Los chicos mejoran sus hábitos, son más responsables, se destacan en el colegio y se convierten en personas disciplinadas y exitosas.

Viendo la llamativa deficiencia en la definición de los goles en el fútbol paraguayos en todas las divisiones, en busca de una justificación, recurrí al entrenador Miguel Díaz, quien enseña desde hace varios años a chicos el dominio del balón, una herramienta de formación integral.

Mucho más de allá de mejorar el control del esférico, su práctica adecuada puede cambiar la vida de niños, adolescentes y jóvenes para un futuro mejor.

“Es una actividad psicofísico neuronal, en donde la flexibilidad y el equilibro son la base de este trabajo, que es el dominio inteligente de la mente. Con esto los niños encienden neuronas para tener mayor equilibrio emocional, saber qué hacer, el momento, apuntando al positivismo. Ellos saben que cuando van a la escuela es para estudiar, a jugar es para jugar, teniendo orden, saber que primero es lo primero, segundo, lo segundo; disciplina, respetar el ambiente en donde está; perseverancia, no dejarse vencer por nada y emprendedurismo, para emprender permanentemente, innovando para salir adelante”, contó, resaltando logros importantes más allá del deporte. “El año pasado tuvimos alumnos con notas 5 en sus escuelas y abanderados y un domingo saliendo campeones en sus clubes”, cuenta orgulloso Díaz, quien resalta que el objetivo es que los chicos sean buenas personas, buenos alumnos y finalmente buenos futbolistas.

Los testimonios

Adquirir la destreza para mejorar la efectividad frente a los arcos es importante, pero lo fundamental es la transformación que se adquiere para encarar la vida. “Esta práctica me ayuda a tener mejor control del balón, además, cambié mis hábitos, mejoré en el colegio y soy más responsable. En principio llegaba tarde, pero el profesor me enseñó a valorar la puntualidad y ser perseverante”, contó Horacio Torres, de 16 años, quien llega desde Capiatá entusiasmado de aprender. Es jugador de las formativas de Deportivo Capiatá. El entrenador y sus compañeros ya notan la mejoría, contó.

La práctica permanente del dominio del balón otorga habilidades importantes en los futbolistas

Mientras que a Alexis Godoy, de 14 años, y jugador de Sportivo Luqueño, le hace mejor persona, dejando atrás malos hábitos. “Esta práctica me hace sonreír a la vida, mejorar el carácter. Destacarme ante compañeros que no practican el dominio”, expresó el delantero auriazul.

Al centro de formación que funciona en una canchita de Luque, llegan varios niños, adolescentes, con el sueño de sobresalir no solo en el fútbol, sino en la vida. “Quiero mejorar en la vida, aprender para el futuro, quiero ser empresario”, confesó Franco Aveiro, de 13 años, quien vive en Asunción.

Qué aporta

En el contexto del fútbol mejora la habilidad de un jugador para controlar y dirigir el balón con precisión, independientemente de la situación del juego o la presión de los defensores. Es la base fundamental para cualquier futbolista que quiera mejorar su juego, con pases precisos, regates efectivos y tiros a portería.

El centro de entrenamiento Con la pelota como herramienta principal, los niños y niñas de todas las edades de distintos puntos del Gran Asunción se acercan a la cancha San Isidro del barrio Molino de Luque, en donde el profesor Díaz comienza a sembrar esperanza, desarrollando la mente con conocimiento, disciplina y buenos hábitos para triunfar en la vida.

Los interesados pueden comunicarse al celular (0982) 418-635.

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