que hoy Paraguay cuenta con un porcentaje de instituciones de educación superior muy calificadas. “Estas también generan bolsas de empleo con empresas privadas, tienen acuerdos para que dentro de la malla curricular misma”, aseveró López Arce. Otra de las dimensiones tiene que ver con las carreras y mallas que necesita el mercado laboral, lo cual es muy importante para la sociedad.
Apuntó que el aspecto que a tener en cuenta para el año que viene puede ser la internacionalización que tiene que ver con los convenios o experiencias en el extranjero para formar y dar mayor empleabilidad a los profesionales. “Son el 30 % del total las que han sido reconocidas y lo importante es que el objetivo del premio es que las que no fueron reconocidas se pongan las pilas para ayudar. También pueden acercarse y contarnos están haciendo a favor del empleo”, manifestó a LN/NM.
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China: el covid desborda los hospitales en Shanghái
Tres años después de la aparición de los primeros casos mundiales de coronavirus en su territorio, China se enfrenta a una ola de enfermos desde el levantamiento de las medidas draconianas de su política “cero covid” el mes pasado. En los desbordados hospitales de Shanghái, los pacientes ancianos enfermos de covid -que tosen, gimen y tienen dificultad para respirar- colman los servicios de emergencia.
Estas restricciones, que permitieron que la mayoría de los chinos se libraran en gran medida del virus desde 2020, provocaron una frustración creciente de la población y asestaron un duro golpe a la economía. En Shanghái, una de las ciudades más ricas de China, la situación sanitaria es especialmente crítica. Desde diciembre 2022, aproximadamente 70% de la población, es decir, unos 18 millones de personas, habría contraído el virus según los medios de comunicación oficiales.
En dos hospitales de la megalópolis, la AFP observó el martes a cientos de pacientes, en su mayoría ancianos, tumbados sobre camillas en medio de servicios de emergencia saturados. Muchos están conectados a perfusiones o botellas de oxígeno y permanecen bajo supervisión cardíaca. La mayoría están envueltos con mantas, abrigos gruesos y gorros de lana. Algunos parecen inanimados. Otros reciben tratamiento fuera del edificio, en la acera, por falta de espacio.
Cifras desfasadas de la realidad
En el hospital Huashan, cerca del lugar donde en noviembre estallaron manifestaciones contra el cansancio de la política “cero covid”, un joven se coloca al lado de la cama de otro paciente anciano y lo protege de las idas y venidas de la multitud que recorre el lugar.
En una sala de espera del hospital Tongren, en el oeste de Shanghái, una enfermera acerca con cuidado una pajita a los labios secos de un paciente. Está conectado a un tanque de oxígeno. Mientras tanto, un médico con visera y bata blanca se ocupa de una anciana que tiembla bajo una gruesa manta.
Ante la afluencia de enfermos, médicos infectados con covid siguen trabajando sin descanso, según testimonios recogidos por la AFP en hospitales de todo el país. Shanghái no es la excepción y, de vez en cuando, el personal sanitario deja escapar una tos seca.
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Las autoridades reconocen que, en la actualidad, la magnitud de la epidemia es “imposible” de determinar, ya que las pruebas de detección del coronavirus ya no son obligatorias y los datos son fragmentarios. En poco tiempo, el sistema de salud se vio desbordado. Las farmacias carecen de medicamentos para bajar la fiebre y los crematorios no dan abasto debido a la afluencia de cuerpos.
La Comisión Nacional de Salud (NHC), que tiene carácter ministerial, dejó de publicar las cifras diarias de casos y muertes. Actualmente, es el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el que se encarga de ello, pero, a partir de la próxima semana, lo hará solamente una vez por mes. Las autoridades también revisaron los criterios para atribuir una muerte al covid. Desde principios de diciembre, sólo se registraron 15 decesos relacionados con el virus en el país de 1.400 millones de habitantes. Cifras que muestran un desfase total con la realidad observada en el lugar.
UE a favor de pruebas
Una “abrumadora mayoría” de países de la Unión Europea (UE) se pronunció el martes a favor de realizar sistemáticamente pruebas covid a los viajeros procedentes de China, antes de que salgan hacia Europa, según un portavoz de la Comisión Europea. La medida forma parte de las recomendaciones de un comité de expertos de salud de la UE, y se debatirá el miércoles en una reunión para elaborar una respuesta coordinada del bloque a la explosión de infecciones en China.
Los expertos sanitarios de la UE también examinaron otras propuestas de la Comisión Europea, como la obligatoriedad de la mascarilla en los vuelos procedentes de China, el control de las aguas usadas en los aviones y un refuerzo de los test, con secuenciación de los positivos de covid-19, para identificar posibles nuevas variantes. “Estas medidas deberían focalizarse en los vuelos y los aeropuertos más apropiados y ser aplicadas de manera coordinada (a través de la UE) para garantizar su eficacia”, indicó el portavoz.
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La reunión del miércoles del IPCR (el dispositivo europeo para una reacción política ante las situaciones de crisis) podría desembocar en recomendaciones formales, que luego deberían aprobar los distintos Estados miembros. España, Francia e Italia ya anunciaron la semana pasada que recuperan la exigencia de un test negativo de covid-19 para los viajeros procedentes de China.
Las autoridades chinas criticaron el martes estos test obligatorios impuestos por 12 países, entre ellos los tres de la UE. Pekín decidió a principios de diciembre poner punto final a su estricta política de “cero covid”, lo que favoreció un aumento explosivo de los casos del coronavirus en el país.
Motivos de preocupación mundial
China vive un enorme brote de covid-19 tras desmontar en diciembre las estrictas restricciones sanitarias aplicadas durante años. Pero cada vez más países se muestran preocupados por la falta de información y transparencia en torno a los contagios chinos. Los siguientes son los motivos de la preocupación mundial:
Datos poco fiables: Pekín admitió que la escala del brote se volvió “imposible” de rastrear tras el fin del testeo obligatorio en diciembre. La Comisión Nacional de Salud dejó de publicar cifras nacionales diarias de contagios y muertes por el virus. Tal responsabilidad fue transferida al Centro de Control y Prevención de Enfermedades chino (CCPE), que solo ofrece cifras una vez por mes, luego de que China rebajó el 8 de enero sus protocolos de manejo de la enfermedad.
China ha reportado solo 15 muertes por covid-19 desde que comenzó a levantar las restricciones el 7 de diciembre, y poco después redujo los criterios para determinar si una muerte fue causada por el coronavirus. Esto generó preocupaciones de que la ola de contagios no está debidamente reflejada en las estadísticas oficiales. Las autoridades admitieron la semana pasada que la cantidad de información recogida es “mucho menor” que cuando era obligatorio realizar pruebas PCR.
Yin Wenwu, del CCPE, dijo que las autoridades recogen información de hospitales y gobiernos locales, así como llamadas de emergencias y ventas de medicamentos para la fiebre, todo lo cual “cubrirá las deficiencias” en los datos. Hospitales y crematorios chinos enfrentan un repunte de pacientes y cadáveres, en especial en áreas rurales. Varios países, como Estados Unidos, Australia y Canadá anunciaron la semana pasada la obligación de someter a prueba a quienes llegan desde China, dada su falta de transparencia con las cifras de contagios.
Cálculos incompletos
Algunas autoridades locales y regionales comenzaron a compartir en diciembre cifras diarias estimadas de contagios, pero la magnitud de brote sigue sin estar claro. Autoridades sanitarias en la provincia costera de Zhejiang indicaron que un millón de pobladores estaban infectados por semana. Las ciudades de Quzhou y Zhoushan dijeron que al menos 30% de la población contrajo el virus.
La ciudad oriental de Qingdao también calcula unas 500.000 infecciones diarias, y el centro industrial sureño de Dongguan proyectó hasta 300.000 diarios. Pero el funcionario de salud Wu Zunyou aseguró el jueves que el pico de contagios ya pasó en las ciudades de Pekín, Chengdu y Tianjin, mientras que la provincia de Guangdong, la más poblada del país, dijo lo mismo el domingo.
En Shanghái, la epidemia “podría haber afectado al 70% de la población, es decir, de 20 a 30 veces más” que, en el brote anterior en la primavera de 2022, destacó Chen Erzhen, vicepresidente del hospital Ruijin, en un blog afiliado al Diario del Pueblo. Es difícil reunir todos estos datos parciales para obtener una imagen completa de la situación nacional. Anotaciones filtradas de una reunión de autoridades sanitarias en diciembre revelaron que creían que 250 millones de personas se contagiaron en China en los primeros 20 días de diciembre.
Modelos independientes de contagios trazan un cuadro preocupante. Investigadores de la Universidad de Hong Kong calcularon que cerca de un millón de chinos podrían morir este invierno boreal como consecuencia de la apertura. La firma de análisis de riesgo sanitario Airfinity proyectó 11.000 muertes y 1,8 millones de contagios diarios, con un total de 1,7 millones de muertos para fines de abril.
¿Nuevas variantes?
Muchos países citaron la preocupación por posibles nuevas variantes como el motivo para testear a quienes llegan de China. Pero aún no hay evidencia de nuevas variantes que hayan emergido de la actual ola de contagios. Xu Wenbo, alto cargo del CCPE, dijo en diciembre que China está creando una base de datos genética con muestras de covid obtenidas en hospitales que les permitirían rastrear mutaciones.
Expertos chinos en salud han señalado que las subvariantes de ómicron BA.5.2 y BF.7 son las más comunes en Pekín, ante el temor público de que aún circule la variante delta, más mortal. En muchos países occidentales, esas variantes han sido superadas por las subvariantes más transmisibles XBB y BQ, que aún no son dominantes en China.
Pekín sometió 384 muestras de ómicron a la base de datos mundial GISAID, según su página web. Pero el total de entradas chinas a esa base de datos, 1.308, es inferior a las de otros países, incluyendo Estados Unidos, Reino Unidos, Camboya y Senegal.
Las muestras recientes chinas “se asemejan a variantes conocidas que circulan mundialmente”, indicó GISAID el viernes. El virólogo Jin Dong-yan, de la Universidad de Hong Kong, comentó en un podcast reciente que la gente no debe temer variantes más mortales en China. “No digo que la emergencia de una variante (más mortal) sea imposible, sino que la posibilidad es muy baja”, agregó.
Fuente: AFP.
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Shanghái, blindada tras históricas manifestaciones contra la política de “cero COVID”
Centenares de agentes de policía y decenas de vehículos patrullaron este lunes por la noche por las calles de Shanghái, tras un fin de semana marcado por las protestas contra la controvertida política china de “cero COVID”. Tras un incendio mortal en la ciudad de Urumqi, en el noroeste del país, la indignación crece en China contra las restricciones por el COVID-19, criticadas por haber ralentizado las tareas de extinción del incendio.
Grandes manifestaciones tuvieron lugar el domingo en el centro de Shanghái, donde hubo enfrentamientos entre manifestantes y agentes de policía cerca de la calle Wulumuqi, el nombre en mandarín de Urumqi.
Numerosos agentes y vehículos de policía estaban presentes este lunes en esa misma zona en aras de disuadir nuevos intentos de protestas, según comprobaron periodistas de la AFP, quienes vieron cómo los agentes detuvieron a cuatro personas y liberaron a una a lo largo del día. En la calle Wulumuqi había 12 vehículos de policía en 100 metros, según un periodista de la AFP.
“El ambiente resulta tenso esta noche. Hay muchos policías por esta zona”, dijo un peatón, que se hizo llamar Taku (seudónimo) y que explicó haber perdido su empleo en una compañía aérea a causa de la pandemia y consideró que las manifestaciones estaban justificadas. “El resto del mundo volvió a la normalidad, pero China continúa paralizada a causa de una política de cero COVID. Esta ciudad va camino de volverse loca”, añadió Taku, que dijo esperar “con impaciencia que algo suceda”.
Fotos suprimidas
Otro joven explicó a la AFP que la policía le había preguntado específicamente si había descargado aplicaciones extranjeras en su teléfono, una pregunta hecha a muchos otros ciudadanos chinos, según denunciaron en las redes sociales. “El ambiente resulta extraño, pero no me siento en peligro”, aseguró una mujer, de unos 30 años, quien trabaja como dependienta y lamentó una disminución de la actividad comercial en la zona donde se produjeron las manifestaciones.
A pesar de todo, se respiraba más bien tranquilidad este lunes por la noche y la AFP solo vio como cuatro agentes llamaron la atención a dos jóvenes e inspeccionaron sus teléfonos móviles y cámaras de fotografía antes de dejarlos ir.
Los policías también suprimieron fotografías de los teléfonos móviles a varias personas en la zona de la calle Wulumuqi. “Como ciudadano de Shanghái, soy libre de grabar”, dijo un joven detenido brevemente por haber grabado una manifestación. “Ahora es así en Shanghái. No hay libertad”, lamentó.
Biden “monitorea” protestas
El presidente estadounidense, Joe Biden, “monitorea” de cerca las manifestaciones en China, que exigen libertades y el fin de los confinamientos por COVID-19, informó este lunes la Casa Blanca. Las autoridades chinas intentaban este lunes contener un movimiento de ira en contra de las restricciones sanitarias y a favor de más libertad. El domingo, una muchedumbre salió a las calles de varias ciudades, en lo que parece la movilización más importante desde las protestas prodemocráticas de 1989, duramente reprimidas.
“Él lo está monitoreando. Todos lo estamos. Así que sí, por supuesto el presidente está al tanto” de lo que pasa, dijo a los periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby, sin especificar la reacción de Biden a las demandas de los manifestantes.
“El presidente no va a hablar por los manifestantes de todo el mundo. Están hablando por sí mismos”, añadió. Pero destacó el apoyo de Estados Unidos a los derechos de los manifestantes. “A las personas se les debe permitir el derecho de congregarse y protestar pacíficamente contra las políticas, leyes o imposiciones con las que están en desacuerdo”, dijo Kirby.
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“Lo estamos siguiendo de cerca, como era de esperar”, agregó. El lunes el departamento de Estado sugirió que Estados Unidos considera excesivas las políticas de confinamiento por COVID de China. “Creemos que va a ser muy difícil para la República Popular de China poder contener este virus a través de su estrategia cero COVID”, dijo un portavoz del departamento.
El descontento se lleva gestando meses debido a las duras medidas de las autoridades chinas para controlar el coronavirus, que incluyen largas cuarentenas, confinamientos localizados y restricciones de viaje. Fuera del país, las comunidades de habla china también organizaron vigilias para recordar las vidas perdidas por el COVID cero, como los muertos en un incendio en la ciudad de Urumqi, en la provincia de Xinjiang (noroeste) este mes. Muchos aseguran que el confinamiento obstaculizó las labores de rescate.
En Los Ángeles, más de 100 personas se congregaron frente al consulado general de China el domingo, contaron algunos participantes a la AFP. Michael Luo, un estudiante de 25 años, dijo que se respiraba “ira, tristeza y un poco de frustración”.
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Mientras tanto, en Washington, unos 25 miembros de la comunidad uigur se reunieron el lunes frente al departamento de Estado para pedir más presión sobre Pekín. “Queremos que emitan una declaración formal condenando la pérdida de vidas, vidas uigures, y que pidan total transparencia sobre el número real de muertes”, dijo Salih Hudayar, un uigur estadounidense.
Refiriéndose a las protestas en China, Hudayar dijo a la AFP que estaba “bastante sorprendido de que pudieran salir a las calles y manifestarse, y al menos expresar su ira”. “Como uigures, no podemos hacer eso”, dijo. “Esperamos que la comunidad internacional apoye a estos manifestantes para exigir que el gobierno chino rinda cuentas”, agregó.
Fuente: AFP.
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Las protestas se multiplican en China contra la política de “cero COVID”
Cientos de personas se manifestaron el domingo en Shanghái, en universidades de Pekín y en otras ciudades de China, donde la indignación crece contra la política draconiana de “cero COVID” impuesta por las autoridades desde hace casi tres años.
En Shanghái, una ciudad de más de 25 millones de personas y que soportó este año un confinamiento de dos meses que provocó escasez de alimentos, cientos de personas marcharon en silencio por el centro de la megalópolis.
Según explicó un testigo a la AFP, los manifestantes mostraban hojas en blanco, un gesto que se ha convertido en un símbolo de protesta contra la censura en China, y flores blancas. La policía llegó luego y los dispersó, dijo el testigo, que requirió el anonimato.
Horas antes, una multitud se congregó cerca de la calle Wulumuqi, el nombre en mandarín de la ciudad de Urumqi, con gente gritando “¡Xi Jinping, renuncie, renuncie!”, en una rara muestra de rechazo al presidente chino, según un video divulgado por redes sociales y geolocalizado por AFP.
En Urumqi, en la región de Xinjiang (oeste), diez personas fallecieron el jueves en un incendio. El siniestro generó indignación en las redes sociales por considerar que los confinamientos complicaron el rescate de las víctimas.
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“Personas valientes”
Un participante de las protestas de Shanghái que pidió no ser identificado dijo a AFP que llegó a una manifestación a las 02H00 (18H00 GMT de viernes) cuando “un grupo de personas rendía homenaje y dejaba flores en la acera, mientras otro grupo gritaba consignas”. Hubo enfrentamientos menores, pero, en general, la policía se comportó de forma “civilizada”, indicó.
“Es conmovedor ver cómo se unen tantas personas que piensan parecido”, agregó. “Es impresionante que bajo las circunstancias actuales, aún hay personas valientes que se levantan”. Las autoridades rápidamente eliminaron los mensajes en redes sobre las protestas apenas comenzaron a divulgarse los videos.
En Pekín, cientos de estudiantes de la prestigiosa Universidad Tsinghua se manifestaron el domingo en el campus, según un testigo ocular contactado por la AFP y videos publicados en las redes. El testigo contó que hacia las 11H30 (03H30 GMT), una estudiante blandió una hoja en blanco y otras mujeres se unieron a ella.
“Cantamos el himno y la Internacional y gritamos ‘la libertad triunfará’, ‘no a los test’, ‘queremos comida’, ‘no al confinamiento, queremos libertad’”, agregó el testigo. Videos difundidos en las redes mostraban a una multitud en el exterior del comedor universitario, reunida en torno a un orador.
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“Esto no es una vida normal”
“Esto no es una vida normal, estamos hartos. Nuestras vidas no eran así antes”, clamaba el orador. En la Universidad de Pekín, cercana a la de Tsinghua, también tuvo lugar una vigilia en memoria de las víctimas del incendio de Urumqi. Según un estudiante que participó, las protestas empezaron el sábado por la noche y se congregaron entre 100 y 200 personas.
“Oí a la gente gritar: ‘no a los test covid, sí a la libertad’”, explicó a la AFP con imágenes y videos que corroboraban los hechos. Según otras grabaciones, hubo manifestaciones en Nankin (este), así como en Xian, Wuhan (centro) y Canton (sur), pero la AFP no pudo autentificar las imágenes.
Las protestas se dan en medio del hartazgo de la población por la estrategia gubernamental de cero tolerancia con el COVID. China es la última gran economía que mantiene la estrategia de “cero COVID”, con confinamientos, extensas cuarentenas y test masivos para erradicar los focos de contagio apenas aparecen.
El domingo, China registró 39.506 contagios locales de covid-19, una cifra récord para este país de 1.400 millones de habitantes. Tras el mortal incendio de Urumqi, cientos de personas se congregaron frente al gobierno local coreando “¡levanten el confinamiento!”, según imágenes parcialmente verificadas por AFP.
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La AFP pudo verificar los videos mediante la geolocalización de puntos de referencia locales, pero no pudo determinar cuándo se realizaron las manifestaciones. Después de las protestas, las autoridades dijeron el sábado que Urumqi “había reducido las transmisiones sociales a cero” y que restaurarían la “vida normal” en áreas de bajo riesgo de forma ordenada.
Fuente: AFP.