Uno de los perfumes más evocadores de la Navidad es el de las galletas y budines recién horneados. Una delicia especial que podemos hacer en casa con poco trabajo y mucho ingenio. ¿Se animan?

Queríamos unas recetas de cookies o galletas navide­ñas que pudiéramos hacer en casa para disfrutar en familia y compartir con los más chicos. También son una opción excelente para regalar a los seres queridos, amigos y tener un detalle con quie­nes hemos compartido el año laboral o de estudios.

Fuimos con todas las preguntas y el pedido de recetas hasta Coo­kies Bakery , donde su propie­taria, María Fernanda Caba­llero V, nos mostró parte de su enorme producción para estos días tan especiales en los que, además de realizar cookies y otras delicias para vender en el local y recibir pedidos, realiza talleres y cursos en los que enseña a preparar galletas navi­deñas.

Ella nos regaló una receta “universal” de galle­tas para hacer en casa paso a paso, para así no equivocar­nos y disfrutar del proceso, especialmente con los más chicos .

MASA BÁSICA DE MANTECA (CON ESTA RECETA SALEN UNAS 20 GALLETAS)

INGREDIENTES

  • 250 gramos de manteca sin sal
  • 250 gramos de azúcar blanca
  • 1 huevo (mediano)
  • 500 gramos de harina 0000 (Cuatro ceros)
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 1 chorrito de leche (opcional)

OPCIONALES.

Ralladura de cáscara de limón o naranja. Chocolate en polvo (Tami­zado junto con la harina).

ADEMÁS

Batidora eléctrica de bol o de mano. Batido de alambre. Papel manteca para hornear para forrar la placa. Placa para horno. Rodi­llo o palo de amasar para estirar la masa. Cortapastas de formas navideñas. Azúcar impalpable. Colorantes aptos para cocina en colores a gusto. Recordar que los tradicionales son: rojo y verde, además del blanco.

PREPARACIÓN

Tamizar la harina para evitar grumos y dejar pendiente.

En un bol, batir la manteca y el azúcar durante un buen tiempo (es el secreto del éxito) con batidora eléctrica o, si tenés mucha paciencia, con batidor de alambre, hasta que la mez­cla tome un color amarillo claro y ligeramente esponjosa.

Agregar a la mezcla el huevo y la esencia de vainilla. Mezclar sua­vemente y verificar que no quede mezcla adherida a los costados del bol.

Agregar la harina previamente tamizada de a poco, por cuchara­das, mezclando bien para que no queden grumos. Al terminar de mezclar, ver si la masa no queda algo dura, en ese caso, se agrega allí el chorrito de leche. (Todo dependerá del tamaño del huevo y de la harina y su absorción, o no), si la masa está bien.

No hay que trabajar en exceso la masa, pues si nos pasamos, las galletas no quedarán crujientes.

Una vez que tengamos la masa lista, formamos dos bolas con ella. Las aplanamos un poco, para facilitar el laminado posterior, las cubrimos con papel film y las llevamos a la heladera por lo menos por 15 minutos más o menos.

Dividimos la masa en dos porciones para que sea más manejable y podamos trabajar con mayor comodidad.

Luego, sacarla de la heladera y estirarlas con el palo de amasar hasta que tenga 4 O 5 mm de espesor, de acuerdo al gusto.

Ojo: Estirar la masa sobre una hoja de papel de seda o vegetal, así se evitará poner harina en la mesada y añadir así dureza a la masa de las galletas y no quedarán tan ricas.

Una vez estiradas las láminas de masa de galletas, las envolve­mos en papel film y las dejamos reposar así estiradas en la hela­dera 1 hora como mínimo.

Si las puedes dejar un poco más, mejor. El frío endurecerá la masa y nos permitirá cortar las galletas más fácilmente. Además, evitará que se deformen al hornearlas.

Pasado el tiempo de enfriado, cortamos la masa con los corta­pastas que queramos.

Es recomendable volver a dar otro golpe de frío a las galletas una vez cortadas, especialmente si la temperatura ambiental es alta. En esta ocasión, con 10 minutos de heladera, bastaría.

HORNEADO

Precalentamos el horno a 180 ºC, con calor arriba y abajo.

Colocamos una hoja de papel vegetal (manteca) sobre la bandeja del horno.

Colocar las galletas ya cortadas sobre la bandeja dejando un pequeño espacio entre ellas, ya que crecen un poquito con el calor.

Horneamos las galletas durante unos 12 minutos o hasta que veamos que los bordes comienzan a dorarse un poco. (No las dejemos tostar mucho porque que­darán secas ) Las galletas deben tener suave color casi blancas en el centro y con los bordes más doraditos. Vigilar el horno para no cometer errores.

Una vez listas, las sacamos las galletas del horno y las traslada­mos a una rejilla para que se enfríen por completo.

Para evitar roturas de galletas indeseadas, utilizaremos una espátula o utensilio similar que nos permita levantarlas de la bandeja del horno.

Esperamos a que las galletas estén completamente frías antes de guardarlas o decorarlas.

DECORACIÓN

Glacé

1 clara de huevo

Azúcar impalpable

Colorantes de colores rojo, verde y blanco con brillo si se desea. Confites de “cristales” de azúcar comestibles en colores – Grajeas comestibles, de colores, etc.

PREPARACIÓN

Preparar el glaseado uniendo la clara de huevo con azúcar impal­pable mejor pasada por tamiz o colador para evitar grumos. Luego dividir partes y colorearlas según el gusto con una pequeña cantidad de colorante comestible de pas­telería en los colores elegidos.

Proceder a cubrir las galle­tas ya frías con el glacé con ayuda de cuchara o peque­ños conos de papel manteca, como si fueran mangas de decoración con los colores elegidos y colocarles ador­nos de acuerdo a los motivos que nos gustan. Hacer que la imaginación y la alegría hagan su parte y ¡A disfrutar!

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